viernes, 27 de marzo de 2015

La información de algunos medios de comunicación sobre el reciente accidente aéreo.


Estoy disconforme tanto por parte de algunos periódicos como de los canales televisivos, porque no cuidan o no piensan cuánto pueden perjudicar con los textos, las fotografías y las mesas redondas que retransmiten por televisión a los enfermos con trastornos mentales. Por tanto quiero aportar algunas ideas sobre este hecho.

Las palabras que más definen lo que se trata y la manera en que lo hacen algunos son; “sensacionalismo” y “precipitación dando noticias sin confirmar”, además de “mostrar muchísimas veces las fotografías más escalofriantes del lugar del accidente, o cómo han reaccionado los familiares ante la desgracia”, sobre todo los que están más afectados. Esto último lo considero una falta de respeto hacia los entrevistados.

Pienso que es necesario informar de las certezas que van obteniendo los distintos equipos que trabajan para esclarecer los hechos a los familiares, incluso decirles con detalle si lo preguntan, qué están haciendo, qué harán a continuación y como ya hacen gracias a Dios darles soporte emocional y consuelo por parte de equipos de psicólogos y psiquiatras. Pero desde que ocurrió el accidente, las noticias de Internacional en la prensa escrita versan la mayoría sobre ello, y en televisión además de dar muchísima información en los telediarios, se hacen mesas redondas exhaustivas con todo tipo de preguntas a profesionales, sobretodo personas que trabajan en compañías aéreas, médicos, jueces, etc.

Pocos periodistas se habrán parado a pensar cómo perjudica esta manera de trabajar a los que tienen un trastorno mental a veces muy serio, pues aunque se mediquen el pensamiento de “somos los malos y qué poco entienden nuestros sufrimientos”, o más serio todavía, “a mi me hubiera podido pasar igual que al copiloto, según la opinión de los que saben me medico,” está rondando por muchas cabezas de estas personas y les perjudica notablemente.

El accidente ha sido muy serio y la causa que parece lo ha provocado también. Ha afectado a muchas familias y a las personas más próximas del copiloto fallecido. Pues, por humanidad y respeto a los 150 difuntos, familiares y amigos, además del colectivo que padece algún trastorno mental, les pido por favor sean más cautos y no especulen tanto con una pequeña información que se filtra y no se sabe ni su certeza ni su procedencia.

Leía hace dos días en un blog de un sacerdote las siguientes frases: “Recemos por los fallecidos, acompañemos a las familias en su pena, informemos a la opinión pública, investiguemos las causas de la tragedia; pero no convirtamos el dolor y las lágrimas en espectáculo televisivo” y yo añadiría –ni en la prensa escrita-.


M. Carme Samaranch.



martes, 24 de marzo de 2015

¿Le gusta trasnochar? 4 cosas que la ciencia sabe de usted.

PSICOLOGÍA

Si a menudo busca excusas para no dormir, es probable que sea más inteligente que el resto, pero en los deportes se muestra irregular y tiende a las adicciones

JESÚS MÉNDEZ GONZÁLEZ | El País | 21/03/2015                                                                                                                       

Entre las muchas funciones del sol, se incluye la de emplearlo de reloj. Es más: se trata de nuestro cronógrafo principal. Hay una zona casi en el centro del cerebro, el hipotálamo, que recibe información de la retina para saber cuándo es de día y cuándo de noche, y a partir de ahí orquestar toda una serie de reacciones para mantenernos alerta o para decirnos cuándo es hora de descansar. Existen hasta pequeños relojes celulares que siguen ritmos parecidos: el hígado, por ejemplo, ajusta nuestro tiempo vital según el horario de nuestras comidas. Y, sin embargo, a pesar de tal minuciosidad de mecanismos, cada uno tenemos nuestro ritmo particular, nuestro patrón más o menos característico. Si le gusta madrugar y la noche le pesa como una losa, usted será lo que se ha dado en llamar alondra, un pájaro matutino. Si, por el contrario, comienza a volar cuando la tarde cae, sepa que es un búho, un animal más bien nocturno. Y esto es lo que dice la ciencia sobre esas personas que a las 12 de la noche se aferran a cualquier excusa para retrasar la hora de irse a la cama.
1. Es usted más inteligente pero también rinde menos. Varios estudios han encontrado una asociación entre la llamada personalidad vespertina y una mayor inteligencia. Una de esas investigaciones se realizó hace un par de años en España, y analizó acasi 1000 adolescentes de varios institutos de Madrid. Después de pasarles una encuesta para determinar su ritmo diurno particular, les hicieron una prueba que mide lo que se denomina el razonamiento inductivo, ejercicios con secuencias de letras que dan una medida de la inteligencia global. Cuantificar esta capacidad es todavía asunto de debate, pero lo cierto es que las altas puntuaciones obtenidas suelen relacionarse con un mayor rendimiento académico. En el ensayo, los adolescentes más vespertinos tendían a puntuar mejor en las pruebas. La diferencia era pequeña, eso sí (explicaba el 0,8% de la variación, así que los motivos para hinchar el pecho son relativos), pero iba acorde con lo que se había descrito con anterioridad.
“Es cierto que el efecto es reducido, pero tampoco se esperaban grandes cambios, y parece bastante consistente”, comenta Juan Francisco Díaz, profesor en la Universidad Complutense de Madrid y responsable del estudio. De tener razón, la causa por la que una persona nocturna presenta más inteligencia es aún desconocida, aunque se han propuesto, para su explicación, controvertidas teorías evolutivas. Algo si cabe más importante es el efecto sincronía, es decir, el hecho de que los resultados son mejores si las pruebas se realizan en el momento del día adecuado para cada cronotipo (por la mañana para los matutinos, por la tarde para los vespertinos). De hecho, a pesar de puntuar mejor en las pruebas de inteligencia, los búhos tienden a sacar peores notas que las alondras, posiblemente perjudicados por unos horarios rígidamente matutinos.
“Hay demasiada uniformidad en la educación”, comenta Díaz. “Estamos machacando a los cronotipos vespertinos extremos, que realmente sufren con estos horarios”. Díaz aboga por establecer opciones con diferentes jornadas para que los estudiantes puedan escoger. Y no solo eso: “Los llamados búhos tienden a ser más creativos, a estar más abiertos a nuevos retos y cambios. La educación actual, basada en la memorización, coarta estas actitudes, que por otra parte son las que más se demandan en la vida adulta, como el tan deseado espíritu emprendedor”.
2. Su capacidad de atención muestra mayor resistencia
Que los búhos se encuentran mejor que las alondras cuando se acerca la noche es un hecho, pero también parece serlo que soportan mejor el paso de las horas. Esto es lo que vieron en un trabajo publicado en la revista Science hace unos años: independientemente de la hora a la que se despertaran, en las pruebas de atención los vespertinos eran mejores que los matutinos 10 horas después de levantarse. Es decir, no tenía que ver solo con la hora del día, simplemente soportaban mejor el avance del reloj. De alguna manera era como si estuvieran entrenados a vencer la presión del sueño, algo con lo que deben lidiar casi cada día. Incluso identificaron las áreas cerebrales responsables. Por si quieren saber sus nombres: locus cerúleo y núcleo supraquiasmático. El primero produce noradrenalina; el segundo, curiosamente, es parte del hipotálamo y uno de los principales reguladores del ciclo sueño/vigilia.
3. Su capacidad deportiva es irregular a lo largo de la jornada
“Existe un consenso en afirmar que para deportes como natación o ciclismo, el pico de rendimiento de las personas matutinas se produce alrededor de las 3 de la tarde, mientras que el de las vespertinas tiene lugar hacia las 6”, afirma el profesor Díaz. Hay también quien dice que las mejores horas para el fútbol son entre las 4 y las 8 de la tarde. Pero las cosas se complican cuando se va al detalle. Por ejemplo, enexperimentos de fuerza hechos con búhos y alondras, estas parecían mantener un nivel de fuerza constante a lo largo de todo el día, pero aquellos iban aumentando su capacidad a medida que pasaban las horas. Sin embargo, cuando se intentaron trasladar estos resultados a un deporte algo más complejo como el remo, sucedía lo contrario: losbúhos rendían de forma constante y las alondras mejor por la mañana. Y ahí podrían entrar otros factores, nuevas interacciones, porque diferentes aspectos intervienen. Por ejemplo, y como afirma Díaz, “en tenistas se ha visto que la precisión es mejor por la mañana y la fuerza por la tarde”. Todo un cúmulo, en fin, de variables en movimiento.
4. Tiene mayor tendencia a las adicciones… y a la depresión
Sepa que si le van los horarios nocturnos tiene algo más de riesgo de que su vida se desordene. Por ejemplo, bastantes estudios han mostrado un mayor consumo de sustancias adictivas, tanto legales como ilegales, en las personas vespertinas. “Tienen mayor necesidad de activarse, por eso suelen abusar del café, el tabaco o el alcohol”, apunta Díaz. Y aunque hay estudios que lo niegan, en general parece que las personas vespertinas tienen más tendencia a la ansiedad y a la depresión. “No es del todo evidente a nivel clínico, pero sí tienden a puntuar más en las escalas de depresión”, comenta Díaz. Entre las causas que se barajan, variaciones en genes que controlan el reloj interno y que participan también del equilibrio emocional. O, igualmente, la presión generada por el jet lag social, la diferencia entre nuestro reloj interno y el reloj por el que se rige la sociedad, y cuya medida es tan simple como la comparación del patrón de sueño entre los días laborales y los del fin de semana.
Ahora, intenten encontrarse en este mundo de ritmos.

jueves, 19 de marzo de 2015

Fortalezas Personales, Cuestionario VIA

Publicado el 6/05/2013

El VIA Inventory of Strengttraducido al castellano como Cuestionario VIA de Fortalezas Personaleses un cuestionario de 240 ítems tipo líkert con 5 posibles respuestas cada uno, que mide el grado en que un individuo posee cada una de las 24 fortalezas y virtudes que han sido desarrolladas por el Values in Action Institute (VIA) bajo la dirección de Martin Seligman y Christopher Peterson.

Las 24 fortalezas personales que mide el VIA, que se agrupan en 6 categorías de virtudes, son las siguientes:

I. Sabiduría y conocimientoFortalezas cognitivas que implican la adquisición y el uso del conocimiento.
1. Creatividad [originalidad, ingenio]: Pensar en nuevos y productivos caminos y formas de hacer las cosas. Incluye la creación artística pero no se limita exclusivamente a ella.
2. Curiosidad [interés, amante de la novedad, abierto a nuevas experiencias]: Tener interés por lo que sucede en el mundo, encontrar temas fascinantes, explorar y descubrir nuevas cosas.
3. Apertura de mente [juicio, pensamiento crítico]: Pensar sobre las cosas y examinar todos sus significados y matices. No sacar conclusiones al azar, sino tras evaluar cada posibilidad. Estar dispuesto a cambiar las propias ideas en base a la evidencia.
4. Deseo de aprender [amor por el conocimiento]: Llegar a dominar nuevas materias y conocimientos, tendencia continua a adquirir nuevos aprendizajes.
5. Perspectiva [sabiduría]: Ser capaz de dar consejos sabios y adecuados a los demás, encontrando caminos no sólo para comprender el mundo sino para ayudar a comprenderlo a los demás.

II. CorajeFortalezas emocionales que implican la consecución de metas ante situaciones de dificultad, externa o interna.
 6. Valentía [valor]: No dejarse intimidar ante la amenaza, el cambio, la dificultad o el dolor. Ser capaz de defender una postura que uno cree correcta aunque exista una fuerte oposición por parte de los demás, actuar según las propias convicciones aunque eso suponga ser criticado. Incluye la fuerza física pero no se limita a eso.
7. Persistencia [perseverancia, laboriosidad]: Terminar lo que uno empieza. Persistir en una actividad aunque existan obstáculos. Obtener satisfacción por las tareas emprendidas y que consiguen finalizarse con éxito.
8. Integridad [autenticidad, honestidad]: Ir siempre con la verdad por delante, no ser pretencioso y asumir la responsabilidad de los propios sentimientos y acciones emprendidas.
9. Vitalidad [pasión, entusiasmo, vigor, energía]: Afrontar la vida con entusiasmo y energía. Hacer las cosas con convicción y dando todo de uno mismo. Vivir la vida como una apasionante aventura, sintiéndose vivo y activo.

III: HumanidadFortalezas interpersonales que implican cuidar y ofrecer amistad y cariño a los demás.
10. Amor [capacidad de amar y ser amado]: Tener importantes y valiosas relaciones con otras personas, en particular con aquellas en las que el afecto y el cuidado son mutuos. Sentirse cercano y apegado a otras personas.
11. Amabilidad [generosidad, apoyo, cuidado, compasión, amor altruista, bondad]: Hacer favores y buenas acciones para los demás, ayudar y cuidar a otras personas.
12. Inteligencia social [inteligencia emocional, inteligencia personal]: Ser consciente de las emociones y sentimientos tanto de uno mismo como de los demás, saber como comportarse en las diferentes situaciones sociales, saber que cosas son importante para otras personas, tener empatía.

IV. JusticiaFortalezas cívicas que conllevan una vida en comunidad saludable.
13. Ciudadanía [responsabilidad social, lealtad, trabajo en equipo]: Trabajar bien dentro de un equipo o grupo de personas, ser fiel al grupo y sentirse parte de él.
14. Justicia [equidad]: Tratar a todas las personas como iguales en consonancia con las nociones de equidad y justicia. No dejar que los sentimientos personales influyan en decisiones sobre los otros, dando a todo el mundo las mismas oportunidades. .
15. Liderazgo: Animar al grupo del que uno es miembro para hacer cosas, así como reforzar las relaciones entre las personas de dicho grupo. Organizar actividades grupales y llevarlas a buen término.

V. ModeraciónFortalezas que nos protegen contra los excesos.
16. Perdón y compasión [Capacidad de perdonar, misericordia]: Capacidad de perdonar a aquellas personas que han actuado mal, dándoles una segunda oportunidad, no siendo vengativo ni rencoroso.
17. Humildad/Modestia: Dejar que sean los demás los que hablen de uno mismo, no buscar ser el centro de atención y no creerse más especial que los demás.
18. Prudencia [discreción, cautela]: Ser cauteloso a la hora de tomar decisiones, no asumiendo riesgos innecesarios ni diciendo o haciendo nada de lo que después uno se pueda arrepentir.
19. Autoregulación [autocontrol]: Tener capacidad para regular los propios sentimientos y acciones. Tener disciplina y control sobre los impulsos y emociones.

VI. TrascendenciaFortalezas que forjan conexiones con la inmensidad del universo y proveen de significado la vida.
20. Aprecio de la belleza y la excelencia [asombro, admiración, fascinación]: Saber apreciar la belleza de las cosas, del día a día, o interesarse por aspectos de la vida como la naturaleza, el arte, la ciencia…
21. Gratitud: Ser consciente y agradecer las cosas buenas que a uno le pasan. Saber dar las gracias.
22. Esperanza [optimismo, visión de futuro, orientación al futuro]: Esperar lo mejor para el futuro y trabajar para conseguirlo. Creer que un buen futuro es algo que está en nuestras manos conseguir.
23. Sentido del humor [diversión]: Gusto por la risa y las bromas, hacer sonreír a otras personas, ver el lado positivo de la vida.
24. Espiritualidad [religiosidad, fe, propósito]: Pensar que existe un propósito o un significado universal en las cosas que ocurren en el mundo y en la propia existencia. Creer que existe algo superior que da forma a determina nuestra conducta y nos protege.

Tus cinco fortalezas características
Cada persona posee cinco fortalezas características. Cuando conocemos los resultados del test, la mayoría de ellas las sentimos como propias, pero es posible que una o dos no nos resulten demasiado reales o afines a nosotros. Esto puede deberse a que a veces no somos conscientes de que “valemos” para algo, pero suele ser normal que las personas a nuestro alrededor sí se den cuenta.

domingo, 15 de marzo de 2015

Cómo vencer el aburrimiento sin moverse del sofá

PSICOLOGÍA
Hay alternativas: soñar despierto, planear el día de mañana, conectar con uno mismo. No hacer nada fomenta su creatividad, el tedio solo la apaga

ABIGAIL CAMPOS DÍEZ | El País | 22/02/2015                 

El aburrimiento es algo tan cotidiano que pocas veces nos paramos a pensar sobre el mero hecho de aburrirse en sí mismo (porque, de entrada, ¿quizá nos suena aburrido?). Podemos experimentar el tedio en nuestro trabajo, en una sala de espera, en el metro de vuelta a casa, estudiando para un examen o acompañando a una amiga de compras. ¿Por qué sucede? ¿Es bueno o es malo?
Los científicos trabajan desde hace años para entender los efectos del aburrimiento en el cerebro. A la pregunta de si es positivo o negativo, el doctor José Antonio López Rodríguez, vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), se remite a los griegos para recordar la importancia del “nada en exceso”, y distingue la diferencia entre perder el tiempo y aburrirse. “De vez en cuando perder el tiempo es aconsejable, porque supone parar en la vorágine y en el tipo de vida que llevamos, en la que el tiempo es oro. Yo se lo aconsejo a mis pacientes”, cuenta.
¿Y para qué vale abandonarse un poco al no hacer nada? “Permite ser creativo, es una válvula de escape que nos facilita entrar en nuestro interior y dejar la mente libre. Nos anima a soñar despiertos para que fluya esa imaginación. Pero en Occidente lo que se hace es estar ocupados para no pensar y no conocernos a nosotros mismos. No estamos acostumbrados a profundizar en nuestro interior. Nuestra sociedad no ha tenido ese culto a saber estar tranquilos, relajados, reposados, para después volver a la actividad”, dice José Elías, psicólogo del centro Joselias, y miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de España (COP). “En el trabajo es bueno despistarse un poco cada hora y media aproximadamente, para después volver a la normalidad”, añade.
Sirva como ejemplo este reciente estudio de la revista Science, en el que la mayoría de los participantes eligió aplicarse descargas eléctricas suaves durante 15 minutos de calma en una habitación vacía, en lugar de estar simplemente sin hacer nada. "Demostraron, de forma consistente, que rechazan estar con sus propios pensamientos por, incluso, un breve período de tiempo", explicó Timothy Wilson, de la Universidad de Virginia. “Cuando miro lo que hacen los pacientes que esperan en la consulta, los encuentro siempre con el móvil. Permanecer parado es algo que no se hace”, señala, al respecto, el doctor López Rodríguez.
No es lo mismo
Toca distinguir, pues, entre no hacer nada y estar aburrido. Aclarado que pasarse dos horas mirando al techo puede ser altamente satisfactorio, combatamos el sopor que procede del hastío y de la falta de estímulo e ilusión. Se produce entonces un cuadro de apatía, cansancio, anhedonia (incapacidad para experimentar placer) o trastorno del sueño, que se puede confundir con la depresión o, paradójicamente, con el estrés.
Cuando el aburrimiento es crónico, están implicados dos circuitos cerebrales concretos. Los activadores, que son los que nos hacen movernos y conseguir objetivos: los que nos motivan. Y los inhibidores, que nos paran cuando hay un problema o peligro. “Para que el cerebro funcione bien tiene que darse un equilibrio entre ambos. Si vivimos muy activados, ese exceso lleva al estrés. Pero la superabundancia de inhibición, el no tener una motivación, produce un cuadro parecido. Necesitamos causas que nos apasionen”, explica el psiquiatra. Si es circunstancial, también las necesitamos. Y esto es lo que aconsejan los expertos a los aburridos empedernidos: “No se puede vivir sin motivación, es fundamental para el estímulo del cerebro, hay que buscar una. El ejercicio físico es un gran activador y tiene consecuencias muy importantes, también cerebrales. A mis pacientes les planteo un programa a cumplir y les digo que una larga caminata empieza por un primer paso, que es siempre el más difícil. Les pregunto cuándo fue la última vez que se lo pasaron bien, y qué estaban haciendo. Y luego les pido que añadan una motivación intelectual, porque el ser humano es un ser en busca de conocimiento”, indica López Rodríguez. “El problema es cuando alguien se aburre porque no ha aprendido a hacer nada con su tiempo libre. También hay personas más propensas a este sentimiento: las que carecen de creatividad o tienen un estado de ánimo bajo”, añade, por su parte, José Elías.
Así que, ya sabe, invierta las largas tardes de domingo en leer, soñar despierto o recuperar una afición perdida. Todo antes que aburrirse. Puede incluso rellenar este test, creado en 1986 por los científicos R. Farmer y N.D. Sundberg, sobre su escala de propensión al aburrimiento. Entre las primeras preguntas, una a bocajarro: "¿Siempre le parece que el tiempo pasa lento?".


Los pacientes con trastornos mentales plantan cara a su estigma

El colectivo Obertament lanza una campaña contra la discriminación de los afectados

JESSICA MOUZO QUINTÁNS / CAMILO S. BAQUERO Barcelona | El País | 23/02/2015                                                       

Agresivos, incapaces de trabajar o, simplemente, raros, son algunos de los adjetivos que acompañan al imaginario colectivo cuando se habla de personas que padecen un trastorno mental. Pese a las campañas de sensibilización de los últimos años para desarmar esos estigmas, los afectados y colectivos médicos avisan que los trastornos mentales siguen siendo un tabú. De hecho, los últimos datos de la Encuesta de Salud de Cataluña (ESCA) revelan que el 16% de los catalanes no estaría dispuesto a vivir con una persona con esa dolencia y el 31% no sabe si trabajaría con ellas.
Las personas con esta enfermedad afrontan una doble lucha: contra su enfermedad y contra los prejuicios, infundados pero arraigados, que los rodean. “Tener el control de su enfermedad es lo más importante y el estigma lo dificulta. Y se pueden tener dificultades para asumir la dolencia si un paciente se siente rechazado o ve prejuicios”, alerta el presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría de la Academia de Ciencias Médicas, el doctor Jordi Blanch. Para combatir el estigma, la plataforma Obertament —formada por actores del sector de la salud mental— ha lanzado una campaña contra la discriminación. Bajo el lema No hagas como si nada: da la cara, Obertament invita a encarar los prejuicios contra unas dolencias más comunes de lo que se cree. Salud estima que una cuarta parte de los catalanes de más de 18 años presentará un trastorno mental a lo largo de su vida.
Y es que las enfermedades mentales no son siempre visibles o discapacitantes, dice el vicepresidente de Obertament, Xavier Trabado. La mayoría de casos pueden ser problemas leves o de mediana gravedad. El mayor número de las consultas son por ansiedad o depresión, que a la larga y si no se tratan pueden derivar en trastornos más graves. “Ahora la gente consulta más”, apunta el también presidente de la Federación de Salud Mental de Cataluña. Sin embargo, las personas tardan entre cinco y siete años en pedir ayuda. El imaginario, añade Trabado, se ve aún lastrado por la idea del manicomio: “Un estudio revelaba que en el 85% de las películas de Disney aparece un personaje loco y malo”.
Un estudio revela que el 18% de la población cree que son peligrosos
Pese a que un informe de la Universidad Complutense señala que el 18% de la población considera que las personas con estas enfermedades son agresivas, expertos y afectados niegan la mayor. Ni violentos ni imprevisibles, ni mucho menos incapaces de trabajar o de asumir responsabilidades. Un ejemplo son dos jóvenes, Rosa del Hoyo e Isard Vila, que abanderan la campaña. “Para empezar, en los medios es mejor hablar de personas con un trastorno mental que de enfermos mentales", aconseja Isard, de equipo Alerta Estigma de Obertament. Aparte de sus clases de teatro y baile y de colaborar en Radio Nicosia —la primera radio española gestionada por personas con esta dolencia—, el joven, que padece esquizofrenia, revisa los mensajes que envían los medios y pueden resultar estigmatizantes.
Las cifras
-  Los datos de la Encuesta de Salud de Cataluña (ESCA) revela que el 16% de los catalanes no estaría dispuesto a vivir con una persona con trastornos mentales.
-     El 31% no sabe si trabajaría con ellas.
-  Un informe de la Universidad Complutense de Madrid arroja que el 18% de la población padecerá a lo largo de su vida un trastorno mental
.
“Es una campaña interesante. No está institucionalizada ni paternalizada y nos incluye”, señala Rosa. La joven, con síndrome de Asperger —trastorno severo del desarrollo donde se tienen dificultades para la comunicación e interacción social—, reconoce que hubo mucha “confusión” entre ella y los profesionales antes de ser diagnosticada y que sufrió acoso en el colegio por algunas compañeras que la veían “diferente”. “Cuando alguien se topa con alguien con este tipo de trastornos sufre un tumulto emocional. Muchos actos discriminatorios parten de un sentimiento de culpa. Se sienten superiores y como no quieren pensar en ello, se cierran y no quieren saber nada”, cuenta. En momentos de confusión y para “organizar las ideas”, Rosa empezó a escribir un diario a un “lector ideal” sensible a su caso. Ese diario se ha convertido en un libro (Mente, encuéntrame. Dos meses y medio en la vida de un autista). Lo que más le molesta es que la traten “como una niña pequeña”. “Y no lo soy. La etiqueta de persona con una enfermedad mental ni quita ni pone nada. Solo expresar la realidad”.
Rosa e Isard sienten el apoyo y el interés de las instituciones pero admiten que la manera de hacer las cosas “no pasa por regular algo que no se puede”, sino por hacer sentir su voz. “Tienen que escucharnos”, apunta Rosa. Cristina Molina, directora del Plan de Salud Mental y Adicciones de Salud, comparte esa visión: “Nos tenemos que poner a su disposición. La Administración no puede ser tan paternalista. Debemos ayudarlos y acompañarlos pero el liderazgo es suyo, que saben cómo se sienten y cómo lo viven”.
Las claves para combatir el estigma son, según Obertament, escuchar, hablar sin tabús y relacionarse con los afectados. Hacer público el problema y lograr que familiares, amigos y los afectados den la cara es un gran reto para el sector. “A diferencia de otras causas, es difícil dar con un famoso que de visibilidad a su enfermedad”, explica Trabado. Queda mucho camino por recorrer en el ámbito sanitario, en la inserción laboral, en apoyo escolar y en servicios sociales. “Estas campañas son necesarias pero se tiene que dar un cambio social y de paradigma, que no es de un día para otro”, avisa Molina. “A diferencia de otras reivindicaciones sanitarias, la sociedad no se ha organizado para pelear por sus derechos en salud mental”, zanja Trabado.



El potencial oculto de la mente

PSICOLOGÍA
El cerebro tiene muchas más posibilidades y energía de lo que creemos
¿Por qué en vez de dedicarnos a dormirlas, no ponemos empeño en potenciarlas?

JENNY MOIX QUERALTÓ | El País | 20/02/2015

Daniel habla con fluidez 11 lenguas: inglés, francés, finlandés, alemán, español, lituano, rumano, estonio, islandés, galés y esperanto. Pero lo más increíble no es la cantidad, sino la velocidad en aprender idiomas. Channel Five le retó a aprender islandés en una semana. Siete días después apareció en televisión conversando en esta lengua. En cambio, la rapidez de Stephen no se encuentra en el aprendizaje de lenguas, sino en la captación de todos los detalles de un paisaje. Puede dibujar uno con precisión fotográfica después de haberlo visto solo un instante. En una ocasión dibujó la totalidad del centro de Londres después de sobrevolar la ciudad en helicóptero. ¿Son los cerebros de Daniel Tammet y Stephen Wilshire máquinas engrasadas y perfectas? En realidad no: sus cerebros están defectuosos. La epilepsia y el síndrome de Asperger acompañaron a Daniel en su infancia. Y Stephen también es autista.
Quizá uno de los autistas más conocidos fue Kim Peek. El personaje que interpretó Dustin Hoffman en la película Rain Manestá inspirado en él. Nació con macrocefalia, un daño permanente del cerebelo, y con agenesia del cuerpo calloso (carecía de la principal conexión entre los dos hemisferios del cerebro). Peek recordaba el 98% de los 12.000 libros que había leído, leía dos páginas en ocho segundos. Usaba cada ojo para leer una página distinta como si se tratara de un superhéroe de un cómic. Era solo uno de sus “superpoderes”.
Daniel, Stephen y Kim son lo que se denomina savant –o antiguamente idiot savant–, ya que suelen poseer un coeficiente intelectual muy bajo y, paralelamente, unas habilidades sobresalientes. Pero ¿de dónde surgen las facultades extraordinarias de los savants?
Los estudios indican que los savants presentan alguna forma de disfunción en el hemisferio cerebral izquierdo, lo cual facilita la actividad del derecho. El izquierdo es el conceptual, el que filtra con la lógica, el lingüístico (el que nos habla constantemente), el que va hacia el pasado y hacia el futuro. En cambio, el derecho está en el ahora, es creativo. De alguna forma, el izquierdo-lógico está constantemente coartando o limitando las capacidades del derecho-creativo. Por lo que si el izquierdo deja de funcionar correctamente, el derecho se libera, y con él, el genio.
Jill Bolte es una neurocientífica que vivió con su hemisferio izquierdo desconectado a consecuencia de un derrame sanguíneo. Al sufrir el ataque, Jill sintió un terrible dolor detrás del ojo izquierdo, no podía hablar, coordinar, ni siquiera podía pensar con claridad. Vivió un auténtico martirio si nos limitamos a calificarlo “desde fuera”. Paradójicamente, su experiencia vista desde dentro, tal como ella la describe, fue maravillosamente extraordinaria. Sintió una paz no humana, ajena a cualquier asomo de sufrimiento. Al desconectarse su hemisferio izquierdo, el que habla, sintió el silencio. No había estrés, silencio, paz. Incluso se acalló esa voz que nos dice “este soy yo”. Al mirar su cuerpo, no veía los límites. “Miré mi brazo y me di cuenta de que no podía definir dónde empezaba y dónde terminaba. Solo sentía esa energía. Según sus palabras, se sentía enorme y expansiva, fuera de los límites de su cuerpo. Una auténtica experiencia mística vivida por una reputada científica del cerebro humano. Después de ocho años de recuperación, actualmente se dedica a impartir conferencias, escribir libros y realizar investigaciones sobre este tema, por lo que la revista Time la nombró una de las cien personas más influyentes del mundo en 2008.
El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender” (Plutarco)
Para aumentar nuestras capacidades, nuestro rendimiento, los humanos nos hemos dedicado a inventar herramientas tecnológicas. Es como si, poco a poco, el ordenador, el teléfono o el GPS constituyeran una extensión de nuestro cerebro. Si miramos al futuro, parece que cada vez seremos más dependientes de toda esta tecnología. Utilizaremos menos nuestras propias capacidades de orientación, cálculos matemáticos, memoria… Nuestro propio cerebro posee unas facultades inimaginables y, en lugar de despertarlas, nos estamos dedicando a dormirlas.
Mientras los humanos nos hemos centrado en diseñar radares cada vez más potentes, los delfines han evolucionado y en su cerebro han creado un escáner más potente que cualquiera de nuestras invenciones. Nos hemos concentrado en “tener” y hemos descuidado el “ser”. Hemos mirado hacia “fuera”, en lugar de hacia “dentro”, olvidando que nosotros también tenemos radar interno. Las investigaciones de Beatrice de Gelder, neurocientífica de la Universidad de Tilburg, muestran cómo personas con ceguera cortical son capaces de sortear objetos al andar, aunque no los vean, porque nuestras neuronas saben funcionar como un auténtico radar.
No imaginamos el enorme potencial de nuestro inconsciente. En la película Sin límites, el protagonista, gracias a la ingestión de una droga, logra realizar auténticos prodigios. La esencia de esa droga es que le permite acceder a toda la información guardada en su inconsciente. Podemos reconocer muchas cosas como vistas, leídas, vividas, oídas… que no podemos recordar. Están allí, pero nos resulta imposible acceder. Nuestro inconsciente es nuestro sabio interior. Sabe mucho más que nosotros. Si lográramos comunicarnos con él, nos pasaría como al protagonista de la película: nuestras capacidades se verían multiplicadas de forma asombrosa. Nos pasaría como a algunos savants: con leer un libro una vez, ya lo tendríamos allí accesible para siempre.
En nuestro cerebro dormitan capacidades insospechadas” (Allan W. Snyder)

Nos movemos en un océano de información. El cerebro capta a cada instante volúmenes ingentes de datos a través de todos sus sentidos. Esa información, para poder ser operativa y útil, debe ser ordenada y esquematizada. Y a eso se dedica nuestra lógica. Y esa misma lógica que nos ayuda, al mismo tiempo nos bloquea. Nos impide ir a los datos crudos del inconsciente, nos impide mezclarlos de forma irracional y ser más creativos. De alguna forma hemos de aprender a no apoyarnos tanto en nuestro hemisferio izquierdo-lógico. Acallar ese parloteo constante de este hemisferio lingüístico. Y como siempre, acabamos donde empezamos; esto es, en los consejos de los sabios más antiguos: es esencial aprender a silenciar la mente. ¿Vamos a permitir que nuestro sabio interior continúe dormido o vamos a despertarlo?.

jueves, 12 de marzo de 2015

¿Qué es el trastorno esquizoafectivo?

LA RAZÓN

Se desconoce la causa exacta de este trastorno, pero la genética y la química corporal juegan sin duda un papel importante. Como bien dice la wikipedia, se trata de una enfermedad mental caracterizada por episodios recurrentes de trastorno del ánimo y psicosis que puede incluir distorsiones en la percepción alternados con epísodios maníacos o depresivos.


Se cree que el trastorno esquizoafectivo es menos común que la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo, y las mujeres pueden experimentar la afección con más frecuencia que los hombres.

Históricamente, la mera aparición de la categoría de trastorno esquizoafectivo intentó dar más claridad diagnóstica a una patología que se encontraba a medio camino entre los trastornos afectivos y la esquizofrenia.  Con la definición de trastornos afectivos con síntomas psicóticos concordantes y no congruentes con el estado de ánimo, el terreno diagnóstico del trastorno esquizoafectivo quedó sin embargo más reducido y problemático.

Síntomas
A menudo, las personas que padecen este trastorno buscan tratamiento para problemas con el estado de ánimo, el desempeño diario o los pensamientos delirantes. La psicosis y los cambios en el estado de ánimo pueden aparecer juntos o de forma intermitente, si bien discrepan bastante de una persona o otra. Los síntomas psicóticos pueden persistir durante al menos dos semanas sin presencia de síntomas significativos con relación al estado de ánimo. El curso de este trastorno se caracteriza por ciclos de empeoramiento y mejoramiento.

Los síntomas del trastorno esquizoafectivo abarcan:
·        Estado de ánimo exaltado, elevado o deprimido
·        Irritabilidad y mal control del temperamento
·     Síntomas que se podrían observar durante un estado maníaco-depresivo (cambios en el apetito, energía, sueño)
·        Alucinaciones (particularmente auditivas, “escuchar voces”)
·      Delirios de referencia (por ejemplo, creer que alguien en la radio o en la televisión está hablando directamente a la persona afectada o que hay mensajes escondidos en los objetos comunes)
·       Paranoia (un sentimiento de que todo el mundo o una persona o agencia en particular persigue a la persona afectada)
·        Deterioro del interés por la higiene y el acicalamiento
·        Discurso ilógico y desorganizado

Como puede verse, no se distinguen mucho de los de la esquizofrenia, y va a ser la evolución del paciente la que determine uno u otro diagnóstico.

Diagnóstico
Una evaluación psiquiátrica debe identificar los síntomas valiéndose de la información recabada acerca del comportamiento y síntomas corrientes del paciente.
La combinación de síntomas afectivos y psicóticos observados en el trastorno esquizoafectivo pueden verse tambien en el trastorno bipolar, ya que la alteración extrema en el estado de ánimo es una parte importante de este trastorno.

Se debe considerar y descartar cualquier afección física, psiquiátrica o relacionada con medicamentos que cause síntomas psicóticos o del estado de ánimo antes de hacer el diagnóstico del trastorno esquizoafectivo, como la ingesta de esteroides, cocaína, anfetaminas y fenciclidina (PCP) que en exceso pueden presentar síntomas simultáneos de esquizofrenia y trastorno del estado de ánimo.
Tratamiento
El tratamiento para las personas con trastornos esquizoafectivos varía. Generalmente, se prescriben medicamentos para estabilizar el estado de ánimo y tratar la psicosis. Los medicamentos neurolépticos (antipsicóticos) se utilizan para el tratamiento de los síntomas psicóticos.

Se puede utilizar litio para manejar el trastorno maníaco y estabilizar el estado de ánimo. Los medicamentos anticonvulsivantes, como el ácido valproico y la carbamazepina, son estabilizadores efectivos del estado de ánimo. Estos medicamentos pueden demorar hasta 3 semanas para aliviar los síntomas.

Generalmente, la combinación de medicamentos antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo controla tanto los síntomas depresivos como los maníacos, pero es posible que en algunos casos sea necesario utilizar antidepresivos.
Complicaciones
Las complicaciones son similares a las de la esquizofrenia y trastornos mayores del estado de ánimo y abarcan:
·        Problemas para seguir el tratamiento médico y la terapia
·        Drogadicción en un intento por automedicarse
·      Problemas resultantes de comportamientos maníacos (por ejemplo, juergas, indiscreciones sexuales).
·        Comportamiento suicida debido a síntomas psicóticos o depresivos
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica o de un profesional de la salud mental si alguien está experimentando cualquiera de los siguientes síntomas:
·        Pensamientos o percepciones extrañas o inusuales
·        Incapacidad de atender las necesidades básicas personales
·        Brotes de depresión con sentimientos de desesperanza y abandono
·     Aumento de la energía y compromiso en comportamientos arriesgados súbitos y fuera de carácter (por ejemplo, días sin dormir y no sentir necesidad de hacerlo)
·        Síntomas que empeoran o no mejoran con el tratamiento
·        Sentimientos y pensamientos suicidas

Fuentes:
·       - Otras.