DR. PABLO IGLESIAS RODRÍGUEZ |
TopDoctorS | 15/07/2019
Editado
por: CARLOTA RINCÓN MUÑOZ
El consumo excesivo de alcohol puede comenzar por muchas
razones, una de ellas puede ser un cuadro depresivo. El alcohol es una molécula
dual, es decir, al principio produce una mejora en el estado de ánimo pero a
largo plazo puede producir un estado de ánimo bajo, falta de energía…
¿Cómo afecta el consumo excesivo de
alcohol a nuestro organismo?
Tras abusar del alcohol durante unas
semanas puede haber un déficit serotoninérgico, lo que provoca un estado de
ánimo depresivo, irritable y de ansiedad que mejora solamente cuando el
paciente vuelve a consumir alcohol.
Además, el alcohol ayuda a conciliar
el sueño, por lo que la calidad del sueño empeora cuando el paciente no toma
alcohol, a su vez puede sufrir de parasomnias, pesadillas, fragmentación del
sueño…
Esto puede provocar que el paciente
tenga una creencia errónea que el alcohol puede ayudarle a su cuadro
depresivo, siendo todo lo contrario. Lo que significa que los pacientes
beben porque creen que tienen problemas, cuando en realidad tienen problemas
porque beben.
Alcohol y medicamentos
Si se toman medicamentos para tratar
la depresión a la vez que un consumo alto de alcohol, el efecto de
estos se reducirá ya que perderán la concentración plasmática en sangre. No
obstante, tras una desintoxicación enólica junto a un tratamiento de
deshabituación, el estado de ánimo mejorará notablemente y en muchos casos no
hará falta el uso de antidepresivos.
Por el contrario, si existe una patología
afectiva anterior al consumo de enol, después de la desintoxicación será
necesario el tratamiento con antidepresivos y psicoterapéutico para
tratar ambas patologías. No obstante, diversos estudios han demostrado que no
es totalmente recomendable el uso clínico de antidepresivos en el tratamiento
de pacientes con depresión y alcoholismo al mismo tiempo. Los estudios también
demuestran que si el paciente sigue bebiendo, el medicamento no hace efecto.