lunes, 20 de marzo de 2017

El racismo y el machismo se pueden borrar del cerebro.

PSICOLOGÍA
Psicólogos eliminan el sesgo racial o de género durante el sueño o con descargas eléctricas, aunque el efecto es temporal.

MIGUEL ÁNGEL CRIADO | El País | 28/05/2015                                                                                                        

En la película La Naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971), el protagonista es Alex, un joven violento y sádico interpretado por un genial Malcolm McDowell. Harta de sus palizas, robos y violaciones, la policía del Estado lo pone en manos de unos siniestros médicos que le inyectan una especie de suero del buen ciudadano. Para activarlo, someten al chico a eternas sesiones de imágenes violentas. Al final consiguen que Alex sienta aversión ante la simple posibilidad de matar una mosca. Pero los científicos reales no son tan retorcidos: les bastan 90 minutos de siesta o suaves descargas para borrar el machismo o el racismo del cerebro.
Son pocos los que, conscientemente, se declaran hoy machistas o racistas. Sin embargo, el rechazo hacia el otro está en la base de la biología humana. Entre los humanos, el recelo hacia los que no son del grupo es un extra de supervivencia. Hoy, la cultura ha matizado este sesgo, pero, aunque inconsciente, sigue estando ahí. Lo demuestra la tendencia a contratar a un hombre antes que a una mujer o los continuos casos de violencia policial contra las minorías étnicas.
Para medir ese sesgo, psicólogos estadounidenses crearon hace más de una década el Test de Asociación Implícita (TAI). Se trata de un juego en el que hay que relacionar imágenes con palabras, como una imagen de una persona de raza negra con términos positivos o negativos. Y hay que hacerlo lo más rápido posible, sin pensar. Su objetivo es liar al cerebro para que debilitar su grado de respuesta consciente y aflorar lo que realmente siente uno hacia los otros. En la edición española, por ejemplo, se puede jugar a Negro-Blanco, Madrid-Cataluña, Joven-Viejo... Una advertencia, sus resultados puede que no le gusten.
Ahora, investigadores de la Universidad Northwestern (EE UU) han usado una versión del TAI con 40 estudiantes, la mitad chicos y la mitad chicas, todos blancos. Pero su objetivo no era comprobar su sesgo social contra los negros o de género, sino comprobar si ese sesgo se podía desaprender. Primero confirmaron la validez del test. A la mitad de los estudiantes les mostraron imágenes de negros y blancos asociadas con palabras negativas o positivas. A la otra mitad, les enseñaron fotos de chicos y chicas emparejadas con términos relacionados con la ciencia o arte y literatura. En una escala del cero (sin sesgo) al 1 (máximo sesgo), la puntuación media fue superior a 0,55.
Tras este entrenamiento, los psicólogos hicieron ver el sesgo a los participantes y les pidieron que repitieran la prueba, pero con cabeza, pensando la relación entre imágenes y palabras y eligiendo las no discriminatorias. Cuando acertaban, el programa emitía un sonido. Al acabar la tarea, los voluntarios fueron invitados a echarse una siesta de 90 minutos. No buscaban su descanso, sino aplicar lo que la ciencia llama consolidación de los recuerdos mediante el sueño. Además de reparar, el sueño es el mecanismo que usa el cerebro para fijar en la memoria o descartar las experiencias y aprendizajes del día.
Cuando los chicos se encontraban en la fase de sueño de ondas lentas, o sueño profundo, a la mitad de ellos, los investigadores comenzaron a emitirles el mismo sonido que habían reproducido cuando asociaban a negros con palabras buenas o a mujeres con términos de ciencia. Al despertar, tal y como explican en la revista Science, les hicieron repetir el TAI. Comprobaron que sus puntuaciones de sesgo habían bajado hasta el 0,17, pero solo aquellos que habían sido acunados con el sonido. Los demás mostraron la misma puntuación.
"Lo llamamos reactivación dirigida de recuerdos, porque los sonidos reproducidos durante el sueño pueden mejor memoria para la información reforzada con estímulos que sin estímulos", dice en una nota el director del Programa de Neurociencia Cognitiva de Northwestern, Ken Paller. Anteriores estudios habían demostrado que, durante el sueño, se podía estimular el cerebro para fijar conocimientos y que esta fijación se podía asociar a estímulos sensoriales, como olores o sonidos. Pero en esta ocasión lo que han borrado son sesgos de género o raza.
Lo más sorprendente es que este lavado de cerebro parece persistente. Al cabo de una semana, los jóvenes repitieron ambos exámenes. Los que no fueron estimulados con el sonido, no variaron sus resultados. Pero a los que les reforzaron sus recuerdos durante el sueño con el sonido, mostraban aún una reducción de los estereotipos, aunque menor que cuando estaban recién levantados de la siesta.
"Es sorprendente que la intervención basada en el sueño pueda tener aún un impacto claro una semana después", comenta el principal autor del estudio, Xiaoqing Hu. "Se podría esperar que una única y breve intervención no fuera lo suficientemente fuerte para tener un impacto duradero y que sería mejor recurrir a más sesiones y entrenamiento, pero nuestros resultados muestran cómo el aprendizaje, incluso de este tipo, depende del sueño", añade.
Descargas contra el racismo
El estudio no entra en explicar qué ocurre en el cerebro para reducir el sesgo hacia los otros. Pero otro trabajo publicado este mismo mes puede dar algunas pistas. Usando el mismo Test de Asociación Implícita, psicólogos del Instituto para el Cerebro y la Cognición de la Universidad de Leiden (Países Bajos) midieron el sesgo hacia los magrebíes entre un grupo de estudiantes holandeses. Pero en este caso, les curaron el racismo con descargas eléctricas.
Tal y como explican en la revista Brain Stimulation, a los 60 participantes, los dividieron en tres grupos. Todos tuvieron que hacer un TAI en el que tenían que relacionar nombres holandeses o magrebíes con palabras de signo positivo (paz, amor...) o negativo (dolor, tristeza...). Los investigadores les hicieron creer que el objetivo del estudio era evaluar la toma de decisiones durante la estimulación transcraneal de corriente directa, una técnica que activa o apaga determinadas zonas cerebrales aplicando corriente eléctrica de baja intensidad que, a lo más, provoca cierta quemazón o cosquilleo.
En realidad, solo la mitad de los participantes recibieron las descargas mientras realizaban el test durante 20 minutos. Al resto les aplicaron la corriente durante unos segundos aunque les hicieron creer que seguían enchufados el resto del tiempo. Los psicólogos les colocaron los electrodos en el córtex prefrontal, área del cerebro implicada en el control cognitivo, como una puerta a lo inconsciente.
Comprobaron que, comparados con los que recibieron la estimulación falsa, los participantes cuyo cerebro recibió la estimulación eléctrica, mostraban una reducción significativa de su sesgo racial. Para los autores, esto sugiere que al excitar el córtex prefrontal, los individuos pueden controlar sus actitudes implícitas y pensamientos más profundos. Sin embargo, este mecanismo contra el racismo solo funciona con los electrodos puestos.

Nota.- He puesto el artículo completo pero no estoy de acuerdo en curar el racismo con descargas eléctricas. Lo veo peligroso y seguramente hay otros métodos no invasivos.


jueves, 16 de marzo de 2017

¿Existe una epidemia de egoísmo?. Empatía al rescate.




PSICOLOGÍA POSITIVA



Analicemos la empatía y por qué esta maravillosa herramienta puede brindar más felicidad a tu vida
 Mariana Alvez | 01/10/2015

¿Qué es la Empatía?
 La empatía es la capacidad que tenemos para poder ponernos en el lugar de otra persona, es poder comprender su perspectiva ante las distintas situaciones, sus emociones y acciones.
Ahora bien, parecería que nos estamos enfrentando a una epidemia de narcicismo y egoísmo en el mundo.
En Estados Unidos psicólogos han llevado a cabo una investigación que comprendía a personas nacidas entre los años 1980, buscaban identificar si los niveles de empatía han bajado y lamentablemente la respuesta parece ser afirmativa.
Este importante cambio se debería a que muchas personas en la actualidad están viviendo solas y se alejan de las actividades sociales, lo que atentaría con sentir sensibilidad hacia los demás.
¿Sabías que la empatía te ayuda a ser más feliz?
Neurocientíficos han descubierto que nuestro cerebro posee una especie de circuito de empatía, este circuito si por alguna razón es dañado, inhabilita nuestra capacidad para comprender lo que sienten los demás.
Nuestra habilidad para cooperar con los demás es muy fuerte y el ser humano es un ser sociable por naturaleza, nuestro impulso empático puede ser tan poderoso como el egoísta.
La empatía tiene la capacidad de ayudarnos a ser más felices por una simple razón, uno de los pilares del bienestar son las relaciones positivas, y aquellas personas que están en contacto con su comunidad y sus vínculos son más felices.
La empatía te ayuda a tener relaciones saludables, comprensivas, con una comunicación abierta y constructiva.
La ambición desmedida reduce tu empatía
Las personas que se trazan objetivos demasiado ambiciosos, que nunca se conforman con sus logros y van por más sin detenerse a disfrutar lo obtenido, son quienes padecen más depresión y ansiedad.
A veces los objetivos económicos pueden ser tan poderosos que nos alejan de cultivar otros aspectos de nuestra vida que pueden llegar incluso a ser más importantes.
Trabajar en exceso puede alejarte de tus relaciones y no brindarte el tiempo para realmente conectarte con las emociones de la gente de tu entorno.
¿Cómo puedes ser más empático?
Aprende a escuchar: En vez de estar concentrado en qué le vas a responder a la persona, concéntrate en qué es lo que te está diciendo. No hables todo el tiempo de ti, conoce lo que el otro necesita. No temas mostrar vulnerabilidad, esto en realidad profundiza las relaciones.
Medita: Barbara Fredrickson en su libro Love 2.0 nos habla de la meditación amor amabilidad, que nos conecta con nuestros sentimientos más hondos de compasión hacia los demás. Alegrarnos por otro, desear el bien a otros, nos ayuda a potenciar la empatía.
Conoce otras maneras de vivir distintas a la tuya: personas distintas, con creencias diferentes, o situaciones sociales o culturales que difieran a la tuya.



sábado, 11 de marzo de 2017

Una "app" de rescate para toxicómanos

El hospital Sant Pau diseña una aplicación móvil que sirve de guía al usuario en caso de que alguien cercano sufra una sobredosis.

Jessica Mouzó Quintáns | Barcelona | El País | 27/02/2016

A un clic del teléfono móvil puede estar la supervivencia de una persona. El hospital Sant Pau de Barcelona ha diseñado una aplicación móvil de rescate para personas que han sufrido una sobredosis. La app, de nombre 2RescApp y disponible para dispositivos Android, guía la actuación de una persona que presencia o detecta a un individuo que puede estar sufriendo una sobredosis de heroína. 

Los especialistas de los servicios de conductas adictivas siempre recomiendan a los usuarios que si consumen lo hagan acompañados, para que no estén solos si surge algún incidente. La app sirve para esa otra persona —amigos, familiares, compañeros...— que puede vivir un caso de sobredosis a su lado.  "Esto es posible mediante una ayuda visual y auditiva, a la que se puede acceder simplemente con ejecutar la app, y que sigue un algoritmo lógico de actuación específico en ese caso de urgencia", explica Alex Marieges, supervisor de enfermería en la unidad de salud mental del hospital Sant Pau.

Marieges fue el que tuvo la idea de crear esta aplicación móvil. El enfermero veía cómo los pacientes que acudían a la unidad de dispensación de metadona hacían caso omiso a los dípticos preventivos que repartían los sanitarios. "Al salir del hospital, los guardaban en el bolsillo o los tiraban a la papelera, y cuando se encontraban ante una sobredosis no saben qué hacer o no se acuerdan cómo tienen que hacerlo", apunta Marieges. Aunque los centros sanitarios hacen formación de rescate e incluso se les suministran el kit con el antídoto para la sobredosis por heroína (nalaxona), llegado el momento, los usuarios desconocen el procedimiento de rescate.

Aunque el imaginario colectivo ha degradado a la heroína como una droga residual, el consumo de esta sustancia nunca ha desaparecido y los expertos auguran un repunteLas muertes por sobredosis de heroína representaron en 2013, según Eurostat, más del 3,4% de todas las muertes entre los europeos de 15 a 39 años. Por ejemplo, el pasado diciembre, 28 personas fallecieron por sobredosis en Barcelona. El 28%, por heroína. "Las muertes por sobredosis pueden ser evitadas si se actúa con rapidez ante los primeros síntomas y se pide ayuda", insiste Marieges. En la primera década del siglo XXI, más de 70.000 jóvenes fallecieron por sobredosis y, cada año, entre el 9% y el 22% de los consumidores de heroína sufrirán una sobredosis no mortal.

La aplicación no necesita conexión wifi ni un gran gasto de datos móviles para funcionar. Una vez se descarga, toda la información con el protocolo interactivo de actuación queda disponible solo con abrirla. "Está pensada para ocupar poco espacio y, además, las instrucciones son rápidas e intuitivas", señala.

En sus primeros días en la red, la app ya ha sido descargada por 200 personas. Marieges testó la propuesta entre personas susceptibles de tener que emplear esta aplicación y la respuesta fue unánime. "Les pareció muy bien. Uno de ellos me dijo que, por fin, alguien se había acordado de ellos", recuerda Marieges.


viernes, 10 de marzo de 2017

La ketamina, promesa terapéutica para el trastorno bipolar.


Su uso es todavía experimental pero ha abierto la puerta al desarrollo de unos 20 compuestos

Psiquiatría y Salud Mental-redacción médica | Redacción | 04/10/2016

El trastorno bipolar afecta al dos por ciento de la población en España y los afectados tardan una media de diez años en ser diagnosticados, en parte porque a casi la mitad se les atribuye de forma errónea otro trastorno mental, según ha explicado el psiquiatra Eduard Vieta, del Hospital Clínic de Barcelona. Este especialista ha coordinado este martes unas jornadas en la Fundación Ramón Areces, en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), para analizar el estado de investigación del trastorno, que se caracteriza por oscilaciones bruscas en el estado de ánimo con periodos de depresión que alternan con otros de euforia y activación nerviosa.


El tratamiento de la manía tiene una eficacia inicial del 70 por ciento y puede alcanzar al 95 por ciento al cabo de varios intentos, mientras que el tratamiento de la depresión tiene una eficacia de un 65 por ciento, lo que hace que, en términos generales, “haya una mitad de pacientes que van bien y otra mitad que van bien pero tienen dificultades de adaptación social. La mayoría alcanza un control clínico de los episodios, pero no son capaces de hacer una vida normal, recuperar un trabajo perdido, como consecuencia de secuelas de la propia enfermedad o aspectos sociales de discriminación o estigma”.


En los últimos años se está analizando el potencial de la ketamina, una droga con potencial alucinógeno y anestésico que ha demostrado “controlar la depresión en cuestión de minutos”, ha reconocido Vieta. Su uso es todavía experimental aunque los resultados ofrecidos son “espectaculares”. En España se utiliza como uso compasivo cuando han fracasado otras opciones más consolidadas y, aunque ya existe base científica de su eficacia, todavía es una alternativa experimental.


“Entre los problemas destaca que hay que administrarlo por vía intravenosa, que su efecto se va rápido (en unos tres días) y que no hay datos sobre su seguridad a largo plazo”, ha reconocido Vieta, que, no obstante, admite que ha abierto la puerta al desarrollo de unos 20 compuestos basados en su mecanismo de acción que “plantean una promesa importante” para el tratamiento.


Asimismo, la medicina personalizada, que en salud mental equivale a la Psiquiatría de precisión, “tiene a su mayor exponente en el trastorno bipolar”, ha destacado Jerónimo Sáiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Sobre todo, ha añadido Vieta, porque ha permitido una “mayor y mejor definición” de la enfermedad para que “no sea solo una etiqueta y se puedan perfilar mejor el diagnóstico y el tratamiento”. El problema, no obstante, es la ausencia de un tratamiento curativo.

  

viernes, 3 de marzo de 2017

Crecen un 4% llamadas a Teléfono Esperanza por aumento problemas salud mental

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LA VANGUARDIA | AGENCIA EFE | 13/01/2017

El Teléfono de la Esperanza de Barcelona recibió un total de 22.600 llamadas a lo largo de 2016, un 4 % más que en 2015, con un aumento de las llamadas procedentes de personas con problemas de salud mental.
La presidenta de la Fundación Ayuda y Esperanza, Maria Rosa Buixarrais, ha explicado a Efe que la mayoría de personas que llaman "necesitan hablar con alguien" o "tienen el Teléfono de la Esperanza como su única familia", quienes constituyen el 50 % de los usuarios.
Además, la presidenta de la fundación que gestiona el Teléfono de la Esperanza de Barcelona (93 414 48 48), el primero que funcionó en España, ha señalado que han aumentado los casos de gente con depresión o esquizofrenia, en definitiva, de personas con problemas de salud mental, que ya representan un 45 % del total de llamadas.
Según datos proporcionados a Efe por la fundación, aproximadamente un 70 % de las llamadas recibidas son de mujeres, frente el 30 % de hombres, un porcentaje que mantiene las mismas proporciones en los voluntarios que atienden el teléfono los 365 días del año.
Las llamadas, que tienen una duración media de entre 15 y 30 minutos, aumentan en períodos de vacaciones, "sobre todo en verano y Navidades", ha apuntado Buixarrais, cuando "los que están solos se sienten todavía más solos".
De todas formas, la Fundación se ha planteado limitar el tiempo por llamada para dar la misma oportunidad de contactar a todo el mundo, aunque hasta el momento no ha tomado ninguna decisión al respecto, ha revelado Buxarrais.
A día de hoy, el teléfono cuenta con unos 80 voluntarios, que actúan "como mecanismo de apoyo y psiquiatría", han recibido formación por parte de la misma ONG de técnicas comunicativas y pasan por un período de prácticas antes de responder a las llamadas.
Lo que pide la Fundación es que sean "personas que sepan escuchar", a la vez que "se encuentren bien con ellas mismas y se vean capaces de escuchar las penas de los demás", pero no se requiere ninguna formación especializada.
La Fundación, además, cuenta con personal formado en psicología o psiquiatría que apoya a los voluntarios, a quienes dan indicaciones sobre cómo actuar en los casos más complejos.
"Sobre todo cuesta encontrar voluntarios para las noches, los días de fiesta y en vacaciones", ha lamentado Buixarrais, que ha detallado que solo requieren 10 horas de dedicación al mes.
Maria Rosa Buixarrais ha destacado que el trabajo como voluntario "es muy triste porque ves que hay gente que está muy sola", además de que "impacta saber que hay gente que no tiene a nadie", aunque, por otro lado, "no solo hacemos un servicio para los demás, sino que estos te lo hacen a ti ya que aprendes a relativizar mucho tus problemas" y al final del día resulta "muy gratificante".
Asimismo, hace 3 meses el Teléfono de la Esperanza creó una app gratuita con el objetivo de que los jóvenes puedan aprender valores y prevenir que se conviertan en usuarios del teléfono en un futuro, aunque el teléfono recibe muy pocas llamadas de personas menores de 30 años.
Buixarrais ha anunciado que la Fundación se ha planteado asesorar a través de otras plataformas, como Whatsapp, por ejemplo, pero de ser así "sería muy difícil mantener el anonimato", que es algo "que nos preocupa mucho", ha sentenciado la presidenta del Teléfono de la Esperanza.

De los resultados de 2016, también destaca que 7.000 llamadas se han realizado desde fuera de Cataluña, lo que desde la fundación interpretan como "una buena valoración" del teléfono de Barcelona.