lunes, 27 de abril de 2020

La importancia de ser agradecido

                                                                                   
BERNARDO PEÑA HERRERA    |   La Mente es Maravillosa   |  19 /04/2020

Ser agradecido es esencial para apreciar y disfrutar plenamente la vida. Agradecer lo que somos, lo que hemos conseguido, lo que tenemos, las personas que nos rodea, etc. Nos hace vivir en armonía con nuestro entorno y con un alto grado de bienestar.

“Es de buen nacido ser agradecido”. Muchas veces nos olvidamos de este dicho popular que es una gran verdad. Son muchos los temas que escapan a nuestro control en la vida, pero sí podemos controlar cómo reaccionamos ante las situaciones de la vida.

“Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás” –Cicerón.

Nuestra mente es bombardeada continuamente con multitud de información, razón por la cual tiene que filtrar todo lo que no está buscando activamente. El problema radica en que, nuestra mente tiende a ver lo que va mal y las carencias. Esto se debe a que, a fin de evitar el peligro y asegurar nuestra supervivencia, buscamos lo que está fuera de lo esperado o puede representar un peligro.

Sin embargo, si nos dejamos llevar por estos pensamientos negativos, pueden comenzar a dominar nuestra mente y a afectar a nuestras expectativas. Empezamos a esperar situaciones negativas y a crear lo negativo en nuestra vida. El resultado final: una vida de experiencias y resultados decepcionantes y frustrantes.

Se puede cambiar nuestra forma de pensar. – Pese a todo lo dicho anteriormente podemos detener la tendencia negativa natural de nuestra mente mediante la reorientación hacia la abundancia y lo que es positivamente posible, centrándonos en aquello de lo que estamos agradecidos.

Con este cambio de visión, casi al instante tu vida puede cambiar su trayectoria. Tu mundo puede revolucionarse y todo lo que puedas crear en él. De esta forma nos vamos a sentir mucho mejor, siendo agradecidos incluso cuando las cosas no van del todo bien y cuando surgen conflictos o problemas.

Aprender a ser agradecido para disfrutar más. - ¿Qué visión tienes acerca de tu propia vida? ¿Eres capaz de valorar aquellas cosas positivas que tienes? ¿En qué aspectos te concentras al ver tu propia existencia?. A continuación te presentamos algunos puntos que pueden servir para estimular tu reflexión y ayudarte a cambiar la perspectiva que hasta ahora tienes.

Abre los ojos al mundo. Tenemos que salir de nuestro “universo cerrado”, mirar al exterior, a los demás y darnos cuenta de todas las cosas que tenemos y agradecerlo. Lamentablemente, hay muchas personas en peor situación que tú, hazte consciente de ello y fíjate. Seguro que después estarás más agradecido de la situación en la que te encuentras, de la que muchas veces quizás te quejes.

Date cuenta de todas las cosas malas que no te suceden. A veces ocurre un pequeño percance que podría haber sido mucho peor. Es importante darse cuenta de ello y estar agradecido de que el problema no haya sido mayor.

Presta atención a las cosas buenas que sí te ocurren. Muchas veces vivimos la vida sin prestar atención a las pequeñas buenas cosas que nos suceden porque las más “espectaculares” son más evidentes y llaman más la atención. Sin embargo si piensas un poco, verás la cantidad de cosas positivas que hay en tu vida. Es fundamental reeducarnos para aprender a pensar en positivo y ver todo lo bueno que vivimos cada día.

Aprende a ser agradecido practicándolo. Todo puede ser aprendido y la capacidad de experimentar el agradecimiento es una parte de tu carácter que siempre puede mejorarse si lo practicas. Existen diferentes formas de hacerlo, como por ejemplo escribir cada día en un “Diario de Gratitud”, tal como recomienda Martin Seligman. ¿Sabes que la eficacia de la gratitud en la vida de las personas está comprobada científicamente?.

Rodéate de personas con una actitud positiva y agradecida. Las actitudes negativas y pesimistas se contagian rápidamente, por eso es importante que aquellos que nos acompañen en la vida tengan una visión optimista. También podemos nosotros mismos ayudar a otros a ver lo bueno que tienen en sus vidas.

Decide no ser la víctima. En momentos difíciles, o cuando pierdes a alguien, es muy importante ser agradecido con lo que todavía tienes y por las oportunidades que aún se te presentan. Se trata de no enfocarse solo en lo que consideramos malo y buscar lo positivo de cada situación. Porque siempre hay algo favorable, aunque en un principio nos cueste descubrirlo.

Intenta ser agradecido y cambia tu vida. – Ser agradecido es una cualidad que todos admiramos en el carácter de los demás, ¿verdad?. Para ello no hay razones ni excusas. Tampoco hay edades, nunca eres demasiado viejo como para intentar ser positivo y valorar todo lo maravilloso que tienes. ¡Inténtalo!. Verás que puedes empezar poco a poco a sentirte agradecido por las pequeñas cosas que te ocurren.



¿El confinamiento cambiará nuestro carácter?

VALERIA SABATER    |    La Mente es Maravillosa   |   18/04/ 2020

¿Podrá el confinamiento y la situación actual cambiar de algún modo nuestro carácter? Hay quien indica que saldremos fortalecidos y que daremos forma a una sociedad más solidaria, otros, que se elevará la sensación de angustia y el miedo constante al contagio.

De algún modo u otro, el confinamiento cambiará nuestro carácter. El efecto de la pandemia será más intenso y traumático en cierta parte de la población, en especial en quien haya sufrido pérdidas. Otros en cambio, lo sentirán un poco menos, pero nadie será completamente inmune a las vivencias por las que estamos transitando estos días.
Nuestros pensadores, filósofos e historiadores tienen una opinión dividida sobre el efecto de la pandemia y el confinamiento. Keith Lowe, reconocido historiador señala que la sociedad de ahora no es tan sabia como la de nuestros abuelos y que lo vivido durante este tiempo, no nos servirá de mucho. Volveremos a cronificar los mismos defectos.
Michel Wieviorka, sociólogo francés, tiene otra opinión. Esta vivencia nos obligará a reformular prioridades y contribuiremos a crear una sociedad más solidaria, más cohesionada donde valorar el apoyo mutuo. El virus, según él, nos impone una metamorfosis que debemos aprovechar para ser mejores.
Adela Cortina, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia, nos recuerda por su parte que en la lucha por la vida no sobreviven los más fuertes, sino los que se apoyan y ese será un valor sagrado que debamos preservar y tener presente en el futuro.

¿Cambiará el confinamiento nuestro carácter? ¿De qué manera? 
Para entender si cambiará el confinamiento nuestro carácter debemos clarificar primero a qué nos referimos cuando hablamos de esta dimensión.
El carácter define nuestra forma de reaccionar ante lo que sucede. Es un componente de la personalidad y surge como consecuencia de aquello que vivimos y experimentamos, también de nuestra predisposición genética. Ernst Kretschmer y William Stern fueron los autores que más estudiaron esta dimensión en el siglo XX, destacando que “el carácter se compone de nuestra emocionalidad, intereses y resonancia”. Esta última área hace referencia a nuestro umbral de sensibilidad a la hora de que un hecho, una vivencia o un estímulo nos afecte. Hay personas más y menos resonantes y habrá por tanto a quien esta situación le impacte de diferente manera e intensidad. Veámoslo.
Salud mental y personalidad
Hay personas que ya padecían ansiedad antes de la llegada de la pandemia. Otros han empezado a lidiar con esta condición psicológica durante el confinamiento. Así, de entre todos los efectos que puede llegar a tener la actual situación sobre la salud mental, los trastornos de ansiedad van a ser lo más frecuentes. 
Factores como la incertidumbre laboral y personal, el miedo a nuevos brotes de contagios o el efecto del propio confinamiento suele agravar el barómetro de la ansiedad.
Así, ante la pregunta de si el estrés y la ansiedad que sufrimos durante el confinamiento cambiará nuestro carácter, hay un factor determinante: la duración.
Si esta situación se alarga durante meses, podremos experimentar cambios, como un mayor pesimismo, sensación de alerta y angustia.
Estudios como el llevado a cabo por el doctor Gran Shields de la Universidad de California señalan este mismo hecho. La personalidad puede variar si nos encontramos en una situación en la que el estrés es constante. En caso contrario, si esta situación se resuelve lo antes posible, el efecto será mínimo.

Si cambian nuestros hábitos de vida, también lo harán aspectos de nuestro carácter
Hay una relación casi determinante en lo que se refiere a la psicología humana: el entorno nos condiciona. Si hay un contexto que ha cambiado de manera abrupta, si se nos obliga a cambiar nuestros hábitos de vida, muchos aspectos de nuestro carácter pueden variar.

El simple hecho de tener que depender de mascarillas para ir a trabajar o para desenvolvernos en el día a día puede afectarnos. El miedo al contagio estará presente y eso elevará nuestra hipervigilancia.

Asimismo, la limitación del libre movimiento y la limitación del contacto social también pueden pasarnos factura, elevando la presencia de emociones como la tristeza e incluso la frustración.

El impacto de estas realidades dependerá siempre de la duración de los presentes acontecimientos.
Niños y ancianos, los más afectados
Posiblemente, los más afectados durante esta pandemia, sean los niños y los ancianos. Los primeros, en especial los menores de 14 años, son los que más pueden sufrir el hecho de haber sido separados de ese entorno escolar donde tenían contacto con sus iguales. La socialización, el juego y el contacto con el aire libre son esenciales para nuestros pequeños.
Asimismo, el hecho de estar en casa y ser testigos de la preocupación de sus padres, también puede afectarles y tener un impacto psicológico severo.
Por otro lado, no podemos descuidar a nuestros mayores. Muchos de ellos están pasando el confinamiento en soledad y siendo testigos a su vez a través de los medios, sobre cómo afecta la pandemia a la población de mayor edad.

El confinamiento cambiará nuestro carácter: vigilantes, pero con la oportunidad de salir reforzados
El confinamiento cambiará nuestro carácter de algún modo u otro. Todo dependerá, como bien señalamos, de la duración de esta pandemia y los posibles cambios que puedan producirse después. No obstante, hay un hecho innegable, nos volveremos un poco más hipervigilantes, cuidadosos y cautos en temas de higiene. Sin embargo, de toda crisis y cambio social podemos salir fortalecidos en lo que a carácter se refiere.

La adversidad nos cambia y a menudo, lo hace despertando fortalezas, avivando nuevos valores y capacidades. En esta parte del camino, más pedregosa y abrupta de lo habitual se requiere lo mejor de nosotros mismos. Recordemos nuestros significados vitales, nuestros propósitos y avancemos este tramo de nuestra existencia con audacia y confianza.

A nuestro alrededor, siempre habrá manos dispuestas a ayudarnos.




miércoles, 22 de abril de 2020

El Defensor del Menor ve acertado que los niños salgan a la calle "porque están empezando a somatizar" - Coronavirus

ABC    |   Madrid    |    19/04/2020

El Gobierno permitirá que los niños salgan a la calle «con condiciones» a partir del 27 de abril, una medida que el Defensor del Menor considera acertada porque el sector infantil «está empezando a somatizar, a estar tristes». Así lo ha explicado el psicólogo y Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, en declaraciones a Europa Press Televisión, señalando que «lo lógico es que salgan los niños de 6-7 años porque están en un estadio evolutivo» y comienzan «a somatizar, a estar tristes».

«Es una pauta melancólica que a veces es el inicio de lo que puede ser una depresión que cursa de una manera sorprendente», ha subrayado, al mismo tiempo que ha manifestado que «hay niños que empiezan a tener síntomas de que podrían estar afectados en la salud mental, que también es parte de la salud». Asimismo, Urra cree que la medida se ha propuesto «justo cuando había que hacerla», porque «hay que anteponer la seguridad de los ciudadanos».
En cuanto a los adolescentes que de momento no podrán salir, el Defensor del Menor ha asegurado que «están dando una prueba de madurez» y que, aunque no pueden salir con sus amigos, «se mantienen conectados por la red».

Por otro lado, Urra considera que los hijos «están evaluando a los padres muy de cerca» y que se «adaptarán» cuando tengan que separarse de ellos y volver a la escuela porque «viven el presente».

El confinamiento, «una gran sorpresa»

La población española lleva confinada más de un mes, desde el pasado 14 de marzo cuando se decretó el estado de alarma, prorrogándose hasta ahora en dos ocasiones y a la espera de una tercera prórroga que será sometida a votación este miércoles en el Congreso de los Diputados.

Según el psicólogo, esto supuso «una gran sorpresa» en la ciudadanía y una «obediencia debida» porque «entendemos que es bueno para nuestra salud y para la de otras personas, ya que algunos están muriendo». Después del «shock», hay una «adaptación, quizás una tristeza que da paso a una ira que lleva a pensar que esto se pudo evitar», y más tarde surge «una gran angustia, una gran ansiedad por pensar en cuándo venceremos esta situación y convivir con la incertidumbre económica y laboral».

«Y mientras tanto, está la convivencia en el día a día, a veces con otras personas, a veces en la soledad», lo que tiene «grandes dificultades, por ejemplo, para los ludópatas, alcohólicos o personas con otras adicciones, los niños con autismo, con trastorno por déficit de atención o hiperactividad», ha explicado.
Sin embargo, ha señalado que «el verdadero peligro nos va a llegar a la salida», ya que «va a haber desesperanza y obsesión con el miedo». Por ello, señala que hay que ir generando «antídotos», como «acostumbrarse a convivir con mascarillas, con guantes, con dificultades», ya que esta situación va a «cambiar la forma de relacionarse».

Asimismo, ha asegurado que también «está sirviendo como lección para saber que somos vulnerables, que el mundo no tiene fronteras y para mirar mucho al interior, que es lo esencial en la vida». «El confinamiento no es la peor de las situaciones, aunque no es la elegida. Como dijo Cervantes en 'El Quijote', si hay algo que el ser humano precisa es la libertad», ha expresado.

Apoyo psicológico para quien lo requiera

Urra ha informado de que el Ministerio de Sanidad, en colaboración con el Consejo General de la psicología, «está dando apoyo psicológico con un equipo de 44 psicólogos que están atendiendo primero a los sanitarios, médicos, enfermeros y otros profesionales; y después a la ciudadanía en general, a través de los colegios profesionales».
«Es mucho más que escuchar, es hacer que la gente no entre en pensamientos de rumiación, generar un pensamiento alternativo de esperanza», ha explicado.
Por último, el psicólogo ha señalado que los aplausos de las 20:00 horas son «buenos para los ciudadanos», y ha hecho un llamamiento a «comunicarse» para que, sobre todo las personas que están sufriendo el duelo por perder a un ser querido y no poder velarlo, «puedan llorar y transmitir sus sensaciones».

El mayor mapa genético de los trastornos psiquiátricos

ABC-Madrid   |   13/03/2020

Un estudio publicado en la revista Cell ha descrito 109 variantes genéticas relacionadas con ocho patologías psiquiátricasel autismo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo, la anorexia y el síndrome de Tourette.

Para ello, ha trabajado con cerca de 230.000 pacientes de todo el mundo. Se trata de la investigación más detallada que se ha publicado hasta ahora sobre genética de trastornos psiquiátricos.

Más allá de elaborar una lista de posibles factores genéticos que predisponen a desarrollar estas patologías, la investigación determina qué factores de riesgo comparten los diferentes trastornos psiquiátricos.

Un 25 % de la población mundial está afectada por algún tipo de trastorno psiquiátrico que puede alterarles la capacidad intelectual,la conductala afectividad y las relaciones sociales.

El estudio ha definido tres grupos de trastornos genéticamente afines: los que responden a comportamientos compulsivos (anorexia nerviosa, trastorno obsesivo-compulsivo, síndrome de Tourette); los trastornos del humor y psicóticos (trastorno bipolar, depresión mayor y esquizofrenia) y los del neurodesarrollo de inicio precoz (trastorno del espectro autista, TDAH y síndrome de Tourette).

Según detalla Bru Cormand, de la Universidad de Barcelona, centro que participa en el trabajo, «los trastornos clasificados dentro de un mismo grupo tienen tendencia a compartir más factores genéticos de riesgo entre ellos que con los otros grupos. Además, también comprobamos que estas agrupaciones, basadas en criterios genéticos, concuerdan con el tratamiento clínico de las patologías».

Ahora bien, agrega Cormand, «el nuevo trabajo no hace hincapié en los genes que comparten los miembros de un mismo grupo, sino en los genes compartidos por el máximo número de trastornos». Es decir, aquellos factores que darían lugar a un cerebro ‘sensible’, más propenso a sufrir cualquier trastorno psiquiátrico. «Que acabe siendo uno u otro trastorno dependería de factores genéticos más específicos, sin olvidar los factores ambientales».

Es conocido que los pacientes tienden a manifestar muchos trastornos psiquiátricos al mismo tiempo o secuencialmente, a lo largo de su vida.

Según los resultados del trabajo, el gen DCC (relacionado con el desarrollo del sistema nervioso) está presente en los ocho trastornos estudiados. A su vez, el gen RBFOX1 (que regula el proceso de corte y empalme de material genético) está implicado en siete de los ocho trastornos.

También se ha visto, por ejemplo, que el TDAH y la depresión comparten un 44 % de los factores genéticos de riesgo que son frecuentes en la población general. Y en el caso de la esquizofrenia y del trastorno bipolar, la cifra llega al 70 %.

Por su parte, Josep Antoni Ramos-Quiroga, miembro del Vall d'Hebron Instituto de Investigación, opina que «estos resultados ayudan a entender mejor el trastorno TDAH y las razones por las que estas personas pueden sufrir depresiones con más frecuencia. También es una nueva demostración científica de la persistencia del trastorno a lo largo de la vida, incluso en adultos. Esperamos que todo ello ayude a reducir el estigma social alrededor del TDAH y del resto de trastornos mentales», manifiesta.

Cormand destaca que «ahora sabemos que esta coocurrencia de trastornos psiquiátricos tiene, en parte, una base genética. Por tanto, en el caso de una persona afectada por TDAH, podemos llegar a estimar el riesgo de que desarrolle otros trastornos –por ejemplo, la adicción a drogas– y así tomar medidas preventivas. Sin embargo, estas predicciones son de carácter probabilístico y no hay certezas sobre ellas», aclara.

El trabajo se adentra, por ejemplo, en el impacto de la expresión génica en regiones específicas, como los órganos, regiones del cerebro, etc. Así como en el momento en el que se activan y se desarrollan.

El estudio revela que los genes que son factores de riesgo para más de un trastorno suelen expresarse más durante el segundo trimestre del embarazo, coincidiendo con un momento decisivo en el desarrollo del sistema nervioso.

Curiosamente, algunas variaciones genéticas pueden ser un factor de riesgo para un trastorno determinado pero tener un efecto protector en otros casos. «En el estudio se han identificado once regiones del genoma en que los efectos son contrarios en diferentes parejas de trastornos», detalla la profesora Raquel Rabionet, que confirma que todavía estamos lejos de poder resolver el puzle puesto que las relaciones entre los genes son más complejas de lo que pensábamos.

Los cambios en un único nucleótido del ADN –SNP– podrían explicar menos de un tercio de la base genética relacionada con estas patologías. Los otros dos tercios pueden corresponder a otros tipos de alteraciones genéticas, como las variantes raras, que no son tan frecuentes en el genoma humano.

Según apuntan los expertos, los trastornos psiquiátricos tienen un origen multifactorial. «Por ejemplo, gracias a los estudios en gemelos sabemos que el TDAH tiene una carga genética de cerca del 75 %, mientras que el 25 % restante se explicaría por el impacto de factores ambientales, como experiencias traumáticas en la infancia, exposición a toxinas, etc. ».

«Es decir, los SNP tienen un peso importante, pero todavía hay muchos otros factores por explorar», detallan los autores.
«Gracias a los estudios en gemelos sabemos que el TDAH tiene una carga genética de cerca del 75 %», dicen los autores.

En el futuro, una de las prioridades del Consorcio de Genómica Psiquiátrica es completar el paisaje genético de los trastornos mentales mediante el análisis de otras variaciones genéticas, por ejemplo las variaciones del número de copias o CNV, que afectan a segmentos largos del ADN.

Desde la perspectiva de la epigenética –en especial, la metilación del ADN– también se quiere analizar las interacciones entre genes y ambiente, que pueden ser decisivas en psiquiatría.

Además, será importante entender cómo las alteraciones genéticas se traducen en la enfermedad y ello implica estudiar en detalle la función de genes concretos señalados por los estudios genómicos –con modelos animales o celulares–.

«En cualquier caso, el objetivo final será siempre utilizar la genética para mejorar y personalizar el diagnóstico, el pronóstico y la terapia de estas patologías tan prevalentes y, a menudo, tan incapacitantes para las personas que las sufren», concluyen.


domingo, 19 de abril de 2020

"No hay cura en salud mental si no se rehabilita socialmente al paciente "

ANTONI GRAU   |   ITA, especialistas en Salud Mental   |   14/04/2020

ITA está formado por una red de 31 centros ubicados por toda España, y especializados en trastornos alimentarios, de conducta, las adicciones (drogas, juego, comportamentales, nuevas tecnologías) y en la psiquiatría general. Su modelo propio de terapia —imitado y validado nacional e internacionalmente— le ha convertido en un grupo de referencia, donde más de 1.000 profesionales tratan anualmente a más de 5.000 pacientes de entre 7 y 72 años.
-¿Cuándo podemos hablar de trastorno mental? 
Cuando se produce una alteración del funcionamiento normal de nuestro día a día. Una alteración biológica, psicológica o social que rompe nuestra continuidad, nos crea sufrimiento y supone una disfunción en nuestra actividad normal diaria y en nuestras relaciones sociales y familiares.
-¿En qué se basa la metodología propia de ITA? 
El modelo ITA fue pionero, y continúa diferenciándose en cuatro aspectos. El primero pasa por buscar la base de malestar que genera el trastorno y acabar con éste de raíz. Atendemos los síntomas, pero lo más importante es resolver los motivos que condujeron a la irrupción del trastorno. El segundo es que nuestros tratamientos son interdisiciplinares, enfocados desde un punto de vista médico, psicológico y social. Un tercer elemento pasa por la implicación del entorno y la familia del paciente. Y en último lugar, actuamos como una red que cubre todo el proceso asistencial desde la hospitalización, el centro de día y las consultas externas.
-Tratan a muchos adolescentes… 
Comenzamos en 1998 como especialistas en trastornos alimentarios, convirtiéndonos en referencia nacional. Posteriormente, aplicamos algunos de nuestros ingredientes terapéuticos a los trastornos de conducta. En el momento actual tratamos patologías como las adicciones, los trastornos de la personalidad, trastornos psicóticos y trastornos adaptativos entre otros.
-¿Por qué se dan estas conductas en algunos adolescentes? 
En un primer lugar porque los adolescentes tienen cada vez una menor resistencia a la frustración —los adultos también—; en segundo lugar una progresiva devaluación de la idea de autoridad que establece roles y límites en la familia, a lo que hay que añadir familias sobreprotectoras y familias donde no existe un rol parental definido por motivo de desestructuración o por motivos laborales. En tercer lugar una dilatación de la adolescencia. Y, por supuesto, factores externos como la crisis económica de la que estamos viendo ahora las consecuencias en la salud mental.
-¿Cómo podemos saber que nuestro hija o hijo adolescente sufre este tipo de trastorno? 
La rebeldía, si me permite la expresión, del adolescente es algo inherente a su crecimiento. Ponerle una hora de llegada a las 22h y que llegue un poco más tarde es normal. Nos está poniendo a prueba. En cambio cuando se transgreden esos límites, no se respetan de forma reiterada; aparecen comportamientos violentos verbales o físicos y se produce un sufrimiento tanto en el joven como en la familia podemos hablar de trastorno. Algo que se agrava cuando hablamos de consumo de drogas, haciendo a estos jóvenes más impulsivos, con problemas de atención, baja tolerancia al frustración, etc.
-Por último, desde ITA, ¿defienden la incorporación a la sociedad de sus pacientes? 
Absolutamente. No hay cura en salud mental si no se rehabilita socialmente al paciente, devolviéndole su ciudadanía y su derecho a vivir, trabajar y ser un individuo plenamente activo en nuestra sociedad. 
La escesiva medicalización de la vida cotidiana
Para Antoni Grau, Director Clínico de ITA, nuestra sociedad abusa de la medicalización de muchos problemas cotidianos. “Un duelo o una separación se tratan como un problema médico, como si fuese un patología y en muchos casos recurrimos a fármacos, cuando debe ser la propia persona la que desarrolle mecanismos para recomponerse y superar la situación. No debemos buscarles una justificación médica a situaciones que son propias de nuestra vida cotidiana”. Grau señala que “es diferente cuando existe un problema de base que con esa situación puede desencadenar un trastorno mental”. 

Antoni Grau. Director clínico (www.itasaludmental.com) 


viernes, 17 de abril de 2020

El bullying o el estrés prenatal pueden desencadenar psicosis en la adolescencia

ABC   |   Barcelona   |   13/12/2019

Las experiencias estresantes tempranas en los primeros años de vida como el maltrato infantil o el bullying o incluso el estrés prenatal son factores de riesgo de presentar experiencias psicóticas y desarrollar un trastorno psicótico durante la adolescencia o la etapa adulta.

Así lo ha manifestado el psiquiatra Xavier Labad, miembro de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental (SCPiSM), de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña, durante una jornada que se celebró en Barcelona sobre «Esquizofrenia y otras Psicosis».

Desde el punto de vista biológico, Labad ha explicado que se ha comprobado que determinadas hormonas relacionadas con el estrés, como por ejemplo el cortisol, factores inflamatorios y alteraciones genéticas y epigenéticas actúan como posibles mecanismos causantes de alteraciones cerebrales y riesgo de sufrir una psicosis en el futuro.

«Desde el punto de vista psicológico también se sabe que el trauma infantil puede impactar negativamente en estilos de pensamiento con errores cognitivos que se asocian a un mayor riesgo de sufrir una psicosis. Sin embargo, el cese de estas experiencias estresantes disminuye el riesgo de presentar síntomas psicóticos», ha añadido el especialista.

Labad ha insistido en que «hay que intervenir precozmente con estrategias preventivas en personas vulnerables, especialmente durante la infancia o la adolescencia, a fin de preservar su salud mental y disminuir el riesgo de sufrir, en el futuro, una enfermedad mental».

Por su parte, Judith Usall, también miembro de la SCPiSM y una de las organizadoras de la jornada, ha señalado que los trastornos psicóticos constituyen un grupo de enfermedades mentales con una repercusión muy importante en la evolución vital y la funcionalidad de las personas que las padecen. «Una de las patologías más importantes dentro las psicosis es la esquizofrenia que, en toda Cataluña, afecta a un 1 % de la población, similar en porcentajes en el resto del mundo», ha especificado Usall.

Marta Coromina, otra de las organizadoras de la jornada, ha añadido que la esquizofrenia «es crónica y necesita recursos sanitarios y sociales de por vida». «También hay otros trastornos psicóticos, como la psicosis posparto, algunas psicosis en el trastorno bipolar, las psicosis secundarias a enfermedades médicas o tratamientos farmacológicos, y las secundarias al consumo de sustancias", ha añadido Coromina, que ha señalado la importancia de estudiar diferentes abordajes terapéuticos para conseguir "una mejor funcionalidad y una disminución de los efectos secundarios derivados de los fármacos».

La jornada la ha organizado la SCPiSM y la ha dirigido Gemma Garcia-Parés, con la participación de más de 150 profesionales, con el objetivo de dar formación basada en la evidencia tanto sobre las actuaciones preventivas como sobre los tratamientos psicológicos, psiquiátricos y sociales de cada síndrome psiquiátrico.