jueves, 30 de julio de 2015

La conexión entre 'la tele' y el acoso escolar.

INFANC IA | Riesgos
·        Asocian un consumo excesivo con una mayor victimización
·        La 'caja tonta' deja menos tiempo para la interacción
·        La edad preescolar es crítica para la inteligencia emocional
·        Ver la 'tele' deja menos tiempo al juego, clave en el desarrollo
CLARA MARÍN | Madrid | El Mundo | 18/07/2015

Desde que la televisión irrumpió en nuestras vidas, son muchos los estudios que han analizado sus efectos, especialmente en los niños. Durante los últimos años, varias asociaciones de pediatría de todo el mundo han advertido que los pequeños pasan demasiado tiempo pegados a la caja tonta. Y es que, a pesar de que la Asociación Americana de Pediatría desaconseja que los menores de dos años vean la televisión y que, los que sobrepasan esa edad no lo hagan más de una hora o dos al día, lo cierto es que muchos niños en edad preescolar consumen más de cuatro horas diarias de tele.

Los efectos que esto tiene han sido ampliamente documentados por médicos, sociólogos, y psicólogos. Ahora, un estudio publicado en la revista Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics va un paso más allá y relaciona el consumo televisivo con uno de los mayores problemas educativos y sociales de nuestra época: el acoso escolar.

Concretamente, los autores de esta investigación relacionan el ver demasiado la televisión a la edad de 29 meses con un mayor riesgo de ser victimizado en la escuela a los 12 años. Básicamente, los investigadores consideran que un consumo de televisión excesivo puede ir en detrimento de las competencias sociales del niño y de cómo éste maneja los conflictos interpersonales, lo que le puede perjudicar a la hora de tener que afrontar los retos sociales a los que se enfrentará en el colegio.
"Pasar más tiempo viendo la televisión deja menos tiempo para la interacción con la familia, que sigue siendo el principal vehículo de socialización del niño", puede leerse en el estudio. Además, la exposición temprana a la tele está asociada a un "déficit en el desarrollo de las funciones cerebrales que manejan la resolución de problemas con otras personas, la regulación de las emociones y las habilidades para jugar con otros niños de la misma edad", Además, y esto es algo a lo que los investigadores dan mucha importancia, ver la televisión a edades muy tempranas dificulta el establecimiento del contacto visual entre personas, "la forma más poderosa de comunicación entre seres humanos".

"La inteligencia emocional es como el coeficiente intelectual, nacemos con ese potencial, pero necesitamos interactuar con otras personas y objetos de nuestro entorno para poder desarrollarlo totalmente. Ver más tiempo la televisión significa que hay menos tiempo para jugar y para las actividades sociales en las que intercambiamos ideas e información", explica a este periódico Linda S. Pagani, investigadora de entornos de enseñanza en la Universidad de Montreal (Canadá) y una de las autoras de este estudio.

Teniendo en cuenta todo esto, los investigadores documentaron la cantidad de tiempo que una cohorte de niños nacidos en 1997 pasaba viendo la televisión y, años después, cuando los niños estaban en primaria, examinaron cuántos de ellos estaban siendo victimizados en sus clases.
A través de cuestionarios, se les preguntó a las madres cuántas horas al día pasaban sus hijos viendo la televisión (incluyendo películas) en una semana y en un fin de semana típico. Más tarde, cuando los niños tenían 12 años, fueron ellos mismos quienes respondieron con qué frecuencia eran victimizados o no en clase: se les preguntó cada cuánto tiempo les insultaban, les empujaban, les golpeaban, terceras personas les decían cosas malas a otros niños sobre ellos, o eran forzados a dar a otro niño algo que les pertenecía.

Los resultados han puesto de manifiesto que una exposición mayor a la televisión está asociada con un incremento en la victimización por parte los compañeros de clase. Concretamente, se observó que ver la televisión a los 29 meses se asociaba con un 6% más de acoso a la edad de cinco años, y un 10% más al cumplir los 10.

Para Jesús García Pérez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social, "esto es algo que ya se sabía". Este pediatra explica a EL MUNDO que "un consumo excesivo de televisión perjudica el desarrollo intelectual del niño, y les hace ser un poco más pasivos y tener menos tolerancia a la frustración". Además, cuenta, "al ver la televisión, suelen ser niños que se aíslan, que se hacen más introvertidos y un poco más pusilánimes, con lo cual, son el objetivo de los matones de la clase, que se dirigen a los niños aparentemente más débiles".
Un período crítico
Además, tal y como explican los investigadores de la Universidad de Montreal, la etapa preescolar es un período crítico, porque es aquí donde se empiezan a desarrollar la inteligencia emocional, la comunicación y las habilidades personales. También resaltan que el tiempo que los niños están viendo la televisión es un tiempo en el que no están jugando, y esto es algo muy relevante, porque el juego les permite ser creativos, y además "proporciona a los padres una oportunidad para conocer cómo los niños interactúan a nivel social y emocional".

"Hay que ser más lúdicos con los niños, participar con ellos, estimularles más", opina García, quien recuerda que "la televisión en sí no es mala, lo que es malo es el control (o la ausencia de) que hacemos los adultos de ella". Tal y como apunta este experto, un consumo excesivo de televisión tiene, además de los que se exponen en este estudio, otros efectos, como por ejemplo, el sedentarismo: "el consumo abusivo de televisión hace que estos niños tengan tendencia a la obesidad, que sean más sedentarios y hagan menos deporte". Igualmente, ver demasiado la tele cuando eres niño también se asocia con un mayor rendimiento académico.

El pediatra explica que "a este mismo estudio, se le podría dar la vuelta", ya que, tal y como indica, "muchos niños que están siendo acosados en el colegio ven la televisión como una especie de evasión, y descargan su ira a través de videojuegos violentos". García apunta que el efecto de la televisión se puede extender a "todas las pantallas", esto es, también a ordenadores, tabletas y móviles. Todos ellos, explica, generan dependencia, y cuando los niños no los tienen, "se ponen muy nerviosos, como con síndrome de abstinencia".

No obstante, sería absurdo pretender reducir un problema tan complejo como el bullying a una sola cosa, y afirmar que la televisión es la única culpable del acoso en los colegios. Es por esto que la investigación que puede leerse en las páginas del Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics también ha tenido en cuenta otros factores, como el nivel educativo de la madre, la economía familiar, la estructura de la familia, los problemas conductuales, el estrés emocional del niño, y el género. Y han encontrado variaciones interesantes, como que los hijos de madres solteras o con un menor nivel educativo están más expuestos a la televisión, y consecuentemente, a sus riesgos.



domingo, 26 de julio de 2015

Halladas dos de las grandes causas genéticas de la depresión

Un consorcio internacional halla los dos genes clave asociados a este complejo trastorno

JAVIER SAMPEDRO | El País | 15/07/2015

“Estar con la depre” se ha convertido en nuestro tiempo en un poco menos que un chiste o una banalidad. Pero hay un tipo de depresión –el trastorno depresivo mayor, o depresión clínica— que no tiene la menor gracia, sobre todo para quien la padece: se asocia al 60% de los suicidios. Sus causas son complejas, pero a partir de hoy ya no cabe duda de que la genética está entre ellas. Secuenciando parcialmente el genoma de 5.303 mujeres chinas con depresión clínica, un consorcio científico internacional ha hallado dos genes en el cromosoma 10 con un papel protagonista.
Uno de los genes es un viejo conocido de los biólogos. Se llama SIRT1, y está implicado en la generación de mitocondrias, los orgánulos (pequeños órganos) que nutren a la célula de energía. Es la primera evidencia de las mitocondrias están implicadas en este trastorno mental. Sobre la función del segundo gen (llamado LHPP) las pistas son muy escasas por el momento, aunque eso no impedirá que se pueda utilizar con fines diagnósticos. En cualquier caso, es probable que haya más genes implicados.
Es la primera evidencia de las mitocondrias, los orgánulos (pequeños órganos) que nutren a la célula de energía, están implicadas en este trastorno mental
En el estudio han intervenido científicos de China, Dinamarca, Alemania, Japón, Arabia Saudita, Reino Unido y Estados Unidos, coordinados por Jonathan Flint, de la Universidad de Oxford. Presentan sus resultados en Nature.
“De todas las enfermedades humanas complejas, el trastorno depresivo mayor (MDD, por sus siglas inglesas) se ha revelado como la más complicada de entender”, comenta en un ensayo Patrick Sullivan, genetista y psiquiatra del Instituto Karolinska de Estocolmo. El trastorno ha recibido la atención de los investigadores durante décadas, pero hasta ahora no se sabía nada sólido sobre sus fundamentos biológicos. Un estudio reciente con más de 9.000 personas no logró localizar las variantes genéticas sospechosas.
Uno de los mayores problemas para estos estudios de asociación genética ha sido, de hecho, previo a la genética: la mera definición del trastorno. Como dice Sullivan, “la tristeza es una parte normal e integral de la condición humana”. Solo cuando se hace persistente, recurrente e incapacitante, con trastornos del sueño y del apetito, dificultades cognitivas y tendencias suicidas, se puede hablar de depresión clínica, o MDD. “Pero ¿dónde trazar la línea entre normalidad y patología?”, se pregunta el psiquiatra.
Las dos variantes genéticas no son específicas de China y son anteriores a la salida de África de la pequeña población de humanos modernos que se extendió por el resto del planeta.
Los científicos del consorcio se dieron cuenta de que el gran problema es la heterogeneidad del trastorno: que los mismos síntomas depresivos pueden deberse en una persona a la genética, y en otra a las miserias biográficas, como estar entrampado con el banco, ser víctima de acoso o haber chocado contra la frasca. Con esa población heterogénea, no hay forma de detectar los genes implicados, ni aun con grandes muestras.
Por eso decidieron restringirse solo a China, solo a mujeres, y solo a las que habían mostrado múltiples episodios y habían buscado atención psiquiátrica. La prevalencia de la depresión en China es menor que en los países occidentales, y por eso restringirse a China –razonaron los científicos— reduciría los casos debidos exclusivamente a factores ambientales: reduciría el ruido que ocultaba los factores genéticos. La estrategia ha funcionado.
Curiosamente, las dos variantes genéticas que han descubierto no son específicas de China, ni mucho menos. Ambas son antiguas, anteriores a la salida de África de la pequeña población de humanos modernos que se extendió por el resto del planeta, y, por tanto, están presentes en todas las poblaciones del mundo. Las causas genéticas de la depresión han acompañado siempre a nuestra especie. Las hipotecas se inventaron más tarde. 

lunes, 20 de julio de 2015

Olimpiadas contra la discriminación

Comienza en Los Ángeles la Olimpiada para personas con discapacidad mental. Así viven la experiencia en India los 13 atletas que la Fundación Vicente Ferrer ha clasificado

ZIGOR ALDAMA Anantapur | El País | 14/07/2015                                                                                    

En su poblado, a Baba ni siquiera la llamaban por su nombre. La conocían como la Subnormal. Debido a su discapacidad mental severa, acentuada por un habla gangosa que la convertía en el hazmerreír de la localidad, era apartada y discriminada. Pero su vida dio un vuelco cuando se convirtió en una de las primeras integrantes del equipo que la Fundación Vicente Ferrer forma desde 2010 en la ciudad india de Anantapur para competir en las Special Olympics, los Juegos Olímpicos en los que participan discapacitados intelectuales. Sólo un año después consiguió clasificarse para viajar a Atenas, donde cosechó una medalla de oro y otra de plata. A su regreso fue recibida como una heroína, y ahora sirve de ejemplo para los 34 adolescentes y jóvenes —todos con discapacidad intelectual media— matriculados en esta peculiar escuela, la más cercana a un centro de alto rendimiento en el sureño estado de Andhra Pradesh. Pero, sin duda, el mayor premio para ella es que dejó de ser la subnormal para convertirse en Baba.
Desde entonces, el equipo de la ONG española ha cosechado más de una treintena de metales en las citas regionales que siguieron en Corea del Sur y en Australia a los Juegos de la capital griega. Ahora, otros 13 atletas de entre 13 y 24 años sueñan con repetir en Estados Unidos el éxito de sus predecesores. Son los que han sido seleccionados para competir en Los Ángeles, donde las Special Olympics comenzarán el próximo día 25, en siete disciplinas diferentes. “En total, el equipo de India está formado por 200 deportistas, y todos los que representan al estado de Andhra Pradesh son los que se entrenan con nosotros”, cuenta el coordinador del proyecto, Enric Romaguera. “Tenemos esperanza de ganar medallas en bádminton, voleibol y ping-pong. En el caso del tenis de mesa los chinos tienen más tradición, pero nosotros trabajamos más”, explica el valenciano. “Y en halterofilia, cuidado, que estos chicos levantan hasta 168 kilos”.
Pero el lema "lo que importa es participar" nunca ha tenido más sentido que en estos Juegos. “En realidad suponen un proceso de empoderamiento para los discapacitados intelectuales. Hacer deporte y participar en competiciones aumenta tanto su autonomía como su autoestima. Y eso, finalmente, revierte también en el comportamiento de toda la comunidad. Antes los discriminaba y ahora los respeta”, analiza Romaguera. “Además, en el caso de los Special Olympics está el gran valor de la experiencia personal. Porque viajar por India para participar en las cuatro pruebas previas a los Juegos, y luego incluso ir al extranjero, supone un aprendizaje importante que les ayuda a crecer como personas”. De hecho, los seleccionados han tenido que viajar a Chennai para recibir un curso de adaptación en el que se les prepara para lo que les espera en América. “Desde comer con cubiertos —en India se utilizan generalmente las manos— hasta dormir en una cama —la mayoría lo hace sobre una esterilla—”.
A pesar de todo ello, Yerriswamy todavía no se hace a la idea de que va a salir del país por primera vez para viajar a otro continente. Y tampoco sabe qué se encontrará después de volar 24 horas. Sí que le han contado que en la capital de California no hay vacas sagradas tumbadas en medio de la carretera y que será difícil encontrar platos con el curry que tanto le gusta. Habla cohibido, pero es incapaz de contener una sonrisa de oreja a oreja, la confirmación de que la ilusión le embarga. Con 24 años es el abuelo del grupo, lleva año y medio entrenándose con pesas de hasta 162 kilos, y sobre sus hombros ha recaído la responsabilidad de liderar el grupo. “Estoy muy contento, pero todavía no demasiado nervioso”, cuenta entre risas. Sin duda, para sus padres, que ganan unas 100 rupias (1,4 euros) al día como jornaleros, la experiencia que está a punto de vivir su hijo habría resultado impensable hace sólo unos meses. “Ni siquiera habría soñado con viajar a tres estados diferentes de India para prepararme”, afirma.
Claro que no es fácil integrarse en el equipo nacional, compuesto por atletas que proceden de los cuatro puntos cardinales de un país tan diverso como India. “Es mucho más fácil gestionar a los que compiten de forma individual que a los que van en grupo. El nivel de entrenamiento difiere mucho, porque la mayoría de las instalaciones y del personal en el resto del país no son los más adecuados. Además, como hablan diferentes lenguas, a veces ni se entienden entre sí”, comenta Romaguera con gesto de impotencia. Sanjeen Reddy, que jugará con el equipo de fútbol, le da la razón. “La verdad es que me llevo bien con los otros jugadores y ya he hecho cuatro amigos, pero nos entendemos poco porque nosotros hablamos telugu y ellos hindi u otros idiomas”, ríe el joven. “A veces cometemos errores de coordinación por ese problema”. Pero como no hay mal que por bien no venga, eso es precisamente lo que le ha animado a aprender algunas frases en la lengua oficial del país, algo que antes nunca se le habría ocurrido hacer.
También están recibiendo clases básicas de inglés. Quieren que no se repita lo que le sucedió a Baba en Atenas. “En la carrera de los 200 metros no entendí al árbitro cuando dio la salida y tuvo que ser el entrenador quien me gritó desde el público que comenzase a correr”, recuerda. A pesar de ello ganó. “Es importante aprender idiomas”, resume azorado. “Al final, los Juegos son una excusa para avanzar en muchas otras áreas. Con las chicas, por ejemplo, al principio nos costó que vistieran pantalón corto. A muchas les daba vergüenza, porque en India, sobre todo en las zonas rurales, todavía no está bien visto. Pero, poco a poco, hemos conseguido que sea considerado algo normal. Además, estamos muy contentos de que entre los seleccionados haya siete chicas y seis chicos, un hecho que le demuestra a la comunidad el valor de ellas”, argumenta Romaguera.
No en vano, las chicas tienen que hacer frente a una discriminación doble: por su discapacidad y por ser mujer. Pero Asifa Pentekanti sabe que su valía es igual que la de cualquier compañero varón. Y, a pesar de ser musulmana, ya no le importa lo que puedan decir de ella por vestir pantalón corto en la cancha donde juega al baloncesto. Sri Latha es de la misma opinión, y cree que el deporte es un buen antídoto contra todo tipo de discriminación. Por eso, su objetivo después de competir en ping-pong es ganarse una plaza de entrenadora. “Quienes muestren más talento se podrán quedar en el centro para trabajar formando a las siguientes generaciones, ya que sólo pueden participar una vez en los Juegos”, explica el entrenador valenciano.
De momento, Kulayamma Manthri ya se ha ganado el puesto con las tres medallas de oro que obtuvo en Australia, y disfruta dirigiendo entrenamientos cuando alguno de los profesores de Educación Física está ausente. Tiene madera de líder y se desenvuelve a la perfección. “Para desempeñar este trabajo es importante que la discapacidad no afecte en exceso al carácter, porque esa puede ser una losa importante a la hora de interactuar con el resto. Aunque generalmente van mejorando en ese aspecto con el tiempo, a algunos les cuesta más”, explica Romaguera. Kulayamma se esfuerza en todos los aspectos porque sabe que el trabajo como asistente del entrenador no es sólo un sueño hecho realidad para ella: supondrá también un alivio económico para su madre, jornalera, que quedó viuda cuando ella era pequeña.
Claro que no es la única que necesita una inyección económica. El proyecto de la Fundación Vicente Ferrer también busca donantes que permitan mantenerlo en el tiempo e incluso ampliarlo. “Todavía no está muy claro quién correrá con qué gastos en las Special Olympics, y el viaje hasta Los Ángeles resulta muy caro. Nos gustaría también que nuestro centro se convirtiese en un referente para toda India, porque vemos que nuestros atletas están a la altura de los de cualquier otro país y eso no sucede con los de otros estados. Pero para todo eso necesitamos más patrocinadores”, sentencia Romaguera. En cualquier caso, ajenos a las estrecheces por las que pasa el proyecto, y como apunta su entrenador, los seleccionados viven ahora “ese momento en el que dejan de dormir y empiezan a soñar”

sábado, 18 de julio de 2015

El 21% de los jóvenes está en riesgo de ser adicto a las nuevas tecnologías

Un 1,5% sufre ya dependencia patológica de móviles y tabletas

ESCUELA DE PERIODISMO UAM | El País | 02/07/2015                                                                    

Los jóvenes viven pegados al móvil. Es una extensión de sus manos,les conecta con el mundo y les hace sentirse integrados. Están enganchados al teléfono y, en algunos casos, esa dependencia ha derivado en adicción. Según un estudio sobre conductas patológicas en Internet, realizado por la ONG Protégeles, que colabora en programas de la Comisión Europea, el 21,3% de los jóvenes está en riesgo de convertirse en adicto a las nuevas tecnologías. Y el 1,5% ya lo es. No controlan su conducta, lo que afecta al trabajo y a las relaciones personales.
Es el caso de Beatriz Valera, de 19 años y tecnoadicta. Los primeros síntomas de su adicción aparecieron a los 16: pasaba el día sin compañía, sola con el ordenador y el móvil. Empezó a suspender asignaturas y a descuidar a los amigos y la familia. Sus padres se preocuparon al darse cuenta de que nunca salía y solo hablaba de gente a la que conocía a través de la Red. “A mí no me parecía tan raro, es una forma como otra cualquiera de hacer amigos”, cuenta ella.
No es algo extraño: el 30% de los menores tiene contactos virtuales con personas a las que no conoce, según explica José María Selva, catedrático de Psicología. Inmersos en la Red, se conectan a lugares lejanos mientras se distancian de su entorno más cercano. Es un primer paso hacia la adicción a las nuevas tecnologías. “El porcentaje de adictos es muy bajo porque para diagnosticar esta patología tiene que haber un trastorno del comportamiento muy extremo”, explica Selva.
El miedo a perderse algo es una de las nuevas patologías de los jóvenes
Los tecnoadictos no entienden su vida sin estar al tanto de todo lo que ocurre en su entorno social, lo que puede llevarles a sufrir fomo (las siglas en inglés de 'miedo a perderse algo'). A través de las redes, están siempre pendientes de lo que hacen sus conocidos y eso les genera ansiedad porque creen que ellos están disfrutando más de la vida. La necesidad de sentirse parte de un grupo es lo que les engancha a estar conectados a la Red, según cuenta Ricardo Rodríguez, psicólogo clínico experto en adicciones.
La dependencia patológica de Beatriz Valera se tradujo en cambios de humor, aislamiento y una mala relación con sus padres. Sus progenitores intentaron alejarla de las redes y empezaron a castigarla sin utilizar pantallas (móvil, tableta u ordenador). Estos castigos agravaron la adicción de Beatriz, que al final derivó en una depresión y en problemas graves de ansiedad por no poder conectarse a Internet.  La visita al psicólogo fue el siguiente paso.
        España, a la cabeza de Europa
España es el país con mayor número desmartphones en la Unión Europea. Hay 23 millones de estos dispositivos. El 87% de la población española lo tiene a mano las 24 horas del día y el 80% admite que lo primero que hace por la mañana es coger su teléfono inteligente, según el informe La sociedad de la información en España 2014 de Telefónica.
El auge de las nuevas tecnologías ha modificado las conductas de comunicación. Según este mismo informe, el 35% de los españoles prefiere comunicarse mediante mensajes, mientras que el 33,5% se decanta por las llamadas telefónicas. Lo que ha pasado de moda es la comunicación en persona: solo el 24% de los españoles prefiere hablar cara a cara.
Para tratar a los tecnoadictos, lo primero es enseñarles el uso controlado del ordenador y el móvil, según Mariano Chóliz, profesor de Psicología especializado en adicciones tecnológicas. Más adelante se aplican tratamientos muy parecidos a los que se administran a drogodependientes, como separar a la persona del entorno en el que suele consumir. “Esto es muy difícil porque a veces necesitan el ordenador o el móvil para trabajar, y además hay conexión a Internet en cualquier sitio”, afirma José María Selva.
Los adictos que reciben tratamiento suelen tener entre 14 y 30 años, según los psicólogos clínicos consultados. Se trata de miembros de la generación millennial, los nacidos en la era digital. Las chicas tienden a estar más enganchadas que los chicos. Beatriz Valera se siente identificada con este perfil. Lleva casi un año en tratamiento y ahora siente que ha empezado a recuperar el control de su vida. “Lo más difícil para mí fue darme cuenta de que era una adicción”, reconoce. Hace poco tiempo que estrenó un nuevo móvil, pero, acorde con la terapia que está siguiendo, solo le dejan conectarse a Internet dos horas al día. “Ahora creo que muchos de mis amigos también están enganchados, aunque no lo saben”, añade.
Esta dependencia por las nuevas tecnologías es algo que no preocupa a los jóvenes porque la consideran propia del tiempo en el que viven. Hasta el 85% son dependientes del móvil, las redes sociales y la mensajería instantánea, según un estudio de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
Los expertos no saben si estas tecnoadicciones desaparecerán con la edad porque son “demasiado nuevas y poco previsibles”. El Ministerio de Sanidad aún no las incluye en su último estudio, aunque avisa: un 10% de los jóvenes “abusa de Internet, el móvil y las redes sociales”. Lo que está claro, según Selva, es que no es posible separar a esta generación de la tecnología.



viernes, 17 de julio de 2015

Cuando el sol es una droga

TANOREXIA - La obsesión por la piel bronceada
·        Potencia el riesgo de enfermedades cutáneas como el melanoma
·        Genera efectos psicológicos como ansiedad o frustración personal

FABIOLA BARRANCO | Madrid | El Mundo | 12/07/2015

Sentir que tu color de piel es más claro que el del resto, esforzarte por no rebajar su tonalidad e incluso estar convencido de tener un tono pálido de piel, son algunos de los síntomas más frecuentes de latanorexia, la obsesión constante por tener una piel bronceada.
Aunque el último manual de criterios diagnósticos de los psicólogos todavía no considera esta adicción como un trastorno -lo que sin duda dificulta la obtención de cifras sobre la incidencia real de la tanorexia-, lo cierto es que afecta al bienestar emocional, a las relaciones sociales y, sobre todo, a la salud de quienes desean aumentar el tono de su tez a toda costa. Y como toda adicción, necesita ser tratada.
Una de las explicaciones a este desorden podría estar en la biología, ya que ésta sostiene que las personas afectadas por esta obsesión, mientras toman el sol, producen una liberación de endorfinas, unas sustancias químicas cerebrales que les incitan constantemente a obtener un color más oscuro de piel. De esta forma, el sol se convierte para ellos en una droga.
Además, la tanorexia también está asociada a un importante factor social y se engloba dentro de otros trastornos de la imagen corporal. De hecho, es común que el resultado de esta adicción por el bronceado con el fin de conseguir un look más agradable y atractivo consiga un efecto contrario, pues la apariencia de estas personas se convierte en poco favorecedora y natural. Pero más allá de la mera estética, sus consecuencias son alarmantes y peligrosas, ya que la exposición tan agresiva a los rayos solares, o el uso de cabinas ultravioleta -vetadas en países como Australia y Brasil-, pueden desencadenar enfermedades tópicas, algunas de relevante gravedad, como el cáncer de piel.
Consecuencias psicológicas
Como cualquier otro trastorno psíquico, la tanorexia trae consigo algunos efectos psicológicos, como la ansiedad, la frustración personal, la distorsión de la realidad y las alteraciones en las relaciones sociales. Según los expertos, se puede sustraer de aquí una semejanza de comportamiento con otros problemas también relacionados con la estética corporal, como pueden ser la bulimia y la anorexia.
Julia Díaz es psicóloga clínica y cuenta con 20 años de experiencia a sus espaldas. Durante su vida profesional, ha tratado con personas tanoréxicas, pero resalta que ninguno de estos pacientes acudió a su consulta «por ser adicto al sol, sino por trastornos de alimentación». Esto no sólo evidencia que la adicción a los rayos solares comparte los elementos clásicos de quienes sufren algún trastorno dismórfico corporal, que consiste en una preocupación exagerada por el aspecto físico; sino además, que la desinformación respecto a esta cuestión es amplia.
Seguramente, no resulte muy complicado encontrar a alguna persona que reúna rasgos de la tanorexia. Un amigo o amiga que nunca está satisfecho con su moreno a pesar de tener una tonalidad desmesurada, que no sea la natural. U otro conocido, o por qué no, un familiar, que busca resquicios de sol y sesiones de lámparas ultravioleta durante todo el año para obtener ese bronceado perenne e in crescendo. La obsesión delata a cualquiera. Pero no siempre sabemos cómo actuar con estas personas que necesitan, en la mayoría de los casos, un seguimiento psicológico. «Los familiares dicen: '¡deja de tomar el sol!' Pero no recomiendan ir al especialista para evitar problemas futuros», señala la psicóloga.
Según los expertos, el perfil de quienes padecen esta adicción suele ir acompañado con una delgadez importante, porque son personas excesivamente preocupadas por su aspecto físico. También está relacionado con una autoestima baja por el sentimiento de culpabilidad que genera no estar suficientemente bronceado, y aunque está bastante vinculado a las mujeres, cada vez hay más casos de hombres.
Riesgo de cáncer de piel
Además de las huellas psicológicas, esta adicción también pone en riesgo la salud física, ya que tiene fuertes consecuencias en nuestro cuerpo. El doctor Alfonso Berrocal, portavoz de la Sociedad Española de Oncología y jefe de sección de Oncología del Hospital General Universitario de Valencia, advierte en declaraciones para este periódico que «un 95% de los casos de melanoma son fruto de mutaciones adquiridas cuya causa más común es la exposición ultravioleta». Berrocal lamenta que «en los últimos 30 años haya habido un aumento evidente de casos que se han duplicado en la última década. Se trata de un fenómeno mundial, provocado por los cambios sociales, ya que cada vez hacemos más vida expuestos al sol». Estas palabras no caen en vano si atendemos a las del dermatólogo Javier Gutiérrez, que asegura que cada semana por su consulta «pasan pacientes de cáncer de piel relacionados con el exceso de exposición al sol». La alarma aumenta en las personas que padecen tanorexia, pues «potencian el riesgo de desarrollar melanomas y otras enfermedades tópicas», como así indica el doctor Berrocal.
Pese a la gravedad de las consecuencias de esta dolencia, las campañas de sensibilización demuestran ser insuficientes, al menos hasta la fecha. En este sentido, Berrocal anima a seguir informando, y puntualiza que ha de ser durante todo el año, ya que el riesgo por la exposición ultravioleta está siempre presente, y advierte que, aunque «se asocia al periodo vacacional, no sólo hay que usar fotoprotección para ir a la playa». Para mejorar la concienciación en la sociedad no hay que escatimar en esfuerzos para dar a conocer los perjuicios de las radiaciones solares, también es importante difundir los hábitos que ayudan a prevenir sus nefastas secuelas.
En definitiva, la tanorexia es un problema de efectos nocivos tanto mentales como físicos. Para abordarlo, la psicóloga Díaz expone algunos consejos que podemos trasladar a quienes padezcan este trastorno, con el fin de ayudarles a salir de esta situación. «Si tienes confianza conviene hacer un comentario no hiriente, como por ejemplo, 'me gustas más con la piel menos morena'. Si la persona es aún más cercana, intenta hacerle notar con contundencia que está poniendo en riesgo su salud, igual que se hace de manera natural con el tabaco. Si, en cambio, se trata de un familiar o alguien más afín, debemos formularle la pregunta clave: '¿te has planteado que tienes un problema que conviene ser tratado?'»


lunes, 13 de julio de 2015

10 súper alimentos para tu cerebro

Mejor con Salud

El cerebro es el gran director de nuestro cuerpo, está formado por millones de neuronas que responden a un sinfín de impulsos que vienen del exterior. Su funcionamiento es tan complejo, que hasta la fecha siguen existiendo más dudas que certezas sobre el alcance de su poderío.
Existen diversas enfermedades que lo van deteriorando lentamente. Y a diferencia de tiempos pasados, donde se limitaban a afectar a personas de avanzada edad en su mayoría, cada vez se encuentran casos en personas más jóvenes.

Así que si estuviera a tu alcance ayudar a que tu cerebro se mantenga sano y lúcido por más tiempo, ¿no lo harías?
Para que podamos ayudar a nuestro cerebro a mantener sus capacidades por más tiempo, te recomendamos una lista con los mejores alimentos para la buena salud del director de nuestro cuerpo.

Arándanos
Esta súper fruta es útil para nutrir a todo el organismo. Sus bondades ayudan a evitar o retrasar enfermedades degenerativas del cerebro, como el caso del Alzheimer. También es un potente antioxidante.

Frutos secos
Nos aportan diversos minerales y vitaminas, entre ellos, fósforo, magnesio, potasio, vitaminas del complejo B y vitamina E. Estos frutos son aliados para mantener una buena salud cardiovascular, lo que se traduce en un correcto aporte de sangre y oxígeno a todos los órganos, sin dejar de mencionar, por supuesto, al cerebro.

Aguacate
Posee propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento y deterioro precoz de nuestra salud. Además, contiene omega 3, ideal para proteger al cerebro del desgaste prematuro.

Tomates
El tomate contiene una sustancia llamada licopeno, que, gracias a sus propiedades antioxidantes, ha demostrado ser útil a la hora de la prevención de muchas enfermedades, entre ellas, varios tipos de cáncer y accidente cerebro-vascular.

Semillas de Chia
Las semillas de Chia favorecen el funcionamiento de las neuronas y mejoran la actividad cerebral. Es considerada la mayor fuente de omega 3 que conseguimos en la naturaleza. Previene el envejecimiento de los tejidos, manteniendo las funciones intactas por más tiempo.

Aceite de oliva
Posee poderosos efectos antioxidantes de protección para los tejidos, evita el daño causado por los denominados radicales libres que llevan a las diferentes enfermedades como el caso del cáncer.
Además, posee grasas saludables que ayudan a proteger al corazón, logrando una óptima circulación sanguínea y consiguiendo nutrir a todas las células del cuerpo para que puedan funcionar correctamente.

Pescados
Los pescados son una fuente rica de fósforo. Este mineral ayuda a fortalecer el cerebro, especialmente, mejorando la memoria.
Consumir periódicamente pescadossobre todo, el azul, por su alto contenido de omega 3, nos ayudará a proteger la salud de nuestro corazón y también del cerebro.

Té verde
Gran antioxidante, ayuda a prevenir las enfermedades del corazón y las que afectan al cerebro. Además, ayuda a preservar la memoria, evita el daño, causado por el paso del tiempo, manteniendo protegidas a nuestras células.
Cacao
Consumido, por supuesto, con moderación el cacao puede ayudar en la buena salud del cerebro, ya que contiene antioxidantes que evitan el envejecimiento prematuro del organismo y sus células, a la vez de prevenir enfermedades del corazón. Asimismo es rico en magnesio, un mineral que ayuda en la nutrición de nuestro sistema nervioso.

Brócoli
El brócoli posee nutrientes que tienen la capacidad de potenciar lamemoria y preservar la buena salud del cerebro. También posee propiedades que ayudan a proteger al corazón.

En resumen…
Todos estos alimentos tienen la capacidad de ayudar a mejorar o mantener las funciones de tu cerebro. Por ello, debes incluirlos en tu alimentación y en la de tu familia.
Una alimentación sana y balanceada mantendrá tu cuerpo en óptimo estado por mucho más tiempo, anímate y decide elegir día a día lo natural y beneficioso.


sábado, 11 de julio de 2015

El significado de las pesadillas: mucho más que un mal sueño

Estrés, consumo de fármacos o una incorrecta higiene de reposo, entre las causas de las tenebrosas fantasías que nos acechan al dormir. Así se evitan

ABIGAIL CAMPOS DÍEZ | El País | 02/06/2015                                                                                                                                                                 
Alguien nos persigue, catana en mano, para acabar con nuestra vida. Nos caemos al vacío desde lo alto de un rascacielos. ¡Maldición… los dientes se desprenden de nuestra boca! Queremos gritar para salvar a una persona pero nos quedamos sin voz. Tranquilo: es solo una pesadilla. Que levante la mano quien no haya tenido un mal sueño alguna vez. Hay quienes las sufren mucho. Según los datos de la American Academy of Sleep Medicine (AASM), el 4% de la población adulta ha experimentado al menos una en los últimos tres meses. Y la incidencia es muchísimo más alta en niños: uno de cada cuatro menores de cinco años (el 25%) ha tenido pesadillas en el último trimestre. Este porcentaje aumenta al 41% en menores de entre seis y 10 años, y al 21% a los 11 años.
“La pesadilla es un ensueño cargado de ansiedad”, apunta Diego García-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño. “Sueños tenemos todos a diario, pero los adultos ocasionalmente tenemos pesadillas, y a continuación un despertar con el impacto cognitivo de lo soñado, aunque sepa que no es cierto”.
Una buena higiene del sueño es importante. Por eso se aconseja evitar las películas de terror... y no trasnochar 
¿Dónde está el origen? Aunque las pesadillas que aparecen esporádicamente pueden ser una respuesta normal al estrés o a la preocupación, el estudio Nighmares, realizado por el médico especialista en Medicina del Sueño James F. Pagel Jr. y publicado en American Family Physician, dejó constancia de que si son recurrentes pueden ser síntoma de problemas psiquiátricos. Una conclusión que confirmó otra investigación publicada en la revista Sleep y realizada en Finlandia por la Universidad de Turku y el Instituto Nacional de Salud: en ella se demostró que padecer depresión e insomnio es causa de aparición de pesadillas mientras dormimos.
“Las pesadillas pueden depender de enfermedades derivadas de dos grandes campos: la psiquiatría y la neurología. En el campo psiquiátrico, prácticamente todas las enfermedades van asociadas a pesadillas, y la depresión es la número uno. Pero hay que destacar también el trastorno de estrés postraumático, el que sobreviene tras un asesinato, un accidente o una violación, en el que estos sueños son un síntoma fundamental. También pueden estar ligados a la esquizofrenia, a trastornos obsesivo-compulsivos y enfermedades neurológicas, bien por la propia enfermedad o por los efectos secundarios de los fármacos”, detalla García-Borreguero. “Sabemos algo sobre las causas, pero no lo suficiente”, admite.
Las pesadillas esporádicas pueden ser una respuesta normal al estrés o a la preocupación. Aunque aún no se comprenda todo del significado de los sueños (“hay mucha literatura, pero sin valor científico”, según García-Borreguero), sí se conoce que las pesadillas recurrentes pueden ser un fenómeno por el que estaríamos adelantando una enfermedad futura, según el estudio publicado en Sleep.Los investigadores trabajaron con 6.800 niños y encontraron que los que se enfrentaban a estos sueños angustiosos de manera frecuente (de dos a tres veces por semana) entre dos y nueve años, tenían tres veces y media más probabilidades de padecer experiencias psicóticas en la adolescencia.

Pero no todos los fundamentos son tan extremos. Otro trabajo publicado este año, también en Sleep, apuntó que la genética, la fatiga y la falta de satisfacción con la vida también influyen. Hay varios autores que han revisado la literatura científica relativa a qué fármacos pueden producir pesadillas bien por su ingesta o por su retirada. La lista es larga y además de incluir los tratamientos para enfermedades psiquiátricas como antidepresivos, aparecen también antihistamínicos, antiepilépticos, potenciadores cognitivos, contra el párkinson y la hipertensión, para dejar el tabaco, algunas estatinas para bajar el colesterol y analgésicos (investigaciones como Drug-induced nightmares los recopilan).
¿Cuándo ocurren? Generalmente durante la fase REM (sueño profundo), en la segunda mitad de la noche, y tienden a ser más frecuentes en las últimas horas del descanso, según la Asociación Española del Sueño. “Durante el periodo REM se está produciendo una reelaboración de los recuerdos adquiridos. Reorganizamos la memoria, y de alguna forma la estamos consolidando para archivarla en información de largo alcance. Es algo parecido a un ordenador con memoria RAM. Las pesadillas se producen cuando esa reorganización va unida a una hiperrespuesta empática en la que se incrementa la actividad cardíaca y respiratoria y todas las respuestas comunes al estrés”, precisa el especialista.
¿Qué hago si tengo pesadillas? El doctor García-Borreguero apuesta por despertar al durmiente para que se tranquilice. Una buena higiene del sueño también es importante. Por eso se recomienda evitar las películas de terror... y acostarse pronto, pues (queridos búhos) las personas que se van a la cama tarde tienen más riesgos de sufrir sueños con ansiedad y terror, según demostró el equipo de Yavuz Selvi de la Universidad Yil, Turquía, en la revista Sleep and Biological Rhythms. En una escala del cero (nunca se tienen pesadillas) al cuatro (todas las noches), los sujetos que trasnochan obtuvieron una puntuación media de 2.10, mientras que los madrugadores se situaron en torno al 1,2.