EVA CARNERO | cuerpomente.com | 12/09/2024
El primer paso del camino que nos lleva hacia la felicidad es tener un
deseo por cumplir, un objetivo que nos haga levantarnos cada mañana y que forme
parte de un plan de vida único e integral. Estos consejos te ayudarán en tu
propósito.
Si hay una institución considerada como un
referente mundial en lo que asuntos de felicidad se refiere, esa es la
Universidad de Harvard. Muchas de las investigaciones que se han llevado a cabo
entre sus paredes son las que a día de hoy marcan la dirección de la mayoría de
estrategias destinadas a alcanzar el deseo universal. Uno de los trabajos más
relevantes ha sido liderado por Robert Waldinger, profesor
de Psiquiatría en la Harvard Medical School, director del Centro de Terapia
Psicodinámica e Investigación del Hospital General de Massachusetts y director
del Harvard Study of Adult Development. El experto es el cuarto director
de la investigación más amplia y prolongada que se ha emprendido jamás sobre
felicidad. Comenzó en 1938 y desde entonces, centenares de
personas han sido entrevistadas acerca de lo que más les importa en la
vida.
Ahora bien, Harvard no es la única fuente de la
que beber. Muchos otros expertos de la talla de Waldinger, también tienen mucho
qué decir al respecto. Entre ellos, el psiquiatra Enrique Rojas, cuyas
aportaciones en este asunto son tan valiosas como aquellas.
cuando sientes que el tiempo vuela
En una de las
conferencias que organiza Mentes Expertas, el afamado psiquiatra afirmaba,
entre otras cosas, que "una
persona feliz es aquella que ha sabido diseñar un proyecto de vida, coherente y
realista, con los pies en la tierra".
Además, el
experto en salud mental señala, explica y profundiza en los cuatro grandes argumentos que
orbitan en torno al concepto de proyecto de vida, amor, trabajo, cultura y amistad
A
partir de estos cuatro elementos, el psiquiatra concluye que "siguiendo este curso de ideas, la
felicidad consiste en un trabajo artesanal que hacemos cada uno de nosotros,
según nuestras experiencias personales, con estos cuatro
elementos que forman nuestra constelación geográfica".
Por último, poco
antes de finalizar su intervención, Rojas añade a esos cuatro elementos
mencionados, las
aficiones. Y es que, identificar los hobbies que más encajan
con cada uno y practicarlos con regularidad es algo mucho más importante de lo
que pensamos.
En el mundo actual, y especialmente
en Occidente, la sociedad se mueve casi exclusivamente en función de la productividad
de sus actividades. Tanto produces, tanto vales.
Sin embargo, cuando hablamos de felicidad o bienestar emocional, como lo
quieras llamar, poco importa si lo que haces es rentable o si es atractivo para
el mercado laboral, mercantil o bursátil, ya que, lo que nos
hace sentir bien no se mide del mismo modo. Su valor
radica en lo mucho o en lo poco que encaja con nuestros gustos. Cuando el
tiempo pasa sin darnos cuenta y las horas se convierten en minutos, es muy
probable que eso que estamos haciendo sea una clara fuente de felicidad
personal.
Averiguar lo que realmente quieres
Partiendo de la idea de que el
bienestar emocional requiere la creación de un plan de vida único y personal en
el que la persona integre sus necesidades y deseos más íntimos, queda claro que
lo que cada uno entiende por felicidad, también es único. Basta con preguntar
en tu círculo más cercano qué es lo que les hace felices y, a buen seguro que
las respuestas serán de lo más variopinto. Mientras para unos la
felicidad es tener una gran cantidad de dinero en la
cuenta corriente, para otros, este estado de bienestar se adquiere a través de
unas relaciones personales fuertes y consolidadas.
Ahora bien, más
allá del objeto de deseo que persigue cada uno (dinero, poder, amor...), para
ser feliz, según el psiquiatra, lo importante es tenerlo identificado.
Además, Rojas recalca la idea de que ese bienestar emocional no se
experimenta cuando se cumple el objetivo, sino a lo largo del camino. La sensación
de progreso es lo que nos llena de satisfacción y nos
motiva para levantarnos cada mañana. Es lo que los japoneses llaman ikigai,
término que podría traducirse como "la razón de vivir".
Claves para crear tu proyecto
vital
La esencia de un plan de vida es que sea
único, ya que su objetivo es identificar los deseos individuales. Esto no
significa que sea una tarea fácil. De hecho, hacerlo correctamente
puede ser bastante complicado. Estas son las pautas principales que el
psiquiatra recomienda seguir para lograrlo:
·
Fija tu objetivo. Como
hemos comentado, el punto de partida es identificar lo que queremos conseguir.
Es importante que el proceso de reflexión para encontrarlo sea individualizado,
ya que es algo muy íntimo que requiere tranquilidad y paciencia.
·
Sé coherente. Una
vez hemos identificado nuestro objetivo en la vida, nuestro ikigai, la
clave es que los pasos que conducen a la meta deberían ser coherentes. El hilo
conductor debe ser equilibrado, y evitar las contradicciones.
·
Ten en cuenta los cinco elementos. El
plan debería contemplar estos cinco elementos: amor, trabajo, cultura,
amistad y aficiones. Tal y como apuntábamos en los primeros párrafos de este
artículo, todo proyecto de vida ha de contemplar esos cinco conceptos. Eso sí,
teniendo en cuenta que los dos esenciales son los dos primeros: amor y trabajo,
ya que "son las dos principales piezas para ser feliz", señala el
experto.
·
Alimenta la ilusión. Según
Rojas, "la felicidad consiste en ilusión. Y eso se traduce en anhelo,
esperanza y entusiasmo. Vivir el presente empapado de un futuro
sugerente que nos empuja a avanzar en esa dirección. Y es que, por muy
brillante que sea el diseño de un proyecto vital, si no está creado con
ilusión, será muy difícil que se lleve a cabo con éxito. De hecho, la actitud
con que se ejecute cada uno de los pasos es crucial para seguir avanzando.
·
Escoge algo que te motive. Para
que la fuerza de voluntad actúe es fundamental la motivación. Ambas
herramientas, voluntad y motivación están íntimamente relacionadas. Si hay una fuerte
motivación, la voluntad será más robusta, y esto hará que superen más
fácilmente las adversidades que se presenten.
·
Sé positivo. El
optimismo es el motor que te impulsa a lo largo del camino hacia la felicidad.
Restarle protagonismo a los contratiempos, al mismo tiempo que potenciamos los
golpes de suerte es una magnífica manera de ir avanzando en nuestro ikigai o
propósito de vida.