Las principales causas por las que, estadísticamente,
algunas personas deciden quitarse la vida.
Es difícil pensar por qué un amigo, un
familiar o una persona querida ha decidido acabar con su vida. Tanto si logra
suicidarse como si queda en un intento, esta decisión es algo que en muchas
ocasiones no se veía venir y, cuando se da, hace que surjan muchas preguntas.
No siempre suelen haber señales de
advertencia claras, con lo cual muchas veces, el motivo que ha llevado a que
una persona se suicide acabe siendo un absoluto misterio. Pero una cosa debe
quedar clara: nadie se suicida porque sí.
Son varios los motivos
más frecuentes por los que las personas intentan suicidarse, y
los vamos a ver a continuación.
Muchas personas se preguntan qué es lo
que ha hecho que un ser querido haya decidido tomar la decisión de quitarse la
vida. Muchas veces el intento de suicidio queda en eso, un intento.
Pero lamentablemente, en otras la
persona acaba consiguiendo lo que se había propuesto, sembrando un montón de
dudas y preguntas entres sus familiares y amigos que intentan comprender por
qué ha sucedido. El hecho de no haberlo visto venir les causa gran malestar,
sintiéndose culpables y viviendo, en muchas ocasiones, el síndrome del
superviviente.
Siguen existiendo muchos mitos sobre el
suicidio, pese a que no son pocas las campañas de prevención que han intentado
concienciar sobre la gravedad de este problema. Las personas que intentan
quitarse la vida lo hacen porque están sufriendo mucho. Creen que no vale la
pena seguir viviendo y que, haya lo que haya al otro lado, si es que lo hay, es
preferible al infierno que están viviendo. No es que no piensen en sus seres
queridos, o que les quieran hacer daño, sino que ya no pueden más.
Los principales motivos por los que las
personas se intentan suicidar son muchos. La mayoría de ellos tienen en
común que la persona se sentía desesperanzada, que no había luz al final del
túnel y que tenía que ponerle fin a su sufrimiento. A
continuación veremos estos motivos por los que una persona decide ponerle fin a
su vida.
1. Depresión
La depresión es, lamentablemente, el
trastorno que más intentos de suicidio provoca, y, también, el que más personas
se lleva. Uno de los síntomas principales de la depresión severa es el
sentimiento constante de desesperación, sufrimiento y pocas expectativas de
futuro. Una baja autoestima suele ser un rasgo común en
personas profundamente deprimidas, y sienten que no valen nada, que el mundo
estaría mejor sin ellas.
Pero pese a que es el trastorno que
causa más suicidios es, irónicamente, el que más posibilidades tiene
de ser mejorado con tratamiento. La depresión no se cura por
arte de magia, pero se puede mejorar mucho la vida de la persona acudiendo al
psicólogo y, en caso necesario, tomando medicación. Es por esto que es tan
fundamental insistir con acudir a este tipo de profesional en caso de que se
tenga sospecha de que un familiar, amigo o conocido padece este trastorno. Hay
muchas posibilidades de evitar su suicidio.
2. Esquizofrenia y brote psicótico
Muchas personas con esquizofrenia o que
están padeciendo un trastorno psicótico acaban suicidándose. Las
alucinaciones auditivas se pueden presentar en forma de voces, las cuales
pueden hacerle comentarios al afectado que no son nada positivos.
Pueden incitarle a que se haga daño y acabe con su vida. Las razones que le dan
estas voces no tienen por qué ser racionales, pero el paciente les ve algún
tipo de sentido.
A diferencia
de la depresión, la psicosis y la esquizofrenia son más difíciles de
enmascarar, lo cual es, en cierta manera, positivo dado que ante un paciente
con estos problemas se hace más obvia la necesidad de ayuda profesional. Lo
negativo de estos trastornos es que son más trágicos, en el sentido de que son
de más difícil tratamiento y la necesidad de fármacos es extrema.
3. Alcohol, drogas e impulsividad
El consumo de alcohol y de sustancias
pueden influir en la decisión de una persona de quitarse la vida. Es posible
que ya tenga ideación suicida estando sobrio, pero que sean simples fantasías o
imaginarse que pasaría si abandonara el mundo. No obstante, cuando se
ha alcoholizado o se encuentra con el subidón de la droga, se vuelve más
desinhibido, y dentro de esa mayor desinhibición está el
intentar llevar a cabo esas fantasías suicidas.
Por otro lado está la impulsividad como
rasgo de personalidad. Hay personas que, estando muy alteradas, se les pasa
por la cabeza todo tipo de pensamientos, entre ellos los suicidas. Ya sea por
el calor del momento o porque lo tenían pensado desde hacía tiempo, intentan
cometer suicidio y, lamentablemente, a veces lo consiguen.
En caso de no conseguirlo, tanto para
las personas que han tomado drogas como las que son más impulsivas, cuando se
encuentran menos alteradas sienten un profundo remordimiento por siquiera
haberlo pensado. Empiezan a empatizar con sus familiares y amigos, y comprenden
el daño que les hubieran podido hacer.
4. Petición de ayuda
En muchas ocasiones el intento de
suicido es una petición de ayuda. La persona no quiere morirse, pero siente que
si no llama la atención de esta forma su círculo cercano no la va a tomar en
serio. Cabe decir que las personas que suelen recurrir a esta
vía suelen ser adolescentes, que carecen de los medios y de la madurez para
expresar sus problemas, o personas que tengan dificultad para dar a conocer
todo el sufrimiento que están viviendo, pero que efectivamente quieren dejar de
sentir.
Lamentablemente, no son pocas las veces
en que estos intentos suicidas se convierten en un suicidio consumado, sobre
todo por la desinformación del parasuicida. Es
recurrente en quienes intentan suicidarse a modo de petición de ayuda que
consuman alguna pastilla, teniendo una sobredosis. Piensan que
llamarán la atención, les llevarán a urgencias y ahí les harán un lavado de
estómago y estarán fuera de peligro. El problema es que tomar demasiadas
pastillas puede dañar gravemente el hígado y los riñones, teniendo efectos
mortales.
5. No querer ser una carga
Este es un motivo común en personas que
padecen una enfermedad crónica, sobre todo cuando tienen que ser cuidados por
familiares. A medida que la enfermedad va incapacitándoles más, más dependen de
sus familiares, y a veces sienten que son una carga y que lo
mejor sería abandonar el mundo ya.
Quieren morir porque se sienten
terriblemente culpables por arrebatarles la vida a personas que están sanas y
que podrían disfrutar sus vidas si ellas no estuvieran todavía vivas. Cuando
todavía tienen movilidad este tipo de pacientes intentan acabar con su vida
antes de que no lo puedan hacer por ellos mismos.
6. Miedo al fracaso
En una sociedad en la que las presiones
sociales pueden ser verdaderamente intensas, el miedo al fracaso y al que dirán
se convierte en un problema psicológico muy serio.
No son pocas las personas que
consideran que no llevar una vida perfecta, de acuerdo a sus propios ideales,
es sinónimo de no valer nada. Ya sea alejándose de su vida
idealizada o tener una mala racha, muchos deciden acabar con su vida. Algunos
ejemplos de motivos por los que una persona se ha suicidado por miedo a
fracasar son:
·
Ser arrestado o encarcelado
·
Acoso escolar, humillación, ciberacoso, acoso laboral
·
Problemas económicos
·
Fin de una relación amorosa o de amistad significativa
·
Pérdida del empleo
·
Pérdida de familiares o amigos por revelar orientación sexual propia
·
Pérdida de estatus social
7. Estrés traumático
Las personas que han sufrido una
experiencia altamente traumática, como puede ser abuso sexual, violación, abuso
físico o trauma por haber presenciado una guerra, tienen un
mayor riesgo de suicidio, incluso si han pasado muchos años tras haber padecido
el evento traumático.
Ser diagnosticado con el Trastorno de
Estrés Postraumático (TEPT) o haber vivido múltiples eventos traumáticos
incrementan todavía más el riesgo de suicidio. Además, la depresión suele ser
un síntoma que aparece en estos cuadros, haciendo que el riesgo sea todavía
mayor. Entre los síntomas comunes del TEPT tenemos sentimientos de
desesperación y sensación de que nadie puede ayudarlos, los cuales son una
auténtica bomba de relojería que conducen al suicidio.
8. Aislamiento social
El aislamiento social es un grave
problema y pude ser la causa de un suicidio. Son muchos los motivos que han
llevado a una persona a sentirse sola: ruptura con la pareja, divorcio, pérdida
de familiares o amigos, ansiedad social, trastorno mental, enfermedad,
jubilación, abandono familiar... Todos ellos hacen que
la persona se sienta cada vez menos motivada para seguir viviendo y acabe
tomando la decisión de acabar con todo.
Pero el aislamiento social no
únicamente puede ser causa de suicidio. También puede estar detrás de aparición
de trastornos mentales, adicción a sustancias y alcoholismo. Es por esto que,
sobre todo en personas de la tercera edad, se debe seguir manteniendo el
contacto con familiares que se sepa que podrían estar pasando una época
demasiado solos, a fin de evitar que puedan cometer intentos suicidas y ayudarles
a recurrir a la ayuda profesional necesaria.