jueves, 27 de febrero de 2020

"El trastorno bipolar aporta una ventaja evolutiva a la especie".

RAQUEL QUELART |   Barcelona   |   La Vanguardia   |   22/11/2018

Entrevista: Dr. EDUARDO VIETA PASCUAL  
Con el objetivo de acabar con ciertos mitos que existen en la sociedad sobre el trastorno bipolar, el hospital Clínic de Barcelona exhibe hasta el 30 de noviembre #BipolarNoesBroma. Una iniciativa, impulsada también por la compañía Lundbeck, para dar a conocer la enfermedad –que se estima que padece más de un millón de personas en España-, su sintomatología y la dificultad de diagnóstico.

Además, la muestra quiere contribuir a sensibilizar sobre la importancia que tiene un diagnóstico temprano en aras de mejorar la calidad de vida del paciente. De este modo la campaña pretende poner fin a los estigmas que tiene una enfermedad, cuyo conocimiento ha llegado al gran público a través de películas como El lado bueno de las cosasMr. Jones (1993), Michael Clayton (2007) y algunas series, como Homeland.
“Hay muchos bipolares en el cine”, comenta a La Vanguardia el Dr. Eduard Vieta Pascual (Barcelona, 1963), que participa en la iniciativa #BipolarNoesBroma. El psiquiatra es uno de los especialistas de esta patología más citados a nivel mundial. Además de haber publicado más de 600 artículos, es actualmente jefe de Psiquiatría y Psicología del Clínic y director del grupo de Trastorno bipolar del Área de Neurociencias del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
Pregunta.- ¿Por qué decidió tratar e investigar esta enfermedad?   |   Respuesta.- Al principio de mi carrera, me interesé por la conducta humana en general, pero los pacientes con trastorno bipolar me parecieron fascinantes porque muchos de ellos tienen vidas espectaculares; el trastorno bipolar es una enfermedad que te lleva a los extremos tanto de la miseria, la depresión y de pensar en el suicidio como de la euforia que te hace ser hiperactivo y a hacer cosas que una persona más cuerda no intentaría.
P.- Y, en cierto modo, esto puede ser positivo.   |   R.- Muchas figuras con trastorno bipolar, como artistas, poetas, escritores, músicos y pintores, han conseguido grandes cosas, porque el trastorno bipolar, si se une al talento, te lleva a un estilo de vida muy extremo. Y, seguramente, este es el sentido que tiene que genéticamente esta enfermedad haya existido desde que somos humanos, ya que de alguna forma aporta una ventaja evolutiva a la especie. Quizás no para ciertos individuos que padecen una forma discapacitante de la enfermedad, pero tener algunos genes bipolares seguramente es algo bueno.
P.- Explíquese.   |   R.- De alguna manera, [estos genes] aportan algo de lideraje, riesgo, iniciativa, necesidad de búsqueda de cosas nuevas. Si uno es una persona con cambios de estado de ánimo, pero no exagerados, seguramente la enfermedad te hace más empático y sensible hacia muchas cosas; en cambio, cuando esto se lleva al extremo, conlleva desadaptación social.
P.- Y la cruz de la patología…   |   R.- Quien la padece acaba sin querer hacer sufrir a la familia y a los que le rodean, aunque muchas veces, especialmente en los casos más graves, le cuesta ser consciente de que está enfermo y acaba haciendo cosas erróneas. La enfermedad le lleva a hacer elecciones que no habría escogido, tanto en la fase depresiva como en la fase maníaca, en la que el paciente llega a desarrollar conductas inapropiadas, como regalar dinero o desnudarse en público.
P.- ¿Qué complicaciones tiene su diagnóstico?   |   R.- Lo que lo dificulta son los cambios de humor tan frecuentes que experimentan los pacientes y el hecho de que haya momentos en los que estén bien. Y, además, la enfermedad se confunde con otras patologías, como la depresión más común –que llamamos unipolar- y con la adicción a sustancias estupefacientes, ya que hay pacientes que cuando están acelerados o deprimidos, toman drogas o alcohol.
P.- ¿A qué edad se diagnostica?   |   R.- En nuestro país, el retraso respecto al inicio de la enfermedad es de 7 años, mientras que en Estados Unidos es de diez años. La patología acostumbra a empezar durante la adolescencia, pero la mayoría de la gente es diagnosticada entre los 20 y 30 años.
P.- ¿Qué estigmas existen aún en la sociedad acerca de la patología?   |   R.- El ser bipolar va asociado en el lenguaje popular a alguien no fiable, inestable, imprevisible, impulsivo o extraño. Y no es verdad. La mayoría de personas que padecen un trastorno bipolar no tienen una personalidad concreta. Si en algún momento se comportan de manera impulsiva, es cuando están mal. Y en la otra cara de la enfermedad, la depresiva, es justamente lo contrario: se culpan a sí mismos de lo que no sale bien, necesitan mucha ayuda, pero en cambio se la negamos y los estigmatizamos.
P.- Es decir, el trastorno no define a la persona.   |   R.- Tener un trastorno bipolar es tener una enfermedad que requiere adoptar ciertas medidas y cuidados: medicación, psicoterapia y un cierto estilo de vida. El resultado es que mucha gente con esta patología consigue hacer una vida normal. De hecho, conocidos políticos, futbolistas, escritores que padecen el trastorno no lo divulgan por miedo a ser estigmatizados.
P.- ¿Cómo se diagnostica la enfermedad?   |   R.- El especialista realiza al paciente una entrevista psiquiátrica completa y se confirman los criterios que definen la enfermedad. Cuando la persona está mal, en el cerebro se producen una serie de cambios que podemos verificar con pruebas complementarias -a través de la imagen y de estudios genéticos- que solo nos dan un diagnóstico probabilístico. El trastorno bipolar no es como una neumonía que se ve en una radiografía.
P.- Por lo tanto…   |   R.- Lo más específico que al final podemos ver para diagnosticarla son los cambios del comportamiento asociados a la enfermedad, es decir, lo que te explica el paciente y personas que convivan con él: es muy importante tener información de varias fuentes porque muchos pacientes no son conscientes de lo que les está ocurriendo, no te lo explican todo tal como es.
P.- Un ejemplo de lo que puede sentir una persona con este trastorno.   |   R.- Desde fuera podemos observar, en la fase depresiva, a una persona que ha cambiado el carácter: se ha vuelto más introvertida, le van peor los estudios, está más ensimismada. Cuando le entrevistas, te explica que la vida no vale la pena y que sus compañeros le han dejado de lado. Podría tratarse de una depresión normal, pero posteriormente acabamos viendo síntomas del polo opuesto: que la persona está más activa y habladora de lo habitual, se despierta pronto o se acuesta tarde chateando hasta las tantas y conociendo gente nueva, una cosa exagerada.
P.- ¿Qué causa el trastorno bipolar?   |   R.- Existe una predisposición genética a sufrir la enfermedad. Muchos de los pacientes tienen antecedentes familiares de la patología, a veces no etiquetados porque antiguamente no se diagnosticaba como ahora (…) Esta predisposición genética se traduce en que estas personas, sobre todo en momentos de cambio importantes como la adolescencia o cuando se tiene un hijo, se desestabilizan por el estrés.
P.- Explíquese.   |   R.- Hay una serie de sustancias que todos producimos para corregir una situación de estrés que estos pacientes no pueden regular bien. Una de ellas es la dopamina –que la cocaína, y, en menor medida, la cafeína estimulan-. Si tu cerebro fabrica más de la cuenta, la persona se muestra nerviosa e inquieta, como acelerada; en cambio, si te falta, estás como si te faltasen pilas, no te hace ilusión nada, te arrastras, incluso hay gente que no puede levantarse de la cama. Estos cambios en esta sustancia es lo que modifica el comportamiento de la gente.
P.- ¿En qué consiste la última investigación en la que su equipo ha participado?   |   R.- El trabajo identifica factores que podrían ayudar en el diagnóstico del trastorno bipolar, combinando datos de neuroimagen y una técnica llamada machine learning –aprendizaje automático-, en el que el ordenador comparó las imágenes cerebrales de 3.000 pacientes [853 con la enfermedad y 2.167 sanos] procedentes de una red de centros de investigación de todo el mundo. Es un avance importante porque nunca antes se había llegado a un 76% de fiabilidad, lo cual no es suficiente porque para que se utilice una prueba de este tipo, tiene que tener una especificidad superior al 90%. Pero cada vez afinamos más las técnicas para conseguir que con una prueba complementaria se pueda confirmar el diagnóstico, como se hace en otras áreas de la medicina.
P.- En relación a las imágenes cerebrales analizadas en el estudio, ¿qué similitudes encontraron entre los pacientes con trastorno bipolar?   |   R.- En la imagen estructural se acabó viendo que las personas que llevan mucho tiempo con este trastorno tienen una cierta pérdida de sustancia gris y un poco de sustancia blanca, lo que quiere decir que la exposición a la enfermedad y sus recaídas provocan que el paciente tenga una cierta pérdida de conectividad, de masa encefálica, y esto conlleva que a veces sufran un cierto deterioro de sus capacidades cognitivas. Por eso es tan importante hacer prevención, porque la gente que está enferma durante muchos años, si no está en tratamiento, puede acabar teniendo esta merma.
P.- ¿Alguna diferencia más?   |   R.- En la resonancia funcional, que se centra en cómo se conectan entre sí las neuronas, vimos que muchas personas con trastorno bipolar tienen dificultades para desconectar la red automática –que tenemos todos- y que nos permite, por ejemplo, conducir al mismo tiempo que escuchamos la radio o hablamos. Las personas con trastorno bipolar tienen dificultades para desconectar este piloto automático cuando hacen algo que requiere concentración. Y lo vemos en pruebas de neuroimagen funcional.
P.- Lo que tiene su relevancia.   |   R.- Poder desconectar el piloto es muy importante porque permite adaptarse a muchas situaciones. Si estás ensimismado, no prestas atención a lo que ocurre a tu alrededor. Esto es lo que ocurre con muchos pacientes que sufren el trastorno. Les ocurre incluso cuando se encuentran bien.
P.- ¿En qué consiste el tratamiento?   |  R.- Además de otros medicamentos, utilizamos una sustancia natural, el litio –que a muchos pacientes les va bien-, aunque depende de cada caso. Y, después, el paciente recibe un apoyo psicológico a través del cual le enseñamos a autoexaminarse; a darse cuenta de lo que le está ocurriendo, de cuándo viene una recaída y adoptar un estilo de vida adecuado, y una serie de elementos que llamamos psicoeducación, un tratamiento establecido en todas las guías clínicas del mundo y que desarrollamos en el Clínic.
P.- ¿Alguna novedad respecto al tratamiento farmacológico?  |   R.- Hemos descubierto medicamentos pero no sabemos anticipar a qué paciente le irá bien uno u otro; tenemos que ir probándolos basándonos en la información clínica, que puede ser un poco subjetiva. Es por ello que nos iría muy bien la farmacogenética. Hace dos años publicamos un estudio, realizado en el marco de un grupo de investigación internacional, que supuso un avance importante: reveló que ciertos polimorfismos de un gen podían predecir si al paciente le iría bien el litio.

martes, 25 de febrero de 2020

Hambre fisiológica y hambre emocional: ¿cúales son sus diferencias?

MONTSERRAT BASCUAS   |  Topdoctors   |  18/02/2020
 Editado por: YOEL DOMÍNGUEZ BOAN

La comida está ligada a la supervivencia, y por lo tanto está vinculada de forma directa con el ser humano y su funcionamiento. Ya desde niños se nos castiga o premia con la comida, y esta información es registrada en el cerebro y se integra en la vida cotidiana. Por lo tanto, alimentarse no es un acto vital cualquiera, sino que se asocia a distintos factores, emociones o situaciones, entre muchas otras.

El estado de ánimo influye en la manera de alimentarse. De hecho, estar contento o por el contrario deprimido, puede influir y determinar la forma en la que se llevará a cabo, convirtiéndose la comida en el refugio más sencillo y accesible para la persona, ya que el comer genera una sensación de bienestar.

Es probable que, si nos encontramos en un estado de serenidad sea más sencillo que la alimentación sea más adecuada. Por el contrario, si se experimentan emociones consideradas desagradables, como pueden ser la tristeza, el enfado o la ansiedad, se deberán encontrar formas de controlar el estado de ánimo, y esto puede hacer que se busque cierto alivio en la comida.
¿Qué es la ingesta emocional?
Cuando se habla de ingesta emocional nos referimos a la conducta de comer como una respuesta a estados afectivos. De hecho, las personas con esta ingesta tienen dificultades para distinguir entre el hambre como tal y otros estados.

Si se utiliza la comida para tranquilizarse o distraerse, se está evitando lidiar con una emoción incómoda, por lo que se crea una respuesta “efectiva” por el momento, por lo que en un futuro existen posibilidades de hacer lo mismo.

Así pues, las personas desarrollan conductas aprendidas que responden a hechos, ya sean de desagrado o de placer. Por lo tanto, el alimento se convierte en un regulador emocional, apareciendo de esta manera la ingesta emocional.

¿Cómo se identifica y se diferencia el hambre emocional del hambre física?
  • El hambre emocional aparece repentinamente, mientras que la fisiológica es paulatina y gradual.
  • El hambre emocional es urgente, el hambre fisiológica puede esperar. 
  • El hambre emocional necesita comidas específicas, mientras que el hambre fisiológica se encuentra abierta a distintas opciones.
  • El hambre emocional no satisface al sentir plenitud.
  • El hambre emocional genera una serie de sentimientos negativos al terminar. En el caso del hambre fisiológica, no lo hace.

Consecuencias a largo plazo del hambre emocional
  • Se puede generar un problema de alimentación importante, como trastornos de la conducta alimentaria (bulimia, anorexia). 
  • Obesidad o problemas de sobrepeso.
  • Estados afectivos de tipo congruente con ansiedad y depresión. 
  • Aislamiento social. 
  • Existencia de dificultades a la hora de resolver conflictos.
Pautas para regular las emociones de forma sana
  • En primer lugar, deben identificarse las emociones y reconocer qué pensamientos convirtieron y activaron las emociones vividas como incómodas.
  • Generar pensamientos alternativos y realistas. 
  • Realizar actividades físicas. 
  • Cuidar el sueño y descanso. 
  • En caso de ser necesario, buscar ayuda profesional. 
A modo de conclusión, la balanza entre manejar las emociones y llevar una alimentación equilibrada es importante para mantener una buena salud tanto física como mental. De hecho, es fundamental que se comprenda que la alimentación puede aparentar ser una solución temporal para llevar mejor las emociones, aunque a largo plazo pueden ser muy perjudiciales, ya que en lugar de ayudarnos a mejorar nuestra manera de afrontar dichas situaciones, ayuda a generar dificultades.



domingo, 23 de febrero de 2020

10 preguntas sobre la psicoterapia

DRA. SILVIA GONZÁLEZ PARRA   |   topdoctors    |   02/05/2019

 Editado por: ALICIA ARÉVALO

‘Todo es posible quitarle a un hombre, menos una cosa: la última de las libertades humanas, la de elegir su propia actitud bajo cualquier circunstancia dada, la de escoger su propio camino.’ Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austríaco. 
1. ¿Qué es la psicoterapia?
La psicoterapia es un proceso terapéutico, guiado por un profesional, que promueve el cambio psíquico a través de la conducta, los pensamientos o afectos. Su objetivo es aliviar el sufrimiento y favorecer el desarrollo de la persona y de sus vínculos, de forma que se pueda enfrentar a desafíos futuros. Lo guía un profesional que utiliza diferentes procedimientos científicamente probados. 
2. ¿Qué diferencia hay entre psiquiatría y psicología?
La complejidad del ser humano obliga al abordaje biopsicosocial de sus problemas.
Los psicólogos o psiquiatras son profesionales altamente capacitados.
  • La psicología es una disciplina de la ciencia que se ocupa del estudio de los procesos mentales de las personas. Una de sus ramas, la psicología clínica, estudia y ayuda a las personas que tienen problemas a llevar su vida de forma más saludable.
  • La psiquiatría es una rama de la medicina que además de la psicoterapia puede utilizar, si es preciso, otros tratamientos como el farmacológico, mejorando la eficacia y pronóstico en algunos casos. Además se ocupa de realizar un diagnóstico de los síntomas o enfermedades mentales, descartando y tratando otras patologías somáticas que puedan producir síntomas similares. 
3. ¿En qué casos está recomendada la psicoterapia?
Cuando existen problemas psíquicos que impidan a la persona tener un bienestar físico, mental o social. Estos pueden afectar a una o varias áreas como el trabajo, descanso, alimentación, proyectos, salud, diversiones, calidad de vida… Dificultades en las relaciones sociales como la pareja, familia o amistades. Traumas o dificultades para afrontar o superar alguna situación crítica en la vida, en la elaboración de duelos (separaciones, fallecimientos, emigración), estrés o dificultades en el desarrollo personal.
Cuando existe un “dolor emocional”, en forma de miedo, pánico, baja autoestima o desesperanza…
Cuando aparecen síntomas o trastornos como:
  • Alteración del estado de ánimo como depresióndistimia, trastorno adaptativo, trastorno bipolar, inestabilidad emocional.
  • Ansiedad: trastorno de pánico, fobias, agorafobia, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos de estrés postraumático, trastorno dismórfico corporal, hipocondría. Miedos y fobias.
  • Dificultades en el autocontrol: emocional, cleptomanía, compras compulsivas, control de la ira o procrastinación.
  • Adiccionesalcoholismoludopatía, trabajo o internet.
4. ¿Hay distintos tipos de terapia en psicoterapia?
Existen varios enfoques terapéuticos basados en perspectivas teóricas que actúan como hoja de ruta para que el psicoterapeuta pueda comprender a sus pacientes y sus problemas, así como crear soluciones.
Entre los principales enfoques psicoterapéuticos contamos con:
  • Psicoterapia conductual: entiende los problemas psicológicos como el resultado de un aprendizaje biográfico. Utiliza el análisis funcional para identificar las condiciones antecedentes así como las consecuencias de las conductas relacionadas con los síntomas.
  • Psicoterapia cognitiva: pone énfasis en el cambio de patrones cognitivos problemáticos como son los pensamientos automáticos negativos y, en último término, las creencias o esquemas disfuncionales que están en la base de estos.
  • Psicoterapia psicodinámica: se dirige a la reestructuración de las representaciones, predominantemente, a través de la percepción de los propios estados y procesos mentales.
  • Familiar o sistémico: pone énfasis en la comunicación y las reglas que gobiernan el sistema familiar que interfieren en la adaptación a los cambios y eventos estresantes.
  • Integración: toma de todas ellas lo que le resulta más útil, aplicando el más adecuado y eficaz a cada persona y problema, adaptándose a sus necesidades. 
5. ¿Cuánto dura un tratamiento?
La duración del tratamiento se ajusta a las necesidades individuales. Depende de muchos factores como las características del caso, la gravedad, el tiempo de evolución y la respuesta al tratamiento.
Hay estudios que demuestran que el 50% de los pacientes en psicoterapia pueden mejorar en ocho sesiones. 
6. ¿Cómo puedo aprovechar al máximo la psicoterapia?
La persona es la protagonista del proceso. Necesitamos su contribución para establecer los objetivos del tratamiento y su actividad entre sesiones (como tareas o ejercicios para aplicar en su vida cotidiana) que tienen gran impacto sobre los resultados del tratamiento 
7. ¿Pueden ser útiles los medicamentos?
Para el tratamiento puede bastar con una psicoterapia pero en ocasiones es preciso añadir la medicación potenciando la eficacia del tratamiento 
8. ¿Cómo sabemos si estamos progresando?
Si conseguimos los objetivos relacionados con el bienestar biopsicosocial propuestos al inicio de la terapia. 
9. ¿Es realmente efectiva la psicoterapia?
La ciencia confirma que la psicoterapia ayuda a las personas a realizar cambios positivos en sus vidas. Los estudios revelan que el 80 % de las personas que la han realizado se encuentran mejor al final del tratamiento 
10. ¿Cómo plantearse la primera cita?
Posiblemente la idea de ponerse en contacto con un terapeuta le cause ansiedad. Eso es muy comprensible y frecuente. Sin embargo, tener el valor de vencer esas preocupaciones y hacer la llamada es el primer paso en el proceso de tomar las riendas de su vida para sentirse mejor. El solo hecho de planificar y realizar la llamada le puede proporcionar alivio y encaminarle por sendas más positivas.
 Vaya con la mente abierta y con honestidad para aprovechar esta oportunidad de conocerse a sí mismo. Al final de unas cuantas sesiones podrá tener una nueva perspectiva de su problema, un plan de acción y una nueva sensación de esperanza.

jueves, 20 de febrero de 2020

Lo que las personas en recuperación necesitan saber sobre el bienestar.

MedlinePlus

 ¿Por qué es importante el bienestar?
 En breve: Para las personas con trastornos de salud del comportamiento, procurar el bienestar puede mejorarles la calidad de vida y una expectativa de vida más larga.

Un estudio de la Asociación Nacional de Directores de Programas Estatales de Salud Mental reveló que las personas con enfermedades mentales graves mueren muchos años antes que las personas sin estos trastornos, con mayor frecuencia a causa de enfermedades cardíacas. También presentan tasas elevadas de diabetes, hipertensión, colesterol y obesidad 1.5 a 2 veces más altas que la población general.

En el caso real de Jane, una mujer en proceso de recuperación, se estaba haciendo un examen médico de rutina cuando la sorprendió la noticia de que su presión arterial estaba peligrosamente alta. Dos de las hermanas de Jane habían muerto a causa de enfermedades cardíacas, así que decidió perder el peso que había aumentado cuando tomaba antidepresivos.  “Al perder 40 libras, [mi presión arterial] bajó enseguida”, comentó. “Estar atenta y actuar me salvó la vida.” Este ejemplo demuestra la importancia de cuidar la salud, tanto física como mental.

 El bienestar es más que la ausencia de enfermedad o estrés; se trata de estar bien en general. Es tener sentido de propósito en la vida, participar de manera activa en un trabajo o una actividad de recreación, y establecer relaciones que le dan alegría. Hay muchas formas de mejorar el bienestar y recuperarse de los trastornos de salud mental y/o de uso de sustancias, y del trauma. Por ejemplo:

• Dejar de fumar es lo más importante que puede hacer para mejorar su salud. Los datos señalan que el riesgo de morir por una enfermedad cardíaca es entre 25 y 40 por ciento mayor en las personas que están en recuperación, y fumar es uno de los principales factores causantes.

• En 2008 y 2009, investigadores australianos descubrieron que pertenecer a un grupo social, como un club de lectura o de voluntarios, ayuda a mejorar la salud física y mental.

La Iniciativa de SAMHSA (Substance Abuse and Mental Health Services Administration) para el Bienestar fomenta la adopción de las ocho dimensiones del bienestar para mejorar la calidad de vida y una expectativa de vida más larga. El significado del bienestar y el énfasis en cada dimensión varían según la persona. Sin embargo, es útil pensar en maneras prácticas de mejorar el bienestar en cada dimensión. Por ejemplo:

EMOCIONAL: Enfrentar la vida con eficacia y crear relaciones satisfactorias  | Tenga conciencia de sus sentimientos y reconózcalos.  |  Exprese sus sentimientos a personas de confianza.

FINANCIERA: Estar satisfecho con las situaciones financieras actuales y futuras.  |  Piense y use su creatividad al presupuestar y gastar.  |  En caso necesario, reúnase con profesionales financieros que ofrezcan asesoramiento gratuito o de bajo costo.

SOCIAL: Promover un sentido de conexión, pertenencia y un sistema de apoyo bien establecido.  |  Conéctese socialmente con por lo menos una persona al día: llame, envíe un mensaje electrónico o haga una visita.  |  Participe en un grupo de apoyo.

ESPIRITUAL: Ampliar el sentido de propósito y significado en la vida.  |  Dedique tiempo a prácticas que fortalezcan su sentido de conexión con sí mismo, con la naturaleza y con los demás.  |  Descubra cuáles son los valores, principios y creencias más importantes para usted.

OCUPACIONAL: Obtener satisfacción y enriquecimiento personales que se derivan de la labor propia.  |  Trabaje profesionalmente o como voluntario en un tema que le apasione o tenga significado para usted.  |  Comuníquese con su supervisor con regularidad y busque apoyo cuando lo necesite.

FÍSICA: Reconocer la necesidad de la actividad física, la dieta, el sueño y la nutrición.  |  En lo posible, use las escaleras en lugar del ascensor; ande a pie o en bicicleta en lugar de conducir.  |  Duerma suficiente: su cuerpo lo necesita para rejuvenecerse y mantenerse bien!

INTELECTUAL: Reconocer las habilidades creativas y encontrar formas de expandir el conocimiento y las habilidades.  |   Investigue un tema que le interese y comparta lo aprendido con otros.  |  Busque actividades creativas que estimulen su mente y su sentido de curiosidad.

AMBIENTAL: Tener buena salud al ocupar entornos agradables y estimulantes que fomentan el bienestar.  |  Aprecie la naturaleza y la belleza que le rodea.  |  Escuche música o busque actividades que tengan un efecto calmante y contribuyan a su bienestar.

martes, 18 de febrero de 2020

Las molestias físicas secundarias a factores emocionales.

DR.PROF. LUIS PINTOR PÉREZ   |   TopDoctors   |   21/01/2020
Editado por: MARGARITA MARQUÈS

Las molestias físicas secundarias a factores psicológicos o psiquiátricos son síntomas y signos de apariencia física que, sin embargo, están originados o condicionados por estados emocionales.

La cefalea tensional es un tipo de molestia física secundaria a factores psicológicos o psiquiátricos. Consiste en un dolor constante en forma de banda por la frente o todo el cráneo y se produce por una contracción de toda la musculatura lisa que recubre nuestro cráneo, conocido como calota.

Debido a la activación de áreas del cerebro que regulan el tono muscular, se produce una hipertonía de esa zona y la gente sufre una cefalea que puede ser fácilmente mitigada con algún relajante.

Si la cefalea tensional es crónica, será necesario iniciar un tratamiento con fármacos antidepresivos que tienen un perfil regulador de la activación emocional, como por ejemplo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Por el contrario, si la cefalea tensional es aguda y esporádica, puede que una dosis única de una benzodiacepina sea suficiente.

En cualquier caso, la combinación de farmacoterapia y psicoterapia es el tratamiento óptimo para todas estas molestias, sobre todo cuando se hacen subagudas (entre 6 y 24 meses) o crónicas (más de 24 meses).

Molestias del aparato digestivo.- Otro aparato que se ve afectado por este tipo de molestias es el aparato digestivo:
Todas ellas son molestias que se denominan funcionales, en la medida que no suelen asociarse con daños estructurales digestivos y, por lo tanto, todas las pruebas complementarias médicas que se solicitan suelen ser negativas, es decir, normales.

Normalmente, todas estas molestias están relacionadas con la gran conexión que existe entre el sistema nervioso central y el tubo digestivo, dónde existen millones de terminaciones nerviosas, así como muchos receptores de neurotransmisores que también existen en el cerebro. Por este motivo, cuando el sistema nervioso se altera, es muy frecuente que también lo haga el tubo digestivo.
Todas estas alteraciones deben ser diagnosticadas por personas expertas, que sepan descartar otras patologías propias del tubo digestivo (colitis, enfermedad de Crohn, enfermedades infecciosas…) y que, conociendo la presentación clínica de los síntomas psicosomáticos, puedan diagnosticarlas y tratarlas.
El diagnóstico de molestias físicas secundarias.- Se basa en el seguimiento clínico estrecho, para confirmar la fluctuación de los síntomas, la ausencia de alteraciones estructurales en el tubo digestivo y la coexistencia con otros síntomas de otras áreas del organismo también de tipo psicosomático, como por ejemplo:
  • Cefalea tensional
  • Alteraciones cardíacas como taquicardia sinusal con electrocardiograma (ECG) normal
  • Sensación de frío-calor (distermia) propia de la ansiedad
  • Sensación de falta de aire (disnea) con una función respiratoria completamente normal
  • Sensación de mareo o inestabilidad, sin ningún problema neurológico
¿Cuál es el tratamiento más adecuado para estas molestias físicas?.-El tratamiento óptimo de todos estos problemas es psicofarmacológico, siempre controlado por un especialista en Psiquiatría conocedor de la patología psicosomática, complementado por terapia psicológica de tipo cognitivo-conductual.
Esta terapia consiste en plantear al paciente cambios en su conducta o actividad diaria, modificando también las ideas que tiene el paciente y que suelen ser distorsionadas o alejadas de la realidad. Este tipo de tratamiento ayuda a que el paciente muestre unas ideas o estilo cognitivo más ajustado a la realidad sin pensamientos distorsionados por las emociones que experimenta en torno a la situación concreta que le hace sufrir.
Otras molestias físicas secundarias.- Otras manifestaciones somáticas de tipo funcional muy frecuentes son las genitourinarias (prurito o picor, dolor en el coito, ambas en la mujer; impotencia en el hombre). También las neurológicas funcionales, como el temblor, movimientos anormales, exacerbación de tics, parálisis, pérdida de fuerza y sensibilidad, y convulsiones.
Estos trastornos son muy invalidantes y requieren tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico.