sábado, 29 de marzo de 2014

La anhedonia o ausencia de placer

Hospital de Día | Salud Mental Perú | 23/11/2013

No puedo aguantar mucho tiempo en un cine… apenas puedo leer un periódico… no puedo comprender qué placer o alegría buscan los hombres en las cafeterías, en los deportes, escuchando música, viajando…” “Si ,el mundo tiene razón… Soy el lobo estepario en un mundo que le es extraño”
Herman Hesse – “El lobo estepario”.

La incapacidad para disfrutar de las cosas agradables o experimentar placer se denomina anhedonia. En los últimos años, se ha comprobado la importancia de la anhedonia, como un síntoma capital en varios trastornos psiquiátricos, especialmente la depresión y la esquizofrenia. Mientras algunas personas que la padecen, están sumidas en un bloqueo anímico y sufren un descenso en su capacidad para apreciar el placer (disfrutar del apetito por la comida, en la relaciones sociales, actividades de ocio ) otros minimizan su nivel de energía y sufren una desconexión total del mundo, ciertamente peligrosa. Ejemplos que evidencian este síntoma, son frases como No disfruto con nada” “No me interesa ninguna cosa” “Nada me emociona”.

Cuando estas frases se instauran en nuestra vida, tal vez estamos ante el comienzo de una depresión o un trastorno de ansiedad, en el cual la persona se queda emocionalmente congelada y experimenta una falta de actividad para disfrutar de actividades que antes le resultaban divertidas y gratificantes.

Situaciones de gran dificultad, disgusto y stress son situaciones que propician la aparición de este síntoma. Los pacientes que sufren anhedonia severa, arrastran un grave padecimiento, se sienten aislados socialmente y retraídos en sí mismos, generalmente mantienen cierto desapego a la vida, y su sistema psíquico se abandona a la concesión de ideas autodestructivas, coincidiendo con la incapacidad para ofrecer, entregar, relacionarse, y establecer cualquier proyecto personal.

El entorno familiar del paciente no asimila la incapacidad del mismo para experimentar ningún tipo de sensación placentera, por este motivo se van dañando y distanciando las relaciones interpersonales, hasta dejar al sujeto sumido en una situación de aislamiento. Concluir diciendo, que la anhedonia es un síntoma común en otros trastornos, como los de personalidad, esquizofrenia y en casos de abusos de drogas. Que el objetivo terapéutico consiste en restablecer las ganas del enfermo para sentirse persona y disfrutar de su interés por la vida. El apoyo psiquiátrico, empleo de fármacos y terapias psicológicas, ofrecen una gran garantía de mejoría.

Fuente: See more  more at :http://lamenteesmaravillosa.com/la-anhedonia-o-ausencia-de-placer#sthash.ic9ucVJh.dpuf

viernes, 28 de marzo de 2014

¿Que tengo qué? - Síndrome de Tourette

J. M. padece síndrome de Tourette, una enfermedad rara que implica tics motores y vocales.


MARÍA LILLO  | Madrid | EL PAIS28/02/2014

 ─ ¿Ha oído hablar del síndrome de Tourette?­ ─pregunta el médico.

"Ese es el punto de inflexión de tu vida. Cuando por fin te dicen lo que tiene tu hijo después de miles de pruebas", comenta Ángela Domínguez Dorado. Al lado, su hijo J.M., de 13 años, mueve la cabeza de izquierda a derecha de forma repetitiva. A los cinco años comenzaron los síntomas, pero tuvieron que esperar otros cinco para saber que J.M. padecía síndrome de Tourette: un trastorno neurológico caracterizado por la presencia de movimientos involuntarios y sonidos vocales repetidos.

El primer indicio fue cuando tenía tres años. "Hacía cosas compulsivamente. Se chupaba los dedos todo el rato, daba palmadas sin venir a cuento y necesitaba dar chasquidos con los dedos antes de decir cualquier cosa", relata la madre.

Los tics de M.J. iban cambiando, pero no cesaban. "Pensaba que lo hacía para llamar la atención", reconoce Ángela. "Nunca imaginé que tenía una enfermedad". La situación empeoró. "Un día me llamaron del colegio para decirme que el niño se había puesto agresivo y que no hacía más que molestar". Entonces acudió a la pediatra y esta los derivó a psiquiatría. "El psiquiatra no me dijo qué le pasaba, solo que iba a medicarlo porque el niño necesitaba estarse quieto. Y claro, me negué. Yo no quiero un niño quieto. Quiero que me diga qué enfermedad tiene para poder atajar el problema".

Sin medicación y sin saber lo que le pasaba, J.M. estaba cada día peor. "Pegaba a los niños y luego no me acordaba", reconoce. La sonrisa se borra de su rostro. "No era consciente de lo que estaba haciendo", se disculpa.

Los espasmos vuelven con más fuerza cuando se pone nervioso. Su madre intenta tranquilizarlo y, poco a poco, los movimientos de cabeza se hacen más lentos y espaciados
.
A los tics se unieron otras manifestaciones del síndrome como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). "No sabía qué hacer para ayudarlo, estaba desesperada", confiesa Ángela. "Entonces escribí en un foro de maternidad por si alguien podía ayudarme. Una mujer me contestó que su novio tenía síndrome de Tourette y que los síntomas coincidían con los de mi hijo". Encontró la asociación de afectados Ampastta ─que ahora preside ella─ y la trabajadora social le recomendó que acudiera a la Unidad Pediátrica de Enfermedades Raras del Hospital 12 de Octubre. Allí, después de cinco años de espera, le diagnosticaron.

"Saber por fin lo que le pasaba me tranquilizó al principio, pero luego tuve que digerirlo”, comenta Ángela. "Tienes que plantearte la vida de otra forma y aprender a vivir con ello para facilitar el camino a tu hijo". "Yo me quedé igual", dice J.M.. sin parar de moverse. Pero su aparente frialdad se resquebraja cuando sale el tema del colegio y de sus compañeros.

─ A veces me pongo nervioso porque se ríen de mí y me dan ganas de pegarles tortas.

"Lo importante para luchar contra el acoso escolar es informar tanto a los padres como a los profesores para que inculquen respeto a sus hijos. Hay que entender que, aunque a veces parezca un problema de comportamiento, es totalmente involuntario", explica Ángela. "Es increíble la poca empatía y la falta de interés de algunos docentes para intentar comprender la enfermedad”. No se dan cuenta de que intentar reprimir a un niño con Tourette, es como llamar torpe a un niño con parálisis cerebral".

El fracaso escolar entre los niños que padecen este síndrome es del 90% según los datos que maneja la asociación. "Apruebo los exámenes pero me cuesta mucho", reconoce J.M., que presenta un 33 % de discapacidad.

Las series de televisión y las películas suelen caracterizar a los personajes con síndrome de Tourette como personas que dicen tacos compulsivamente. ¿Pero qué hay de cierto en todo ello? "La verdad es que no se sabe qué porcentaje de afectados padece coprolalia ─tendencia patológica a proferir obscenidades─, pero no son todos, ni mucho menos. Es muy fácil utilizarlo como recurso cómico", lamenta Ángela.

Se considera que el síndrome de Tourette afecta a menos de cinco personas por cada 10.000, pero los especialistas consideran que hay muchos pacientes no diagnosticados. "El problema es que no hay investigación. Los laboratorios farmacéuticos no quieren indagar sobre enfermedades raras porque no les sale rentable", opina la madre. "De momento solo podemos aspirar a mejorar su calidad de vida".

─ ¿Te da lástima tener un hijo con síndrome de Tourette? ─pregunta J.M. de repente.

─ Lástima ninguna ─responde su madre sin pensar─ Lo único que siento es impotencia por no poder ayudarte más.

J.M. sonríe y mueve la cabeza sin control. "No puedo evitarlo".

Nota.- He recortado bastante el artículo porque era muy largo. Si a alguna persona le interesa más información, aparte de leer el artículo entero en el periódico y fecha que están casi al inicio, he dejado de poner otro caso sobre la educación de un chico con la misma enfermedad.
Habla de las actividades de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), que entre otras cosas lucha contra la discriminación que las personas con enfermedades poco frecuentes  -“raras” ER- sufren en el entorno educativo. Reclaman que sea el centro el que se adapte al alumno y no el alumno al centro. También tienen como objetivo entre otros "paliar los graves efectos que la actual crisis económica ha provocado y que ha supuesto un importante retroceso en los derechos de las personas con una ER”, y muchas más ideas y resultados de acciones llevadas a cabo.


jueves, 27 de marzo de 2014

Cigarrillos electrónicos, ¿solución o problema?


     Su composición no es inocua: la nicotina es un tóxico para el cerebro y el corazón.

     RODRIGO CÓRDOBA / FRANCISCO CAMARELLES
     El País | 03/03/2014

   En los últimos meses están proliferando las tiendas de cigarrillos electrónicos (e-cigs) en el centro de las ciudades y en lugares de paso. Asimismo la publicidad de estos dispositivos es cada vez más común. Los e-cigs liberan determinadas dosis de nicotina sin mediar combustión sino a través de un proceso de calentamiento de una resistencia eléctrica que genera vapor. Para ello se requieren propelentes y/o humectantes como el propilenglicol y la glicerina.

   Incluso se ha acuñado la palabra “vapear”, y los consumidores de los cigarrillos electrónicos no “fuman” sino que “vapean”, lo que les confiere cierta dosis de glamour.Los pacientes nos preguntan en la consulta sobre su utilidad para dejar de fumar, y ya hay entusiastas interesados que alaban los supuestos beneficios de estos dispositivos. Pero, claro, una cosa es un producto lúdico y otra muy distinta es un producto sanitario. Su composición no es para nada inocua pues la nicotina es una droga muy adictiva por vía inhalada y además es un veneno utilizado todavía como potente insecticida anti-pulgón en los invernaderos extensivos. La nicotina es tóxica para el corazón y el cerebro por su efecto indeseable en la frecuencia cardíaca y en las arterias. El propilenglicol se ha usado como aditivo alimentario, como anticongelante y en la generación de humo en espectáculos teatrales, pero además es un producto irritante para mucosas de ojos, garganta y bronquios que puede causar asma infantil. La glicerina se ha usado como cosmético, como laxante y forma parte de la fórmula del biodiesel. Sin embargo, nunca se había usado por vía inhalada. Sabemos que puede causar neumonía grasa (lipoidea) cuando se consume en los e-cigs. También se han detectado en los e-cigs trazas de nitrosaminas y metales pesados (plomo, cromo, níquel..) en cantidades muy inferiores a los cigarrillos convencionales pero con efectos impredecibles a largo plazo dado que son productos carcinógenos de efecto acumulativo a lo largo de la vida.

    Recientemente se ha comprobado que el vapor de los e-cigs contiene partículas que se liberan al medio ambiente en una concentración de cinco a diez veces mayor que los estándares fijados por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud. Ese nivel de partículas puede ser varias veces mayor del que se puede medir en la vía pública con trafico incluido.

    Los cigarrillos electrónicos han entrado de pleno en el debate social, con connotaciones que afectan a la salud personal y a la salud pública. Su auge pone en peligro muchos de los avances más preciados logrados recientemente en la prevención y control del tabaquismo en nuestro país. No solo son importantes aspectos como su eficacia para ayudar a dejar de fumar, y su seguridad de uso.
    Hay otros aspectos a considerar como el posible efecto adverso que puede impedir el cese definitivo del consumo de tabaco, o animar a los jóvenes y a los exfumadores a probar estos nuevos productos, al verse atraídos por los sabores y la falsa imagen de seguridad. Lo más grave es que el cigarrillo electrónico puede perpetuar la presencia social del hábito tabáquico en la vida de muchos españoles, y no hay estudios concluyentes que nos digan que pueden ser un mal menor.

    La postura ante estos dispositivos debe ser la regulación y la prudencia. No apostamos por una prohibición drástica. Y la mejor opción es guiarse por lo que dice la Organización Mundial de la Salud: “Hasta que no haya datos que demuestren que los cigarrillos electrónicos son productos seguros, eficaces y de calidad aceptable, se debería advertir seriamente a los consumidores que se abstengan de utilizarlos”. No es de recibo que se presenten comercialmente como un producto saludable o como un método “milagro” para dejar de fumar. Eso se llama publicidad engañosa. Sabemos que dos de cada tres usuarios lo utilizan junto a los cigarrillos convencionales no como sustitutos de ellos. Se trata de emitir mensajes educativos, mensajes de prudencia y uso responsable. La regulación debería prohibir su venta a menores, su publicidad y su uso en espacios públicos cerrados sin excepción. Una regulación débil como la aprobada recientemente en el Parlamento español solo servirá para aplazar los problemas y cometer los mismos errores históricos que se cometieron con el tabaco. Las verdades a medias son más nocivas que las mentiras gruesas.
     Los jóvenes pueden verse atraídos por una falsa percepción de seguridad.

   Rodrigo Córdoba y Francisco Camarelles.Grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud de Semfyc y del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo.



domingo, 23 de marzo de 2014

¿Cómo afrontar la drogodependencia en la adolescencia?


La Vanguardia|Barcelona | (Redacción de Vivirmejor.com) | 03/12/2013

 “El inicio en el consumo de drogas suele ser una conducta de imitación de modelos próximos al joven”

El Dr.José Manuel Benítez Moreno, Médico de Familia de Semergen y Médico adjunto del Instituto Neuropsiquiátrico y de Adicciones, nos explica las causas, consecuencias y tratamiento de la drogodependencia en la adolescencia.

¿Qué alcance tiene el consumo de drogas entre nuestros adolescentes?
Salvo en el grupo de los hipnosedantes, el consumo de drogas es mayor por parte de los hombres. Las drogas de mayor consumo entre los jóvenes de 15 a 34 años, en ambos sexos, son el alcohol, el tabaco y el cannabis, por este orden. Por lo que respecta al alcohol, el 62.2% de los jóvenes de 15 a17 años lo han consumido en los últimos doce meses. Resulta preocupante la creciente prevalencia del consumo global de drogas y especialmente de las intoxicaciones etílicas agudas entre los jóvenes de ambos sexos a lo largo de los últimos 15 años, con la irrupción de la moda del binge drinking o atracón de alcohol, muy extendida entre amplios sectores de adolescentes y de adultos jóvenes.

¿Cuándo una persona sufre una drogodependencia?
Hablamos de adicción a una droga o drogodependencia cuando la vida del sujeto se centra en el consumo persistente de una sustancia tóxica, desatendiendo a necesidades biológicas y a obligaciones sociales, dedicando gran parte del tiempo a la obtención de la droga y a su consumo, lo que le conduce a un proceso de autodestrucción caracterizado por un progresivo deterioro en sus relaciones familiares, sociales, académicas o laborales, con graves repercusiones sobre su salud y un alto grado de sufrimiento en la familia.

¿Qué es lo que empuja a un adolescente al consumo de drogas?
La adolescencia es una etapa de curiosidad por experimentar sensaciones desconocidas hasta el momento, en la que predomina una falsa convicción de invulnerabilidad y prisa por sentirse mayor, lo que hace que los muchachos puedan caer en conductas de riesgo especialmente en una sociedad donde el consumo y el culto al éxito presiden la cotidianidad. En lo que se refiere al consumo de drogas existe, sin embargo, una predisposición individual que hace que el sujeto sea más vulnerable, y que está determinada por la confluencia de diversos factores, entre los que destacan la carga genética, involucrada en el funcionamiento de los receptores cerebrales para la dopamina, los patrones culturales vigentes en cada momento y ciertas características de personalidad del adolescente, como pueden ser una pobre autoestima, la baja tolerancia a la frustración y el estar sometido a situaciones de estrés crónico.

¿Qué debe hacernos sospechar que un adolescente consume drogas de abuso?
Los cambios en los hábitos del sueño, de la alimentación, el aislamiento social, las variaciones bruscas de humor, la irritabilidad, el descenso del rendimiento académico o laboral, la pérdida de interés por actividades que antes le atraían, el alejamiento del ejercicio físico, las ausencias injustificadas a clase o al trabajo, la irrupción de conflictos serios con otros compañeros o la necesidad de manejar más dinero, pueden ser indicios de que algo no está funcionando bien, y habrá que prestar atención y ofrecer ayuda al joven.

¿Cómo prevenir, desde la familia, la drogadicción de nuestros hijos?
La droga puede ocupar un vacío que la familia no ha llenado, puede cubrir una insatisfacción no resuelta por las relaciones previas.  En la adolescencia, ante un problema, un conflicto no solventado, pueden adoptarse conductas autodestructivas entre las que están el consumo de drogas.

La educación en un ambiente de confianza que sepa transmitir seguridad a los hijos, en el que reine una relación de respeto mutuo  y de empatía favorece la resolución de los conflictos por vías no traumáticas. Si es saludable que los progenitores recuerden que ellos también fueron adolescentes y sufrieron las crisis propias de ese periodo, aún lo es más que prediquen con el ejemplo.

La coordinación entre familia, escuela y servicios sociales y sanitarios que fomenten hábitos saludables de vida y sepan identificar los signos de alarma, constituye un elemento fundamental en la prevención del consumo de drogas.

¿Qué pueden hacer los padres de un adolescente cuando éste consume drogas?
Se hace necesaria una corresponsabilidad de la pareja y mostrar madurez para afrontar la situación. Hablar con el muchacho o la muchacha sin criminalizar su conducta (y sobre todo, escuchar), procurando entender su situación y elaborando conjuntamente la estrategia para superar la situación.

La mediación de profesionales de la salud y del trabajo social (inicialmente el equipo de atención primaria) puede resultar de gran utilidad.

Desde la atención primaria de salud, la entrevista clínica y una exploración física básica ante cualquier visita del adolescente al centro de salud, sea cual sea el motivo de consulta, deberá ser la estrategia para detectar las alteraciones y poner sobre la pista del consumo/abuso de sustancias, trastornos de la conducta alimentaria y de la imagen corporal y otras conductas de riesgo.

Nota.- El artículo completo es más extenso. He dejado de poner párrafos que me han parecido se podía prescindir de ellos, pero si a alguna persona le interesa leerlo entero puede buscar en La Vanguardia del día 3 de diciembre de 2.013.

Una apuesta real por la autonomía de Andrés

AUTISMO | Testimonio
 Una familia cuenta su día a día con el autismo.
 Los esfuerzos son constantes para mejorar su comunicación.

LAURA TARDÓN | Madrid | El Mundo | 17/03/2014

Gema, la madre de Andrés, lo recuerda perfectamente. Cuando tenía 10 meses, "veíamos que no se giraba cuando le llamábamos". Lo que al principio parecía un tipo de sordera, al final era autismo. En cuanto se lo diagnosticaron (tenía poco más de un año), "empezamos con la logopedia y el apoyo de psicomotricidad". Ahora, tiene 11 años y el trabajo está siendo positivo. "Ha aprendido a leer. La fonología le cuesta más. Antes, nos comunicábamos con él a través de pictogramas, ahora está intentando hablar, como los niños de dos cuando empiezan a hablar".

De todas formas, "Andrés necesita que estés todo el tiempo con él, para vestirse, para comer, para marcarle lo que tiene que hacer durante el día...". De hecho, para evitar la ansiedad que le genera no saber lo que va ocurrir, antes de que el fotógrafo de EL MUNDO fuera a su casa, Gema se lo explicó y escribió en su agenda.

Esta necesidad por conocer cuanto le rodea complica planes tan sencillos para otras familias como ir a la playa. "Ya hemos conseguido que se familiarice con la arena, el agua y el sol y ya podemos estar los cuatro juntos (con su otra hija) en la playa".

Con Andrés, "tenemos que prever mucho las cosas, no cambiar rutinas y estamos siempre con la alerta puesta ante posibles imprevistos". Por ejemplo, en el camino en el coche de casa a su colegio (que dura 30 minutos) escucha un cd de música. Si el trayecto se acorta, Gema no puede simplemente apagar la música y salir del vehículo. "Tenemos que esperar a que termine". Sus días están muy estructurados, con el colegio, las clases de logopedia, la musicoterapia y la natación.

"Andrés siempre me va a necesitar. Lo que me mueve todos los días es intentar que tenga el máximo de autonomía, que se pueda comunicar el máximo posible". Para esto "no me planteo tratamientos alternativos, sino el apoyo psicoeducativo con el que vamos viendo algunos avances... El próximo verano le vamos a apuntar a un campamento de Asociación de Padres de Personas con Autismo, para que se vaya enfrentando a situaciones nuevas controladas y ponga en práctica lo que va aprendiendo".

Gema no se ha llegado a plantear nunca las terapias alternativas que tanto abundan en los últimos tiempos. "Ni a nivel educativo ni a nivel médico nos han recomendado en ningún momento" (el niño tiene ya 11 años) otras opciones como el tratamiento con quelantes o las cámaras hiperbáricas. Desde que le diagnosticaron, tanto ella como su marido decidieron apostar por que el pequeño tuviera todo el apoyo psicoeducativo necesario, que en definitiva es lo que los especialistas aconsejan.

Como explica Gonzalo Morandé, jefe de Psiquiatría del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, "desconfiamos de cualquier opción que hable de tratar o curar el autismo". Lo importante es que el niño se someta a estimulación psicoeducativa temprana. "Estamos abiertos a otras opciones que se proponen en un contexto saludable, como terapias con delfines, perros, música, los ordenadores, las tabletas... Puede ayudar al desarrollo, no a curar". A Andrés, cuenta Gema, "le gusta mucho la informática". En concreto, "el iPad le ha ayudado mucho con la grafomotricidad".



martes, 18 de marzo de 2014

Practicando el autocontrol

PSICOLOGÍA POSITIVA

Mariana Alvez | El Club de los Optimistas | 18/03/2014

El autocontrol es una de las 24 fortalezas de la Psicología Positiva, ubicada dentro de la virtud moderación. Podríamos definirlo como la capacidad de poder controlar nuestros comportamientos, emociones, deseos, es la habilidad de postergar el placer inmediato con el propósito de obtener un beneficio mayor en el futuro.

Gracias a nuestra corteza prefrontal de tamaño grande nos separamos de los animales y de nuestros antepasados, esto nos ayuda a no ceder siempre ante nuestros impulsos, a evaluar y planificar nuestras reacciones. Somos capaces de desarrollar el poder de la voluntad y la sabiduría.

Cuando somos capaces de manejar nuestros caprichos e ignorar nuestras emociones negativas logramos mantenernos enfocados en nuestras metas más elevadas. Debemos ser conscientes de cuáles son los disparadores de nuestros hábitos nocivos, usualmente pueden ser el stress o el aburrimiento. Es mucho más sencillo para nosotros calmarnos con algo que nos distraiga momentáneamente, es así que recurrimos a respuestas fáciles como la comida, el alcohol, la nicotina o incluso las redes sociales.

Entrenar a nuestro cerebro para adquirir un mayor autocontrol requiere de tiempo, disciplina y paciencia. El primer paso sería ser conscientes de cuándo estamos inmersos en sentimientos negativos, esos disparadores individuales que nos empujan a la satisfacción inmediata. Si nuestra mente está agobiada, preocupada, nos resultará muy dificultoso mantenernos concentrados. Es por eso que es de vital importancia mantenernos relajados, enfocarnos específicamente en la tarea que estamos realizando, un paso a la vez.

Un mal hábito debemos reemplazarlo por uno bueno, tenemos que hacer un ajuste en nuestro estilo de vida y cultivar un nuevo ser. Seamos conscientes de que el cambio no es sencillo y vamos a enfrentarnos a ciertos deslices los cuales deben ser perdonados con amor. El apoyo emocional de nuestro entorno puede ayudarnos mucho, así que no temamos pedir ayuda o acercarnos a alguien para que nos facilite un poco el camino hacia el cambio.

Nuestro autocontrol es como un músculo, pero evitemos sobre exigirlo, ya que se agotará demasiado rápido sino somos cuidadosos. Para poder empezar a practicar el autocontrol lo mejor que podemos hacer es establecernos metas pequeñas y a medida que logremos sentirnos cómodos con esos pequeños cambios, intentar alcanzar cambios más grandes. Recuerden, lento pero seguro.

Seamos comprometidos con el cambio que queremos hacer. Cualquiera sea la meta que nos propongamos debemos hacer un pacto con nosotros mismos, esto es algo que debemos y queremos cumplir, que habrá consecuencias negativas sino lo logramos. A veces tenemos éxito en ser disciplinados en un área específica de nuestra vida y fallamos en otra, sin embargo, podemos contagiar esa disciplina hacia otro sector. Si somos buenos concentrándonos en nuestro trabajo, quizás podamos ser buenos para seguir una dieta, por ejemplo.

Cada vez que la tentación golpee a nuestra puerta, esperemos cinco minutos antes de escucharla. Quizás si nos damos el tiempo suficiente la misma desaparezca antes de que arruine nuestros planes.

La fuerza de voluntad lamentablemente no es un manantial inagotable, ya que debemos hacer un esfuerzo consciente para que la misma sirva a nuestros propósitos. Al refrenar nuestros impulsos y deseos estamos agotando nuestra fuerza, por eso sería apropiado no sobrecargarnos ni sobreexigirnos, planear con anticipación y evitar dejar las cosas para último momento.

La meditación es una buena aliada para mejorar nuestro autocontrol. Centrar nuestros pensamientos, al menos unos minutos al día, logra que seamos más eficaces a la hora de controlar nuestras acciones.

Vivamos el momento presente y no idealicemos el futuro. A veces caemos en la trampa de esa hermosa ilusión donde mágicamente un día todo será mejor y en realidad para mejorar nuestro futuro nada mejor que tomar buenas decisiones desde el ahora. Somos el producto de acciones pasadas, centrémonos en el aquí y ahora, un paso a la vez, para pulir nuestros defectos.

Toleremos la frustración, aprendamos del fracaso, entendamos que las cosas no siempre salen exactamente como esperamos. Busquemos soluciones alternativas en lugar de castigarnos, de esa manera vamos a sentirnos más en control y nuestra autoestima mejorará increíblemente.

Unos escáneres muestran diferencias en las conexiones cerebrales de los epilépticos


Un pequeño estudio utilizó IRM para examinar a los pacientes de epilepsia del lóbulo temporal

Robert Preidt | HealtdDay News |19/11/2013

Las personas que sufran de cierto tipo de epilepsia tienen unas conexiones cerebrales generalizadas anómalas, lo que podría proveer pistas para el diagnóstico y el tratamiento, sugiere una investigación reciente.

El estudio incluyó a 24 personas con epilepsia del lóbulo temporal izquierdo, la forma más común de epilepsia focal (parcial). Las convulsiones parciales no involucran al cerebro completo. Las personas con epilepsia del lóbulo temporal experimentan convulsiones que se inician en el lóbulo temporal. Los lóbulos están localizados a cada lado del cerebro, justo encima de los oídos.

Los investigadores utilizaron IRM para comparar los cerebros de los pacientes de epilepsia y los de un grupo de 24 personas sin epilepsia. Los pacientes de epilepsia tenían entre un 22 y un 45 por ciento menos conexiones de largo alcance en la "red neuronal por defecto" en comparación con las personas sin la afección.

Este conjunto de regiones cerebrales se activa cuando la mente está en reposo y se le permite distraerse o soñar despierta.

Los pacientes de epilepsia también tenían entre un 85 y un 270 por ciento más conexiones locales dentro y más allá de la red neuronal por defecto. Esto podría ser una adaptación a tener un menor número de conexiones de alcance largo, anotaron los autores del estudio.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 19 de noviembre de la revista Radiology.
"Nuestra meta a largo plazo es ver si podemos predecir... quién responderá a la cirugía y quién no", comentó en un comunicado de prensa de la revista el Dr. Steven Sfufflebeam, del Hospital General de Massachusetts.


Artículo de HealthDay-(Medline Plus), traducido por Hispanicare
FUENTE: Radiology, news release, Nov. 19, 2013
HealthDay
(c) Derechos de autor 2013, HealthDay

Cómo detectar a un comprador compulsivo

PSIQUIATRÍA | Adicción a las compras

·        Es una patología cuando la conducta se mantiene en el tiempo
·        Y tiene para la persona y su entorno consecuencias negativas
·        Hay quienes dilapidan no sólo su dinero, sino también su tiempo

BEATRIZ G. PORTALATÍN | Madrid | El Mundo | 11/01/2014

En enero se disparan los artículos de ocasión, la última oportunidad o el todo al 50%. Pero las compras no existen sólo en Rebajas, el periodo navideño es un punto fuerte para que, con o sin excusa, compremos más que en otras épocas. De hecho y según informaciones proporcionadas por la Confederación Española de Comercio (CEC), este último diciembre ha sido el único desde 2006 en obtener un dato positivo.

"En la actualidad, ha habido una liberalización del periodo de rebajas (cada comercio puede poner sus artículos más baratos cuando quiera) y con ello se está perdiendo el concepto psicológico de las Rebajas, ya no existen los aluviones que veíamos antes", comentan desde la CEC.

Sin embargo, hay datos que van más allá del hobby más cotizado del siglo XX: comprar. Según las últimas informaciones procedentes del Hospital Universitario de Bellvitge en Barcelona, entre un 6 y un 7% de la población general en todos los países desarrollados sufren trastorno de compra compulsiva. Una patología que afecta a personas de mediana edad, alrededor de los 40 años, aunque los síntomas suelen aparecer a los 18, según explica a EL MUNDO Susana Jiménez, responsable de la Unidad de Juego Patológico y otras Adicciones Comportamentales de este hospital.

Sus características principales son: comprar recurrente y compulsivamente, algo que genera malestar en la persona provocando incluso deudas económicas. Para que se considere una patología ésta ha de ser una conducta estable.
Según diferentes estudios, afecta por igual a hombres y a mujeres; la única diferencia, explica la experta, está en el tipo de artículos que adquieren unos y otras.

Las mujeres se decantan por ropa, perfumes o joyas, mientras que los hombres prefieren material informático, productos de electrónica o música. Pero pese a esta igualdad, las mujeres son las que más van a consulta. "Generalmente, llegan acompañadas de un familiar. Y no es extraño, son muchos los que confrontan el problema por primera vez al recibir un extracto de la tarjeta de crédito familiar con una deuda desorbitada", añade Neus Córdoba, psicóloga clínica de la Asociación Catalana para el Tratamiento de la Ansiedad y Depresión (ACTAD).

No obstante y pese a todos los infinitos debates que han existido, esta experta señala que no se puede llamar trastorno a este problema, ya que el DSM V (el manual considerado la biblia de los psiquiatras) no lo incluye como tal. Aunque esta conducta se asemeje a otras relacionadas con el control de los impulsos como las drogodependencias, "lo importante es que se expresa como compulsión en algunos trastornos obsesivos, y se manifiesta en muchos trastornos afectivos (ansiedad y depresión) y de personalidad (trastorno límite)", afirma.

¿Qué diferencia el hobby de la patología?
Según explica Jiménez, a la hora de comprar en general existen cuatro fases: una primera de alerta, donde vemos el producto, nos atrae. La segunda fase es recopilación de información, la tercera la evaluación del producto: comparamos precios, valoramos si realmente lo necesitamos y vemos cómo y cuándo lo podemos utilizar y por último, lo compramos. Pues bien, "la persona con esta patología de compra compulsiva, pasa directamente de la primera fase a la cuarta. Lo ve y lo compra. Aquí la primera fase sería por tanto, una alerta de urgencia", expone.

No es algo puntual, sino que es estable en el tiempo. "Nada tiene que ver con la euforia de las rebajas, aunque las personas con esta compulsión, verán justificada su conducta y, seguramente, comprarán aún más en esta época", aclara Córdoba. Es importante por tanto precisar que, "a diferencia del consumidor ocasional, el comprador compulsivo pierde interés en el objeto que ha comprado con la misma rapidez que lo compró. Esto le lleva a acumular muchos productos sin estrenar. Cuanto más compra, más vacío se siente y menos disfruta de otras actividades. Hay personas que no llegan a dilapidar su dinero, pero sí dilapidan una enorme cantidad de horas al día en esta actividad", expone esta especialista.

Se trata por tanto, de una conducta donde hay una clara pérdida de control. Así, los factores de riesgo más importantes, según enumera Jiménez son: impulsividad y dificultad para regular las dificultades, baja autoestima, no saber gestionar las emociones negativas y usar por ello la compra para regular ese estado y por último tener un alto concepto del materialismo.

Pueden pasar años (la media está en seis) desde el inicio de los síntomas hasta que la persona vaya a consulta. Por lo que es un problema muy difícil de detectar donde además, en ocasiones, suele haber otro problema detrás: "Se asocia con ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y otras adicciones", indica Jiménez.


En su tratamiento, en muchas ocasiones, informa Córdoba, se sigue un protocolo integrador para el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pero en más de la mitad de los casos, la compra compulsiva es la manifestación de un estado profundo de ansiedad y depresión. Pero sin duda este problema se puede curar, pues "el porcentaje de éxito de las terapias en muy alto, de hasta un 70-75%", comenta Jiménez. Lo importante, concluye, si se tiene a alguien cercano que puede tener esta patología es acercarse a él con una actitud comprensiva pero firme.




Uno de cada ocho menores en España presenta un trastorno mental

El 70% de los trastornos mentales nacen en la infancia o adolescencia
Un informe denuncia la falta de atención a la psiquiatría infantil en España
Denuncia que España está al nivel de Albania o Bulgaria en salud mental infantil
En muchas comunidades no hay una estrategia de salud mental para la infancia.

RTVE.es | EFE | 13/03/2014

Uno de cada ocho niños o adolescentes padece un trastorno mental y uno de cada cinco lo sufrirá a lo largo de su vida en España, el único país de la Unión Europea que aún no reconoce la psiquiatría infantil como especialidad médica pese al impacto negativo de la crisis en estas patologías.

Estos son algunos de los datos que ofrece el Libro blanco de la psiquiatría del niño y el adolescente, patrocinado por la Fundación Alicia Koplowitz con motivo de su vigésimo aniversario y presentado este jueves por el jefe de psiquiatría infantil del hospital Gregorio Marañón, Celso Arango.

Las patologías más frecuentes en menores son los trastornos del desarrollo neurológico (discapacidades intelectuales, hiperactividad, déficit de atención), la esquizofrenia, el trastorno bipolar y los relacionados con estrés, comida, sueño, ansiedad o depresión.

"El 70% de los trastornos mentales que aparecen en la edad adulta tienen su origen en la infancia o adolescencia", razón de más para destinar buena parte de los esfuerzos a la prevención, ha advertido Arango, quien ha denunciado la falta de un "protocolo consensuado" de ámbito nacional.

Las comunidades autónomas tampoco cumplen con el estándar internacional de calidad, que recomienda contar con 14 psiquiatras por cada 100.000 menores de 18 años y existen grandes diferencias entre regiones. Así, Andalucía apenas tiene tres frente a los cinco de Madrid o los nueve del País Vasco.

Sin atención especializada para los menores
El también director de la cátedra de Psiquiatría del Niño y Adolescente de la fundación ha señalado que "no es de recibo" que un país como España se sitúe en los niveles de Albania o Bulgaria en lo relativo a salud mental infantil.

"Hay muchas comunidades que no tienen ninguna estrategia de salud mental en vigor ni cuentan con una unidad especializada para la infancia", lo que hace que niños y adultos tengan que compartir una misma consulta, ha señalado.
  
En su opinión, Cataluña, Navarra y País Vasco son las regiones que más se acercan a un modelo de calidad y mejor gestionan sus recursos, si bien a partir de la advertencia del libro blanco, muchas comunidades se han puesto a trabajar por un método más preciso.

Además, Cataluña y Navarra son las regiones que presentan un mayor número de casos, aunque Arango considera que los datos están "contaminados" por las deficiencias en el registro de pacientes, ya que las administraciones públicas no ofrecen información desglosada.

Más depresión, ansiedad y estrés por la crisis
El 60% de los profesionales consultados por los autores se unen a la petición de una "estrategia común", a tiempo que Arango ha destacado la necesidad de poner en marcha la ley que prevea la troncalidad de psiquiatría infantil.

Consciente de la situación de las arcas del Estado en este momento, Arango ha propuesto "reestructurar los recursos disponibles para prestar una atención más especializada" en lugar de aumentar la partida.

La crisis también se traduce en más casos de depresión, ansiedad y estrés de padres "que no pueden pagan el alquiler", lo que repercute en unos niños calificados como "sufridores silentes", ha indicado.


Aunque el 25% de europeos padecerá a lo largo de su vida algún problema mental, aún existen "resistencias" a la hora de pedir ayuda debido al estigma y la vergüenza: "No ir a la consulta es un problema, porque impido que mi hijo reciba una asistencia que le beneficia", ha enfatizado.