miércoles, 26 de noviembre de 2014

El ensayo con terapia génica para niños con Sanfilippo, más cerca (una especie de "Alzheimer infantil")

INVESTIGACIÓN | Financiación conseguida con actos benéficos

 Stop Sanfilippo financiará el ensayo con un millón de euros
 El estudio con niños españoles empezaría apenas unos meses más tarde  que en EEUU

EL MUNDO | Madrid | 31/07/2014

Carreras solidarias, partidos benéficos, recogida de fondos... En apenas seis meses, la Fundación Stop Sanfilippo ha sido capaz de recaudar un millón de euros cuyo uso en investigación con terapia génica está cada día más cerca. Según informa la propia asociación, los ensayos para probar un nuevo tratamiento en estos niños podrían arrancar en 2015, tan sólo unos meses después de que lo hagan en EEUU.

La Fundación Stop Sanfilippo acaba de celebrar una reunión con la Agencia Española del Medicamento, dependiente del Ministerio de Sanidad, para someter a consulta de las autoridades españoles los programas de terapia génica para el tratamiento del Síndrome de Sanfilippo, una especie de 'Alzheimer infantil' que provoca un progresivo retraso en el desarrollo de los niños que lo sufren.

En la reunión estuvieron presentes Tim Miller, máximo respnsable de la compañía Abeona TherapeuticsDouglas MacCarthy, especialista en terapia génica del Nationwide Children's Hospital de Ohio (EEUU); los médicos españoles Pablo Sanjurjo y Koldo Aldamiz del Hospital Cruces (Bilbao), expertos en enfermedades metabólicas, así como representantes de la Fundación Stop Sanfilippo.

Esta reunión "supone un gran paso adelante en el objetivo de lograr que los ensayos contra esta terrible enfermedad lleguen a España en 2015, tan sólo unos meses después de que comiencen en EEUU", como ha destacado la asociaciación en una nota de prensa. Precisamente, y con motivo de la reunión, los representantes de Abeona Therapeutics visitaron el Hospital de Cruces donde tuvieron la oportunidad de conocer a los doctores Sanjurjo y Aldamiz que podrían liderar, como investigadores principales, los ensayos clínicos en España.

Según Emilio López, presidente de la Fundación Stop Sanfilippo, "han pasado poco más de seis meses desde que tomamos la decisión que nos permitiese dar una oportunidad a los niños afectados por el Síndrome de Sanfilippo, y gracias al apoyo de más de 10.000 donantes, empresas colaboradores, voluntarios e instituciones, hoy podemos decir que este programa será una realidad, y que estará en nuestro país".

Tras alcanzar un acuerdo con Abenoa Therapeutics, Stop Sanfilippo comenzará la financiación de este programa con un primer pago de1,6 millones de dólares recaudados gracias al apoyo y la solidaridad de miles de ciudadanos, empresas y entidades españolas.

Abeona Therapeutics es una compañía creada por emprendedores, el Nationwide Children's Hospital de Ohio y Organizaciones de pacientes, entre las que se encuentra la propia Fundación Stop Sanfilippo. La firma ha obtenido la designación de medicamento huérfano por parte de la Agencia estadounidense del Medicamento (FDA según sus siglas en inglés) para los vectores de terapia génica que podrían corregir el defecto genético que causa el retraso en estos niños. Además, ha iniciado ya este mismo proceso ante su homóloga europea, la EMA.

En la web de la Fundación Stop Sanfilippo se informa de todos los detalles de la enfermedad y de la búsqueda de un tratamiento, así como de todas las actividades y campañas que se van a desarrollar para seguir con la recaudación de fondos y poder conseguir su gran reto, disponer de un tratamiento para esta terrible enfermedad.



El efecto de las drogas al volante

TOXICOLOGÍA
·        Una característica común a todas las drogas es que el consumidor cree que 'controla'
·        El alcohol se encuentra en un 20-30% de las víctimas de accidentes mortales de tráfico
·        El cannabis altera la percepción y la cocaína hace perder el control de los impulsos

ANA FERRER DUFOL |El Mundo | 11/05/2014

Las drogas de abuso son sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central de las personas alterando sus funciones y por lo tanto su conducta. Pueden ser sustancias legales como el alcohol, o ilegales como las anfetaminas, la cocaína el cannabis y la heroína.

Cada sustancia actúa de distinta manera:
,      El alcohol etílico, presente en las bebidas alcohólicas, tiene un efecto inicialmente euforizante pero, al aumentar la dosis, produce una depresión de todas las funciones del sistema nervioso central , lo que da lugar a una disminución de los reflejos, alteraciones visuales, enlentecimiento de la respuesta a estímulos externos y puede acabar en un coma tóxico.
·        La heroína es un depresor neurológico muy intenso y, con facilidad y rapidez, produce un enlentecimiento psíquico progresivo, pudiendo llegar en el extremo a provocar un coma, con depresión respiratoria y muerte.
·        La cocaína y las anfetaminas son, por el contrario, estimulantes del mismo sistema y producen una excitación, sensación de omnipotencia y pérdida de control de impulsos.
·        El cannabis tiene sobre todo un grave efecto de alteración de la percepción con distorsión en las sensaciones de tipo espacio temporal y atenuación de la atención y de la capacidad de autocontrol.

Estos efectos explican el riesgo que el consumo de cualquiera de las sustancias tiene sobre la conducción de vehículos de motor, que requiere un alto grado de concentración y control, percepción del entorno y rapidez de reacción. Sin duda, la que está más relacionada con accidentes de tráfico es el alcohol, debido a que es la más consumida por la población.

Una característica común a todas ellas es la falta de autoconciencia de encontrarse bajo sus efectos, lo que que se traduce en la conocida frase "yo controlo".
¿Cuánto duran en el cuerpo? ¿Y sus efectos?
Cada droga permanece diferente tiempo en el organismo. Su presencia se verifica mediante el análisis toxicológico que puede realizarse en sangre, orina o saliva mediante técnicas de química analítica muy sensibles y específicas, que incluyen la confirmación por cromatografía que es técnicamente indiscutible.
El tiempo de detección es menor en la sangre, en la que los niveles suelen ser negativos a las pocas horas del consumo. La detección en la saliva puede indicar que se ha consumido en las últimas 6 horas. Pero la desaparición completa del organismo, que se demuestra cuando el resultado de análisis es negativo en orina, es más prolongada. El alcohol es el que más rápidamente desaparece, en las primeras 12 horas. Las anfetaminas y la cocaína o sus metabolitos activos pueden encontrarse hasta 48 después del último consumo. La heroína permanece hasta 3 días en el organismo. La que se detecta durante más tiempo es el cannabis, que puede resultar positivo en las pruebas realizadas hasta una semana después del consumo, o incluso más.
Por supuesto una cosa muy distinta es el efecto que producen, cuya intensidad y duración depende no solo del tipo de sustancia sino también de la dosis, la vía de administración y el hábito de consumo individual de cada persona.

No se puede establecer con la suficiente precisión el periodo de tiempo que tiene que pasar tras un consumo para garantizar que se está totalmente libre de sus efectos, lo que permitiría una conducción segura. La respuesta a la sustancia es muy variable en cada persona y, además, no se correlaciona de manera precisa con los resultados de las técnicas analíticas. En el caso del alcohol, una persona que no lo consume habitualmente puede presentar síntomas de embriaguez con una dosis muy inferior a la de quien está más habituada a consumirlo. Y algo similar sucede con las distintas drogas.

La conducta del sujeto, un aspecto clave
Debido a la dificultad de valorar el efecto, que no deja de ser una condición subjetiva que requeriría exploración individualizada en cada caso, el legislador ha optado por introducir criterios objetivos.
Para el alcohol eso es técnicamente sencillo ya que, debido a su volatilidad, la concentración de etanol en el aire espirado, medida mediante el etilómetro, tiene una correlación muy precisa con la concentración de alcohol en sangre, lo que permite establecer el conocido límite de 0,25 mg/L de aire que equivale a 0,5 g/L de alcohol en sangre para la conducción de vehículos ordinarios. Además hay un consenso científico respecto a que esa concentración de alcohol en sangre produce ya algún grado de efecto que interfiere en la habilidad para conducir.
Sin embargo para el resto de las drogas este asunto es mucho más complejo ya que es posible detectarlas, tal como se ha indicado, en saliva y orina durante periodos de tiempo muy prolongados en los que, a partir de un determinado momento, ya no se aprecia efecto alguno. Por ello es muy relevante la valoración de la conducta del interesado cuando se obtienen resultados positivos, lo que se hace constar por parte de la autoridad de tráfico que interviene.
En cuanto a la frecuencia de consumo de drogas en conductores, un reciente estudio promovido por la Unión Europea encontró que en un 11% de los controles aleatorios se verificó el consumo de drogas ilegales, y el alcohol es la sustancia más peligrosa ya que se encuentra en un 20-30% de las víctimas de accidentes mortales.
En cualquier caso es fundamental saber que aunque uno crea que "yo controlo" la percepción de ese "control" cuando uno está bajo los efectos de una droga, legal o no, siempre es errónea.


Un manual para reducir los síntomas negativos de la esquizofrenia


Diario Médico. Com | Redacción. Madrid  | 16/07/2014

La esquizofrenia, que afecta a no menos del 1 por ciento de la población, es considerada por la Organización Mundial de la Salud como uno de los trastornos más discapacitantes y asistencialmente prioritarios. El manual Nuevos Planteamientos Clínicos en Esquizofrenia. Los síntomas negativos, editado por Ediveramerica, y dirigido por Miquel Bernardo Arroyo, psiquiatra del Hospital Clínico de Barcelona, ofrece una visión pormenorizada de la naturaleza, semiología, diagnóstico, evaluación y tratamiento de los síntomas negativos de la esquizofrenia.

El libro, en el que también han colaborado Gisela Mezquida Mateos, neuropsicóloga investigadora de la Unidad de Esquizofrenia del mismo centro, y Miquel Bioque Alcázar, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental-Unidad de Esquizofrenia del Clínico, quiere dotar al clínico de las herramientas necesarias para minimizar todo lo posible las consecuencias de una patología que, en manos poco expertas, puede llegar a ser devastadora para el paciente.

  



jueves, 13 de noviembre de 2014

Aislados de la sociedad

SALUD Síndrome de Hikikomori
 Japón fue la cuna de personas con síndrome de hikikomori
·        En nuestro país ya hay identificados 164 casos
·        Se piensa que hay muchas más personas con este trastorno
ÁNGELES LÓPEZ | Madrid | El Mundo | 12/11/2014

Parecía un problema afincado en Japón pero, la incapacidad para integrarse en la sociedad y relacionarse con los demás ha llegado a España y está aumentando en los últimos años. Prueba de ello es el primer estudio europeo, realizado por médicos del Hospital del Mar de Barcelona, en el que se describe una serie de 164 casos de síndrome de hikikomori, como se denomina este problema. Nuestro país no es el único, también se han detectado personas con fobia a la sociedad en Omán, Italia, la India, Estados Unidos y Corea.
De piel muy pálida, por no darles nunca el sol, parcas en palabras, con respuestas a preguntas que no van más allá de monosílabos y bastante distantes. Así son algunas de las personas con este síndrome que se describió por primera vez en la literatura médica en 1998 por el psicólogo Saito Tamaki.
Pero éste no es un retrato válido para todos los casos de aislamiento, sobre todo fuera del país nipón. «Hemos visto que hay diferencias entres los casos japoneses y los españoles. Mientras que allí la mayoría son hikikomori primarios, sin otra patología de base, la mayoría de los que hemos visto en España y en Europa están asociados a otros trastornos mentales», explica Ángeles Malagón-Amor, principal autora de este estudio cuyos resultados publica la revista Journal of Social Psychiatry. Así, un 34,7% de los pacientes españoles evaluados presenta un trastorno psicótico, un 22%, ansiedad y un 74,5%, trastorno afectivo. Entre las similitudes con los pacientes japoneses están que la mayoría de los casos españoles se dan en varones y que suelen vivir con la familia. La media de reclusión de los 164 casos evaluados por los médicos catalanes está en 39,3 meses pero hay pacientes que han estado hasta 30 años sin vínculos con el exterior.
La presencia de otra patología «nos lleva a la conclusión de que tal vez no es un diagnóstico en sí, sino más bien un síndrome grave asociado con múltiples trastornos psiquiátricos. El hikikomori primario, es decir, no asociado a una patología mental, también existe pero es mucho menos frecuente», ha aclarado en un comunicado Víctor Pérez-Solà, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar.
Debido a la frecuente convivencia con otros trastornos, Kazuhiro Tajima Pozo, psiquiatra de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, aconseja realizar siempre un diagnóstico diferencial de las causas de esta reclusión. «El autismo o retraimiento social puede ser un síntoma de esquizofrenia, pero también está presente en los trastornos generalizados del desarrollo. El aislamiento social también puede verse dentro de cuadros de ansiedad, fundamentalmente de tipo fóbico-evitativos, que estaría muy cercanos al denominado hikikomori que se observa en Japón».
Sin conocerse la causa exacta que lo provoca (cuando no hay una enfermedad asociada), parece que en los últimos años han aumentado estos ermitaños. Para Tajima Pozo, la razón de este incremento podría estar detrás del desarrollo de las nuevas tecnologías. «Se ha pasado de estar enganchados a los videojuegos a estar todo el día conectados a internet. Japón es más precoz en el tema de las tecnologías y eso podría explicar por qué allí se dio antes este problema».
Sin embargo, Malagón-Amor apunta otro motivo: la falta de equipos de atención domiciliaria. «En España no ha habido equipos de este tipo especializados en Psiquiatría que pudieran detectar y atender a estos pacientes que, por otro lado, no suelen pedir ayuda ni acudir al médico».
El tratamiento varía en función de si es un síndrome hikikomori primario o si está vinculado a una enfermedad. «Si hay otra patología, la tratamos y eso hace que vaya mejorando el aislamiento. Pero cuando no hay otro trastorno asociado es más complicado porque la mayoría no quiere ayuda, que consistiría en terapia psicológica y farmacológica», explica Malagón-Amor.
No se trata de que estén bien sin contacto con el exterior. «Algunos piensan que estarían mejor si pudieran salir pero el intentar cambiarlo no les compensa», afirma esta psiquiatra. Porque se sienten bien en casa, y el exterior, las exigencias del trabajo o la vida les abruma demasiado y prefieren la protección de lo conocido: sus cuatro paredes.




miércoles, 12 de noviembre de 2014

¿Nos refugiamos en la fe para luchar contra una enfermedad?

PSICOLOGÍA Religión y creencias

·        La fe un aspecto educacional que pasa por distintas fases
·        En los momentos de crisis, es cuando reparamos y pensamos en ella
·        Lo importante en un proceso de enfermedad es buscar apoyo social

BEATRIZ G. PORTALATÍN| Madrid | El Mundo | 07/11/2014 

Dicen los expertos que es en los momentos de crisis cuando reparamos y reflexionamos sobre nuestra fe y los valores que nos sustentan en la vida. Una reciente investigación, publicada en la revista Social Psychological and Personality Science, asegura que las personas nos acercamos a Dios en situaciones de amenazas, cuando nuestras relaciones sentimentales están siendo tocadas de algún modo. Dicho de otra forma, tratamos de acercarnos a Dios en esos malos momentos.

En opinión del presidente de Psicólogos sin Fronteras, Guillermo Fource, doctor en Psicología y profesor de Honor en la Universidad Carlos III de Madrid, la clave es que cuando algún aspecto importante de nuestra vida entra en crisis, y podemos tener problemas de identidad, solemos tirar de creencias básicas. Es decir, "recurrimos a nuestra mochila de valores y creencias donde suele estar la religión. Aunque esto depende mucho del tipo de creencia que se tenga y de la intensidad de la misma", afirma.

Hay dos momentos claves en la vida en que nuestras creencias religiosas y en general, todos nuestros valores entran en juego. Uno es en la adolescencia, en la que todo es cuestionable y tratamos de encontrar nuestro lugar en el mundo. Y otro, los momentos vitales estresantes, como pueden ser una enfermedad, tragedia, una muerte u otras situaciones de la vida en la que aparecen problemas y no se sabe cómo afrontarlos. Lo que llaman los expertos: problemas de vida.
En la enfermedad
Uno de esos problemas de vida es la vivencia de una enfermedad, bien propia o de algún familiar o amigo cercano.
En estas ocasiones, las personas que tienen alguna ideología religiosa, suelen aferrarse a ella para luchar y tratar de superar el momento difícil. Sin embargo, pueden ocurrir dos cosas: reforzar esas creencias o por el contrario, separarse y alejarse de ellas.
"La variable fundamental es el aislamiento", sostiene este especialista en psicología. Es decir, las personas que se aíslan en sí mismas suelen aminorar o poner en duda sus creencias, mientras que las personas que buscan apoyo social suelen salir reforzadas", afirma el experto.
Por ello, la clave de todo esto se resume en apoyo social. Las personas necesitamos sentirnos valoradas, apoyadas, reconocidas en esa situación difícil como es una enfermedad. La religión, explica, tiene dos variables fundamentales. En primer lugar, buscar una estructura de valores y creencias y en segundo lugar, es un aspecto relacional. Buscar relaciones sociales. Por ello, las personas que viven la enfermedad en soledad, suelen aminorar las creencias religiosas, por ejemplo con pensamientos como por qué me pasa esto a mí. Mientras que las personas que buscan un apoyo social, dentro de la religión, suelen salir reforzadas.

Por otro lado, las personas que no tienen creencias religiosas alguna sacan otro tipo de herramientas en forma de valores de vida para luchar en el momento complicado. Recurren a esa mochila de valores. A sus valores y creencias de vida, pero igualmente, expone el especialista, buscan apoyo social. El factor común de todo es el apoyo social. Por ejemplo, pueden buscar ese apoyo en asociaciones, fundaciones, personas cercanas que hayan pasado por un proceso similar etc. La clave de todo es que todas las personas, tengan o no creencias religiosas, buscan apoyo social para intentar combatir esos problemas de vida. Bien con valores religiosos o con valores de vidas.
Fe, valores y educación
Elena Borges, psicóloga clínica, mantiene que es cuando flaquea nuestra vulnerabilidad, cuando nos aferramos a la fe. Para esta experta, no sólo es la educación y los valores adquiridos sino la experiencia. Sin embargo, Borges no habla de la fe religiosa sino de la fe en general. Y esa fe es la que, asegura, mueve el mundo.
Para esclarecer mejor este entendimiento, Borges distingue entre 'fe religiosa' (la fe en una religión, en un Dios, en unos determinados valores según dictamine la doctrina) y la 'fe en la vida', es decir, la fe como algo etéreo que define como la "confianza en algo, en la capacidad de resiliencia. O lo que es lo mismo, la fortaleza para salir de los malos momentos. Y es a esa fe, mantiene Borges, a la que tenemos que aferrarnos y creer para salir de situaciones complicadas, como una enfermedad o incluso, por ejemplo, la actual crisis económica que estamos atravesando.

De este modo, "la fe y las creencias tienen que ver con nuestra identidad que es un elemento central en quienes somos", mantiene Fource. Todo esto, tiene además que ver con un aspecto cultural y educacional. De este modo explica que evidentemente, la educación juega un papel muy importante también en nuestras creencias. La cultura y los valores que adquirimos son claves, pero evolucionan, cambian y se contrastan con la realidad. Digamos por tanto que "nacen, se educan, entran en crisis, evolucionan, se cuestionan, no son estáticas, por lo que es un proceso más emocional y de identidad personal que racional", concluye.

martes, 11 de noviembre de 2014

La atención a la cronicidad y a patologías emergentes, retos en Salud Mental

EFE |LA VANGUARDIA.com-VIDA |Valladolid | 03/11/2014

El presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), Jerónimo Saiz, ha considerado hoy que dos de los retos asistenciales en la especialidad psiquiátrica son la atención a la cronicidad de algunos trastornos así como el tratamiento de las patologías emergentes.

Saiz ha hecho esta reflexión en declaraciones a los periodistas antes del inicio de un encuentro de expertos de Psiquiatría y Salud Mental celebrado en Valladolid en el que se ha debatido sobre los retos asistenciales del Sistema Nacional de Salud en esa especialidad.

Sobre las trastornos psiquiátricos emergentes, ha asegurado que son aquellos que tienen que ver con "elementos nuevos que se han introducido" y que son "susceptibles de crear patologías" como las adicciones comportamentales.

El presidente de la FEPSM ha indicado que, dentro de los trastornos alimentarios, se ha definido uno nuevo que tiene que ver con la alimentación compulsiva, "por atracones", que en "muchas ocasiones puede conducir a la obesidad" y es "un problema de salud pública muy importante".

Saiz ha detallado también que hay patologías "tradicionales" como la depresión que tienen una "incidencia muy elevada y que crean mucha discapacidad".

En cuanto a la cronicidad, ha asegurado que es uno de los retos en Psiquiatría y Salud Mental, ya que algunos trastornos se están convirtiendo en crónicos y ha citado como ejemplo la anorexia y la bulimia porque en algunos casos "tienen un curso evolutivo prolongado".

En su opinión, la red asistencial de Psiquiatría y Salud Mental funciona bien en España, aunque ha señalado que uno de los problemas es que existen "variaciones" en la práctica clínica y organizativa, ya que las competencias en Sanidad dependen de las comunidades autónomas.

El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio Sáez, que ha acudido a la inauguración del encuentro de expertos, ha coincidido con Jerónimo Saiz en que "reducir la variabilidad" en la práctica clínica y en el ámbito organizativo en los diferentes territorios es "muy importante".

"Aprovechar las mejores experiencias es muy importante para generalizarlas y ampliarlas al conjunto de la comunidad autónoma y al Sistema Nacional de Salud", ha manifestado el titular de Sanidad.

La cronicidad de algunos trastornos psiquiátricos hace que se convierta en un reto "adecuar la organización y el conocimiento a ese tipo de situaciones", ha manifestado Sáez.

"En los últimos años se ha producido una cierta desconexión entre la asistencia psiquiátrica y la Atención Primaria de Salud y quizá sea este el momento de recuperar más continuidad y más relación entre psiquiatras, psicólogos y médicos de familia en los centros de salud", ha considerado el consejero.

En su opinión, una mayor conexión entre las dos especialidades permitiría abordar los problemas "que están llenando las consultas psiquiátricas", pero que "a veces son problemas de la vida diaria que no siempre deben psiquiatrizarse y que requieren intervenciones más generalistas para que los especialistas se dediquen a los problemas más graves y más complejos", ha asegurado.

El incremento de la coordinación entre Psiquiatría y Atención Primaria es uno de los ámbitos que se trabaja en el proyecto piloto de la unidad de gestión clínica de Salud Mental del hospital de Zamora y que ha permitido trasladar "el peso de la atención psiquiátrica desde el ámbito hospitalario al ámbito comunitario", ha señalado.

"Hoy el número de camas que necesitamos en Zamora es la mitad del que necesitábamos hace algunos años, pero al mismo tiempo han surgido más de veinte hogares protegidos para pacientes crónicos", ha manifestado el consejero, que ha detallado que el traslado de la atención, en los casos en los que es posible, desde el hospital a otros recursos "ha sido uno de las mejores experiencias" de la unidad de gestión clínica zamorana.

Sáez ha asegurado que "parcialmente" en otras provincias se está trabajando en esa misma dirección.


Mitos y Realidades Sobre Salud Mental

A menudo la gente tiene miedo de hablar sobre la salud mental porque hay muchos malentendidos sobre las enfermedades mentales.

Es importante conocer las realidades para parar la discriminación y para empezar a tratar a la gente con enfermedades mentales con respeto y dignidad. He aquí algunos mitos y realidades comunes sobre la salud mental.

Los mitos y realidades más frecuentes sobre salud mental:
Mito: No hay esperanza para la gente con enfermedades mentales.
Realidad: Hay más tratamientos, estrategias, y apoyo de la comunidad para la gente con problemas de salud mental que nunca antes, e incluso más se divisan en el horizonte. Las personas con este tipo de dificultades pueden llevar vidas activas y productivas.

Mito: No puedo hacer nada por alguien con una enfermedad mental.
Realidad: Podemos hacer mucho más de lo que piensa la mayoría de la gente. Comenzando por la forma en que actuamos y hablamos, podemos crear un ambiente que dé fuerzas a la gente y promueva una buena salud mental. Por ejemplo:
  • Evite calificar a la gente con palabras como “loco”, “chiflado”, “tarado”, o por su diagnóstico. En lugar de decir que alguien es “esquizofrénico”, diga que es “una persona con esquizofrenia”.
  • Conozca toda la verdad sobre la salud mental y compártala con otros, especialmente si oye algo que no es cierto.
  • Trate a la gente con enfermedades mentales con respeto y dignidad, como lo haría con cualquier otro.
  • Respete los derechos de la gente con enfermedades mentales y no los discrimine en cuanto a vivienda, empleo, o educación. Como otra gente con discapacidades, la gente con carencias de salud mental está protegida por las leyes federales y estatales.
Mito: La gente con enfermedades mentales es violenta e impredecible.
Realidad: En realidad, la gran mayoría de la gente en esta situación no es más violenta que cualquier otra persona. Hay grandes probabilidades de que usted conozca a alguien con una enfermedad mental y usted ni siguiera lo sepa.

Mito: Las enfermedades mentales no pueden afectarme.
Realidad: Las enfermedades mentales son sorprendentemente comunes; afectan a casi todas las familias de América. Las enfermedades mentales no discriminan – pueden afectar a cualquiera.

Mito: Enfermedad mental equivale a retraso mental.
Realidad: Son dos trastornos diferentes. Un diagnóstico de retraso mental se caracteriza por las limitaciones en el funcionamiento intelectual y por dificultades con ciertas destrezas de la vida cotidiana. Por contraste, la gente con enfermedades mentales – condiciones de salud que pueden conllevar cambios en el pensamiento, humor y comportamiento de la persona – presenta gran variedad de funcionamiento intelectual, exactamente como con la población general.

Mito: Las enfermedades mentales aparecen como consecuencia de la debilidad de carácter.
Realidad: Las enfermedades mentales son producto de la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. Los estudios científicos muestran que los factores genéticos y biológicos están asociados con la esquizofrenia, depresión, y alcoholismo. Influencias sociales como la pérdida de un ser querido o del empleo, también pueden contribuir al desarrollo de varios trastornos.

Mito: La gente con enfermedades mentales no pueden tolerar el estrés de tener un empleo.
Realidad: En esencia, todos los empleos son estresantes hasta cierto punto. La productividad se maximiza cuando hay una buena combinación entre las necesidades del empleado y las condiciones de trabajo, tenga o no la persona carencias de salud mental.

Mito: La gente con carencias de salud mental, incluso los que hayan recibido un tratamiento efectivo y se hayan recuperado, tienden a ser trabajadores de segunda fila en el trabajo.
Realidad: Los empleadores que han contratado a personas con enfermedades mentales informan de una buena asistencia y puntualidad, así como motivación, calidad de trabajo, y tenencia del empleo a la par con otros empleados o mejor que ellos. Los estudios del Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH en sus siglas en inglés) y la National Alliance for the Mentally Ill (NAMI) [Alianza Nacional para los Enfermos Mentales] muestran que no hay diferencias en cuanto a productividad cuando se compara a la gente con enfermedades mentales con otros empleados.

Mito: Una vez la gente muestra enfermedades mentales, nunca se recupera.
Realidad: Estudios científicos muestran que la mayoría de gente con enfermedades mentales mejora, y muchos se recuperan por completo. La recuperación se refiere al proceso por el cual la persona es capaz de vivir, trabajar, aprender, y participar íntegramente en su comunidad. Para algunas personas, la recuperación es la capacidad de vivir una vida realizadora y productiva. Para otros, la recuperación implica la reducción o completa desaparición de los síntomas. La ciencia muestra que tener esperanza juega un papel integral en la recuperación de la persona.

Mito: La terapia y autoayuda son simplemente una pérdida de tiempo. ¿Por qué molestarse cuando se puede tomar una pastilla de las que se oye en la TV?
Realidad: El tratamiento varía dependiendo de la persona. Mucha gente trabaja con terapeutas, consejeros, sus semejantes, psicólogos, psiquíatras, enfermeras, y trabajadores sociales en su proceso de recuperación. También usan estrategias de autoayuda y el apoyo de la comunidad. A menudo, estos métodos se combinan con alguna de la medicación más avanzada disponible.

Mito: Los niños no experimentan las enfermedades mentales. Sus acciones son sólo el producto de una mala educación en la casa.
Realidad: Un informe de la Comisión Presidencial Nueva Libertad para la Salud Mental mostraba que en cualquier año, de 5 a 9 por ciento de los niños experimentan serias perturbaciones emocionales. Como cualquier enfermedad mental en adultos, estas condiciones clínicas diagnosticables son producto de la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, y a veces incluso genéticos.

Mito: Los niños se comportan mal o fallan en la escuela para atraer la atención.
Realidad: Los problemas de comportamiento pueden ser síntomas de trastornos emocionales, mentales o de comportamiento, en lugar de simples estratagemas para atraer la atención. Estos niños pueden tener éxito en la escuela con la comprensión, y servicios de salud mental.

Fuente:Centro de Recursos para Promover una Aceptación Digna e Inclusión Social Asociado a la Salud Mental.

Comida para el cerebro

Este órgano apenas representa un 2% del peso de nuestro cuerpo

Necesita, sin embargo, un 20% de la aportación diaria de calorías que consumimos

MONICA ESCUDERO / MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA | El País | 13/01/2013

"Alimenta tu cabeza”, ordenaba el himno hippy de los sesenta White rabbit. Seguramente, el grupo que lo cantaba, Jefferson Airplane, no se refería a los alimentos convencionales, sino a otro tipo de sustancias, pero el lema sigue valiendo para todos los que quieran mejorar su rendimiento mental. Como en los demás órganos del cuerpo, la dieta influye en el funcionamiento de nuestro cerebro, y aunque no existan comidas mágicas que nos vuelvan más tontos o más inteligentes, sí podemos favorecer la actividad de nuestras neuronas con determinados ingredientes.
A pesar de que el cerebro solo supone un 2% de nuestro peso, gasta aproximadamente un 20% de las calorías que nos metemos en el cuerpo. Es un gran consumidor de glucosa y le gusta que los niveles de este azúcar se mantengan estables: que no bajen demasiado por el ayuno y le dejen sin energía, pero que tampoco suban excesivamente y acaben causando daños a largo plazo. Por eso, algunos nutricionistas recomiendan comer con más frecuencia, pero en menor cantidad, y, sobre todo, apostar por alimentos que produzcan glucosa de una forma lenta y progresiva una vez ingeridos. Es decir, verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y otros alimentos ricos en fibra e hidratos de carbono complejos. Se trata de productos que, al contrario que los azúcares y las harinas refinadas típicas de los dulces o los refrescos, también favorecen una sensación más prolongada de saciedad, por lo que si los consumimos ayudamos a la vez al cuerpo y a la cabeza.
Otro nutriente que se debe cuidar con mimo para fortalecer la mente son las grasas. De hecho, el 60% de la masa encefálica se compone de este material. Esto no significa que para pensar mejor nos tengamos que comer los bocadillos de panceta a pares: las grasas más beneficiosas para el cerebro son las procedentes del pescado azul, las semillas y los frutos secos. Los ácidos grasos omega-3, presentes en dichos alimentos, parecen cruciales para la salud de nuestro sistema nervioso, y su carencia ha sido relaciona con el alzhéimer o la pérdida de memoria. También algunas verduras, como el brócoli, las coles o el repollo, combinan un gran aporte de vitamina C con un gran contenido en carotenoides –unos antioxidantes que protegen especialmente de los radicales libres–, creando una potente combinación antiedad para la función cognitiva.

En el extremo contrario, es recomendable vigilar el consumo excesivo de estimulantes como el café o el té: a pesar de que activan la sensación de alerta y eliminan temporalmente la sensación de sueño, pueden causar ansiedad e, incluso, náuseas y dolor de cabeza si se consumen en exceso. Y aunque no hay ninguna dieta que asegure que puede convertir a un concursante de reality de MTV en una lumbrera, sí podemos apuntar a que grandes pensadores de ayer y hoy –entre los que se cuentan Albert Einstein, Thomas Alva Edison, Pitágoras, Sócrates y Platón– practicaban el vegetarianismo estricto.