jueves, 20 de febrero de 2014

Cómo potenciar la confianza en uno mismo.

¿Qué significa tener confianza en uno mismo? Significa ser capaces de tener una visión positiva de nosotros con una base realista, poder entender cuáles son nuestras habilidades y explotarlas a nuestro favor. Saber distinguir qué es lo que se puede controlar y qué es lo que no. Las personas con confianza son inquietas a la hora de aprender algo nuevo y no se detienen si es necesario desarrollar una nueva habilidad para cumplir con sus objetivos. Los fracasos los viven como experiencias de aprendizaje y se aventuran con nuevos proyectos, a pesar del miedo al rechazo de los demás o el riesgo en el cual están incurriendo. Son hábiles a la hora de enfrentarse a las responsabilidades y los cambios que la vida trae aparejados.

¿Estas características les parecen familiares? Sí, son las mismas que describen a una persona optimista. Esto quiere decir que uno de los pasos para tener más confianza en nosotros es cultivar nuestro optimismo, y en esta web encontrarán varios artículos para potenciar esta bella cualidad.

Otro pilar fundamental en el tema de tener confianza en nosotros es cuidar nuestra autoestima, entendida ésta como el conjunto de percepciones, creencias, la imagen y la valoración que tenemos de nosotros mismos. La autoestima se genera gracias al aporte de varios factores, entre ellos si sufrimos de experiencias de aceptación o rechazo en nuestra infancia, si pudimos contar con un buen apoyo familiar y social o estos faltaron. Si tenemos una visión de nosotros mismos distorsionada o somos demasiado autoexigentes vamos a condenarnos a sufrir, ya que vamos a limitarnos, no nos vamos a dar el permiso para vivir nuevas experiencias y desafiarnos y seguramente fracasemos por la falta de confianza que esto nos genera. Vean por favor “Profecía autocumplida” –Artículo de la misma autora, Mariana Alvez, pubicado en este blog-.

Algunas pautas para mejorar nuestra autoestima y por ende la confianza en nosotros mismos serían las siguientes:

Ser quien eres. Aprecia las fortalezas y cualidades que tienes y utilízalas a tu favor, no intentes ser alguien más, simplemente potencia lo que sí existe en ti. A veces creemos que tenemos que ser más simpáticos, llamar más la atención, o actuar de maneras que no nos nacen porque traicionan nuestra esencia, eso no es necesario. Lo mejor es conocernos, apreciarnos y ver en qué áreas somos fuertes para contagiar esa sensación a las demás áreas.

No generalizar. Si hemos fracasado en el pasado o las cosas no han salido exactamente como esperábamos, eso no quiere decir que no podamos lograrlo más adelante. Equivocarnos es parte de la vida y caer en el error no necesariamente implica que siempre va a volver a sucedernos.

No minimizar. Tendemos a despreciar lo bueno o los éxitos que hemos tenido, nos encaprichamos en poner la luz en lo terrible que nos sucede. Siempre hay algo que funciona, que nos da alegría y es ahí donde tenemos que concentrarnos. Tenemos cosas, personas o experiencias de las cuales estar agradecidos, jamás las olvidemos ni las despreciemos, porque son las mismas cosas que tendrían toda la importancia del mundo si las perdiéramos.

Aceptarnos. Con lo bueno y con lo malo, ser concientes de que tenemos defectos pero también cualidades. Los cambios nacen del amor a nosotros mismos, primero nos aceptamos, luego nos “pulimos” y mejoramos.

Cumplir nuestras promesas. Elaborar proyectos, grandes o pequeños, e intentar por todos los medios cumplirlos. A medida de que vemos que somos capaces de lograr lo que nos proponemos (siempre comencemos con metas pequeñas) vamos generando más confianza en nosotros y podemos sentirnos sanamente orgullosos de lo que estamos haciendo.

Y por supuesto no se olviden de cultivar siempre el optimismo inteligente, realista, aquel que nos hace cuestionar nuestros pensamientos negativos, nos empuja a creer en nosotros, nos ayuda a aprender del dolor y nos brinda esperanza.


Mariana Alvez - Licenciada en Psicología Positiva - El club de los optimistas.

El coste de saltarse la medicación

El 40% de los enfermos crónicos no sigue bien el tratamiento
El mal cumplimiento supone 18.000 muertes prematuras y 11.000 millones al año

EMILIO DE BENITO | Madrid | EL PAIS |  17/02/2014

Enfermedad crónica significa, muchas veces, tratamiento crónico. Pero el seguimiento de las pautas de los fármacos —lo que se denomina adherencia— dista mucho de ser óptimo. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) calcula que el 40% de los pacientes no se medica correctamente. Ello supone ingresos y visitas médicas, y tiene un coste tanto en vidas como económico, estimado en 18.400 muertes prematuras y 11.000 millones de euros al año.

“Las cifras parecen elevadas, pero solo en mi hospital, el de Vigo, calculamos en 600.000 euros el coste de los ingresos por esta causa”, afirma Guadalupe Piñeiro, de la SEFH. “Y eso en un estudio que solo midió las hospitalizaciones, y no incluyó las urgencias, las pruebas o las consultas al especialista”, afirma. Otro indicador de este coste es que un ictus cuesta al sistema entre 20.000 y 30.000 euros en su primer año, según la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud. En España se producen unos 120.000 al año, y muchos están relacionados con el control de la coagulación, la hipertensión y el colesterol.

Los expertos en farmacia hospitalaria creen que estos errores o falta de medicación son “la primera causa de fracaso terapéutico”, como ha manifestado el presidente de la sociedad, José Luis Poveda, en unas jornadas organizadas por laFundación Salud 2000 y la SEFH. Esto quiere decir que muchas veces detrás de un paciente en el que no se aprecia mejoría, lo que sucede es que no cumple con lo que se le ha recetado. “Estos datos deberían hacer reflexionar a las autoridades sanitarias, siendo necesario implementar programas específicos para obtener resultados en salud”, dijo Poveda.

El problema no es exclusivamente español. Según los datos de SEFH, en Europa esta falta de adherencia (no medicarse bien) puede costar hasta 125.000 millones de euros, y contribuir a la muerte prematura de 200.000 personas al año.

No hay un perfil claro de los pacientes que más incumplen. La multitud de enfermedades crónicas es tal que las distintas sociedades científicas ofrecen perspectivas diferentes. “Curiosamente, en nuestro hospital eran los jóvenes con enfermedades cardiovasculares y psiquiátricas los menos cumplidores”, dice Piñeiro.

Las respuestas no son unánimes. “Es imposible saber el cumplimiento”, dice Vicente Vicente, presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia. “Si le preguntas a un paciente, nunca te va a reconocer que no toma la medicación”, afirma. De hecho, esta falta de datos en su campo ha complicado mucho el debate sobre la efectividad de los antitrombóticos, que se ha visto activado al llegar los de última generación, que no implican variar la dosis en función de indicadores sanguíneos.

Piñeiro insiste en ese tipo de complicaciones. “Puede pasar que el médico crea que el tratamiento no está haciendo efecto, y lo que sucede es que el paciente no lo está tomando bien. Entonces, le recetará otro más fuerte, que normalmente tendrá más efectos secundarios y que seguramente será más caro”. José Ramón González-Juanatey, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), cree que esa proporción del 40% de incumplidores es realista. “Según nuestros estudios, hasta el 50% de las personas con tratamiento para la hipertensión y el colesterol incumplen el tratamiento. Esto supone un impacto muy importante en prevención primaria”, la que corresponde a personas con ese factor de riesgo, pero que todavía no han sufrido un problema cardiovascular. “La cumplimentación es un reto. El problema es que son pacientes que se encuentran bien, y que por eso abandonan el tratamiento. Pero es una preocupación de primera magnitud, y más si se tiene en cuenta que es una medicación muy eficaz”, insiste González-Juanatey.

A veces los pacientes se encuentran bien y dejan la prevención
Ni siquiera quienes ya han tenido el susto de un infarto son mejores cumplidores. “La mitad no sigue bien el tratamiento al año”, dice el presidente de la SEC. Y eso tiene un impacto elevado. “Sabemos que esas personas tienen un 30% más de riesgo de tener un segundo episodio”, añade.

Obviamente, no en todas las especialidades la casuística es similar. Antonio Fernández Jurado, vicepresidente primero de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), tiene la percepción de que “el incumplimiento en los pacientes crónicos es evidente”, aunque en su caso, ya que ve sobre todo tumores, se dé menos, “porque están muy controlados”. “La mayoría de las veces la medicación se da en el hospital. Además, tenemos datos objetivos que nos pueden hacer sospechar de que el paciente no se ha tomado la medicación. Cuando un parámetro biológico en un análisis cambia de repente y metes un poco los dedos, sale que el paciente se olvidó de tomar la dosis”, dice. “No lo hacen porque sí. Simplemente, hay veces que se encuentran tan bien que deciden abandonan el tratamiento”.

Incluso la mitad de los infartados incumple la terapia al año
También influyen otros factores, dice Fernández Jurado. “Cuando una pareja de jubilados de bajo nivel económico ve que tiene que pagar por la medicación, pueden decidir dejar de tomarla. Y entonces se producen las recaídas, los ingresos, que es mucho más caro”, dice ante el aluvión de medidas económicas para rebajar la factura farmacéutica. Piñeiro remacha: “La relación con el médico y con el farmacéutico es fundamental. Hay que explicarle claramente los efectos secundarios, lo que implica, y si hace falta, retrasar el inicio del tratamiento”, asegura.

José María Hernández, coordinador del Grupo de Trabajo en Educación Terapéutica de la Sociedad Española de Diabetes, afirma que la clave es la autoresponsabilización del paciente, y que eso está directamente relacionada con la capacidad de comunicación del médico. Algo que no siempre es fácil por habilidad o falta de tiempo.



viernes, 7 de febrero de 2014

Los jóvenes beben más alcohol adulterado con la crisis


SALUD PÚBLICA |  Estudio de la Universidad Complutense de Madrid
      Los encuestados reconocen que compran alcohol en puntos de venta irregulares
      El consumo de alcohol adulterado eleva el riesgo de desarrollar adicción en la edad adulta
Periódico El Mundo | 06/02/2014

Un 5% de los jóvenes consume alcohol irregular, con altas probabilidades de que esté adulterado, una práctica que va en aumento debido a la crisis, según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid.

Además, el 40% de los jóvenes no percibe problemas éticos ni de salud en comprar alcohol de forma irregular, fuera del control de las autoridades fiscales y sanitarias, tal y como pone de relieve el estudio, realizado por el instituto ThinkCom, adscrito a la universidad, y presentado hoy.

Los jóvenes adquieren el alcohol en puntos de venta irregular (tiendas de chinos, de "todo a cien" o en puestos callejeros), pero también perciben que lo consumen en locales de ocio, donde se les suministra "garrafón", ha explicado Ubaldo Cuesta, director de la Cátedra de Comunicación y Salud de la Facultad de Ciencias de la Información y autor del trabajo.

El profesor Cuesta ha advertido de que se está implantando cada vez más la compra en la calle debido a la crisis, que también está propiciando que se extienda la filosofía del "carpe diem": "vivir el día a día".

Aunque ha señalado que un 5% de consumo irregular entre los jóvenes puede parecer un porcentaje bajo, este catedrático ha alertado sobre un "repunte de los datos".

"La crisis incrementa el consumo de alcohol irregular", ha subrayado el profesor Cuesta, quien aclara que no sólo se trata de un fraude fiscal sino de un problema de salud pública.
Ubaldo Cuesta ha resaltado el hecho de que los jóvenes no tengan ninguna intención de denunciar la venta de alcohol ilegal, lo que ha achacado, en parte, a que no perciben el riesgo y, en parte, a que en España no está extendida la cultura de la denuncia.

El estudio, realizado mediante una encuesta a 1.200 jóvenes de entre 14 a 34 años, pone de relieve que el 60% de los jóvenes consume alcohol habitualmente, especialmente de forma masiva durante el fin de semana (el llamado "atracón").

Sin percepción del riesgo
Además, uno cada dos no percibe el riesgo que ello supone, a pesar de la probabilidad que este tipo de consumo entraña para desarrollar una adicción en la edad adulta, ha señalado este catedrático.

Uno de cada cuatro encuestados asegura haber sufrido una intoxicación etílica en los últimos doce meses, según el estudio, que observa una tendencia al alza entre las chicas (un 24 %).

"Lo que está haciendo el joven es entrar en una conducta de riesgo sin percibirlo", ha señalado el profesor Cuesta, quien ha considerado que "no se le está prestando al alcohol todo el interés que debería prestarse".

Alcohol, un lubricante social
Y así, si pretenderlo, se está creando un "frame" o marco social de referencia de que beber en exceso "no es tan malo".

Cuesta ha explicado que el objetivo de los jóvenes cuando hacen botellón es ponerse contentos lo antes posible. "El alcohol es un lubricante social, facilita la conducta de flirteo".

Según el estudio, en España se consumen 163 millones de litros de alcohol al año: más de 1.600 millones de cubalibres (130 millones de litros); 500 millones de copas de licores fuertes (25 millones de litros) y 155 millones de copas de licores de frutas (7,7 millones de litros).

Como conclusiones, el autor del informe ha abogado por la necesidad de incrementar las medidas de control, tanto coercitivas (inspecciones del botellón, del garrafón y del comercio ilegal), como educativas.

Además, ha apelado al fomento de la corresponsabiliidad social, a través de programas de educación para la salud y de la labor de los medios de comunicación, y a establecer una ética entre todos los interlocutores.

Nuevas modas
Cada vez se comienza a beber a edades más tempranas. De ahí que desde la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (AEPap) se considere una "vergüenza" que el consumo "vaya a más" y que desde las autoridades sanitarias no se tomen medidas para evitarlo. Así lo ha lamentado la pediatra Concha Sánchez Pina, coordinadora del 11 curso de actualización en Pediatría organizado por esta sociedad científica en Madrid, que ha recordado que se trata de "la sustancia psicoactiva más consumida de todas". Con 12 años, agrega, "se estima que uno de cada cinco escolares ya ha experimentado con el alcohol", lamenta esta experta.

Los pediatras se muestran preocupados por el consumo intensivo durante los fines de semana (dos de cada tres de los que beben dicen haberse emborrachado) y por el aumento del botellón entre los jóvenes (lo practica uno de cada tres jóvenes).
   
Además, los pediatras advierten sobre otras formas de beber que ahora "están de moda", como el 'binge drinking', que consiste en beber más de cinco copas "a toda velocidad" en dos horas, "para que los efectos del alcohol sean máximos".


"Los padres de los adolescentes deben estar pendientes de los niños y ver cómo vuelven a casa, cerrar los ojos no tiene sentido. Hay que escucharles, hablar con ellos, estar pendientes de sus problemas y explicarles el problema que puede causar este consumo en el futuro, porque puede generar alteraciones cerebrales o del hígado", aconseja esta experta.



miércoles, 5 de febrero de 2014

Conviviendo con enfermos mentales


SALUD MENTAL | 02/10/2012

“Tratar con familiares afectados con esquizofrenia o algún otro padecer de carácter mental, no es siempre una tarea llevadera. Gracias a Saltando muros, encontramos unas pautas generales, que si bien están orientadas al personal de instituciones mentales, muchas de ellas podemos aplicarlas en nuestro convivir diario.”

Estas son las 20 pautas:
      1.- Respetar al paciente (nuestro “cliente”) y no juzgarlo.

2.- Ayudar (en la medida de nuestras posibilidades) a mejorar el bienestar, las oportunidades y la   felicidad del paciente.

3.- Mostrar al paciente que nos importa.

4.- Mantener el sentido del humor.

5.- Reconsiderar nuestra “distancia profesional” si esta provoca que el paciente se sienta solo.

     6.- No dejar que tu mal humor o problemas personales influyan en tu actitud profesional.

7.- Si existe riesgo suicida hablar y dar apoyo y protección constante.

     8.- No “escondernos” detrás del periódico, el móvil o el control.

     9.- No permanecer mucho tiempo en los office o el botiquín
.
   10.- Consideremos a las familias y amistades como parte del “equipo” (siempre que se pueda) en  interés del paciente.

     11.- Ayudemos a nuestros compañeros a dar buenos cuidados en salud mental. Compartamos nuestros conocimientos e información.

12.- Informar a los pacientes acerca de los efectos secundarios de la medicación, observar y ayudar a encontrar soluciones si es necesario.

      13.- No evitar hablar de los efectos secundarios sexuales de la medicación.

14.- Ayudar al paciente a obtener un buen cuidado dental y mejorar su salud física y ayudarlos en las visitas al médico y al dentista si es necesario.

      15.- Apoyar al paciente para que realice ejercicio físico regularmente.

16.- Dar soporte al paciente para que gestione situaciones económicas, domésticas y/o burocráticas.

17.- Escuchar cuáles son las aspiraciones del paciente (proyecto de vida) y ayudarle a llevarlas a  cabo.

      18.- Luchar por los derechos del paciente.

19.- Luchar contra el estigma de la enfermedad mental en todas las oportunidades.

      20.- Mantener siempre la esperanza. 


   Fuente: Nursewithglasses - Internet




martes, 4 de febrero de 2014

Salud mental: cómo mantener su salud emocional

¿Qué es buena salud emocional?
Las personas que emocionalmente son sanas tienen control sobre sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Se sienten bien consigo mismas y tienen buenas relaciones interpersonales. Pueden poner los problemas en perspectiva.

Es importante recordar que personas que tienen buena salud emocional algunas veces tienen problemas emocionales o enfermedades mentales. La enfermedad mental con frecuencia tiene una causa física tal como un desequilibrio químico en el cerebro. El estrés y los problemas en la familia, trabajo o el colegio a veces pueden desencadenar una enfermedad mental o hacer que esta empeore. Sin embargo, las personas que emocionalmente están sanas han desarrollado maneras de hacerle frente al estrés y los problemas. Ellas saben cuándo necesitan buscar ayuda de parte de su médico o de un asesor psicológico.

¿Y con respecto a la rabia? ( Personalmente me gusta más hablar de irritación.)
La gente a veces no sabe cuál es la causa de su rabia, cuánta rabia están llevando por dentro o cómo expresar rabia. Usted puede tener rabia en relación con ciertos eventos, consigo mismo o en relación con las acciones de las demás personas. Además, muchas cosas pequeñas pueden acumularse y hacerle pensar que la vida es injusta.

Si usted se da cuenta de que se está poniendo demasiado irritable o de que está tomando riesgos que no son saludables (tales como tomar alcohol en exceso o abusar de drogas) usted puede tener un problema para resolver la rabia. Es muy importante que usted hable con un médico o con un asesor psicológico acerca de cómo obtener ayuda.

¿Qué puedo hacer para evitar problemas?
Primero esté al tanto de sus emociones y reacciones y trate de entenderlas. Aprender a diferenciar las causas de la tristeza, frustración y rabia en su vida le puede ayudar a manejar mejor su salud emocional. Lo que viene a continuación le da algunas pautas sobre cómo manejar sus emociones.

Consejos para lidiar con sus emociones
·        Aprenda a expresar sus sentimientos en formas adecuadas. Es importante que la gente que está cerca de usted sepa cuando hay algo que le está molestando a usted. Guardar sentimientos de tristeza o de rabia dentro de si consume energía adicional y puede causar problemas en sus relaciones interpersonales y en su trabajo o escuela.
·        Piense antes de actuar. Las emociones pueden ser muy fuertes. Pero antes de que usted se deje llevar por sus emociones y diga o haga algo de lo cual podría arrepentirse tómese tiempo para pensar las cosas.
·      Empéñese por lograr llevar una vida balanceada. Saque tiempo para hacer las cosas que disfruta. Concéntrese en las cosas positivas en su vida.
·        Ocúpese de su salud física. Su salud física puede afectar su salud emocional. Cuide de su cuerpo haciendo ejercicio con regularidad, comiendo alimentos saludables y durmiendo lo suficiente. No abuse de las drogas o del alcohol.

¿Cómo afecta el estrés mis emociones?
Su cuerpo responde al estrés produciendo hormonas de estrés. Estas hormonas le ayudan a su cuerpo a responder a situaciones de necesidad extrema. Pero cuando su cuerpo produce demasiadas de esas hormona durante un período de tiempo largo, las hormonas agotan su cuerpo y sus emociones. Las personas que están continuamente bajo los efectos del estrés (tensionadas) con frecuencia son emocionales, ansiosas, irritables e incluso depresivas.

Si es posible trate de cambiar la situación que está causando su estrés. Los métodos de relajación tales como la respiración profunda y la meditación, y el ejercicio, también son útiles para afrontar el estrés.

¿Los problemas emocionales se pueden tratar?
Sí. Asesoría psicológica, grupos de ayuda y medicamentos pueden ayudar a las personas que tienen problemas emocionales o que padecen una enfermedad mental. Si usted tiene un problema emocional presente hable con su médico de familia. El médico le puede ayudar a encontrar el tipo de tratamiento adecuado.

Escrito por personal editorial de familydoctor.org.

Aceites esenciales para el estrés y el insomnio.

AROMATERAPIA MÉDICA | LA VANGUARDIA | 20/12/2013

El ritmo de vida actual, la situación de crisis económica y la precariedad laboral están afectando a un gran número de personas, que acuden al médico o a la farmacia en busca de ayuda.

Barcelona (Redacción de Vivirmejor.com).- ‘El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes. Cada vez existen más personas que se quejan de no dormir bien (un 70% de la población a nivel europeo), de levantarse con sensación de cansancio y de no tener un sueño reparador. Por otro lado, el ritmo de vida actual, la situación de crisis económica o la precariedad laboral están afectando a un gran número de personas, que acuden al médico o a la farmacia en busca de ayuda’, comenta Laura Mestres, licenciada en Farmacia y en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad de Barcelona.

Mestres, que ha sido formada en Aromaterapia Científica por la Escuela francesa de Aromaterapia, con más de 10 años de experiencia en el estudio y la difusión de los aceites esenciales con finalidad terapéutica y responsable de formación de Pranarom España en aromaterapia científica, nos explica los beneficios de los aceites esenciales.

‘Teniendo en cuenta los problemas de adicción de los fármacos ansiolíticos y las pastillas para dormir, la fitoterapia, y en especial la aromaterapia, nos ofrece una buena herramienta para mejorar las situaciones de estrés y el descanso nocturno’, afirma la farmacéutica. Y añade que ‘podemos escoger entre una gran variedad de aceites esenciales, desde las fragancias más frescas de los cítricos: mandarina, naranja dulce, bergamota, hasta los aromas más florales de las lavandas y los lavandines o de la manzanilla romana’.

Laura Mestres describe que ‘se trata de sustancias seguras, que no crean dependencias ni tienen efectos secundarios adversos a las dosis recomendadas. Podemos usarlas en difusión atmosférica, mediante un difusor en húmedo (humidificador) o en seco (sin agua), según las necesidades de cada uno’.

También podemos inhalar 2 gotitas de estos aceites esenciales directamente de un pañuelo o aplicadas en las muñecas, varias veces al día, según necesidad. O aplicar 2 gotas en el extremo de la almohada, 30min antes de acostarnos. Otra opción para vaporizar los aceites a nivel ambiental, si no disponemos de difusor, es mediante un nuevo spray que ha salido recientemente al mercado (Aromanoctis de Pranarom).

Incorpora la última tecnología en microdifusión para proporcionarnos una bruma aromática que se mantiene en suspensión durante más tiempo que los sprays habituales, de forma que aumentamos el tiempo de actividad del producto.

‘Aromanoctis spray sueño es apto durante el embarazo, la lactancia y en niños a partir de 1 año’, comenta la experta en aromaterapia.

Para el estrés, a parte de la vía olfativa, podemos beneficiarnos de las propiedades relajantes de los aceites esenciales con un masaje o un baño aromático.

‘Para la aplicación por vía tópica debemos diluir los aceites esenciales en un aceite vegetal de calidad, suave, tipo avellana o nuez de albaricoque, o una crema natural, sin parabenos, conservantes, para no irritar la piel al realizar el masaje. En caso de pieles atópicas, un buen aceite de caléndula sería ideal’, recomienda Laura Mestres.

Otra forma muy sencilla, eficaz y agradable, tanto para los niños como para los mayores, es el baño aromático. Sólo debemos tener en cuenta que necesitaremos un dispersante para emulsionar el aceite en el agua. Podemos usar, de forma alternativa, un poco de leche entera, a la que añadiremos unas gotas ( 3-4 para bebés, 5-6 para niños, 10 para adultos) del aceite esencial seleccionado (mandarina, bergamota, lavandín, etc.), y esta mezcla se vierte en el agua de la bañera.

A partir de los 6 años de edad, la especialista afirma que ‘podemos administrar ciertos aceites esenciales por vía oral, en forma de cápsulas, (Oléocaps nº 7 Sueño y Estrés de Pranarom), pero siempre bajo el consejo del terapeuta o farmacéutico especializado en aromaterapia científica’.





sábado, 1 de febrero de 2014

Los suicidios aumentan un 11% en un año.

Los psiquiatras creen “llamativo” el dato, pero aún no se atreven a establecer una relación con la crisis.

MANUEL ALTOZANO / JAIME PRATS | Madrid / Valencia | EL PAÍS | 31/01/2014

El número de suicidios en España creció en 2012 hasta los 3.539 casos. Esta cifra representa una tasa de 7,5 por 100.000 habitantes. Se mire por donde se mire, es un claro incremento. Son un 11,3% más que los registrados en 2011 y la tasa más alta desde el año 2005.

La pregunta surge de forma inmediata. ¿Quiere esto decir que la crisis económica ha llevado aparejada un incremento en el número de suicidios? No, a juicio de Santiago Duran-Sindreu, psiquiatra responsable del Plan de Prevención del Suicidio del Hospital de Sant Pau de Barcelona. “Hay una coincidencia en el tiempo entre ambos factores, pero no podemos decir que exista una relación de causa efecto, eso sería atrevido”. Duran-Sindreu considera que el incremento “no es alarmante” ya que las cifras no dejan de moverse en unos valores similares a las de los últimos 15 años. En 2000 las cifras estaban en 8,4 casos por 100.000 habitantes y en 2008 en 7,5, prácticamente igual que las que reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados ayer.

       Incluso  2011. “Proporcionalmente es de los más altos de la serie”, destaca Duran-Sindreu. Por ello, considera los últimos datos “llamativos”. Tanto como para que sean tomados en cuenta por las autoridades sanitarias.

Este especialista recuerda que más del 90% de las personas que se quitan la vida tienen trastornos mentales y que una situación económica desfavorable es “un estresor crónico que puede desencadenar trastornos adaptativos depresivos”.

Ante los datos que refleja el INE, el psiquiatra reclama la puesta en marcha de un plan de prevención del suicidio, como el que ya tienen otros países de la Unión Europea o comunidades autónomas como Cataluña, que presentó un programa específico destinado a tal fin en diciembre denominado Código Riesgo Suicidio.

“No hay que alarmar, pero sí se trata de un toque de atención [en referencia al informe del INE] para tomarse en serio esta tendencia que es preocupante”, sostiene Carlos Artundo, psiquiatra y consejero delegado de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP). Artundo tampoco se atreve a establecer aún una relación causal motivada por el hundimiento de las condiciones económicas. Aunque insiste en que hay que estudiar los datos “en profundidad”. “Hay evidencias de un aumento de consultas en centros de salud mental, de casos de ansiedad, depresión y consumo de psicofármacos vinculados a la crisis”, añade.


De los 3.539 suicidios registrados en 2012, un total de 2.724 correspondieron a hombres frente a las 815 mujeres. La cifra es especialmente pronunciada en la franja de edad de los 25 a los 34 años. En este segmento, es la primera causa de muerte entre hombres (el 17,8% del total) y en toda la población, la segunda, por detrás de los tumores.