Elena Martínez Blasco | Mente sana | 20/07/2020
( Este artículo ha sido verificado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña el 20/12/2018
Además de
ayudarnos a desconectar de los problemas, salir con los amigos nos permite ser
más empáticos y nos proporciona a su vez un gran apoyo psicológico
Aprende
a mostrar a tus amigos tus sentimientos, tus proyectos o
anhelos. Así podrás disfrutar del aporte de felicidad, del apoyo emocional y de
los incontables años de buenos momentos a su lado. El ser humano, por
naturaleza, es un ser social. Necesita, como tal, desenvolverse en con los
demás. Con el propio instinto de supervivencia nos
aliamos o relacionamos con quienes son más afines a nosotros.
Por
lo tanto, de nuestra propia necesidad de socialización,
protección y de darnos a los demás sale una de
las cualidades más bonitas del humano: los vínculos de amistad con los demás.
Si quieres conocer más, sigue leyendo este artículo…
Un apoyo
emocional
En
la amistad entre dos o más personas no hay límites, ni reglas escritas sobre
cómo deben ser las cosas. No obstante, es muy recomendable buscar tiempo para
estar con los amigos como una prioridad. Salir con ellos nos nutre el alma, nos
confiere soporte anímico, nos regala vitalidad.
Además, aporta distensión en nuestra vida y nos
sirve para abrir la mente y enfrentar mejor nuestro camino personal.
Por
esto, ambas partes deben regar el árbol de la amistad, para que con los años
crezca firme este bastón. Lo más probable
es que necesitemos
apoyarnos en él muchas veces. En este
sentido, las tecnologías han ayudado a la comunicación entre las personas ya
que, en ocasiones, los avatares de la vida nos hacen vivir a gran distancia. No
obstante, tenemos que buscar tiempo para tomarnos ese café o llamarnos para
contarnos qué tal nos ha ido el día. No hace falta un motivo, no es necesario
que sea lógico. Solo hazlo, acércate a tu amigo.
Una vida más
activa
Compartid
vuestros gustos en común. Cualquier
actividad que os aliente a salir de casa para estar juntos os sumará múltiples
beneficios. No obstante, no debemos olvidar que jamás tenemos que dejar de lado
a nuestra familia. Además, debemos cumplir nuestras obligaciones en el rol que
tengamos dentro del hogar.
·
Hay muchas actividades comunes para salir con los
amigos: cine, teatro, deportes, viajes, gastronomía, etc. El simple hecho de
salir de tu zona de confort en el día a día
puede reducir tu nivel de estrés laboral, despejar tu mente y hacerte, en
definitiva, mejor persona.
·
Existen una gran cantidad de actividades para
grupos en las que podréis relajaros y pasar momentos inolvidables.
·
Lo importante es reunirse, crear nuevas historias,
anécdotas y sentir que mutuamente cuidamos y nos dejamos cuidar
por estas personas tan necesarias que llamamos
amigos.
Desarrollar la
empatía
Tanto
la alegría como el dolor que puede experimentar un buen amigo, en muchos
casos, se vive como algo propio. Los problemas de
los amigos solemos hacerlos nuestros, como si esas
buenas o malas situaciones nos pasaran a nosotros mismos. Por lo tanto, salir
con los amigos nos humaniza, nos hace más
sensibles a lo que otros puedan estar sufriendo y, por consiguiente, más empáticos y
abnegados.
Te recomendamos leer: 3 tipos de amistad según Aristóteles
Aprender a llegar
a acuerdos
El
hecho de salir en un grupo de amigos nos
obliga a tomar pequeñas o grandes decisiones en
común. Desde algo sencillo, como elegir una
película, hasta planear un largo viaje; no siempre vamos a estar de acuerdo o
va a ser de nuestro gusto personal lo que otros decidan.
·
Es muy beneficioso aprender a alcanzar acuerdos, a respetar
ideas, incluso, contrarias a la nuestra.
·
Compartir experiencias en grupo nos fuerza a ser
más flexibles y
condescendientes con las opiniones ajenas.
Los amigos,
nuestra segunda familia
Es
muy común que los cónyuges e hijos de ambos amigos salgan juntos. Suele ser
habitual ver en cafeterías con zonas para niños, cómo los hijos de varios
amigos juegan juntos y empiezan a crear su propia amistad. Como si de una
segunda generación de amistad se tratase, los lazos
que se generan con los amigos benefician también a nuestras familias.
De este modo, también los hace partícipes a ellos.
Conclusión
En conclusión,
salir con los amigos sirve para sentir el pulso de nuestra propia vida, para
asegurarnos una rutina activa y original, para ser más comunicativos, para
saber escuchar a otros y ponernos en su lugar y para lograr una estabilidad emocional.
Con ellos lograremos tener personas incondicionales a nuestro lado que nos
ofrecerán lo mejor de sí mismos.