sábado, 28 de enero de 2017

El 70% de los consumidores de heroína tiene un trastorno mental asociado.

La ansiedad y las alteraciones del estado del ánimo y del sueño son las patologías más comunes entre los adictos a estos opiáceos

JESSICA MOUZO QUINTÁNS  | Barcelona | El País | 31/10/2016

Siete de cada diez consumidores de heroína sufren una patología dual. Esto es, que además de la adicción a esta sustancia opiácea, padecen uno o más trastornos mentales asociados. Así lo ha constatado un equipo de médicos de la unidad de Adicciones y Patología Dual del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR). Los investigadores, liderados por el psiquiatra Carlos Roncero, estudiaron la historia clínica de más de 600 españoles en tratamiento de deshabituación por heroína y detectaron que, pese al infradiagnóstico psiquiátrico que sufre este colectivo, el 67% padece al menos un trastorno mental.

Roncero reconoce que las conclusiones se veían venir. Investigaciones anteriores apuntaban en esta dirección y, aunque las cifras de incidencia de la patología dual entre los consumidores de heroína es más alta de lo que podían augurar, su equipo ha constatado "una situación clínica frecuente en otros estudios". "El consumo de drogas genera tantos problemas que los trastornos mentales pueden quedar tapados", justifica el facultativo.

Para la investigación, los médicos de Vall d'Hebron extrajeron las historias clínicas de 671 pacientes de 74 centros sanitarios españoles. "La foto es muy representativa porque son pacientes de toda España", apunta Roncero, que solicitó a cada uno de los centros alrededor de una decena de pacientes para acceder a su historial médico y someterlos a una entrevista determinada. "Evaluamos a un grupo muy amplio de pacientes en tratamiento y descubrimos que casi el 70% tenía otros trastornos mentales, especialmente trastornos depresivos, del sueño, de personalidad y ansiedad", indica el médico.

Lo que los expertos no saben o, al menos, no tienen la certeza, es cuál de las dos patologías desencadena a la otra: ¿el consumo de heroína provoca trastornos mentales o un trastorno mental hace a uno más vulnerable al consumo de estas sustancias?. "Hay hipótesis que plantea que los consumidores consumen para paliar las molestias de una depresión u otras patologías. Es lo que se llama la hipótesis de la automedicación, pero no se sabe con certeza", apostilla el facultativo.

EL PERFIL DE LOS CONSUMIDORES EN TRATAMIENTO
El 84% de los participantes en el estudio son hombres.
La media de edad es inferior a los 40 años.
El 47% está desempleado.
El 19% tiene problemas legales.
El 94% están siendo tratados con metadona.
El 82% tiene además alguna otra adicción, especialmente al tabaco, el alcohol o el cannabis.
El 59% padece, al menos, una enfermedad infecciosa como la hepatitis C o el VIH.

El trastorno mental más frecuente es la ansiedad, que se encuentra en el 53% de los casos. Además, las alteraciones del estado de ánimo (48%) y del sueño (41%) también son patologías comunes entre los consumidores de heroína. Más de un tercio del grupo con patología dual padece alteraciones psiquiátricas vinculadas al consumo del opiáceo y un 27% sufre un trastorno de personalidad. Menos comunes, aunque también presentes, está la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, que afectan al 12% de los pacientes, especialmente si abusan también de la cocaína.

Otro elemento que ha revelado la investigación es que los trastornos mentales se hacen más patentes cuanto mayor es el consumo de metadona. "No es que la metadona produzca problemas mentales. La metadona no produce síntomas, sino más bien protege a los pacientes", puntualiza Roncero. Pero este hallazgo, apostilla, puede servir como ‘’marcadores de posibles recaídas’’. "Esto obliga a evaluar a todo paciente adicto, en especial al que depende de la heroína para buscar si hay otros trastornos, sobre todo en los que reciben altas dosis de metadona", concluye el psiquiatra.

Diferentes trastornos en hombres y mujeres
La investigación, que se ha publicado en la revista científica Psychiatry Research, también ha detectado diferencias entre hombres y mujeres, una distinción "previsible" para los expertos. "Ya sabíamos que hay más hombres en todas las adicciones a drogas excepto en hipnosedantes, que hay más mujeres. Ahora vemos que en las mujeres hay más trastornos de tipo afectivo y en hombres más trastornos psicóticos", concreta el médico. Entre el género femenino también se han detectado más problemas de disfunción sexual.

Roncero sostiene que "el trastorno mental mejora cuando se modula la adicción" pero alerta de que "el problema es que no se diagnostican" lo suficiente las patologías mentales. Las dolencias psiquiátricas entre el colectivo de consumidores de heroína están infradiagnosticadas y, por ende, infratratadas. Según el estudio, el 12% no recibe el tratamiento farmacológico específico para tratarlas o solo lo recibe parcialmente.
El médico rechaza que pueda haber "mala praxis" por parte de sus colegas y achaca las deficiencias a que quedan "escondidos" tras una adicción muy compleja de tratar. "Estos datos tienen que servir para fomentar la formación y la sensibilización de los profesionales y aumentar los recursos en salud mental para atender de forma integral al paciente".


martes, 17 de enero de 2017

Hay que sacar la psiquiatría del hospital y llevarla a la calle

La Terapia de Diálogo Abierto impulsada en Laponia Occidental está cosechando algunos de los mejores resultados entre pacientes de psicosis en Occidente.

QUINO PETIT  | El País | 05/12/2016

Laponia Occidental es una región al norte de Finlandia con una población de unos 70.000 habitantes que durante la segunda mitad del siglo XX registró uno de los índices de esquizofrenia más elevados de Europa. Pero la pequeña revolución puesta en marcha por un puñado de especialistas de la sanidad pública ha logrado revertir las estadísticas. Uno de sus máximos exponentes es Jaakko Seikkula (Kalajoki, 1953), profesor de psicoterapia de la Universidad de Jyväskylä y psicólogo con más de tres decenios de experiencia. Siguiendo la estela del pionero Yrjö Alanen, creador del llamado “tratamiento adaptado a las necesidades”, el profesor Seikkula desarrolló a mediados de los noventa la Terapia de Diálogo Abierto con sus colegas del Hospital Keropudas en Tornio. La aplicación del sistema en este centro sanitario con pacientes con psicosis ha cosechado algunos de los mejores resultados del mundo occidental en la recuperación de dicha patología.

La Terapia de Diálogo Abierto otorga “voz y voto” sobre el tratamiento a los pacientes, aspira a evitar la cronicidad y busca proporcionarles “un asidero a la vida”. El estudio Five-year experience of first-episode nonaffective psychosis in open-dialogue approach, publicado por el profesor Seikkula en Psychotherapy Research, determina que tras la aplicación continuada de la Terapia de Diálogo Abierto en Laponia Occidental solo se registran dos o tres nuevos casos de esquizofrenia cada año en la región, un 90% menos respecto a principios de los ochenta. El 80% de pacientes con psicosis se muestran “asintomáticos” a los cinco años y la misma proporción trabaja, estudia o busca empleo mientras que solo el 20% reciben pensión por discapacidad. Durante el proceso, dos tercios no recibieron medicación y a largo plazo apenas un 30% siguen tomando neurolépticos o antipsicóticos.

El profesor Seikkula ha venido con el aval de sus 150 trabajos científicos y una docena de libros sobre el tema para impartir un curso en el Colegio de Médicos de Madrid. Con el cabello cano elegantemente revuelto y vestido con americana burdeos, chaleco y bufanda a juego, congregó a un centenar y medio de personas entre facultativos psiquiátricos, psicólogos, pacientes y familiares de estos últimos que deseaban conocer los resultados de la Terapia de Diálogo Abierto en Finlandia y la posibilidad de implantarla en España. “Me han trasladado su preocupación por los recortes en la sanidad pública española y la falta de recursos para la psiquiatría. Ya se están haciendo aplicaciones de la Terapia de Diálogo Abierto en ciertos programas de Reino Unido, Italia, Alemania, Estados Unidos... Estoy seguro de que podría implantarse en España, donde la atención estrictamente hospitalaria sigue siendo masiva. Nuestro sistema promueve salir del hospital y trabajar con los servicios sociales sobre el terreno. Hay que sacar la psiquiatría del hospital y llevarla a la calle, ir a donde están los que necesitan la atención médica y no esperar a que vengan al hospital. Poner el foco en la intervención de las crisis donde se originan puede revertir el colapso de los sistemas de salud mental”.

PREGUNTA. En Laponia Occidental se registró durante los sesenta, los setenta y cierta parte de los ochenta una de las mayores tasas de esquizofrenia en Europa. ¿Por qué? - RESPUESTA. Algunos antropólogos que han estudiado la zona del valle del río Torne, que linda entre Finlandia y Suecia, concluyeron que esta es una región propensa al registro de enfermedades graves como dolencias cardiacas, cáncer y enfermedades mentales. Quizá en el caso de aquellas tasas de esquizofrenia pudo influir el aislamiento de las sociedades.

P.La aplicación de la Terapia de Diálogo Abierto en la región coincidió con un cambio radical de las estadísticas en pacientes de psicosis. ¿Todo el mérito se debe a la implantación de este sistema? | R. En los estudios que hemos realizado se registra un descenso en las tasas de esquizofrenia en la población. No se puede establecer tajantemente una relación lineal, pero este profundo cambio ha ocurrido durante la aplicación del sistema.

P.Ustedes priman la terapia psicoanalítica por encima de la farmacológica, pero para muchos expertos resulta difícil creer que la total recuperación de una persona diagnosticada de psicosis sea posible sin el uso de medicación. | R. Durante los últimos veinte años se ha desarrollado un movimiento en la psiquiatría que ha tratado de reducir estas situaciones a discapacidades cerebrales o de la estructura cerebral. Sintetizarlo todo a este contexto impide plantear otras soluciones psicosociales. Desde nuestro punto de vista, resulta necesario prestar atención a la vida humana en su totalidad. Pueden acontecer problemas cerebrales, pero no debe perderse de vista el contexto social que rodea al individuo, como las situaciones de presión y estrés continuado, potenciales desencadenantes de problemas relacionados con la salud mental.

P.Los neurolépticos o medicamentos antipsicóticos no se brindan con la Terapia de Diálogo Abierto a todos los afectados por alucinaciones o ideas delirantes. Solo unos pocos llegan a recibirlos. ¿Resulta arriesgado decidir algo así cuando una persona se encuentra en pleno brote psicótico? | R. Sí. Se empezó a proceder de este modo para llevar a cabo una serie de estudios. La pregunta era: ¿Cuál es el papel de los neurolépticos en la psicosis? Pusimos en marcha el Diálogo Abierto sin aplicar medicación neuroléptica para todos los casos. En lugar de imponerla desde el principio de los síntomas, solo la recetábamos si la ayuda psicosocial y psicoterapéutica no eran suficientes. Sorprendentemente, un número elevado de pacientes empezaron a recuperarse sin medicación. Al principio, uno de cada cuatro no requerían neurolépticos; más adelante, tres de cada cuatro no los necesitaban. La medicación puede ser una parte del proceso, pero no comparto que sea siempre la primera medida a tomar en todos los casos.

P.¿Cómo funciona el sistema cuando aparece un brote psicótico? | R. La idea es prestar ayuda inmediata cuando se contacta con nosotros, ya sea un familiar o el afectado. Tratamos de ir a sus casas. No llevamos batas blancas –tampoco en el hospital– e intentamos establecer un primer contacto con ellos. Suele acudir un equipo de dos o tres facultativos, entre personal médico y de enfermería, que a partir de ese momento promueven un diálogo abierto con los familiares y el paciente. Los encuentros han de prolongarse durante varios días seguidos, hasta que puede decirse que hay una situación segura y controlada.

P.¿Y qué viene después? | R. A veces se requiere más ayuda. Puede que sea necesaria la presencia de un terapeuta ocupacional que ayude a canalizar el diálogo. O se brindan otros recursos, como la medicación para conciliar el sueño. La variación de situaciones es amplia: algunas veces se resuelven con un solo encuentro; otras, se requiere mucho más tiempo, hasta varios años. Por eso no puede unificarse esta realidad. Es importante escuchar la historia de vida del paciente y conocer la situación de la familia: saber las experiencias que han podido desencadenar esta situación. También es clave desarrollar una activa e intensa atención psicosocial: cuando se lleva a cabo de manera efectiva, puedes declinar el papel de la medicación. O aplicarla, si es necesario. El problema está en los sistemas que reducen todo a los síntomas y a la medicación asociada.

P.¿Cree que se pueden tener ideas delirantes o cuadros psicóticos y llevar una vida normal sin tomar medicación? | R. Sí. Hay estudios que demuestran que las alucinaciones son mucho más comunes de lo que pensamos. No solo afectan a los denominados pacientes psicóticos. La mayor parte las experimentan personas que nunca han acudido a los servicios de salud mental. Puedes escuchar voces y a la vez trabajar, cuidar de tu familia, desarrollar tus rutinas.

P.Y en una situación de crisis, ¿qué opinión debe prevalecer? ¿La de una persona en estado de psicosis o la del personal médico? | R. Todas las opiniones son importantes, también la de los familiares y otros terapeutas. Hacer que los allegados se sientan partícipes del proceso es importante también para ellos. Muchos padres nos han dicho que han aprendido a hablar con sus hijos durante la atención de estas crisis mediante el Diálogo Abierto.

P.Al formar parte de la sanidad pública finlandesa, ¿qué coste supone esta terapia para las arcas del Estado? | R. Finlandia está dividida en 20 distritos sanitarios y en lo referente a términos psiquiátricos, Laponia Occidental, donde opera el Diálogo Abierto, es el más económico. Uno de los factores se debe a que cuantas más camas hospitalarias mantienes, más caro resulta mantener el servicio con personal trabajando día y noche. Nosotros nos centramos más en la atención de las crisis donde suceden. Y gracias a los resultados positivos y la menor cronicidad, menos personas necesitan ser hospitalizadas o recibir pensiones por discapacidad.

P.¿Encontraron oposición entre la comunidad psiquiátrica al implantar el sistema? | R. En Laponia Occidental fue fácil. Cuando empezó a llevarse a cabo esta renovación, a principios de los ochenta, existía una demanda política de nuevos servicios psiquiátricos y los dirigentes locales apoyaron la iniciativa. Los profesionales se implicaron a fondo. Y los procesos de aprendizaje para desarrollar el sistema se prolongan durante tres años para el personal médico, de enfermería, psicología y trabajadores sociales.

P. El Diálogo Abierto no es un sistema alternativo, sino la atención primaria de salud mental en Laponia Occidental. Si esta región cosecha tan buenos resultados, ¿por qué no se actúa del mismo modo en el resto de Finlandia? | R. Hay mucho interés desde otras zonas del país, pero ciertos profesionales de la salud mental, varios sectores del sistema psiquiátrico establecido, han mostrado fuerte resistencia.


P.¿Cree que será posible en el futuro erradicar la psicosis como enfermedad o ningún sistema inventado o por inventar puede acabar con ella? | R. Las alucinaciones normalmente surgen como reacción a situaciones vitales muy extremas, rodeadas de diversos factores de presión. Son como los sentimientos y las emociones que nacen de situaciones límite. Los profesionales deberíamos analizar más su origen y no solo concebirlas como síntomas de enfermedades que han de ser eliminados con medicación.

viernes, 13 de enero de 2017

66 días bastan para cambiar un hábito

PSICOLOGÍA
Las transformaciones exigen tiempo. El cerebro se reorganiza constantemente si tenemos interés en hacerlo; solo hay que dejar espacio al proceso

PATRICIA RAMÍREZ  | El País | 05/07/2015
                                                                                                                                             
Cambiar de hábitos está al alcance de todos. Para ello necesita dos ingredientes importantes: elegir un cambio que sea coherente con su escala de valores, y entrenarlo hasta que se convierta en un hábito. Poco más.
Ya nada es “obligatoriamente” para siempre, ni siquiera lo que eligió como afición, profesión o lugar de residencia. La idea de que podemos ser quien deseemos, practicar nuevos deportes, aprender otras culturas, probar todas las gastronomías, tener otros círculos de amigos…, convierte una vida estanca en otra rica en oportunidades y variedad.
El cerebro es plástico. Las personas evolucionamos, deseamos cambiar, crecer interiormente, y estamos capacitadas para ello. Atrás quedaron las teorías sobre la muerte de neuronas y los procesos cognitivos degenerativos. Hoy sabemos que las neuronas generan nuevas conexiones que permiten estar aprendiendo hasta el día que morimos. La plasticidad cerebral ha demostrado que el cerebro es una esponja, moldeable, y que continuamente vamos reconfigurando nuestro mapa cerebral. Lo dijo William James, uno de los padres de la psicología, en 1890, y todos los neuropsicólogos hoy día confirman las mismas teorías.
En esta sociedad impaciente, basada en la cultura de “lo quiero todo ya y sin esfuerzo”, cambiar de hábitos se ha convertido en un suplicio. No porque sea difícil, sino porque no le damos el espacio suficiente para convertirlo en hábito. ¿No le ha ocurrido alguna vez que al iniciar una dieta, las primeras semanas son más difíciles de encauzar que cuando lleva ya una temporada?
La neurogénesis es el proceso por el que se generan nuevas neuronas. Una de las actividades que retrasan el envejecimiento del cerebro es la actividad física. Sí, no solo debe practicar ejercicio por los beneficios emocionales como el bienestar y la reducción de la ansiedad, o por verse más atractivo y fuerte, sino porque su cerebro se mantendrá joven durante más tiempo. Un estudio del doctor Kwok Fai-so, de la Universidad de Hong Kong, correlacionó el running con la neurogénesis. El ejercicio ayuda a la división de células madres, que son las que dan lugar a la aparición de nuevas células nerviosas.
Dado que la reorganización cerebral se estimula a lo largo de toda la vida, no hay una sola etapa de las personas en la que no podamos aprender algo nuevo. La edad de jubilación no marca un declive, ni cumplir 40 o 50 años debería ser deprimente. Todo aquel que tenga interés y actitud en algo está de enhorabuena, podrá aprender, entrenar y convertirse en experto independientemente de la edad. Si usted es de esas personas que se han dedicado durante su vida a una profesión de la que han vivido medianamente bien, pero se quedaron con la miel en los labios por no estudiar Antropología, Historia, Exactas, Bellas Artes, lo que sea, puede empezar ahora. No hay límite de edad ni de tiempo para el saber.
Hasta hace poco se pensaba que modificar y automatizar un hábito requería 21 días. ¡Demasiado optimismo! Un estudio reciente de Jane Wardle, del University College de Londres, publicado en European Journal of Social Psychology, afirma que para convertir un nuevo objetivo o actividad en algo automático, de tal forma que no tengamos que tirar de fuerza de voluntad, necesitamos 66 días.

Sinceramente, ¡qué más da que sean 21 o 66! Lo interesante es que somos capaces de aprender, entrenar y modificar lo que elijamos y deseemos. Diez consejos para empezar con lo que desee:

1. Elija su propósito y conviértalo en su proyecto. Seguro que, si confecciona una lista, se dará cuenta de que tiene muchas inquietudes. Pero no podemos cambiar o embarcarnos en todo a la vez. Olvide su cerebro multitarea y no quiera modificar todo de golpe. Cuando consiga automatizar el primero, pase al segundo.
2. Reflexione sobre su meta. Si contesta a las siguientes preguntas en relación a su objetivo, su compromiso con él aumentará: ¿qué quiero?, ¿por qué?, ¿para qué? y ¿con qué? El “con qué” hace referencia a sus fortalezas, valores y actitud para lograrlo.
3. Hágale hueco. Sea lo que sea lo que desea aprender o iniciar, necesita tiempo. Si no le busca un espacio en su agenda y lo convierte en rutina, lo normal es que termine postergando lo que ahora no forma parte de su vida.
4. Resáltelo. Todo aquello que no forma parte de nuestro orden habitual es fácil olvidarlo. Si tiene una agenda, márquelo con fosforito. Si utiliza la alarma del móvil, póngase una diaria con el nuevo objetivo. No abuse de su memoria o del “debería acordarme”.
5. Rodéese de todo lo necesario, así no tendrá excusa para no empezar. Por ejemplo, si está a dieta, compre los alimentos del régimen; si empieza a hacer deporte, busque la ropa que va a ponerse, o si se inicia en la fotografía, prepare el material.
6. Empiece hoy. No hay ningún estudio con rigor científico en el que se relacione el lunes o el primero de enero exclusivamente con el comienzo de un nuevo hábito. El martes o el jueves son tan buenos días como cualquier otro.
7. Emociónese. Las emociones avivan el recuerdo, le producen bienestar, y estar apasionado con lo que se hace fideliza el hábito. Busque cómo se siente, lo que va a conseguir, cómo mejorará su vida personal o profesional. Disfrute y esté presente.
8. No escuche a la voz interna que le dice que está cansado, que qué sentido tiene y que la vida tiene cuatro días y son para disfrutarlos. Nuestro cerebro está muy entrenado para buscar excusas y seguir en la zona confortable.
9. Sea disciplinado. Tómese en serio su hábito. Tomarlo en serio no significa que se ponga serio, sino que sea una prioridad para usted, algo a lo que dedicarle su valioso tiempo. Y que ocupe un lugar especial en su agenda.

10. Convierta su nuevo hábito en su filosofía de vida. Esto le dará otra dimensión y calma. No se trata de aprender algo ya, sino de que lo disfrute y sepa que tiene toda la vida para practicarlo. 

Cómo salir de la frustración con el principio de reacción positiva


Si quieres salir del atolladero, tu estado de ánimo es tu prioridad

Pilar Jericó | El País | 12/12/2016

Cuando tienes la sensación de darte golpes contra un muro corres un riesgo invisible: agotar tu depósito de reacción positiva, que te ayuda a recuperarte y a lograr lo que deseas. La buena noticia es que se puede evitar e, incluso, prever. Veamos cómo.

Hay personas que van a una entrevista de trabajo como si fueran al matadero. Han pasado por tantos “no” que inconscientemente piensan: “será otro no”. Actúan con esa sensación de fondo y después no consiguen el trabajo. El resultado le da un nuevo argumento para confirmar que ellos tenía razón, que era un “no” de partida. Y puede que hubiera un mejor candidato, que su perfil no se ajustara o quizá que su actitud tampoco le ayudó. Esto mismo ocurre cuando queremos encontrar una nueva pareja, lanzar un proyecto, aprender un idioma o cualquier cosa que se nos resiste. La frustración continuada genera residuos invisibles que se van acumulando, nos van llenando de energía negativa y al final conseguimos que cualquiera que se acerque a nuestro alrededor quiera salir escopetado. El motivo es sencillo: nuestro depósito de energía interior, es decir, nuestra actitud y fuerza con la que vivimos las cosas, impacta en la reacción que tenga el resto hacia nosotros. Esta relación podríamos denominarla como el principio de reacción positiva: yo estoy bien, el otro tiene más probabilidades de estar también bien (esta relación no significa que sea inmediata, sino que ayuda enormemente).

Un comercial amargado tendrá menos probabilidades de vender que otro que esté ilusionado. El producto puede ser el mismo, pero la actitud con la que lo cuenta influye en las ganas del comprador. Y todos lo hemos vivido desde una tienda a un restaurante. En algunos te hacen sentir como un rey y la tarjeta de crédito reluce con fuerza y en otros deseas salir lo antes posible (y contigo también tu tarjeta de crédito). Por ello, no es que esta crisis económica haya dejado un sinfín de conversacionesácidas y quejumbrosas, que lo único que atraen es precisamente de lo que tanto se quejan: no lograr los resultados. El principio de reacción positiva se apoya en una premisa: la actitud con la que abordamos los desafíos condiciona los resultados. Henry Ford lo resumía maravillosamente: “Si crees que puedes, tienes razón; y si crees que no puedes, también tienes razón”. Entonces, ¿qué podemos hacer?.

Primero, tomar conciencia: la frustración acumulada o las heridas mal cerradas tienen impacto en nuestro futuro e incluso en aquello en lo que inicialmente no estaba ni relacionado. Como cuando a alguien le va mal en el trabajo, llega a casa cabreado, tiene broncas y, al final, también tiene problemas con la pareja. La frustración en alguna de las dimensiones de nuestra vida tiene impacto en otras. Por ello, identifiquemos señales que nos advierten que no estamos bien como un enfado constante, malhumor o falta de ilusión (lógicamente, estamos hablado de situaciones no patológicas, que en ese caso requieren otras soluciones).

Segundo, aceptar nuestras emociones y vivirlas aunque sean negativas. Salir del atolladero no se resuelve llenándonos de actitud positiva y punto. Eso solo ocurre en las teorías fáciles. Giorgio Nardone sugiere dos maneras de salir de la tristeza. Una de ellas es crear un espacio al día para darle rienda suelta y así dejamos el resto del tiempo libre. Y otra, concentrarnos para estar muy muy tristes y paradójicamente cuando lo hacemos, la cabeza se va al lado opuesto. En cualquier caso, necesitamos vivir la emoción de la que nos queremos liberar.

Y tercero, crear espacios de reconstrucción para variar nuestra actitud: momentos spa personales, agradecimientos diarios aunque sean pequeños y modificar nuestra mirada. Si nos estamos dando golpes contra un muro, no vale la pena insistir, sino cambiar la estrategia para buscar una puerta.


En resumen: el principio de reacción positiva se apoya en una idea. En la medida que nosotros estemos bien, habrá más posibilidades de generar una reacción positiva en el resto que nos ayude a conseguir nuestros objetivos. Por ello, para salir de los atolladeros, además de crear planes de acción y de tareas, necesitamos poner nuestro estado de ánimo como una de las prioridades a resolver.

lunes, 9 de enero de 2017

El nuevo plan de salud mental refuerza la atención a la infancia

El anteproyecto de la Ley del Voluntariado prevé mecanismos de flexibilización de la jornada laboral

ÁNGELES LUCAS | Sevilla | El País | 05/10/2016

La atención a los menores como eje prioritario en el nuevo plan de Salud Mental presentado este martes en el Consejo de Gobierno andaluz de la Consejería de Salud. Un documento con vigencia hasta 2020 en el que se establecen los trastornos de la infancia y los sectores vulnerables en el centro de las políticas para trabajar en la mejora de la accesibilidad de los servicios. Desde la puesta en vigor de este tercer plan, los menores de 18 años podrán acudir a las unidades de salud mental más cercanas tras una primera valoración del pediatra, un servicio implantado para fomentar la detección precoz, el tratamiento y la recuperación de las personas. A los 14 años surgen la mitad de los problemas de salud mental que aparecen a lo largo de la vida, informa la consejería.

Entre las medidas, se ha llegado a un acuerdo con Educación para implantar programas escolares de infantil a secundaria en la que se introducen herramientas de inteligencia emocional. "El III PISMA (como se llama el plan) busca también mejorar la detección de situaciones de abuso,  desprotección y abandono de menores, y pondrá en marcha programas de prevención destinados a la población infantil y adolescente en situación de riesgo", se lee en la información remitida por Salud. 

El documento prevé también reducir un 10% el consumo de ansiolíticos y antidepresivos en la población andaluza ante el 25% de ciudadanos que sufre ansiedad y depresión. "Alrededor de 250.000 personas son atendidas cada año en las Unidades de Salud Mental Comunitaria de Andalucía", ha apuntado el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, tras el Consejo de Gobierno sobre este plan, que ha contado con la participación del movimiento asociativo.

"La estrategia promueve un plan regional de investigación en salud mental que incorpore proyectos de investigación de carácter multicéntrico y líneas de investigación epidemiológica, priorizando las enfermedades mentales en la infancia y adolescencia, la prevención del suicidio, los resultados en salud sobre la recuperación en las personas con trastorno mental grave, el desarrollo de intervenciones con las TIC y el uso de herramientas psicológicas, incorporando la perspectiva de género", añade la consejería.

"Nos congratulamos de tener esta herramienta, que nos da soporte social y sanitario para que se puedan considerar ciudadanos de primera", declara Concepción Cuevas, presidenta de la Federación Andaluza de Familiares de Personas con Enfermedad Mental (Feafes), que destaca que echa de menos más atención en prisiones o más tratamiento para el trastorno de límite de personalidad. "Las cárceles se están llenando de presos que necesitan tratamiento sanitario y social y que deben ser tratados en comunidad, en otro tipo de centros. Al estar privados de libertad, no podemos trabajar con ellos", apunta Cuevas.

Por otro lado, en el Consejo de Gobierno de este martes también se ha presentado el anteproyecto de la Ley de Voluntariado, que regulará la participación de los menores, incorporará las modalidades de acción vinculadas a las nuevas tecnologías y marcará los límites entre las tareas de voluntariado y las laborales. "En estos tiempos de crisis se ha llamado voluntariado a muchas cosas. Tienen que quedar claros los extremos de cada ámbito para que no se dé la duda", ha declarado la consejera de Igualdad, María José Sánchez Rubio, en San Telmo.


Entre las novedades destaca también que no se podrá despedir a los trabajadores que desarrollen estos servicios. "La nueva ley impedirá que la acción voluntaria organizada sea causa justificativa de la extinción de contratos por cuenta ajena. Recoge además la posibilidad de establecer mecanismos de flexibilización de la jornada laboral que permita a los trabajadores participar en estas actividades", informa la Consejería de Igualdad.