MELISA GONZÁLEZ |
ABC | 08/11/2019
Las
bajas temperaturas afectan especialmente a mujeres, jóvenes y a los países que
viven lejos del ecuador.
La vuelta a la rutina no
fue la principal razón que hizo que tuvieras los ánimos por los suelos. La
llegada del otoño es otro de los factores principales que
afectan fundamentalmente a mujeres, jóvenes y personas alejadas del ecuador.
El Trastorno Afectivo Estacional existe y suele
aparecer con la llegada del otoño e irse con el final del invierno,
presentándose los meses de más frío. Conocido inicialmente como «winter blues»,
actualmente ha sido descrito como una entidad diagnóstica propia en la última
clasificación de enfermedades mentales. ¿Qué ocurre cuando sufres esta
depresión? El Dr. Fernández, especialista en psiquiatría, afirma
que los primeros síntomas aparecen con la reducción de la energía y
haciéndote sentir de mal humor.
¿Cómo se presenta el TAE?
El
trastorno afectivo estacional se presenta como alteraciones del humor similares
a las que se producen en la depresión (tristeza, irritabilidad, anhedonia,
dificultades en la concentración...) que se inician normalmente en
otoño-invierno y se resuelven con la llegada de la primavera. «Una característica
propia de este trastorno es que suele incluir lo que denominamos síntomas
atípicos de la depresión:
aumento del apetito (predominando los carbohidratos), hipersomnia y aumento de peso.
Lo que marca la diferencia con otros trastornos no es la forma de presentación,
sino el tiempo de presentación.
¿Qué fenómenos internos
se dan?
«La
principal teoría habla de una alteración de la melatonina. Esta hormona se
relaciona con las horas de luz mediante receptores que
provienen directamente de la retina y estimulándose ante la falta de luz. La
alteración o incremento en la secreción de esta hormona es el origen de los
síntomas del TAE, por lo que para combatirlo es necesario plantear un tratamiento de fototerapia,
que consiste en poner luz en la vida del afectado», comenta el especialista.
Sin
embargo, este no es el único síntoma. El Dr. Fernández diferencia otro fenómeno
que hace que exista este trastorno. «También se habla de una depleción
(disminución de la cantidad de líquido contenido en el organismo o en un
órgano) de serotonina y triptófano (el aminoácido con el que se fabrica la
serotonina), marcada por un patrón estacional, siendo la serotonina un
neurotransmisor implicado en la mayor parte de los trastornos depresivos.
Esta teoría explicaría la mayor apetencia por carbohidratos y las alteraciones
consecuentes del peso que suelen sufrir las personas con esta depresión. Esta
hormona es la precursora que usa la glándula pineal para sintetizar la
melatonina», cuenta el psiquiatra.
¿Qué papel tienen la
melatonina y las horas de luz?
«La
melatonina es una hormona que se está estudiando en numerosas
enfermedades, desde los trastornos del espectro autista hasta la enfermedad de
Parkinson», comenta el Dr. Fernández. Esta hormona, que se relaciona
directamente con las horas de luz a lo largo del día, parece jugar un papel
fundamental en este trastorno que, como es de esperar, es más frecuente en
países nórdicos, donde las horas de luz pueden limitarse incluso a 6 horas al
día, hasta el punto que se está usando iluminación artificial para simular un
amanecer que engañe al cerebro. Pero la escasez de luz no
afecta solo a estos países: la distribución geográfica de esta enfermedad no
sólo depende de la cantidad de luz, sino de otros factores como la polución, la
nubosidad o la escasez de luz debido a la construcción en las grandes ciudades
podrían también aumentar la incidencia de este trastorno. A este punto, el
doctor resalta: «algunos estudios incluso han tenido en cuenta, al distribuir
por edades, que los ancianos institucionalizados suelen estar expuestos a
menores niveles de luz por las características propias de las residencias y por
salir menos a la calle», sentencia.
¿Se diferencia de la
astenia?
A
diferencia del TAE, la astenia no es una enfermedad. La astenia
es un cuadro no patológico que aparece fundamentalmente en primavera.
«Probablemente los mecanismos que producen la astenia y los del TAE pueden ser
los mismos: los cambios de estación a través de la melatonina. No
obstante, cuando hay un cuadro patológico detrás, como es el caso del Trastorno
Afectivo Estacional, afecta de una forma más grave», finaliza el doctor
Fernández.