viernes, 27 de septiembre de 2019

Más recursos y más información: claves en la prevención del suicidio


SOCIEDAD ESPAÑOLA DE PSIQUIATRÍA   |   10/09/2019
En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra hoy 10 de septiembre, el presidente de la SEP ha participado en un debate en el que se ha abogado por una información más responsable y por más recursos para luchar contra la que ya es la segunda causa de defunción de los jóvenes de entre 15 y 29 años.

La Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), con la colaboración de Muy Interesante, Marie Claire, Gaceta Médica y El Global y el apoyo de Janssen, han organizado un debate en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se ha celebrado hoy, 10 de septiembre.

En el mismo, además del presidente de la SEP, Julio Bobes, han participado Ana González-Pinto, presidenta de la SEPB; Carlos Mur de Viu, gerente del Hospital de Fuenlabrada; Itziar Ceballos, gerente de la Asociación Vizcaína de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Avifes); Rafael Casquero, miembro del Grupo de Salud Mental de Semergen; y Jesús Celada, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad.

Durante el debate, los expertos han destacado la importancia de una buena información, responsable, con campañas de sensibilización desde las administraciones públicas y una evaluación periódica de las acciones que se realizan. Y es que los planes de prevención son fundamentales para afrontar lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera un grave problema de salud pública. Según sus últimos datos, alrededor de 800.000 personas fallecen por este motivo cada año, siendo ya la segunda causa de defunción entre los 15 y los 29 años.

Según ha explicado el presidente de la SEP, hasta 2005 España era un país con una tasa baja de mortalidad por suicidio (menos del 6%) pero en la actualidad ésta se sitúa en torno al 9%, con más de 3.600 personas fallecidas por este motivo en 2018. “No podemos continuar más años expectantes, hay que actuar – " ha asegurado Julio Bobes durante el debate, a la vez que ha recordado el compromiso de los Estados miembros de la OMS de reducir en un 10 por ciento las tasas nacionales de suicidios de cara al próximo año.


viernes, 20 de septiembre de 2019

Cómo reconocer un ataque de ansiedad y qué hacer para superarlo

MARIAN BENITO    |    El País   |    03/09/2019

Son episodios agobiantes, pero pueden pasarse sin más. Lo grave es dejar que las crisis se cronifiquen.

Puede ocurrir en el metro, en un supermercado, en el teatro, en un concierto, en casa o en cualquier otro lugar. No hay ninguna amenaza a la vista, pero el corazón se acelera, la respiración se hace dificultosa y aumenta la sensación de falta de oxígeno. Súbitamente y sin razón alguna, uno se siente aterrorizado. Es el inicio de un ataque de ansiedad (o de pánico), un episodio que sufren dos de cada diez personas por lo menos una vez en su vida. No es fácil distinguir sus síntomas, pero es importante hacerlo porque ayuda a superarlo.

Siendo tan alto el porcentaje de personas que, como testigos o protagonistas, ha pasado por este trance, deberíamos estar más que familiarizados con los síntomas. Pero no es así, según el catedrático de Psicología Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). El experto describe los ataques de ansiedad como algo similar a una madeja a la que uno le ha perdido el hilo: confusión total. "El hecho de que irrumpa sin previo aviso ni motivo aparente dificulta más las cosas. Y como en ese ovillo, todo acaba en enredo. La dificultad para respirar crece, el pulso es aún más rápido y el paciente llega casi al desvanecimiento. Por momentos, incluso cree morirse", relata Cano. 

Es una sensación muy intensa pero breve. "Crece rápidamente -subraya Cano- y en diez minutos alcanza su máxima intensidad para después empezar a decrecer. Son minutos de espanto y, aunque las sensaciones son diferentes para cada persona, algunas señales son inequívocas. Hay taquicardia, sofocos, sudoraciónaumento de temperatura, hiperventilación, opresión o malestar torácico, entumecimiento, temblores y sensación de ahogo. Otros dos fenómenos habituales son despersonalización (sensación de estar fuera de uno mismo) y desrealización (creencia de que lo que ocurre no es real)". Algunos pacientes no reconocen ni siquiera su propia calle o a alguien familiar. Todo ello conduce a la pérdida total de control y de conocimiento, hasta el punto de pensar que la muerte es inminente. 

No todos los signos concurren en un mismo episodio, pero con que aparezcan algunos de ellos ya se puede confirmar que estamos ante un ataque de ansiedad. Generalmente, los cuatro primeros síntomas son palpitaciones, sensación de taquicardia, falta de aire y sudoración. El más común es el incremento cardíaco, por eso el médico deberá valorar si está ante un infarto de miocardio. En la población infantil, en la que los casos de ataque de pánico son muy aislados y puntuales, se presenta en forma de miedo intenso, aceleración del ritmo cardíaco, mareo y náuseas. Y conviene prestar especial atención a las personas mayores, pues el episodio comparte síntomas con otras enfermedades más comunes entre ellas. 

Independientemente de la edad, "es un estado que asusta mucho tanto a quien lo sufre como a quien lo presencia, pero la alarma lo que hace es incrementar aún más la vehemencia de esos síntomas. La inquietud se produce, sobre todo, por la falta de explicación. Alguien puede haber vivido ya taquicardias practicando deporte, por ejemplo, pero si aparecen en reposo y sin ningún esfuerzo físico, la reacción inmediata es pensar que le está sucediendo algo grave", dice el catedrático. 

¿Por qué perdemos el control? 

Un ataque de ansiedad es una de las manifestaciones más poderosas de la naturaleza de nuestro cerebro. "Esta reacción, que puede parecer desproporcionada e injustificada, es un anticipo del cerebro a algo que no va a pasar. El sistema de alerta falla y la situación se vuelve incontrolable porque el sistema nervioso autónomo se ha disparado y ha comunicado al cerebro que esto es la guerra. Este sistema controla las funciones involuntarias de las vísceras, como la frecuencia cardíaca, la salivación, la sudoración y la frecuencia respiratoria", explica el experto. Por eso uno entra en un bucle del que resulta muy difícil salir. "Aunque el individuo intenta respirar más despacio, es incapaz de lograrlo. Se produce una reactividad fisiológica similar al rubor: cuando uno teme ruborizarse porque sospecha que está siendo observado, el esfuerzo por evitarlo acaba generando aún más sonrojo. La pérdida de control es la esencia del pánico, y hay que transmitir al sistema nervioso la sensación de que el peligro no es tal. Si no, el cerebro emocional gana a los pensamientos racionales y aunque uno sepa que es inocuo, es difícil no asustarse". 

Pero Cano insiste en que, a pesar de que impresionan, no hay que inquietarse por estos episodios. El presidente de la SEAS hace hincapié en su principal desencadenante, el estrés (que cuando es moderado y se sabe gestionar puede servir de ayuda). "Aunque una crisis de ansiedad ocurra en un momento de calma, detrás suele haber una situación de estrés prolongado durante demasiado tiempo. No da la cara hasta que un día, inesperadamente, en la ducha o conduciendo aparece". Y no es el único factor de riesgo. El consumo de hachís, por ejemplo, incrementa un 14% el riesgo de ataque de pánico. Una sola calada aumenta la reactividad fisiológica y, por tanto, hace que el individuo responda a un estímulo con miedo intenso, sobresaltado y de forma exagerada. El tabaco, en general, aumenta la sensibilidad a la ansiedad y también influye ser mujer, seguramente debido a los cambios hormonales. De hecho, a menudo ellas lo sufren un día antes de la menstruación. 

Lo peor llega cuando desemboca en una situación patológica y recurrente, haciendo que el individuo se aísle, se bloquee y comprometa su salud física y mental. Es lo que se conoce como un trastorno de pánico, un diagnóstico que afecta a alrededor del 1% de la población y suele estar vinculado con otras patologías, como la agorafobia o la depresión. En él confluyen varias circunstancias: aparece al menos una vez al mes, crea un gran malestar clínico, es incapacitante y provoca aislamiento social. 

Los fármacos no resuelven nada  

El catedrático considera crucial que, una vez que hemos aprendido a detectar un ataque de ansiedad, seamos conscientes de que su duración y su evolución va a depender de cuánto tardemos en tomar el control. Su primer consejo es desviar la atención. "Lo más acertado sería actuar con prudencia y realismo, sin permitir que se agrande. En lugar de retroalimentar esos pensamientos de miedo, dirigirlos hacia otro asunto y tratar de hacer algo que permita no focalizar la atención en esas sensaciones negativas. Pensar en otra cosa, realizar alguna tarea, entablar una conversación sobre cualquier otro tema o intercambiar información con cualquier persona que se encuentre cerca. También ayudan las técnicas de relajación y de respiración, que enseñan a reducir la activación fisiológica y a soltar los músculos. Lo adecuado es entrenar estas habilidades para aprender a tomar el control cuando aparezcan señales de un nuevo ataque". 

La terapia cognitivo conductual está desplazando, cada vez más, a los fármacos usados para afrontar un ataque de ansiedad. A pesar de que España es el segundo consumidor europeo, los psicofármacos o tranquilizantes no resuelven el problema. No son eficaces, y menos teniendo en cuenta que su efecto llega 20 o 30 minutos después de ser ingeridos, ya que en media hora no queda ni rastro de la crisis. Esto quiere decir que llegan tarde. Además, transmiten una señal de seguridad errónea y crean adicción. Por si fuera poco, conducir bajo sus efectos incrementa un 60% la probabilidad de accidente de tráfico y un 50% el riesgo de caída y rotura de cadera. 

Frente a las consecuencias indeseables de los fármacos, Cano indica que con estrategias conductuales y cognitivas, la curación es del 70% después de siete sesiones. En ellas se identifican los patrones de pensamiento dañinos y se ofrecen diferentes pautas para aprender a normalizar la situación. Por su envergadura, el ataque de ansiedad es un asunto que interesa a la ciencia. Los investigadores de la Universidad de California en Davis y de la Universidad de Wisconsin Madison han descubierto recientemente una molécula que podría ser clave para el tratamiento y la prevención. Se trata de la neurotrofina 3, que estimula el crecimiento de las neuronas y sus conexiones. El hallazgo, publicado en la revista Biological Psychiatry, supone un nuevo enfoque para los trastornos de ansiedad y depresión, así como del abuso de sustancias. Dado su carácter debilitante, son causas de discapacidad muy frecuentes. La neurotrofina 3 es la primera molécula que se observa en un primate relacionada con la ansiedad, pero podría haber cientos más.


miércoles, 18 de septiembre de 2019

Alcohol y depresión: ¿Cuál es la relación?

DR. PABLO IGLESIAS RODRÍGUEZ   |   TopDoctorS   |   15/07/2019


Editado por: CARLOTA RINCÓN MUÑOZ

El consumo excesivo de alcohol puede comenzar por muchas razones, una de ellas puede ser un cuadro depresivo. El alcohol es una molécula dual, es decir, al principio produce una mejora en el estado de ánimo pero a largo plazo puede producir un estado de ánimo bajo, falta de energía…
¿Cómo afecta el consumo excesivo de alcohol a nuestro organismo?
Tras abusar del alcohol durante unas semanas puede haber un déficit serotoninérgico, lo que provoca un estado de ánimo depresivo, irritable y de ansiedad que mejora solamente cuando el paciente vuelve a consumir alcohol.

Además, el alcohol ayuda a conciliar el sueño, por lo que la calidad del sueño empeora cuando el paciente no toma alcohol, a su vez puede sufrir de parasomnias, pesadillas, fragmentación del sueño…

Esto puede provocar que el paciente tenga una creencia errónea que el alcohol puede ayudarle a su cuadro depresivo, siendo todo lo contrario. Lo que significa que los pacientes beben porque creen que tienen problemas, cuando en realidad tienen problemas porque beben.
Alcohol y medicamentos
Si se toman medicamentos para tratar la depresión a la vez que un consumo alto de alcohol, el efecto de estos se reducirá ya que perderán la concentración plasmática en sangre. No obstante, tras una desintoxicación enólica junto a un tratamiento de deshabituación, el estado de ánimo mejorará notablemente y en muchos casos no hará falta el uso de antidepresivos.

Por el contrario, si existe una patología afectiva anterior al consumo de enol, después de la desintoxicación será necesario el tratamiento con antidepresivos y psicoterapéutico  para tratar ambas patologías. No obstante, diversos estudios han demostrado que no es totalmente recomendable el uso clínico de antidepresivos en el tratamiento de pacientes con depresión y alcoholismo al mismo tiempo. Los estudios también demuestran que si el paciente sigue bebiendo, el medicamento no hace efecto.


viernes, 13 de septiembre de 2019

Más de 200 usuarios, familiares y profesionales reclaman mayores medidas para la prevención y detección de la psicosis en sus fases iniciales

EL ESPAÑOL   |   Barcelona   |   5/06/2019

Los participantes de la jornada dedicada al pensamiento disruptivo aplicado a la salud mental han expuesto sus propuestas a los 52 retos planteados en psicosis

Más de 200 personas, entre usuarios, familiares, profesionales y responsables de la administración han participado este miércoles en la jornada Imagine Movimiento REthinking: Innovación disruptiva en Salud Mental un espacio de debate, análisis e innovación, en el que se han analizado 52 retos de tres ámbitos fundamentales como son eliminar el estigma vinculado, la intervención temprana en los primeros episodios psicóticos y que el tratamiento sea compatible con el proyecto de vida de la persona.

Este encuentro multidisciplinar, organizado por el Movimiento Rethinking y coordinado por la Alianza Otsuka-Lundbeck, en colaboración con el hub dedicado a la innovación Imagine Creativity Center ha reunido por primera vez a usuarios, familiares, profesionales médicos y sanitarios y representantes de la administración, venidos de distintos puntos de toda España.  Todos los grupos han trabajado conjuntamente durante más de tres horas en la solución de los retos formulados, bajo la metodología Lombard, un proceso de aprendizaje disruptivo basado en los principios de emprendimiento e innovación, estructurado en cuatro fases y que incluye mecanismos para el tratamiento diario de la salud mental.

¿Cómo evitar que los niños crezcan con prejuicios sobre la enfermedad mental?, ¿cómo conseguir integración de las personas con enfermedad mental en el trabajo? o ¿cómo encontrar intervenciones alternativas a la hospitalización para disminuir la experiencia traumática?.- Estos son solo algunos de los 52 retos planteados en la jornada, cuya idea ganadora ha sido la creación de una aplicación que pueda dar respuesta al importante problema de desempleo que existe entre las personas con una enfermedad mental grave, haciendo que los síntomas puedan convertirse en una ventaja a la hora de encontrar un trabajo. Los promotores de la idea han destacado la necesidad de la creación de una plataforma de contratación con itinerarios laborales totalmente personalizados, en base a las capacidades de cada persona y atendiendo a los principios de flexibilidad, que pondría en contacto a empresas que estuvieran interesadas en poder integrar a sus plantillas a este colectivo, como a potenciales usuarios. Esta aplicación será desarrollada por el equipo de Imagine en Silicon Valley, California, durante los meses de julio y agosto, y se presentará el próximo otoño.

El jurado, formado por el Dr. Celso Arango, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón; el Dr. Benedicto Crespo-Facorro, jefe de grupo del CIBERSAM y del servicio de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen del Rocío; el Dr. Roberto Rodríguez-Jiménez, Jefe de Sección de la Unidad de Hospitalización y Programa TEC. Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario 12 de Octubre; el Sr. Xavier Quinquillà Durich, Vicepresidente de la Comisión de Salud del Parlamento catalán; Marta Sánchez Bret, Mánager del Clúster de Salud Mental de Catalunya;  Jordi Blanch Andreu, responsable de Salud Mental Catsalut; Xavier Verdaguer, director del Imagine Creativity Center y Concha Caudevilla y Xavier Martí, directores  generales  de Otsuka Pharmaceutical y Lundbeck Iberia respectivamente.

“Un evento multidisciplinar como Imagine Movimiento REthinking permite a todos los agentes implicados en salud mental como usuarios, familiares, profesionales y representantes públicos conocer la realidad y los efectos de la psicosis desde distintos puntos de vista y de primera mano, lo que hace muy enriquecedora la experiencia, además de recordarnos la necesidad de destinar más recursos para un abordaje precoz y preventivo de la enfermedad”, ha detallado el Dr. Celso Arango, miembro del jurado, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

La idea ganadora consiste en la creación de una aplicación para fomentar el empleo entre las personas con alguna enfermedad mental

El Movimiento REthinking es un grupo de trabajo multidisciplinar del ámbito de la psiquiatría que desde el año 2014 trabaja en redefinir el abordaje actual de la esquizofrenia y psicosis, con la firme voluntad de cubrir las necesidades no cubiertas en salud mental, detectar áreas de mejora y poder impulsar cambios reales.

Algunas de las iniciativas desarrolladas durante sus cinco años de actividad son el Proyecto VOZ: una encuesta realizada a más de 5.000 personas con psicosis/esquizofrenia y a sus familiares, que nos permitió conocer cuáles eran sus principales preocupaciones; el Posicionamiento por la implementación de Programas de Intervención Temprana en España: un documento avalado por las principales entidades médico-científicas con 17 medidas concretas para mejorar en prevención y atención de los jóvenes con psicosis y que fue presentado ante el Ministerio de Sanidad el pasado año; o el Libro Blanco de la intervención temprana en psicosis, la primera radiografía sobre la puesta en marcha y ejecución de programas de intervención temprana en España.

400.000 personas con esquizofrenia en España

Actualmente en España hay 400.000 personas diagnosticadas con esquizofrenia, lo que supone un 1% de la población, con un comienzo habitual al final de la adolescencia o adultez temprana (entre los 15 y 30 años) y que implica grandes costes personales, sociales y asistenciales. El Movimiento REthinking, grupo de trabajo multidisciplinar que desde 2014 trabaja para redefinir el abordaje actual de la esquizofrenia y la psicosis es consciente que una idea innovadora puede significar un cambio trascendental en el abordaje de la esquizofrenia/psicosis.

“El tratamiento de la psicosis debe ser lo más multidisciplinar posible y es necesario contar con todos los agentes implicados y también con el propio paciente. Teniendo en cuenta las necesidades de los pacientes y su entorno podremos ofrecer tratamientos con una mayor adherencia y con un mayor beneficio para los usuarios”, ha explicado el también miembro del jurado, jefe del grupo del Cibersam y del servicio de salud mental del Hospital Universitario Virgen del Rocío, el Dr. Benedicto Crespo-Facorro.

Por su parte, el director de Imagine Creativity Center, Xavier Verdaguer, ha destacado las posibilidades que ofrece lo que ha denominado “creatividad colaborativa”, una tendencia que va a más y que puede aportar múltiples soluciones a los campos en los que se aplique: “En jornadas como las de hoy vemos que un modo de pensar no convencional puede ser muy positivo para seguir avanzando en temas tan importantes para la sociedad como es la salud mental”.

martes, 10 de septiembre de 2019

Patología dual: cuando padeces más de un trastorno mental

DR. MIQUEL JORDI BEL AGUADO   |   Topdoctors   |   15/02/2018

PATRICIA FERNÁNDEZ RAMOS

En psiquiatría se considera que existe patología dual cuando alguien presenta un trastorno adictivo y simultáneamente un trastorno mental (Szerman y Martinez-Raga, 2015), pudiendo desarrollarse ambos a la vez o primero uno y posteriormente el otro.

Los pacientes duales son pacientes que presentan una mayor gravedad psicopatológica y psicosocial, ingresan más, presentan más riesgo suicida (Szerman et al, 2013), suelen abandonar antes los tratamientos y tienen más necesidades sanitarias y sociales. Esto justifica que cada vez se empeñen más esfuerzos, no sólo a nivel asistencial, sino también a nivel del diseño y gestión de recursos específicos, para mejorar el abordaje y la atención de estos pacientes.

Trastornos más frecuentes en la patología dual
Todos los trastornos psiquiátricos pueden presentar en un elevado porcentaje consumo de sustancias y por lo tanto serían trastornos duales. En concreto, según los datos de la Sociedad Española de Patología Dual, entre un 70 y 80 % de los pacientes con esquizofrenia, un 60% de los bipolares, más del 70% de los trastornos de personalidad graves y en torno al 30% de los pacientes con depresión, ansiedad y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) presentan además un abuso de sustancias.

Si contemplamos a los pacientes que ya presentan adicciones, los estudios más recientes señalan que la mayor parte de las personas que desarrollan trastornos adictivos presentaban previamente a la adicción una vulnerabilidad mental que lo favorece.
Causas de la adicción en pacientes con trastornos mentales.
No existe una única causa clara que explique la asociación de los trastornos adictivos y los otros trastornos mentales, aunque sí se ha identificado relación con factores genéticos, neurobiológicos y ambientales que contribuyen al desarrollo de los trastornos duales (Volkow, 2004 y 2007; Arias et al, 2013).

La patología dual conlleva mayores dificultades en su detección, diagnóstico y tratamiento y por ello requiere un mayor uso de recursos. Un abordaje incompleto o no especializado hará muy difícil lograr el éxito.

En muchos casos no se realiza una evaluación inicial completa del paciente, y el diagnóstico se centra sólo en la detección de uno de los dos trastornos, mental o adictivo. Eso impide identificar el trastorno dual y establecer un abordaje específico e incluso puede conllevar establecer un plan terapéutico inadecuado para el paciente.

La valoración de la patología dual debe empezar lo antes posible por el especialista psiquiatra, sin esperar a que el paciente esté abstinente y sin la obligación de estabilización psiquiátrica previa (Minkoff, 2001) para que el tratamiento sea completo desde el primer momento. En ese sentido, el sistema diseñado debería ser accesible, integrado, tener continuidad y ser especializado, acorde a las exigencias y conocimientos del estado actual de la ciencia basado en las evidencias.

En el sistema de salud público el abordaje de la salud mental y de las adicciones se realiza por separado, por lo que si se detecta la patología dual habitualmente se ofrece un modelo de tratamiento en paralelo, por un lado el tratamiento desde la red de salud mental y por otro desde los recursos de drogodependencias. Este modelo puede ser ineficaz por las dificultades de coordinación entre ambos equipos y por la falta de especificidad respecto al trastorno dual.

La mejor alternativa es ofrecer un tratamiento centrado en la persona.
El modelo centrado en la persona, según el Picker Institute, consta de las siguientes características:
1.      Respeto por los valores, preferencias y necesidades de las personas enfermas
2.     Recibir los servicios de forma coordinada e integrada
3.     Disponer de información relevante de manera clara y comprensible
4.     Conseguir la máxima calidad de vida posible
5.     Disponer de soporte emocional
6.     Implicar a familiares y amigos en el proceso en la medida que resulte oportuno
7.      Recibir atención continuada (independientemente del punto de atención)
8.     Obtener la máxima accesibilidad posible
Por eso actualmente proponemos un modelo de tratamiento integrado, en el que se traten conjuntamente tanto el trastorno mental como el trastorno por uso de sustancias, desde una perspectiva integradora con equipos multidisciplinares, con seguimiento y objetivos a largo plazo (Szerman et al, 2013; Kessler et al, 1994; Szerman et al, 2014).


Localizada la empatía en el cerebro

Salud en 1 minuto   |    20/04/2019
Para localizar el sitio exacto del cerebro en que se genera la empatía, investigadores estadounidenses escanearon el cerebro de 66 voluntarios mientras escuchaban testimonios reales de historias alegres y dramáticas(1). El objetivo era averiguar si esa capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos se generaba en un lugar en concreto del cerebro.

Para llevar a cabo el experimento los voluntarios tuvieron que valorar qué tipo de sentimientos despertaba en ellos cada historia, y rápidamente se diferenciaron dos patrones diferentes: uno relacionado con la solidaridad y la compasión, y otro con la angustia. Pues bien, según el tipo de empatía presente, se comprobó que intervenían distintas zonas del cerebro.

De este modo, ante las historias que despertaban una empatía compasiva, las áreas cerebrales que se activaban eran las del córtex prefrontal ventromedial y la corteza medial orbitofrontal, que son dos zonas del cerebro relacionadas con los procesos de conceder valor a algo (por ejemplo, el valor a la comida o al dinero). Y ante las historias que despertaban angustia se activaba la zona del córtex premotor del cerebro y la corteza somatosensorial primaria, y que por ejemplo son las mismas que se activan cuando se observan las expresiones faciales.

Pero lo más curioso fue que el hecho de empatizar con el protagonista de esa historia, independientemente del tipo de empatía que despertara, hacía que todos los cerebros presentaran un patrón similar. Según los investigadores, estos patrones podrían servir como marcadores para detectar trastornos neurológicos, como por ejemplo ocurre con los psicópatas, que son personas incapaces de sentir empatía.


Fuentes:

1. Yoni K. Ashar, Jessica R. Andrews-Hanna, Sona Dimidjian and Tor D. Wager: “Empathic Care and Distress: Predictive Brain Markers and Dissociable Brain Systems”. Neuron. 2017.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Autismo: ¿Por qué hay que reaccionar pronto?

MedlinePlus    |   16/04/2017

Si está preocupado por el desarrollo de su hijo, no espere. Usted es quien conoce mejor a su hijo. Use una lista de control de indicadores del desarrollohable con el médico de su hijo[PDF 273 KB]* y llame al programa de intervención temprana de su área.*

¡Reaccionar pronto puede ayudar significativamente!
La intervención probablemente será más eficaz y menos costosa si se proporciona en los primeros años de vida que si se proporciona más adelante.
·        “Mi médico dijo que esperara. Pero como tengo dos hijos más grandes, sabía que había algo que no estaba bien, y no estaba dispuesta a esperar deseando que mejorara solo. Busqué una segunda opinión y llame al programa de intervención temprana, y estoy muy agradecida de haberlo hecho. Mi intuición era acertada y ahora que mi hija recibe ayuda veo que realmente está progresando, un progreso que ella posiblemente no hubiera hecho si yo hubiera esperado para tomar medidas”. Una madre de Maryland.

 Los servicios de intervención temprana de alta calidad  pueden  cambiar el rumbo del desarrollo de un niño y mejorar su porvenir, el de su familia y el de la comunidad.
·        “Las cosas eran confusas; necesitaba que alguien me explicara las 'reglas'. Lo que aprendí en intervención temprana ayudó a que el mundo tuviera sentido”. Adolescente de Florida con trastorno del espectro autista
·        “Porque mis padres reaccionaron pronto, tengo un hermano con quien puedo tener una relación”. Hermano de Florida de una persona con trastorno del espectro autista
·        “Si se trata de autismo, esperar a que el niño 'se ponga al día' por su cuenta simplemente no funcionará. Reaccionar pronto puede ayudar al niño a comunicarse, jugar y aprender del resto del mundo tanto ahora como en el futuro. Además puede prevenir que la frustración, que es tan común en los niños con dificultades comunicacionales, se convierta en comportamientos más difíciles”. Sicólogo clínico de Pensilvania.

 Las conexiones en el cerebro (también llamadas circuitos neuronales), que crean el cimiento para el aprendizaje, el comportamiento y la salud, son más adaptables o “elásticas” durante los primeros tres años de vida. Con el tiempo se hacen cada vez más difíciles de cambiar.

·        “Cada día que se pasa sin tomar medidas es una oportunidad perdida”. Un padre de Florida
·        “Debido a la elasticidad del cerebro, mientras más temprano se detecten los retrasos en el desarrollo y se comience la intervención, más grande es la probabilidad de que el niño pequeño llegue a alcanzar un nivel de desarrollo típico o casi típico. Desgraciadamente, mientras más se espere para comenzar la intervención, menor es la probabilidad de que el niño alcance su máximo potencial”. Pediatra de Georgia

Las familias se benefician de la intervención temprana porque pueden satisfacer mejor las necesidades especiales de su hijo desde una edad temprana y durante el resto de su vida.
·        “Su hijo espera que usted satisfaga sus necesidades y demorar la acción no resuelve nada”. Adolescente de Florida con trastorno del espectro autista
·        “La acción tomó el lugar del miedo y me dio los conocimientos y la capacidad para ayudar a mi hijo. Ha superado la mayoría de sus síntomas y está encaminado para comenzar la universidad el año que viene”. Una madre de Florida

La sociedad puede beneficiarse al ahorrar dinero por tener menor necesidad de educación especial.
·        “Reaccionar pronto le da a su hijo la oportunidad de recibir la terapia adecuada, lo que le proporciona la mejor probabilidad de tener un buen porvenir. Pienso que la intervención temprana es la razón por la que mi hijo, que tiene alto funcionamiento, ahora puede integrarse con sus compañeros y asistir a una clase regular de kínder sin apoyos”. Una madre de Kansas