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LA
VANGUARDIA | AGENCIA EFE | 13/01/2017
El Teléfono de la Esperanza de Barcelona
recibió un total de 22.600 llamadas a lo largo de 2016, un 4 % más que en 2015,
con un aumento de las llamadas procedentes de personas con problemas de salud
mental.
La presidenta de la Fundación Ayuda y
Esperanza, Maria Rosa Buixarrais, ha explicado a Efe que la mayoría de personas
que llaman "necesitan hablar con alguien" o "tienen el Teléfono
de la Esperanza como su única familia", quienes constituyen el 50 % de los
usuarios.
Además, la presidenta de la fundación que
gestiona el Teléfono de la Esperanza de Barcelona (93 414 48 48), el primero
que funcionó en España, ha señalado que han aumentado los casos de gente con
depresión o esquizofrenia, en definitiva, de personas con problemas de salud
mental, que ya representan un 45 % del total de llamadas.
Según datos proporcionados a Efe por la
fundación, aproximadamente un 70 % de las llamadas recibidas son de mujeres,
frente el 30 % de hombres, un porcentaje que mantiene las mismas proporciones
en los voluntarios que atienden el teléfono los 365 días del año.
Las llamadas, que tienen una duración
media de entre 15 y 30 minutos, aumentan en períodos de vacaciones, "sobre
todo en verano y Navidades", ha apuntado Buixarrais, cuando "los que
están solos se sienten todavía más solos".
De todas formas, la Fundación se ha
planteado limitar el tiempo por llamada para dar la misma oportunidad de
contactar a todo el mundo, aunque hasta el momento no ha tomado ninguna
decisión al respecto, ha revelado Buxarrais.
A día de hoy, el teléfono cuenta con unos
80 voluntarios, que actúan "como mecanismo de apoyo y psiquiatría",
han recibido formación por parte de la misma ONG de técnicas comunicativas y
pasan por un período de prácticas antes de responder a las llamadas.
Lo que pide la Fundación es que sean
"personas que sepan escuchar", a la vez que "se encuentren bien
con ellas mismas y se vean capaces de escuchar las penas de los demás",
pero no se requiere ninguna formación especializada.
La Fundación, además, cuenta con personal
formado en psicología o psiquiatría que apoya a los voluntarios, a quienes dan
indicaciones sobre cómo actuar en los casos más complejos.
"Sobre todo cuesta encontrar
voluntarios para las noches, los días de fiesta y en vacaciones", ha
lamentado Buixarrais, que ha detallado que solo requieren 10 horas de
dedicación al mes.
Maria Rosa Buixarrais ha destacado que el
trabajo como voluntario "es muy triste porque ves que hay gente que está
muy sola", además de que "impacta saber que hay gente que no tiene a
nadie", aunque, por otro lado, "no solo hacemos un servicio para los
demás, sino que estos te lo hacen a ti ya que aprendes a relativizar mucho tus
problemas" y al final del día resulta "muy gratificante".
Asimismo, hace 3 meses el Teléfono de la
Esperanza creó una app gratuita con el objetivo de que los jóvenes puedan
aprender valores y prevenir que se conviertan en usuarios del teléfono en un
futuro, aunque el teléfono recibe muy pocas llamadas de personas menores de 30
años.
Buixarrais ha anunciado que la Fundación
se ha planteado asesorar a través de otras plataformas, como Whatsapp, por
ejemplo, pero de ser así "sería muy difícil mantener el anonimato",
que es algo "que nos preocupa mucho", ha sentenciado la presidenta
del Teléfono de la Esperanza.
De los resultados de 2016, también destaca que 7.000
llamadas se han realizado desde fuera de Cataluña, lo que desde la fundación
interpretan como "una buena valoración" del teléfono de Barcelona.
He puesto este artículo no en tono alarmista, sino para facilitar ayuda a las personas que lo necesiten. En Barcelona es el 93 414 48 48.
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