miércoles, 9 de septiembre de 2020

España mantiene las elevadas tasas de suicidio de hace 15 años: 3.500 al año

REDACCIÓN   |   madrid   |   La Vanguardia   |   07/09/2020

Las tasas de suicidio en España no han descendido en los últimos 15 años: 3.500 suicidios consumados al año, y los expertos prevén que la crisis económica asociada a la pandemia de coronavirus pueda elevar aún más ese número, por lo que han urgido al Ministerio de Sanidad a presentar la Estrategia Nacional de Salud Mental.

"No hemos conseguido reducir las tasas del suicidio, tenemos las mismas tasas de hace 15 años, a diferencia de las muertes por accidentes de coche, que se han reducido a la mitad", ha lamentado el vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Víctor Pérez.

Pérez es uno de los coordinadores del Libro Blanco "Depresión y Suicidio 2020", presentado este lunes en rueda de prensa telemática y elaborado por la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica y la Federación Española de Psiquiatría y Salud Mental.

El psiquiatra ha incidido en la necesidad de que exista una estrategia nacional de salud mental que ponga el foco en la prevención temprana de este problema y que sensibilice a la población de que el suicidio es un "problema de todos".

"Cada año se suicidan en España 3.500 personas y por cada una que lo hace hay otras veinte que lo intentan. (...) Por cada víctima de tráfico mueren dos por suicidio, por cada muerte por asesinato se producen doce por suicidio", ha explicado.

En 2050, la depresión será el problema de salud más relevante de todo el mundo, ha afirmado la presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Ana González Pinto, que ha hecho hincapié en que el suicidio y la depresión tienen un tratamiento eficaz cuando su abordaje es temprano.

Por ello, son necesarios radares sanitarios y sociales para prevenir, detectar a tiempo y adoptar las medidas necesarias en cada caso.

La coordinadora de la Oficina de Salud Mental de la Comunidad de Madrid y también responsable del libro blanco, Mercedes Navío, ha aseverado que no se puede decir que España haya hecho su trabajo mientras "una causa de muerte prevenible y evitable no sea abordada de manera sistémica y reducida drásticamente".

Los expertos han destacado que el abordaje del suicidio debería asemejarse a las acciones emprendidas en el Plan Nacional sobre Drogas o en la lucha contra la violencia de género, con fondos de gestión específicos.

EL IMPACTO DEL CORONAVIRUS EN LA SALUD MENTAL Y EL SUICIDIO

Los expertos en Psiquiatría han alertado de que los efectos económicos y sociales de la crisis del coronavirus pueden tener un impacto en las tasas de suicidio.
En anteriores crisis, por cada punto que ha aumentado el porcentaje de paro, ha subido un punto el riesgo de suicidio.

Pérez ha subrayado que la crisis social y económica puede incrementar las tasas de enfermedad mental por encima del 20 o del 25 % en lo relativo a la ansiedad, la depresión, el abuso de tabaco, tóxicos y alcohol.

Además, ha añadido, la COVID-19 no solo tiene complicaciones respiratorias y cardíacas, también relacionadas con el sistema nervioso y las enfermedades mentales.

A eso hay que sumar que probablemente muchas personas que han perdido a un ser querido durante la pandemia tengan complicaciones: entre el 15 y el 20 % de los familiares de los fallecidos presentan algún síntoma y necesitan ayuda -una ayuda que en la mayoría de los casos es de baja intensidad-.

Como también necesitará ayuda parte del personal sanitario, que ha aguantado "una presión tremenda" y es menos proclive a solicitar esa ayuda. EFE


La Felicidad es innata, fluye como la sangre por nuestras venas


IMA SANCHIZ   |   La Contra de la Vanguardia  |   20/03/2019

Alberto Simone, psicólogo, director de cine, guionista y escritor.

Tengo 63 años. Nací en Mesina, Italia. Me licencié en Psicología. Junto con mi esposa, Roberta Manfredi (hija de Nino Manfredi), creamos la productora Dauphin Film Company. Y llevo años realizando talleres de felicidad. Erradicar la infelicidad es imprescindible para cambiar el destino de este planeta

El vaso medio lleno
Su suegro, Nino Manfredi, ha actuado en sus películas; también ha escrito, dirigido y producido series para la RAI, pero nunca ha abandonado su actividad como psicólogo y terapeuta con largas estancias en EE.UU. para formarse. Imparte talleres sobre la felicidad y tiene un blog: Il (el vaso medio lleno). En su último libro, La felicidad en la mesita de noche (Kitsune Books), nos habla de la felicidad de existir. “He trabajado con la felicidad a lo largo de muchos años, como psicólogo y como artista y, finalmente, como investigador. Y eso me ha llevado a conocer en profundidad su opuesto, y lo que he descubierto es que muy a menudo la infelicidad de las personas no tiene que ver con hechos objetivos”.

PREGUNTA.- Hoy es el día de la Felicidad...
RESPUESTA.-Yo llevo dedicándole cuarenta años de investigación porque sé que la felicidad es la base para construir un mundo mejor.
P.- ¿Por qué?   |   R.- Hay innumerables investigaciones científicas que demuestran que las personas confiadas y optimistas resuelven los problemas de manera más acertada y en menos tiempo que las personas pesimistas, cínicas o desilusionadas.
P.-La gente feliz ¿no daña a los demás?   |   R.- No, y les gusta compartir su felicidad.
P.- ¿Hay personas o momentos felices?   |   R.- La felicidad vinculada a contingencias externas está fuera de nuestro control, es una felicidad precaria como la que está ligada a logros.
P.- ¿Qué opción nos queda?   |   R.- La felicidad innata, la que fluye como la sangre por las venas y que tiene que ver con estar vivo. Es una felicidad instintiva que no puedes controlar, de la misma manera que no controlas tu respiración o el crecimiento de tus uñas; y siempre está disponible.
P.- ¿Ese runrún en la boca del estómago?   |   R.- Sí, y para hacerlo más presente hay que ser consciente de que los sucesos, malos y buenos, son temporales, todo pasa. Y hay que abandonar la idea de no ser suficiente, de no merecer, de tener que conquistar tu lugar y tu identidad.
P.- ¿La felicidad de existir debería bastarnos?   |   R.- Desde que nacemos, la necesidad de amor y aprobación hace que adaptemos nuestro carácter en busca de respuestas positivas.
P.- Un mecanismo de supervivencia.   |   R.- Sí, que puede hacernos interiorizar comportamientos que nos perjudican. La necesidad de ser amados es la base de muchos de nuestros errores porque nos construimos un personaje y nos alejamos de nosotros mismos.
P.- Pero la necesidad de amor es universal.   |   R.- Cierto. Hay un experimento muy revelador con monos recién nacidos que debían escoger entre una madre de metal que daba leche o una de peluche suave y mullida. Los pequeños monos siempre elegían la de peluche.
P.- ¿Dispuestos a morir de hambre a cambio de amor?   |   R.- Sí. Esa necesidad de amor nos lleva al trueque: cedemos nuestra identidad para que los adultos nos quieran, luego para ser aceptados, para que nos quieran nuestros amigos y, a menudo, acabamos con la pareja equivocada.
P.- ¿Es reversible?   |   R.- Recuperando la autenticidad, la espontaneidad y la sinceridad, y eso pasa por no tener reparo en mostrar nuestras fragilidades.
P.- Nuestra mente no ayuda mucho.   |   R.- Se orienta hacia emociones e informaciones negativas que además perduran mucho más tiempo en nuestra mente que las buenas noticias o las experiencias positivas. Se trata de mecanismos primitivos de supervivencia.
P.- ¿Y qué propone?   |   R.- Poner en valor y saborear durante el máximo de tiempo posible, de manera intencionada y diría que exagerada, los acontecimientos positivos de nuestra vida, los momentos de alegría. Y hacer el ejercicio de buscar la parte buena a los acontecimientos negativos.
P.- ¿Y cuando nuestra mente se hunde en las profundidades de la negatividad?   |   R.- Cambie de canal, cambie de tema. Mueva el cuerpo, váyase a dar un paseo, póngase una película que le haga reír, llame a esa gente positiva que conoce, pero sobre todo no alimente sus convicciones negativas.
P.- Son insistentes.   |   R.- Sea inteligente, recuerde que la queja no cambia las cosas. Cuando se dé cuenta de que empieza a quejarse de algo, deténgase un instante y pregúntese si le apetece estar peor, porque eso es lo que sucederá tras la momentánea ­satisfacción del desahogo.
P.- ¿El mal rollo es contagioso?   |   R.- Sí, por eso, como dice el dalái lama, si alguien busca una papelera para tirar su basura, evita que sea tu mente. Del mismo modo y de forma automática, una sonrisa despierta otra sonrisa. Lástima que perdamos la sonrisa con la edad.
P.- ¿A qué se refiere?   |   R.- Un niño en etapa preverbal sonríe espontáneamente de media 400 veces al día; un adolescente, 16, y un adulto, apenas. Mi teoría es que desaprendemos a sonreír cuando la preocupación se convierte en un automatismo, cuando nuestra mente anticipa acontecimientos probables o no, pero en todo caso inexistentes.
P.- No queremos perder el control.   |   R.- Ceder el control es sentirse expuesto, por eso muchas personas sufren de hipercontrol, que es uno de los mayores obstáculos para la felicidad, porque en realidad no podemos controlar más que una parte ínfima de nuestra existencia.
P.- Cierto.   |   R.- En nuestra vida hay fuerzas que prescinden totalmente de nuestra voluntad, asúmelo y siente esa fuerza que te quiere vivo, que te empuja a respirar aunque no quieras. Buena parte de las responsabilidades que te atribuyes dependen de ella, así que no la combatas, únete a ella conscientemente, confía.
P.- Confíes o no, le perteneces.   |   R.- El mundo que vemos está influenciado por nuestro estado mental. En realidad la infelicidad no es más que una mala costumbre. Abandonarse a ella, al victimismo y la frustración, es fruto de una actitud reiterada; para cambiarla hay que ser persistente como un atleta. La felicidad consiste en vivir en la gratitud.