lunes, 7 de julio de 2025

Patricia Ramírez, psicóloga: "No nos permitimos ese descanso porque el momento en que nos vemos mal lo vemos como una debilidad"

DANIEL CHUECA MIRAS     |       lavanguardia.com     |      16/06/2025

 

La experta en bienestar emocional aportaba una doble reflexión sobre el autosabotaje

El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.

Uno de los aspectos clave en este sentido es la comunicación, un canal que puede averiarse con rapidez y mucha frecuencia si no se cuida. Un elemento en el que se ha detenido Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga en redes sociales. La divulgadora y experta en salud emocional comentaba, mediante un vídeo compartido en TikTok, rescataba un pensamiento anterior en el que hacía referencia al autoengaño del cerebro.

“¿De qué equipo eres tú cuando te pones mala? Yo tengo un trancazo de muchísimo cuidado. Hay gente que con un trancazo, a mí me dolían esta mañana hasta los huesos, las articulaciones, todas; se queda en casa con su pijama tan a gusto en un sillón y con la manta por lo alto. Y hay otra gente como yo, segundo equipo, que yo en cuanto me veo mala, me arreglo, me pongo los collares, me pongo colonia, intento maquillarme un poco porque eso hace que me venga arriba”, expresaba.

 “Me siento mejor, me veo más animada, con más ganas de hacer cosas o incluso de cocinar. Y creo que alivio un poco hasta el cansancio que llevo. Entonces yo soy de las que cuando estoy mala digo ‘Para adelante, Patri, venga, arréglate un poquillo, aunque sea para estar en tu casa sin hacer nada, que luego me pongo a hacer alguna cosilla', pero ya. Mira tú, estoy haciendo un vídeo arreglada”, expresaba, antes de reflexionar sobre la cuestión al día siguiente.

Lejos de negarse

“Desde pequeñas nos han inculcado a las mujeres de nuestra generación, 10 años más arriba, 10 años más abajo, que por favor seamos fuertes, independientes, que tengamos autonomía, que nos ganemos la vida, que prioricemos el trabajo por encima de todo, que no nos mantenga ningún hombre. Claro, esto no lo hemos traído tan adentro que no nos permitimos ese descanso porque el momento en que nos vemos mal lo vemos como una debilidad”, contaba.

“Es que hasta estar enfermas nos parece una debilidad, nos vemos vulnerable y tratamos de forzar todavía la máquina aun cuando nos encontramos mal. Señora, soy la primera que me equivoco con esa, me veo enferma y digo no puedo estar así. Pero tenemos todo el derecho a descansar, sobre todo cuando nos encontramos mal. Pero incluso encontrándonos bien, recuerden que el descanso es un derecho, no un premio”, sentenciaba.