ACyV | elconfidencial.com | 15/06/2025
Una psicóloga ha compartido en un vídeo de TikTok una argumentación que no tiene nada que ver con lo que es más común pensar sobre quienes lo dejan todo para el último momento
La procrastinación, ese hábito tan común de retrasar tareas, no debe confundirse con la falta de voluntad o esfuerzo. Según Marta, psicóloga y creadora de contenido en redes sociales, este comportamiento está estrechamente vinculado a una elevada autoexigencia y un marcado perfeccionismo.
Contrario a la creencia popular, quienes procrastinan no son
personas "vagas", sino aquellas que se imponen
estándares extremadamente altos.
Existen, de acuerdo con la especialista, dos causas
principales que conducen a este patrón de comportamiento. La primera está
asociada a los objetivos que estas personas suelen fijarse. "Una persona muy
autoexigente y perfeccionista tiende a establecer metas excesivamente
grandes", asegura Marta. Esta tendencia a plantearse desafíos
desproporcionados genera una sensación de abrumo que impide actuar.
Para abordar esta situación,
recomienda dividir las grandes metas en pasos más pequeños:
"Hacer un mapa de ruta con metas alcanzables permite a la mente abordar
las tareas de manera más sencilla".
El miedo al error como factor clave
La segunda causa principal está relacionada con el temor al
fracaso. Muchas veces, las personas que
procrastinan evitan iniciar una tarea debido al miedo de no alcanzar sus
propios estándares. "El nivel de autoexigencia es tan alto que equivocarse
no es una opción. Por eso, para no fracasar, posponen", explica Marta. Este temor al error crea un bloqueo
emocional que dificulta avanzar en cualquier proyecto. Ad
La
importancia de trabajar en la aceptación del error como parte del proceso
Para superar esta barrera, Marta enfatiza en la importancia
de trabajar en la aceptación del error como parte del proceso. La percepción del fracaso necesita
transformarse, adoptando una perspectiva que permita reducir la presión
autoimpuesta. Este cambio resulta fundamental para desbloquear el avance
personal y profesional.
Replantear la autoexigencia para progresar
Según
Marta, la solución radica en modificar la narrativa interna y tratarse
con mayor compasión. Procrastinar no
debería considerarse un defecto, sino una respuesta emocional ante tareas que
parecen inalcanzables o temores asociados al perfeccionismo. "Identificar
estas dinámicas es esencial para avanzar y evitar que los estándares
irrealistas paralicen nuestras decisiones", concluye la psicóloga.