martes, 28 de febrero de 2017

El insomnio, nuevas soluciones para combatirlo.

·        MARIAN BENITO | El Mundo.es | yodona | 23/02/2017
Puede que, como dice la escritora mexicana Vivian Abenshushan, no haya nada más terrible que "no poder descansar de uno mismo", escuchar en esas noches de insomnio nuestros pensamientos más negativos viendo pasar ovejas con la misma parsimonia que las horas del reloj. ¿Y si en el lugar de estos animalillos pusiésemos nubes que planean sobre nuestra cabeza?.

La idea es del psicólogo Ad Kerkhof, profesor de la Universidad Vrije de Amsterdam y especialista en trastornos del sueño. Lo que él propone es que atendamos durante el día a esos demonios que nos visitan cada noche en forma de preocupaciones. Es decir, que les reservemos 15 minutos por la mañana y otros tantos por la tarde. Siempre fuera de la cama. Y, por la noche, cuando imaginemos esas nubes, Kerkhof aconseja que las alejemos llenando nuestra cabeza de recuerdos felices o pensamientos positivos, dándoles color, olor, sonido o palabras.

Pero la cuestión, sobre todo para quien sufre habitualmente noches insomnes, es saber por qué nos invaden las preocupaciones con tal intensidad. Pablo Muñoz Gacto, director de los centros Nascia, nos da una explicación: "Durante el día estamos activos y eso nos permite enmascarar los problemas y ser menos conscientes de los síntomas físicos y mentales del estrés y de la ansiedad que vamos acumulando. Se produce un círculo vicioso en el que la sensación de ser incapaces de dormir nos lleva a pensar recurrentemente en las preocupaciones. Además de generar un estado de activación y alerta, genera aún más estrés y ansiedad, más síntomas y más pensamientos negativos".

El asunto está ocupando muchas horas de investigación en todo el mundo. La última nos llega de la Universidad de Lausana, en Suiza. Allí, el neurocientífico Sandro Lecci y sus colegas han descubierto que el sueño alterna cada 25 segundos un tiempo de recuperación y otro de vigilia. Cerebro y corazón acompasan su ritmo y se preparan juntos para un despertar inesperado. A continuación, durante otros 25 segundos se sumen en un sueño reparador. Los investigadores dicen que, si el gato se subiese a la cama, solo nos despertaría en caso de que coincidiese con uno de esos lapsos de alerta.

Su conclusión es que durante el sueño nos recuperamos del cansancio y potenciamos la memoria, pero no dejamos de mantenernos atentos a cualquier alteración que pueda ser interpretada como una amenaza. El trabajo abre la vía a nuevos tratamientos terapéuticos para personas que sufren trastornos del sueño.
Siendo tan importante la función de dormir, Muñoz Gacto ha diseñado un programa de entrenamiento del cerebro que reduce o elimina, en primer lugar, los síntomas de ese estrés que acumulamos durante el día, y cambia los pensamientos de negativos a positivos. Sus herramientas son dos:

·        Biofeedback. Con esta técnica se entrena la respiración y la tensión muscular para controlar el mecanismo de nuestro cuerpo y modificar nuestra respuesta fisiológica a situaciones que consideramos estresantes. Una vez que desaparecen los síntomas más físicos y acuciantes, conseguimos que suba el autocontrol y disminuya la sensación de estrés y ansiedad.

·        Neurofeedback. Aquí entrenamos el patrón cerebral óptimo tanto para relajar como para descansar. Así, seremos capaces de aprender a situarnos en un estado concreto de manera consciente. Esta es una técnica no invasiva basada en la visualización en tiempo real de la actividad eléctrica cerebral mientras el paciente se somete a juegos, ejercicios o animaciones.

Además, no hay que olvidar las pautas más repetidas en consulta: dedicar un tiempo a la relajación antes de dormir, no consumir en las horas previas sustancias como caféalcohol, tabaco o exceso de azúcar. No dormir siesta si es innecesaria y sustituirla por una hora de ejercicio y deporte. Evitar la automedicación y seguir un ritual antes de acostarse.
    

El pescador de neuronas.

Enfermos mentales aprenden a debatir, a relacionarse y a crear su propio arte en una actividad en el Carmen Thyssen de Málaga.
ESPERANZA CODINA | Málaga | El País | 03/02/2016
Un corazón flota en mitad del lienzo sobre un mar calmado. Hay neuronas suspendidas por todo el órgano vital y en medio se ve a un hombre en una pequeña barca, empuñando una caña y dispuesto a capturar alguna de estas células. Es El pescador de neuronas, un cuadro pintado con pulcritud por Miguel Ángel Labrac. No es un artista reconocido ni aspira a serlo, pero le gusta adornar cerámicas y cada vez muestra más afición por las telas.

Miguel Ángel es alumno de Correspondencias, una iniciativa conjunta de la unidad de gestión clínica de Salud Mental del Hospital Regional de Málaga y el Museo Carmen Thyssen en la que han participado 10 personas con trastorno mental grave. Durante una docena de sesiones, la pinacoteca malagueña ha sido un espacio de reflexión y creatividad para estos pacientes, en situación estable. La iniciativa ayuda a la rehabilitación psicosocial de la enfermedad y el grupo vive una experiencia en un entorno normalizado, alejado del ambiente hospitalario.

El programa incluye dinámicas para trabajar conceptos como el yo, el cuerpo o el entorno, con análisis de varios cuadros, que se han convertido en una herramienta terapéutica. Como colofón, cada alumno ha creado su propia obra de arte. “En una convivencia en Torremolinos me preguntaron qué era lo que más deseaba. Pensé que estaría bien que pudieran recuperarse las neuronas dañadas, las que se van perdiendo”, cuenta Miguel Ángel sobre la fuente de inspiración de su pintura.

A su lado, Enrique Cuenca da los últimos retoques a las 12 uvas, hechas con globos y papel maché, que imaginó al ver el cuadro La Puerta del Sol (1902), de Enrique Martínez Cubells. Entusiasta de la novela Siddhartha, del Nobel alemán Hermann Hesse, además de su alegoría a la tradición española de Nochevieja ha creado un libro de cartulina nominado Siddharthe y yo, jugando con el contenido de la actividad.

José Antonio Cambril ha compuesto una obra “de amistad y cooperación”, un collage con fotos de sus compañeros. Mientras pinta el fondo de verde esperanza, confiesa su predilección por el lienzo La buenaventura, del cordobés Julio Romero de Torres. “A la mujer morena le han dedicado muchas canciones, forma parte de la cultura popular”, argumenta.

El jarrón de Rosario Muñoz es de color azul, parecido al tono de uñas que luce Esperanza Almagro. Aficionada a visitar museos, esta mujer de 50 años tuvo claro desde el principio que su obra giraría alrededor de Amenaza de naufragio(1894), de José Navarro Llorens, el cuadro que más le gusta del Carmen Thyssen y al que llama La tempestad por lo que representa. “Nadie se queda indiferente cuando lo ve”, afirma Esperanza, que ha deconstruido la imagen y ha intercalado versos con sus sensaciones.

Menos locuaz es Pablo Talabán, que se afana en terminar su obra dedicada “a la esperanza y al amor libre” en la última sesión del programa. Este martes se celebró la fiesta de despedida. Inmaculada García tenía listo su cofre. Lo llama La caja de mis tesoros y lo ha pintado de azul y naranja porque “significan verdad y entusiasmo”. En el interior aparece su “espacio íntimo”, su dormitorio, y en la tapa hay escritas cualidades como bondad, paciencia, compromiso o respeto.

Las educadoras del museo huyen del término arteterapia, precisan que se trata de una actividad educativa. “Su importancia está en que pueden devolver algo a la sociedad, eso es lo que más rehabilita. No están acostumbrados a dar nada”, explica Francisco Durán, enfermero especialista en Salud Mental e ideólogo del programa.

Lo que ofrece Francisco Daniel Reyes es un collage con fotos de Málaga. “Es la diosa y bella de la felicidad”, escribe bajo las imágenes, tomando prestada la letra de una canción de Cantores de Híspalis. Reme ha reproducido las manos de sus compañeros con cartulina y papel de charol, entrelazadas con hilo de lana. Ha tejido una red de amistad, ha sellado el grupo.

sábado, 25 de febrero de 2017

¿Se aborda correctamente la depresión en España?

AdametTV – 15/02/2016
El diario El Mundo ha realizado una radiografía de cómo se trata la depresión en nuestro país. La mayor parte de las personas que acuden a Atención Primaria con síntomas depresivos no llegan a ser atendidos por un especialista (psiquiatra o psicólogo) a no ser que sus síntomas no mejoren con medicamentos. El último trabajo que aporta evidencia científica sobre la eficacia de los distintos tratamientos para la depresión se publicó la pasada semanas en la revista Annals of Internal Medicine y se trata de una revisión de todos los estudios que se han publicado sobre el tema, comparando una estrategia terapéutica con otra. El informe, realizado por miembros del Colegio Americano de Médicos, señala que la terapia cognitivo conductual debería ser un tratamiento alternativo a los antidepresivos de segunda generación para tratar la depresión leve.
“La terapia cognitivo conductual es una aproximación razonable para el inicio del tratamiento y debería considerarse encarecidamente como una alternativa a los fármacos, y después de que el médico discuta con el paciente sobre los efectos secundarios, el coste, la accesibilidad y las preferencias de éste”, afirma el estudio. Pero en España dos de cada tres pacientes cuando tienen síntomas de depresión o de ansiedad van al médico de Atención Primaria y reciben antidepresivos exclusivamente porque no hay un tratamiento psicológico a nivel primario como asegura al diario El Mundo, Antonio Cano, catedrático en Psicología y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés. Salvo si ha pasado por urgencias o tiene ideas suicidas no se suele derivar a la persona al nivel secundario por lo que la mayoría no son diagnosticados por un especialista.
“Aunque se aumenten los psicólogos en la sanidad pública, la demanda aumenta a tal velocidad que veo difícil poder satisfacerla”, explica Jerónimo Saiz, jefe del Servicio de Psiquiatría, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, quien señala el valor de los resultados de esta revisión. “Los problemas de salud mental no están suficientemente reconocidos ni atendidos, eso es una realidad”, añade. Miguel Gutiérrez Fraile, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, explica que el estudio que publica Annals of Internal Medicine tiene algunos problemas que hay que detallar. “El primero es que no distingue la graduación en la gravedad del episodio depresivo. Hay pruebas que apuntan a que cada una de las alternativas terapéuticas tienen diferente eficacia en función de la gravedad del episodio depresivo. Por ejemplo, los antidepresivos parecen no ser más eficaces que el placebo en la depresión leve, pero las psicoterapias son ineficaces en los extremos más graves de la depresión. La misma guía propone a las psicoterapias como primera elección en el tratamiento de la depresión leve o moderada y sugiere la combinación de ambas estrategias (fármacos y psicoterapia) siempre que sea posible”, puntualiza.
Entre un 10 y un 60% de los pacientes no mejora con antidepresivos, tienen depresión resistente al tratamiento farmacológico. “Sabemos que el coste de tratar a los pacientes resistentes representa el 40% del coste total de la depresión. Desde hace 10 años, se están desarrollando unidades de depresión resistente, y la novedad es que hay técnicas de psicoterapia eficaces para estos pacientes: la terapia cognitiva conductual y las técnicas biológicas, como la estimulación magnética transcraneal repetitiva”, afirma Gabriel Rubio, jefe del Sección de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre, también en Madrid. La eficacia de los antidepresivos está en el 50% y la de la terapia cognitiva conductual es similar, quizás un poco mayor, pero con la diferencia de que no tiene efectos secundarios por lo que se le puede dar a embarazadas, no hay riesgo de caídas accidentales, accidentes de tráfico o laborales.

La necesidad de psicólogos es algo que denuncian desde Atención Primaria, Psiquiatría y Psicología. Un ejemplo que evidencia la carencia de estos especialistas es el número de plazas PIR (plazas ofertadas por el sistema sanitario para formación de especialistas) que se ofrece anualmente y que son menos de 100 frente a las 3.000 de las plazas MIR para médicos. “Las guías NICE, la referencia en Reino Unido sobre lo que dice la evidencia científica, recomiendan que para la depresión leve y moderada se comience por técnicas cognitivo conductuales y reservar los antidepresivos para los casos más graves. Ellos lo tratan así desde 2007 y ahora se están planteando duplicar todo lo que están haciendo, con más recursos. Porque aunque destinen más psicólogos y traten a más pacientes, ahorrarán más de lo que invierten porque evitarán bajas por depresión, accidentes de tráfico o laborales, caídas, etc.”, concluye Cano.

domingo, 19 de febrero de 2017

La esperanza


Mariana Alvez – 22/07/2015

La esperanza para la Psicología Positiva es más bajada a tierra y tiene que ver con los objetivos que nos proponemos en la vida, ya sean materiales o espirituales. El autor Charles Rick Snyder nos dice que la esperanza está compuesta por lo siguiente:

1)      Pensamientos orientados a la concreción de metas: Todas nuestras conductas están dirigidas por alguna meta, ya sea a corto o largo plazo. Tienen que ser metas tan importantes que ocupen su lugar en nuestra conciencia, en nuestro presente. Nos brindan orientación y nos acercan un paso más allá del simplemente desear algo, no es lo mismo pensar “quiero tener un auto” que pensar “voy a tener un auto”, dando despliegue posteriormente a ideas de cómo hacer para acercarme a esta meta. Para mejorar nuestras habilidades en cuanto a la elección de metas tenemos que tener sumamente en claro que eso es lo que queremos. Vamos a plantearnos metas para los distintos sectores de la vida, salud, amistad, familia, pareja e intentemos implementar un espacio para acercarnos a ellas en nuestra rutina.

2)     Para poder acercarnos a nuestras metas, tenemos que generar caminos hacia ellas. Es donde nuestra paciencia y creatividad entran en juego, ya que si el plan original falla tendremos que pensar en caminos alternativos, Confiemos en nuestras habilidades. Piensa en diferentes opciones y elige la que te parezca mejor, practica mentalmente qué es lo que vas a hacer para acercarte a tu objetivo. Piensa cuáles podrían ser caminos alternativos si el primer plan falla. Los objetivos grandes tienen que ser divididos en objetivos más pequeños. Piensa si necesitas desarrollar una nueva habilidad. Si es necesario no dudes en pedir ayuda.

3)     Pensamientos agentes: Tenemos que creer que podemos generar y mantener los caminos necesarios para lograr nuestra meta, confianza absoluta. Ten sentido del humor, si las cosas no resultan como quieres quítale el drama. Disfruta muchísimo del proceso de tener lo que deseas, porque a veces nos perdemos tanto en el final que nos olvidamos del aquí y ahora que también puede ser muy entretenido y satisfactorio.

 Dentro de los beneficios de la esperanza encontramos que ha sido asociada a un mejor rendimiento académico y atlético, una mentalidad bastante sana y a una fuerza especial para lidiar con problemas de salud. Son quienes recuerdan con más facilidad los buenos eventos, los halagos, tienen buena autoestima y se sienten desafiados ante las adversidades. Quienes la sienten pueden soportar el dolor mejor que los demás. Pueden sentir emociones positivas, calma, sentirse exitosos.

Ante situaciones de enfermedades, se ha demostrado que la gente que está convencida que va a salir adelante, libera una sustancia química que brinda un sensación de bienestar, es así como ante situaciones de dolor a menudo, pueden sentir el mismo disminuyendo. Lo que hace el cerebro cuando estamos en este estado de completo convencimiento, es segregar endorfinas y encefalina, la cual tiene los mismos efectos analgésicos que la morfina.

Ambas mejoran nuestras habilidades biológicas para resolver problemas y encontrar soluciones creativas. Tanto el optimismo como la esperanza contribuyen enormemente a que vivamos de manera más feliz.

La esperanza es una manera de abordar la vida mediante el SÍ y el “YO PUEDO” Ante ciertas situaciones van a existir factores que no podemos controlar, pero siempre existe algo sobre lo que sí tenemos poder, nuestras ideas, nuestras alternativas y nuestra actitud con respecto a lo que nos sucede. Ante una situación compleja ¿qué es lo que yo puedo hacer? ¿Hacia dónde queremos ir? La claridad y la perseverancia provienen de la esperanza que hacemos nacer en nosotros.


La esperanza siempre ha sido reconocida como un componente importante del crecimiento psicológico, la matriz del cambio.

viernes, 17 de febrero de 2017

Salud mental y empleo: primero las personas.

Las personas con trastorno mental son las invisibles en el mercado laboral. Su nivel de paro duplica el del resto

GEMMA TARAFA / SARA BERBEL | El País | 06/02/2017

Las siglas VICA son el acrónimo de las características que, según personas expertas, conforman nuestra época: volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Un mundo cambiante, difícil de predecir, confuso y caótico, con múltiples significados. No es, sin duda, el contexto más fácil para desarrollarse en confianza y seguridad, dos condiciones que los seres humanos necesitamos para mantener una buena salud mental.
Si a esta situación sumamos la desigualdad estructural, el enorme abismo que se ha abierto entre personas con capacidad adquisitiva y otras inmersas en la pobreza, sin empleo o con ocupaciones precarias, no resulta extraño que los índices de trastornos mentales alcancen hasta un 15% en nuestro país.

Nuestra ciudad, Barcelona, no es una excepción. Sabemos que en los barrios más deprimidos los problemas de salud mental se multiplican, y que los jóvenes que viven en barrios periféricos tienen peor salud mental que los habitantes del centro. También las mujeres, especialmente castigadas por la crisis, peores sueldos y mayor nivel de paro, se resienten psicológicamente de esta situación de desigualdad. Según los últimos estudios, son las más estresadas de Europa y las quintas del mundo, de modo que toman un 6,2% de antidepresivos más que los hombres.

Las personas con trastornos mentales son las grandes invisibles en el mercado laboral. Su índice de inactividad no es comparable al de ningún otro colectivo en edad de trabajar. Su nivel de paro duplica el de la población general y, en consecuencia, se ven privadas de los beneficios que aporta el trabajo remunerado: autonomía y reconocimiento social. Por todo ello el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido poner en el centro las capacidades y aportaciones de estas personas a nuestra sociedad. Se trata de una cuestión de derechos fundamentales, pero también de una diferente configuración del nuevo modelo socioeconómico que estamos diseñando, un modelo en que las personas y sus talentos están en el centro. Hay estudios que cifran en un 5% la pérdida del PIB si no se les ofrece un trabajo de acuerdo con sus capacidades. Nuestra sociedad no se puede permitir ignorar el talento ni la riqueza personal y profesional que aportan. Siglos de prejuicios y miedos irracionales han instalado una barrera entre ellas y el mercado laboral que queremos contribuir a derribar.

Las personas con un trastorno mental no son, en general, consideradas como parte de la esfera pública. No suelen participar en la elección de los principios básicos de la sociedad y con frecuencia se ven excluidas de las elecciones políticas. En el ámbito laboral, la percepción social considera que difícilmente pueden promocionarse en un trabajo, apenas pueden acceder a cargos de decisión y se cree que contribuyen a generar tensiones o conflictos en el clima laboral. Se trata de una serie de prejuicios no contrastados que son producto del temor o el desconocimiento y que configuran un estigma muy difícil de eliminar. Acabar con el estigma es tan o más imprescindible que subsanar las discriminaciones económicas objetivas ya que no será posible una igualdad real mientras se mantengan en el imaginario colectivo unas percepciones tan negativas y alejadas de la realidad.

Por todos estos motivos desde el Comisionado de Salud se ha diseñado, por primera vez en la historia de nuestra ciudad, el Plan de Salud Mental de Barcelona 2016-2022, que tiene la misión de promover, prevenir y mejorar la salud mental de la ciudadanía, con un presupuesto de 51,2 millones de euros.

En el mismo sentido, a los servicios que ofrece el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad se suma la Agencia de desarrollo económico y local del Ayuntamiento, Barcelona Activa, incorporando a su modelo de inserción laboral a las personas con trastorno mental. Queremos que cada persona que se encuentre en situación de desempleo sepa dónde dirigirse, dónde ser atendida, asesorada, formada (si fuera necesario) y acompañada para acceder a un lugar de trabajo y adaptarse adecuadamente.

Somos conscientes de que la cohesión, la igualdad y la justicia social son la base necesaria para la construcción de una sociedad sana. Nuestra cultura no sería la misma sin las valiosas aportaciones de personas como Silvia Plath, José Agustín Goytisolo, Virginia Woolf o Van Gogh, como tantas otras personas no conocidas afectadas por trastornos mentales. La igualdad de oportunidades entre todas las personas que permita el acceso al trabajo, la autonomía y el desarrollo personal será la clave que logrará disminuir el malestar —físico y psicológico— y avanzar en la salud social.


Gemma Tarafa, Comisionada de Salud y Sara Berbel, directora general de Barcelona Activa


miércoles, 15 de febrero de 2017

Decálogo para construir una buena autoestima.

PSICOLOGÍA | Recomendaciones
·        La base para solucionar los problemas está en mejorar la autoestima
·        En cualquier momento y a cualquier edad podemos cambiar y mejorarla

BEATRIZ G. PORTALATÍN | Madrid | El Mundo | 07/08/2015

La base para solucionar cualquier problema es, en la mayoría de los casos, mejorar la autoestima. Dependiendo del problema habrá otras cosas que potenciar o trabajar, pero este elemento será el cimiento principal en el que se construyan todas las posibles soluciones. Tener una buena autoestima nos hace más seguros, más capaces y más libres y la experiencia así lo ratifica: cuando mejor nos sentimos con nosotros mismos es cuando obtenemos mejores resultados, cuando nos atrevemos a ponernos metas más altas y a luchar por aquello que realmente queremos. Partimos de cómo como nos sentimos y eso es lo que trasmitimos.

La psicóloga Silvia Congost, autora del libro Autoestima autonómica(Zenith), lo explica de este modo: "Los seres humanos tenemos unradar que siempre busca confirmar lo que pensamos. Si nos sentimos mal, los buenos momentos del día pasarán desapercibidos y nos centraremos sólo en lo malo para confirmar así lo que estamos pensando y cómo nos estamos sintiendo". Por eso, es fundamental tener un buen autoconcepto y una buena imagen de nosotros, o lo que es lo mismo, tener una buena autoestima. Este concepto además repercute claramente en nuestra salud mental, pero también en la física.

"La autoestima es la base de nuestra existencia", afirma Olga Castanyer, psicóloga especializada en asertividad y autoestima y autora de libros como Sin ti no soy nada o Enséñale a decir no. Todo el mundo tiene un mínimo de autoestima, de lo contrario, no seríamos capaces de defendernos, ni de protegernos ni siquiera de sobrevivir.

Cuando una persona tiene una buena autoestima, confía en sí misma y tiene seguridad, lo que le permite dar pasos hacia adelante para conseguir sus metas y desarrollar sus capacidades. Por el contrario, cuando una persona tiene una baja autoestima se limitará simplemente a protegerse. Pero no construirá, no crecerá. Estará permanentemente tensa, y tendrá sin duda un gran desgaste emocional. Por tanto, "la autoestima es a la salud mental lo que la respiración es a la salud física", afirman por su parte Cecilia Martín Sánchez y Marina García Fuentes, directoras del Instituto de Psicología y Desarrollo Personal PSICODE.
La interpretación de las cosas
En cualquier situación de nuestra vida, donde las cosas no salen como esperamos, nuestra autoestima puede verse afectada. Si no conseguimos el trabajo que esperábamos, si tenemos un conflicto con un amigo o si tenemos una ruptura de pareja. Sin embargo, en cualquiera de estos casos, la autoestima de la persona quedará más o menos dañada en función de cómo interprete ese hecho concreto, si lo interpreta como un fracaso personal o por el contrario como algo circunstancial, por razones externas a su persona. "Si la persona lo interpreta como un fracaso y además se atribuye ese fracaso a sí mismo, su autoestima quedará muy mermada. Más aún si, los errores que cree haber tenido los achaca a características personales y estables de su persona, como por ejemplo, su personalidad o atractivo físico", explican García y Martín.
Es decir, si en una ruptura sentimental , crees que tu pareja te ha dejado por ser como eres y no por otras razones externas, la autoestima en estos casos queda mucho más dañada que si entiendes que tu pareja te ha dejado por otros motivos ajenos a tus características de personalidad.

Sin duda, una ruptura sentimental es uno de los momentos donde la autoestima pueda quedar más dañada. Todo ser humano, explica Castanyer, quiere que le quieran y está programado para esforzarse con tal de conseguirlo. Y lógicamente, es en la pareja donde esta necesidad más se pone de manifiesto. Por eso, cuando hay una ruptura sentimental dependemos exclusivamente de nosotros mismos para sentirnos válidos: la pareja ya no nos proporciona esa sensación y toda nuestra autoestima se tambalea. En estos casos, lo importante es tener en cuenta tres claves fundamentales. Tal como enumera Castanyer, primero, saber que no tenemos que depender de nadie para sentirnos válidos y dignos de ser queridos. Segundo, tener claro que nadie nos va a cubrir esa necesidad de forma plenamente satisfactoria más que nosotros mismos. Y tercero, ser conscientes de que tener una pareja es gratificante y cubre muchas demandas afectivas, pero cada uno de nosotros es único por sí mismo, con independencia de que en ese momento de su vida una pareja le quiera o no.

Ante una ruptura, también es fundamental interpretarla de forma adecuada: sin considerarlo un fracaso ni culparse por ello. "Hay muchos factores externos que pueden haber influido y que no dependen directamente de nosotros", insisten García y Martín.
Construyendo desde niños
La autoestima al igual que todo en la vida, empieza a edificarse desde niños. Después, en base a nuestras experiencias y vivencias esa autoestima se tambaleará en multitud de ocasiones. Pero siempre podrá restablecerse. Lo importante es tener a mano las herramientas necesarias.
A nivel de autoestima, explica Congost, todos tenemos un 30% que es genética y un 70% que se construye, sobre todo de manera inicial, cuando somos pequeños, con la educación de los padres. Una vez que soy adulto, mi autoestima es la que es, pero en cualquier momento podemos mejorarla. "A cualquier edad y circunstancia, siempre podemos cambiar nuestro autoconcepto, nuestra confianza, nuestra seguridad y acceder a ser independientes y felices, porque estamos hechos para ello", insiste Castanyer.
Pero la clave de todo está en la base, en el aprendizaje que hayamos adquirido desde niños. "Hay que educar a través del reconocimiento y del afecto, evitar la sobreprotección y sobre todo, educar desde el error", señala Congost. Hay que reconocer al niño sus logros, por pequeños que sean e insistirle en que puede mejorar, pero nunca echar por tierra lo poco o mucho que haya conseguido. Es esencial mostrar efecto a los niños, hay padres que nunca han dado abrazos y besos a sus hijos y ese cariño es clave para crecer mejor y más felices, sobre todo, más seguros.
Del mismo modo, es fundamental evitar la sobreprotección, hay que dejar que los niños vayan poco a poco siendo autónomos y por último, no ver el error como un fracaso, sino todo lo contrario. "Hay que permitir a los hijos que se equivoquen porque ahí está el verdadero aprendizaje", concluye Congost.
10 claves para mejorar nuestra autoestima
1.      Aprender a valorar las cualidades personales que todos tenemos
2.     Disminuir el perfeccionismo y aceptar que todos cometemos errores
3.     Hacer aquello que siempre hemos querido hacer y no nos hemos atrevido
4.     Actuar con independencia, atreverse
5.     Afrontar nuevos retos, arriesgarse
6.     Recordar los éxitos que hemos conseguido en la vida
7.     Identificar las 'voces críticas' que todos tenemos en algún momento y aprender a cambiarlas por otras más positivas
8.     Aprender a cuidarnos y a tener en cuenta los deseos y necesidades
9.     Dejar de hacer listados de 'tareas pendientes'
10.  Hacer la vida fácil: dejar de hacer aquellas pequeñas cosas que bajan el ánimo y no son necesarias y gastar esos esfuerzos en aquellas que sí hacen sentir mejor

lunes, 13 de febrero de 2017

Psicología Clínica en Atención Primaria de Salud: ¿Por qué, para qué y cómo?


Juan Carlos Duro | Infocop-online | 09/01/2017
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A pesar de que la reivindicación de la incorporación de profesionales de Psicología en la Atención Primaria de Salud (APS) viene de lejos (Duro, 2001, 2015), es en los últimos años cuando ha adquirido una enorme actualidad, tal y como se refleja en las actividades generadas por el Consejo General de la Psicología en España y algunos Colegios Autonómicos (Madrid, Valencia, Cataluña, etc.), en experiencias llevadas a cabo en la Red de Salud Mental de algunas Comunidades Autónomas (Cataluña, Murcia, Valencia, Andalucía, etc.), en lo recogido en la última Estrategia Nacional de Salud Mental del Ministerio de Sanidad (sin aprobar por el Consejo Interterritorial), en estudios internacionales y nacionales (PsicAP) y, especialmente, en las Proposiciones No de Ley aprobadas en distintos Parlamentos Autonómicos (Madrid, Comunitat Valenciana, etc.) y también presentada en el Congreso de los Diputados por el Grupo Parlamentario Socialista.

La incorporación de profesionales Especialistas en Psicología clínica (PEPC) en la APS, y no de los Psicólogos Generales Sanitarios (PGS), vendría dada por la necesidad del cumplimiento de la legalidad vigente respecto al ámbito para el ejercicio de la profesión.

Así, en la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública se recoge que “los psicólogos que desarrollen su actividad en centros, establecimientos y Servicios del Sistema Nacional de Salud, o concertados con él, para hacer efectivas las prestaciones sanitarias derivadas de la cartera de servicios comunes del mismo que correspondan a dichos profesionales, tanto en el ámbito de la atención primaria como en el de la especializada, deberán estar en posesión del título oficial de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica", a pesar de que en la actual regulación no encontremos competencias y actividades claramente diferenciadas en uno y otro, según pone de manifiesto la Sentencia del 7 de octubre de 2016 de la Audiencia Nacional sobre el Recurso contencioso administrativo interpuesto por ANPIR contra la Orden ECD/1070/2013, de 12 de junio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales de Máster en Psicología General Sanitaria.

Por otro lado, la congruencia con las cualificaciones de los otros profesionales del sistema sanitario, en la que todos los profesionales de Medicina tienen la categoría de facultativos especialistas, ya trabajen en Atención Primaria, en Atención Especializada o en Salud Pública, requerido por la Unión Europea, nos 'exige' que nosotros también apostemos por ese nivel de especialización que tan arduamente hemos conseguido. Es evidente que si el profesional de Psicología que se incorporase a Atención Primaria no tuviera la Especialidad, estaría en desigualdad de estatus y condiciones laborales que el resto de los facultativos médicos, con lo que estaríamos haciendo un flaco favor al desarrollo de la profesión.

La incorporación de los profesionales de la Psicología clínica en la Atención Primaria de Salud, la vemos como una oportunidad para ‘dar una vuelta de tuerca’ al papel de los profesionales de Atención Primaria y su relación con la atención especializada en salud mental, “un nuevo modo de pensar de las instituciones, de los profesionales y de los pacientes” (Pérez Álvarez y Fernández Hermida, 2008, pág. 262) y debería enmarcarse en el proceso de mejora de la Atención Primaria, de ‘recuperación’ de su vocación de salud comunitaria/salud pública y de potenciación del trabajo en equipo interdisciplinar.

El profesional de la Psicología Clínica en los equipos de Atención Primaria ha de desempeñar, en términos generales, un rol activo favorecedor del cambio en tareas preventivas, asistenciales y de promoción y educación para la salud con intervenciones individuales, grupales, institucionales y social/comunitarias tanto hacia los usuarios como hacia los profesionales, trabajando por la despatologización de los problemas psicológicos (Lópea, Ernesto y Costa, Miguel, 2013)

La pluralidad de la ciencia psicológica permite que diferentes modelos teóricos puedan servir de fundamento a estos tipos de intervenciones, y ninguno de ellos patrimonialice el campo de trabajo profesional en Atención Primaria. Consideramos que no es momento de exclusiones, sino de confluencia de sinergias para demostrar, en la práctica profesional, la validez de la incorporación de la Psicología Clínica en Atención Primaria con la riqueza de perspectivas y posibilidades técnicas que actualmente tiene, como señala Pérez Álvarez (2003).

La autocrítica y el aprendizaje permanente han de ser compañeros de viaje de este profesional en su devenir por la Atención Primaria.
Todos los profesionales y académicos estaríamos de acuerdo en potenciar la relación de la Psicología clínica en la Atención Primaria, pero no todos plantean dicha relación de la misma manera.

En un reciente estudio (Duro, 2013) hemos encontrado discrepancias entre los profesionales de la Sanidad pública madrileña sobre el lugar de la Psicología en su relación con Atención Primaria, presentándose tres posiciones discursivas:
  1. El psicólogo clínico como parte del Equipo de Salud Mental del Centro de Salud Mental
  2. El psicólogo clínico incluido en los Equipos de Atención Primaria
  3. El (futuro) psicólogo general sanitario incluido en los Equipos de Atención Primaria
En todos los casos podríamos estar hablando del modelo denominado de Atención Integrada o del Modelo de Atención Escalonada o por Niveles recomendado por el NICE inglés. Esta “Atención Integrada” o Escalonada se puede prestar de varias maneras, según el Modelo de Derivación, el Modelo de Enlace o el Modelo de Reemplazo.

Para nosotros, según la experiencia en nuestro contexto, el modelo de derivación no funciona, el modelo de enlace parece funcionar algo mejor y el modelo de reemplazo, por el que apostamos, merece ser explorado.

Por otro lado, parece evidente que este planteamiento no supone, en ningún caso, reducir el número de las/os psicólogas/os clínicas/os en los distintos Servicios de Salud Mental (Centros comunitarios, Hospitales de día, Centros de Rehabilitación, Servicios hospitalarios, etc.), ya de por sí bastante insuficientes (Duro, 2016). Se trataría de, manteniendo la estructura actual de la Red de Salud Mental, y mejorándola en la medida de lo posible con nuevas contrataciones y aumentando el número de plazas PIR, incorporar NUEVOS psicólogos clínicos en los Centros de Salud/Equipos de Atención Primaria, obviamente, en estrecha colaboración con los equipos de salud mental comunitaria y con los Centros de Salud Pública.

El artículo completo puede encontrarse a través del siguiente enlace: