¿Qué significa tener confianza
en uno mismo? Significa ser capaces de tener una visión positiva de
nosotros con una base realista, poder entender cuáles son nuestras habilidades
y explotarlas a nuestro favor. Saber distinguir qué es lo que se puede
controlar y qué es lo que no. Las personas con confianza son inquietas a la
hora de aprender algo nuevo y no se detienen si es necesario desarrollar una
nueva habilidad para cumplir con sus objetivos. Los fracasos los viven como
experiencias de aprendizaje y se aventuran con nuevos proyectos, a pesar del miedo
al rechazo de los demás o el riesgo en el cual están incurriendo. Son hábiles a
la hora de enfrentarse a las responsabilidades y los cambios que la vida trae
aparejados.
¿Estas características les parecen
familiares? Sí, son las mismas que describen a una persona optimista.
Esto quiere decir que uno de los pasos para tener más confianza en nosotros es
cultivar nuestro optimismo, y en esta web encontrarán varios artículos para
potenciar esta bella cualidad.
Otro pilar fundamental en el tema de
tener confianza en nosotros es cuidar nuestra autoestima, entendida
ésta como el conjunto de percepciones, creencias, la imagen y la valoración que
tenemos de nosotros mismos. La autoestima se genera gracias al aporte de varios
factores, entre ellos si sufrimos de experiencias de aceptación o rechazo en
nuestra infancia, si pudimos contar con un buen apoyo familiar y social o estos
faltaron. Si tenemos una visión de nosotros mismos distorsionada o somos
demasiado autoexigentes vamos a condenarnos a sufrir, ya que vamos a
limitarnos, no nos vamos a dar el permiso para vivir nuevas experiencias y
desafiarnos y seguramente fracasemos por la falta de confianza que esto nos
genera. Vean por favor “Profecía autocumplida” –Artículo de la misma autora, Mariana Alvez,
pubicado en este blog-.
Algunas pautas para mejorar nuestra
autoestima y por ende la confianza en nosotros mismos serían las siguientes:
Ser quien eres. Aprecia las fortalezas y cualidades que tienes y
utilízalas a tu favor, no intentes ser alguien más, simplemente potencia lo que
sí existe en ti. A veces creemos que tenemos que ser más simpáticos, llamar más
la atención, o actuar de maneras que no nos nacen porque traicionan nuestra esencia,
eso no es necesario. Lo mejor es conocernos, apreciarnos y ver en qué áreas
somos fuertes para contagiar esa sensación a las demás áreas.
No generalizar. Si hemos fracasado en el pasado o las cosas no han
salido exactamente como esperábamos, eso no quiere decir que no podamos
lograrlo más adelante. Equivocarnos es parte de la vida y caer en el error no
necesariamente implica que siempre va a volver a sucedernos.
No minimizar. Tendemos a despreciar lo bueno o los éxitos que hemos
tenido, nos encaprichamos en poner la luz en lo terrible que nos sucede.
Siempre hay algo que funciona, que nos da alegría y es ahí donde tenemos que
concentrarnos. Tenemos cosas, personas o experiencias de las cuales estar
agradecidos, jamás las olvidemos ni las despreciemos, porque son las mismas
cosas que tendrían toda la importancia del mundo si las perdiéramos.
Aceptarnos. Con lo bueno y con lo malo, ser concientes de que
tenemos defectos pero también cualidades. Los cambios nacen del amor a nosotros
mismos, primero nos aceptamos, luego nos “pulimos” y mejoramos.
Cumplir nuestras promesas. Elaborar proyectos, grandes o pequeños, e
intentar por todos los medios cumplirlos. A medida de que vemos que somos
capaces de lograr lo que nos proponemos (siempre comencemos con metas pequeñas)
vamos generando más confianza en nosotros y podemos sentirnos sanamente
orgullosos de lo que estamos haciendo.
Y por supuesto no se olviden de cultivar siempre el optimismo inteligente, realista, aquel que nos hace cuestionar nuestros
pensamientos negativos, nos empuja a creer en nosotros, nos ayuda a aprender
del dolor y nos brinda esperanza.
Mariana Alvez - Licenciada en Psicología
Positiva - El club de los optimistas.
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