lunes, 28 de septiembre de 2020

La búsqueda de sentido según Viktor Frankl

ELENA MANDEL    |    La Mente es Maravillosa   |   22/04/2020

Muchas veces nos centramos tanto en cambiar nuestras circunstancias que nos olvidamos del enorme poder que tenemos para disfrutar del presente pase lo que pase. Uno de los mayores exponentes de esta idea fue el neurólogo y psiquiatra austríaco Viktor Frankl.

A partir del relato de sus experiencias en un campo de concentración, este autor explica en su libro El hombre en busca de sentido la experiencia que le llevó a crear la logoterapia, una psicoterapia desde la que se propone la voluntad de sentido como motivación primaria del ser humano. Viktor Frankl, prisionero durante mucho tiempo, sintió en su propio ser el significado de una existencia desnuda.

Ahora bien, ¿cómo pudo aceptar que la vida era digna de vivirla? Un hombre que todo lo había perdido, que había visto destruido todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, y que tantas veces estuvo a punto del extermino. Y sin embargo, Frankl consiguió encontrar el sentido a su existencia.

 “Quien tiene un para qué vivir, encontrará casi siempre el cómo”. -Nietzche-

Según este psiquiatra, la búsqueda del sentido de la vida es la esencia de la misma. En la realización de este sentido el hombre aspira a encontrarse con otro ser humano en la forma de un tú y amarlo.

Cuando el sentido de la existencia se ve frustrado, el deseo de poder o de placer ocupa el lugar más importante en la motivación de la conducta. De esta forma, la búsqueda de la felicidad se convierte en un fin en si mismo y por lo tanto surge la frustración.

¿Cómo podemos transformar nuestra existencia?

La felicidad se obtiene como consecuencia de tener una meta, y no por la búsqueda directa de la misma. La puerta a la felicidad se abre hacia afuera, y a quien intenta derribarla se le cierra con llave.

El optimismo es una pieza clave de la concepción de Frankl. En su filosofía, la vida aparece como una oportunidad a la que hay que responder; es necesario buscar la mejor opción para conservarla y por lo tanto mantener la promesa de sobrevivir. En este sentido, una vez definido el para qué, el acento pasa a los cómo.

“Crees tú también que el sentido de la vida no es otro que la pasión, que un día colma nuestro corazón, nuestra alma y nuestro cuerpo, y que después arde para siempre, hasta la muerte, pase lo que pase? ¿Y que si hemos vivido esa pasión, quizás no hayamos vivido en vano?”. -Sandor Marai-

El amor es la meta más alta a la que puede aspirar el ser humano. Esta fe fundamental permite recuperar todos los esfuerzos, decisiones o acciones que alguien haya realizado en su vida. Lo fundamental para Frankl es lo que el hombre responde a las preguntas que le hace la vida, y no lo que la persona le pregunta a esta. La felicidad es el resultado de tener un sentido.

En este compromiso, los valores juegan un papel fundamental. Especialmente importantes son los de de actitud, creación y experiencia, siendo especialmente destacable en este ultimo caso la experiencia amorosa.

Los valores hacen posible un viaje interior de donde surge, por un lado, la fe en el futuro, y por el otro, la búsqueda de recursos de amor y sentido en la propia historia personal de vida.

La relación entre fortaleza interior (valores, fe, amor, sentido) y meta futura, es el eslabón que integra al individuo y le permite reconocerse como un ser único e irrepetible.

“La valoración de uno mismo es el punto de partida en la búsqueda del sentido”. -Viktor Frankl-

¿Qué es la actitud interior?

La actitud interior ante las circunstancias es resultado de una elección personal. Es la libertad para convertirse en la clase de persona que se quiere ser. Estar mas allá de las limitaciones materiales o físicas es una posibilidad humana donde el hombre conoce la experiencia del heroísmo.

Para que las personas desarrollasen la mejor actitud interior posible, Frankl habló de una serie de enseñanzas fundamentales. Las nueve más importantes son las siguientes:

Elige tener esperanza. No siempre podemos cambiar las circunstancias, pero siempre podemos elegir nuestra actitud en cualquier situación que se presente. Cuando ya no podemos cambiar una situación, somos desafiados a cambiarnos a nosotros mismos

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      Conoce tu por qué. Pregúntate: ¿Para qué estoy viviendo? Todos los días deberíamos levantarnos y preguntarnos por qué nos levantamos y por qué estamos aquí. “Quiénes tienen un ‘por qué’ pueden tolerar casi cualquier ‘cómo’.


·        Aprende a llorar. Las lágrimas no son una muestra de debilidad, emanan de un alma que no teme quebrarse. “No hay necesidad de avergonzarse de las lágrimas, porque estas atestiguan que un hombre tuvo el mayor de los corajes, el coraje para sufrir”.


·        No te conformes con ser parte del rebaño. El mundo está al revés. En ocasiones, hacer lo que todos hacen es una locura. “Una reacción anormal ante una situación anormal es normal”.


·        Vive con sentido. Le damos sentido a la vida respondiendo a las preguntas que nos hace. La vida le plantea a cada persona un desafío y la persona solo puede responder con su propia acción. Lo que uno espera de su existencia no importa; lo que importa es lo que esta espera de uno.


·        Llena tu día con actos de bondad. La amabilidad tiene un objetivo, los cientos de pequeños actos altruistas que tenemos la oportunidad de hacer cada día ayudan a llenar nuestra vida de significado.


·        Ve más allá de ti mismo. Encontramos el verdadero sentido cuando trascendemos nuestros propios límites y necesidades. Cuanto más una persona se olvida de ella misma, al darse a una causa o a otra persona, más humana es y más crece.


·        Siente el dolor de los demás. Sufrir es doloroso, por más irrelevante que el problema les parezca al resto. Ten empatía con el dolor de los demás, incluso si no es una tragedia en la perspectiva global de la vida.


·        Podemos cambiar incluso cuando la vida es difícil. Podemos crear una vida significativa y llena de sentido, amor y propósito.

 “Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que está el presente”.-Rabindranath Tagore-


viernes, 25 de septiembre de 2020

Comprobación de la autoestima: ¿demasiado baja o en el nivel adecuado

Escrito por el personal de Mayo Clinic    14/07/2020

“La autoestima se conforma a partir de tus pensamientos, relaciones y experiencias. Comprende en qué consiste el nivel de autoestima y los beneficios de tener una opinión saludable de uno mismo”.

La autoestima es tu opinión general sobre ti mismo —cómo te sientes acerca de tus habilidades y limitaciones. Cuando tienes una autoestima saludable, te sientes bien contigo mismo y te ves como una persona que merece el respeto de los demás. Cuando tienes la autoestima baja, asumes que tus opiniones e ideas tienen poco valor. Podría preocuparte constantemente no ser lo suficientemente bueno.

A continuación, te explicamos cómo saber si tu autoestima necesita mejorar y por qué es importante desarrollar un sentido saludable de tu propio valor.

Factores que forman e influencian la autoestima

La autoestima comienza a formarse en la niñez temprana. Los factores que pueden influenciar la autoestima son los siguientes:

·        Tus pensamientos y percepciones

·        La forma en la que otras personas reaccionan ante ti

·        Experiencias en el hogar, la escuela y la comunidad

·        Enfermedades, discapacidad o lesiones

·        Edad

·        Función y estatus en la sociedad

·        Mensajes de los medios

Las relaciones con tus seres queridos (padres, hermanos, maestros y otras personas importantes) son importantes para tu autoestima. Muchas creencias que tienes sobre ti hoy son un reflejo de los mensajes que recibiste de estas personas a lo largo del tiempo.

Si tus relaciones son sólidas y recibes comentarios mayormente positivos, es más probable que te veas a ti mismo como una persona valiosa y tengas una autoestima más saludable. Si recibes comentarios mayormente negativos y sueles ser objeto de críticas, bromas o comentarios desvalorizantes, es más probable que tengas una baja autoestima.

Sin embargo, las experiencias y relaciones pasadas no tienen por qué ser tu destino. Es posible que tus pensamientos tengan el impacto más grande en tu autoestima, y estos pensamientos están bajo tu control. Si tiendes a enfocarte en tus debilidades y fallas, esforzarte por cambiar esto puede ayudarte a desarrollar una mirada más equilibrada y precisa de ti mismo.

Nivel de autoestima

La autoestima tiende a variar a lo largo del tiempo, según las circunstancias. Es normal pasar por momentos en los que te sientes mal contigo mismo y otros en los que te sientes bien. Sin embargo, generalmente, la autoestima se mantiene en un nivel que refleja cómo te sientes contigo mismo en general, y aumenta un poco con la edad.

Considera cómo reconocer los extremos de tu autoestima:

·        Baja autoestima. Cuando tienes autoestima baja o negativa, crees que tus opiniones e ideas tienen poco valor. Te enfocas en las debilidades y los errores que percibes, y le das poco crédito a tus habilidades y cosas positivas. Crees que otras personas son más capaces o exitosas.

Podrías tener dificultades para aceptar comentarios positivos. Podrías temer al fracaso, lo que puede impedirte tener éxito en el trabajo o en la escuela.

·        Autoestima saludable. Tener autoestima saludable significa que tienes una mirada equilibrada y precisa de ti mismo. Por ejemplo, tienes una buena opinión de tus habilidades, pero reconoces tus defectos.

Cuando la autoestima es saludable y se basa en la realidad, es difícil tener demasiado de ella. Fanfarronear o sentirse superior a otros no es un signo de demasiada autoestima. Es, más bien, evidencia de inseguridad y baja autoestima.

Beneficios de una autoestima saludable

Cuando te valoras a ti mismo y tienes una buena autoestima, te sientes seguro y valioso. Tienes relaciones generalmente positivas con otras personas y confías en tus capacidades. También estás más abierto a aprender y a recibir comentarios, lo que puede ayudarte a adquirir y dominar nuevas habilidades.

Con una autoestima saludable:

·        Eres una persona asertiva al momento de expresar tus necesidades y opiniones

·        Confías en tu capacidad para tomar decisiones

·        Eres capaz de establecer relaciones seguras y honestas, y tienes menos probabilidades de permanecer en relaciones poco saludables

·        Eres realista en tus expectativas y tienes menos probabilidades de ser extremadamente crítico contigo mismo y con los demás

·        Eres más resiliente y tienes más capacidad para tolerar el estrés y los contratiempos

La autoestima afecta prácticamente todos los aspectos de tu vida. Mantener una visión saludable y realista de ti mismo no significa hacer alarde de tus virtudes. Significa aprender a aceptarte y a respetarte, incluso con tus errores.

Hipocondría: causas, síntomas y posibles tratamientos

OSCAR CASTILLERO MIMENZA   |    Psicología y Mente        

“Este trastorno afecta a personas muy sugestionables que creen estar enfermas sin tener pruebas”.


Un dolor de cabeza es visto como signo evidente de la presencia de un tumor cerebral. Una conjuntivitis probablemente esté indicando la incubación de una fiebre hemorrágica. La aparición de un moratón indica claramente que se padecen lesiones internas debido a una enfermedad. Una molestia en el brazo implica que estamos sufriendo con seguridad un infarto.

Si bien en algunos casos la asociación entre los síntomas y enfermedades que he nombrado es correcta, una gran parte de la población no se alarma cuando ocurre un síntoma en concreto: a casi las personas alguna vez les ha ha dolido la cabeza, han tenido los ojos inyectados en sangre, moratones o molestias y en general no es debido al padecimiento de las anteriores enfermedades.

Sin embargo, existen personas que experimentan un elevado nivel de ansiedad al notar alteraciones que generalmente son considerados leves y están convencidos de estar sufriendo una enfermedad grave. Se trata de personas que padecen hipocondría.

¿Qué es la hipocondría?

Se entiende por hipocondría, actualmente denominada trastorno de ansiedad por enfermedad en el DSM-5, aquel trastorno caracterizado por la presencia de un elevado nivel de miedo, preocupación y ansiedad ante la creencia o el convencimiento de estar padeciendo una enfermedad médica grave, o bien por la posibilidad de estar contrayéndola. 

Esta creencia proviene de la percepción de pequeñas alteraciones o sensaciones que se interpretan como signos inequívocos de trastornos graves. En ocasiones aparece después de que la propia persona o alguien de su entorno haya sufrido una enfermedad larga, dolorosa o que haya concluido con la muerte del enfermo.

Lo que ocurre en la mente del hipocondríaco

En los casos en que hay una convicción de enfermedad, en general las personas con este trastorno buscan ayuda médica con el fin de localizar y diagnosticar el supuesto problema, y es frecuente que ante la presencia de pruebas que muestren su buen estado de salud las explicaciones no les satisfagan o lo hagan solo temporalmente y demanden la realización de nuevas pruebas o busquen a otros profesionales que les confirmen sus temores. Sin embargo existen algunas personas con este trastorno que optan por evitar acudir al médico debido al miedo a ser diagnosticado, a pesar de sufrir una ansiedad muy elevada y estar convencidos de estar enfermos.

El elevado nivel de ansiedad con respecto a su salud que llegan a padecer estas personas hace que estén continuamente focalizados en la existencia de posibles síntomas, así como de que realicen o dejen de realizar conductas con el fin de comprobar su estado de salud.

El diagnóstico de la hipocondría supone que estos síntomas se dan a lo largo de al menos seis meses, si bien la enfermedad que se cree tener puede ir variando. Esta preocupación no debe ser confundida ni debe deberse a la existencia de otro trastorno mental tal como pueden ser el TOC o trastornos de tipo somático (si bien en algunos casos la elevada ansiedad puede llegar a provocar un trastorno psicosomático). Se trata de un trastorno que puede ser muy invalidante y provocar un elevado nivel de disfunción en diferentes dominios vitales (tanto a nivel personal como laboral o académico).

Causas del trastorno

El trastorno de ansiedad por enfermedad o hipocondría es conocido desde la antigüedad, hallándose información de este incluso en la Grecia clásica. A lo largo de la historia se han intentado establecer diferentes explicaciones respecto a su etiología. A nivel psicológico podemos encontrar que varias escuelas y corrientes de pensamiento han ido formulando sus propias explicaciones.

Desde el modelo psicodinámico a menudo se ha vinculado la hipocondría como una expresión de conflictos internos con origen en la desconfianza hacia el propio cuerpo nacida en la infancia, con una transformación de la hostilidad hacia los demás que se redirige hacia uno mismo o de la necesidad de dependencia o bien como intento de la psique de responder y defenderse de la culpa o baja autoestima. Sin embargo, esta explicación no se encuentra validada científicamente.

Desde un enfoque psicosocial se ve como un patrón de comportamiento aprendido que se adquiere ante la observación de que puede provocar beneficios. Se propone que el hipocondríaco puede ser una persona insegura que utiliza la idea de estar enfermo como mecanismo inconsciente para llamar la atención de su entorno. Es importante remarcar el hecho de que sea inconsciente e involuntaria.

Sin embargo, uno de los modelos explicativos que mayor consideración ha recibido es el propuesto por Warwick y Salkovskis, los cuales consideraban que en la etiología de la hipocondría pueden encontrarse en primer lugar experiencias previas nocivas con respecto a la salud y la enfermedad (como la muerte de un ser querido) que provocan que aparezca la creencia de que el síntoma implica siempre algo muy negativo, 

Estas creencias se activan tras un acontecimiento desencadenante y hace que aparezcan pensamientos automáticos de tipo negativo que a su vez generan la ansiedad. Dicha ansiedad se verá potenciada por la realización de conductas concretas y el aumento de activación en diversos niveles.

Tratamiento de la hipocondría

El tratamiento de la hipocondría puede revestir cierta complicación debido a que por norma general el sujeto tiende a mantener la creencia de que le ocurre algo físico. De cara a tratar la hipocondría, primero es necesario descartar que no haya ninguna patología real y una vez descartada es necesario que se establezca un buen rapport entre terapeuta y paciente. 

Inicialmente se suele tratar en primer lugar la sintomatología de tipo ansioso para luego pasar a aquellos aspectos más profundos que origen y/o mantienen la preocupación.

En el tratamiento se emplea la psicoterapia con técnicas por lo general de tipo cognitivo-conductual. El tratamiento en cuestión se basa en primer lugar en ayudar al sujeto a detectar las creencias respecto a su estado de salud y cómo estas afectan a su vida, para posteriormente plantearle la alternativa de que pueda estar tratándose de un problema relacionado a la ansiedad y enseñarle un modelo explicativo del fenómeno (generalmente el de Warwick y Salkovskis).

Tras ello se empieza a trabajar sobre las diferentes actividades que el sujeto realiza como comprobación de su estado, y se propone de manera conjunta realizar diferentes experimentos que contraríen las creencias del individuo. Se establece un compromiso con el paciente de manera que este se compromete a no realizar determinadas actividades comprobatorias, para posteriormente indicarle que realice un pequeño registro en el que cuando le surja la ansiedad anote datos a favor y en contra de sus sospechas de cara a que pueda cuestionarlas

Posteriormente se le va ayudando a hacer una exposición en imaginación o incluso una inundación respecto a la idea de enfermar o padecer la enfermedad en cuestión. Se debe trabajar también la autofocalización, mostrando la importancia que esta tiene en la exacerbación de su malestar y proponiendo actividades que permitan variar el foco atencional. 

La reestructuración cognitiva es también de gran utilidad para combatir las creencias disfuncionales. Es importante incorporar en cualquier programa aplicado contra la hipocondría elementos que tengan muy en cuenta la prevención de recaídas. También es de utilidad formar al entorno de cara a que no potencien la sintomatología.


martes, 22 de septiembre de 2020

Compilación de artículos con un mismo tema el Covid, tratados por la psiquiatra Marian Rojas Estapé

Nota.- 4 artículos que ha emitido la COPE (una cadena de radio española) sobre el Covid. Los argumentos son muy claros y aunque las fechas corresponden al primer brote de la pandemia, no está de más tener en cuenta lo que dijo, porque estamos de nuevo con repuntes. Espero os ayude.

1.- “Depresión, ansiedad y agresividad. Claves para no desesperarse"

MARIAN ROJAS ESTAPÉ   |  COPE   |    30/03/2020

En esta circunstancia de confinamiento, la psicóloga Marian Rojas Estapé va a estar con nosotros cada sábado para resolver todas las consultas que dejen nuestros oyentes. Hablamos con Marian sobre las posibles consecuencias psicológicas que va a tener este confinamiento.

Lo primero que ha explicado hoy Marian han sido las fases que se están viviendo: “Estoy viviendo las mismas fases que el resto de la población. Porque, efectivamente, una de las cosas más interesantes son las fases. La primera fue la banalización. Decíamos que esto es cosas de los chinos, que no nos afecta. Después la fase de la histeria, y cancelando todos los planes que teníamos. Y, por último, en el confinamiento, podemos pasar a la fase de aceptación o a la desesperación, dependiendo de las circunstancias de cada persona y de los perfiles psicológicos.

Además de las fases que comenta, también son interesantes los perfiles psicológicos. Comenta cuales son los más preocupantes: “Por un lado, las personas que están solas. Por otro lado, las grandes familias, que van a tener que convivir y compartir momentos y situaciones que no están acostumbrados a vivir. Para todos ellos, es importante valorar que esto es una circunstancia excepcional.”

Sobre la excepcionalidad de esta situación: “Cuando estamos tranquilos tomamos unas decisiones diferentes a las que tomamos cuando estamos en un estado de alerta, como el de ahora. Por ejemplo: las personas que son controladoras lo están pasando muy mal. Tener la necesidad de controlarlo todo les está enfermando. Ellos deben asumir los constantes cambios que no dependen de ellos. Y por otro lado, también están pasándolo mal las personas obsesivas con la limpieza. Ahora nos están diciendo que cuidemos mucho la higiene, que limpiemos la ropa, los zapatos… porque cualquier superficie tiene bacterias, y esta circunstancia les pone muy nerviosos.

Si tienes alguna consulta puedes mandárnosla por wathsapp al 666554000, también a nuestra cuenta de twitter, @findesemanaCOPE , o en Facebook.com/CristinaFinDeSemana .

 

2.- “Saldremos de esto con más empatía y compasión”

MARIAN ROJAS ESTAPÉ   |   COPE   |  07/04/2020

Marian Rojas, la autora de “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”, viene todas las semanas para dar unos consejos a todos los que están en cuarentena y, como ella dice “porque las personas están sufriendo unos procesos en el cerebro muy específicos”.

A propósito de lo que tenemos que aprender del coronavirus, Marian comenta “que a todos nos pide algo el coronavirus, a todos ha venido a decirnos algo. La gran mayoría de la población y los médicos” para todos el virus tiene un significado. “Ha llegado un momento en el que el ser humano ha podido parar a pensar. Es un momento en el que la gente ha tenido tiempo para darse cuenta de que solo vivía para el trabajo, que se ha dado cuenta de que no sabía tratar a sus hijos, gente que yo conozco que ha empezado a conocer a sus hijos adolescentes y ha empezado a hablar con ellos”. Hemos pasado de pensar que somos inmortales y “hemos pasado a darnos cuenta de lo que de verdad importa”.

Continúa Marian Rojas con una reflexión. “Vi un anuncio en el que la gente se reunía y pensaba que si volveremos a la normalidad con esas ganas de hacer cosas buenas. Creo que todos estamos deseando tratar bien a la gente”. Marian extrapola este nuevo sentimiento de empatía a temas donde antes éramos más indiferentes. “Ahora vemos a los refugiados de otra manera, porque nosotros estamos sufriendo muchísimo con esto”. Hay maneras en las que sobrellevar este miedo y esta incertidumbre, aporta la psiquiatra, “y es estar unidos, y ese estar unidos contra esto con empatía y compasión, para ponernos en el lugar del otro e intentar apoyar al otro”.

Ha respondido a preguntas de los oyentes de problemas que se hayan podido tener estos días con la comida, con esa necesidad que te hace asaltar la nevera continuamente. “Entre que hicimos una compra como si fuese a acabarse el mundo y, de repente, ves tu nevera con un volumen que no estás acostumbrado a ver y te entra un hambre feroz. Tiene que haber un horario, porque muchas veces tu alegría, cuando estás encerrado en casa, es acercarte a la nevera y comer. Lo más importante es orden, - a hora no se come-  y poner un horario de comidas, aunque haya algún momento excepcional”. Y da tres consejos: “Hay que seguir cuidándonos tanto o más, mantener ratos de silencio que mejora nuestro sistema inmunológico y hacer todos los días algo de ejercicio”.

 

3.- “El aislamiento se combate con mensajes de cariño entre nosotros”

MARIAN ROJAS ESTAPÉ    |   COPE    |    11/04/2020

Hay quien no puede aguantar sin salir más, las neurosis se amontonan y la gente no para de escuchar ‘que de esto salimos’, pero no terminamos de salir. Marian Rojas ha venido a comentar como conseguir estabilizarnos en nuestro confinamiento y no caer en los laberintos de nuestra propia cabeza.

“Hemos ido viviendo una serie de procesos mentales, de la histeria al drama y la adaptación, incluso una fase de hiperactivismo en el que hacíamos de todo. Ahora es una fase de hartazgo, se están juntando varios factores. Hay un factor psicológico que está haciendo que aumenten los problemas de ansiedad y de depresión, por cosas que están pasando en su entorno, por fallecidos, trabajos, ERTES y nos está afectando a nivel de salud. Gente que está empezando a generar esa ansiedad y esa tristeza, y el principal motivo está en nuestra mente” comenta la psiquiatra.

“Da la sensación de que esto no tiene fin, incluso porque en otros países esto está llegando y puede repercutir en las vacaciones, en los niños que no tienen que asistir al colegio y es una gestión de malabares para los padres. Hay un momento dado en el que ves que esto es un poco y parece que no terminamos de salir de este asunto, pero es un momento en el que toca recurrir a la confianza” aduce la médico, “es momento de confiar en los políticos, en los sanitarios, aunque cueste, porque esto puede acabar con una crisis muy fuerte en la población”.

Tantos días de aislamiento pelean con nuestra cabeza, “tiene efectos a nivel psicológico” comenta Marian Rojas, “al principio, todos los colectivos de médicos del mundo, hablaban de un aislamiento que podía tener efectos negativos en la salud. Es una hormona, la oxitocina, que nos baja el cortisol, el estrés y nos ayuda a encontrarnos mejor. Se conoce que tiene que ver con todas las relaciones humanas y se activa cada vez que hay un contacto piel con piel. La oxitocina refuerza el sistema inmunológico y la forma de activarla es tocándonos, teniendo contacto piel con piel y como sustituto, tenemos que conseguir tocándonos con las palabras y los mensajes, enviándonos mensajes que nos animen” termina la experta.

 

4.- “Tenemos que hablar de cómo ha vivido esto la gente mayor” – Marian Rojas

 

Cristina López Schilling   | COPE   |   Fin de semana   |   31/05/2020

 

Marian Rojas Estapé, autora de “Cómo hacer para que te pasen cosas buenas”, comenta con Cristina en Fin de Semana cómo es esa “nueva normalidad” de la que nos están constantemente hablando: “Más que nueva normalidad es nueva realidad, así no tiene connotación de ningún tipo. Pensaba en qué características va a tener. Todo ha sido una novedad para la mente y el cerebro" ha dicho la psiquiatra. “Mucha gente está rechazando la nueva realidad, no la quieren ni la aceptan, quieren ir sin mascarilla ni mamparas. Nos cuestan muchísimo los cambios".

 

Nos enfrentamos a un momento complicado, pero nuestro cerebro reacciona. Así lo explica Marian: “La flexibilidad del cerebro nos permite adaptarnos a nuevas circunstancias, aunque sean muy difíciles. Tiene que haber un trauma para que pase esto, y lo hay. Hay tres factores: cómo es nuestra autoestima en un momento así. El segundo: capacidad de comunicar lo que te preocupa, quien se traga las emociones se ahoga. La comunicación puede ser verbal o escrita. Cuando escribes te sientes aliviado, por eso los diarios hacen que la gente se sienta aliviada La capacidad de comunicar y expresarnos hace que estemos mucho mejor. La tercera: cómo es mi red emocional, cómo es la gente de mi entorno que me hace sentir querido, sentirte querido" ha dicho la doctora.  

Ha hecho un aparte para hablar de las despedidas que no han podido ser: “El duelo es un proceso psicológico muy complejo, y una de las cosas que lo requiere es poder despedirse de las personas que quieres. El duelo es más lento y terrible si no puedes hablarlo o vivirlo. En esta nueva realidad hay que plantearse cómo he estado en el confinamiento, si me he sentido fuerte. Cada uno tenemos nuestra forma de vivirlo, hay gente con pavor y otros sin miedo. Hacer examen". En este sentido, la tercera edad ha sido el héroe simbólico de esta pandemia, al igual que las familias que no han podido decirles adiós: “Algún día tendremos que hablar de la gente mayor y de cómo lo han vivido y sentido. La gente mayor, para que llegue bien al final de su vida, lo más importante es cómo se han sentido con su entorno, las relaciones, reviven con los nietos" ha terminado Marian Rojas.


Por qué cuesta tanto consultar al psiquiatra

PABLO TUDELA    |    Aleteia    |     22/09/2020

Seguro que conoces a alguien con problemas de salud mental. Alguien que sufre más de lo normal. Alguien que no entiende ni puede afrontar el sufrimiento del día a día. O quizás ese alguien eres tú.

Pedir ayuda no es algo fácil. Supone reconocer que hay un problema, que ese problema afecta a nuestra vida y, sobre todo, reconocer que “solo no puedo”.

 Buscar ayuda psiquiátrica es todavía más difícil. El concepto “psiquiatría” asusta. Implica popularmente gravedad, miedo, estigma, comportamientos extraños… Digo popularmente porque esto no es necesariamente cierto. Porque se puede ir al psiquiatra y padecer una patología leve. Se puede ir al psiquiatra y no precisar tratamiento farmacológico. Se puede ser religioso, y necesitar ayuda psiquiátrica, sin que esto suponga un tabú o sea incompatible con su fe.

Los psiquiatras no tenemos muy buena imagen a nivel histórico. Ir al psiquiatra se ha relacionado durante mucho tiempo con “estar loco”. Pero la realidad nos hace ver cada vez más, y más aún en estos tiempos de pandemia, que la salud mental es un aspecto vital que nos afecta a todos.

En la actualidad estamos todos viviendo una situación estresante, tan excepcional como desconocida. La resiliencia de cada uno se está poniendo a prueba. Muchas estrategias para afrontarla están fracasando, como es lógico y previsible. Por eso, seguro que a tu alrededor estás viendo tambalearse personas que creías inquebrantables.

¿Has pasado por lo mismo?

Ahora bien: ¿cómo le explico yo a esa persona que creo que le ayudaría consultar a un psiquiatra? Es un tema delicado. Nos da miedo lo que no entendemos, y suele resultar difícil empatizar o comprenderse entre sí.

Por eso, si tú has superado con ayuda de un psiquiatra una situación de sufrimiento similar, ya tienes más de la mitad del camino hecho. Te resultará más fácil empatizar con quien intentas ayudar. Ayudar desde la teoría se puede, pero es bastante más difícil.

Esto no implica necesariamente que tú cuentes tu experiencia personal. Pero si tú has pasado por ello, la conversación fluye mejor. Y eso lo percibe el otro, al que le importa mucho la mirada que tengas sobre él.

Si en cambio no has pasado por una situación similar, te costará un esfuerzo “extra” ponerte su lugar. Y, en este punto, muchos que intentan ayudar se rinden.

¿Por qué quieres ayudarle?

A veces vienen a mi consulta familiares o amigos que indican que su comportamiento es “molesto”. Esta valoración es percibida por el enfermo, lo que le puede provocar un rechazo por su parte.

¿Lo ideal? Que aquella persona a la que aconsejas ir al psiquiatra vea que intentas ayudarle porque te importa. Porque sufres con ella. Porque la quieres. Porque quieres de verdad ayudarle y no sabes cómo.

Esto implica que no va a ser algo que le impongas. Ha de ser una propuesta. Incluso puedes ofrecerte a acompañarle hasta la puerta de la consulta.

Comentarle que le va a ayudar desgranar objetivamente las consecuencias de esa depresión, de esa ansiedad, de ese estado de manía dentro de un trastorno bipolar que está poniendo su vida patas arriba.

Pero sobre todo le va a ayudar que le hables desde la calma, desde la paciencia, y desde el aprecio incondicional. Que le des tiempo y espacio. Que le expliques que, si necesitara medicación, el psiquiatra le explicará por qué, cómo y para qué.

Está claro que no podríamos actuar igual ante un enfermo con una psicopatía grave, con adicciones, riesgo de suicidio, o agresividad. No me refiero  a ese tipo de paciente.

En este primer artículo buscamos atender a esa persona que, quizás, unos meses después de esa conversación de la que a lo mejor ya ni te acuerdas, acude al médico y, con más probabilidad, al contar con su ayuda, salga del agujero resbaladizo donde está. Y, pasado un tiempo, cuando ya esté recuperada, puede ver sufrir a otra persona tal y como ella sufría antes. Y, en ese momento, tal vez pueda ser la ayuda que esa otra persona necesite.

Así, lograríamos que la ayuda se extienda lo máximo posible, en lugar del miedo, los prejuicios o el sinsentido.