domingo, 19 de julio de 2020

El confinamiento, un desafío para los enfermos mentales

Cris de Quiroga    |    Madrid   |   ABC  |   07/04/2020

La ayuda psiquiátrica a distancia es imprescindible para que sobrelleven estos días de angustia
Para ciertas personas, el confinamiento puede ser un tormento. Aquellos con patologías psiquiátricas graves, que les acompañan de por vida, sufren aún más la situación detonada por el Covid-19. Sobre todo, después del endurecimiento de las medidas de aislamiento, que solo permite las actividades esenciales y ha prohibido a los enfermos mentales seguir con su rehabilitación en los ambulatorios.

Para ellos, «es mucho más duro, en la parte social ya tienen dificultades grandes. No estar interactuando con las personas, con el entorno, rompe con lo que se hacía en el hospital», explica en conversación telefónica Rosa Bueso, la terapeuta ocupacional de la Unidad de Hospital de Día de la Clínica Nuestra Señora de la Paz, regentada por la orden religiosa de San Juan de Dios. Desde hace dos semanas, 34 pacientes con trastorno bipolaresquizofrenia trastorno de la personalidad, por mencionar algunas patologías, no acuden a este centro; Bueso, junto a una psicóloga y una psiquiatra, se encargan de continuar con su terapia a distancia.

De lunes a viernes, este trío descuelga el teléfono y comienza a marcar. De hecho, Bueso interrumpe unos minutos la entrevista para atender una llamada. «¡Cómo me alegro de que te hayas levantado pronto hoy!», congratula a uno de sus pacientes. «Empiezan a desestructurar los hábitos establecidos, se levantan tarde y no toman la medicación cuando deben», cuenta esta terapeuta. «Necesitan tener estabilidad, algunos tienen ideas autolíticas [un comportamiento autolesivo que puede desembocar en suicido]», añade. También organizan, a través de la plataforma Zoom, videoconferencias para realizar las sesiones grupales. En definitiva, una copia de la rehabilitación presencial, donde trabajaban las «áreas de déficit» de los pacientes, mediante técnicas de relajación, terapia psicológica y ejercicios psicomotrices, entre otras cosas.

Sed de contacto físico

Si bien la terapeuta asegura que este seguimiento está siendo «eficaz», deja que desear. «La parte corporal, el grupo como representación de la sociedad, tocarse, vincularse, darse la mano... Hay muchas cosas de contacto físico que no se pueden trabajar y son importantes», remarca Bueso. «Cuando tienes que cuidar a alguien, debes estar cerca. Esa parte no la puede cubrir un medio informático», insiste. Y el aislamiento empieza a hacer mella: «Las conversaciones cada vez son más largas, sientes su angustia». La ansiedad ya se ha disparado en varias ocasiones; en esos casos, interviene la psiquiatra, que puede hacer retoques en la medicación. El último paso es proceder al ingreso del paciente.

Pese a esta ayuda, el confinamiento les pasará factura. «Si ahora tienen dificultades, cuando acabe todo esto va a ser el doble», declara. Aunque la cascada de ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) ha puesto a miles contra las cuerdas, el panorama al que se enfrentan los enfermos mentales es menos halagüeño, al ser uno de los colectivos menos contratados.

Mientras esta treintena de enfermos continúa con su rehabilitación a distancia, muchos otros permanecen ingresados en la clínica. Antes de que esta crisis sanitaria derrumbase su vida cotidiana, los internos recibían visitas a diario, paseaban por los jardines, charlaban en la cafetería. Todo ello se suple ahora con videollamadas a sus familiares, pero «es imposible dar abasto con todos», comenta una de las enfermeras de la clínica, Carolina Muñoz. Además, comunicarse con sus seres queridos no siempre es la mejor opción. «Otros viven esta situación con mucha angustia y estrés. Los pacientes paranoides lo ven mucho peor, incluso cuando ven a sus padres en la pantalla puede ser peor», aclara.

En cada una de las cuatro plantas del centro hay 26 habitaciones de psiquiatría, ya de por sí bastante aisladas. «Están súper agobiados de no poder salir», asegura Muñoz. Ella también se encarga de las consultas a distancia, con un grupo de pacientes con trastorno bipolar. «Para muchos, es la única llamada que reciben al día», lamenta. La pandemia se ensaña con los más vulnerables.


viernes, 17 de julio de 2020

Conéctate con lo que te causa felicidad

 MARÍA ALERJANDRA MADERO MARTÍNEZ      |     Ser Saludables     |     29/01/2020

Factores como la genética, las vivencias y los recuerdos intervienen en el nivel de felicidad. La clave es vivir en armonía, cuidarse y disfrutar de los momentos únicos.

Mucho se habla de lograr la ‘felicidad’. Lo vemos ahora reflejado en páginas de entretenimiento como blogs, perfiles de Instagram o Pinterest, o en redes sociales que se encargan de brindar al usuario aburrido y triste, alguna frase motivacional para darle sentido y felicidad a su día a día.

Pero, ¿por qué tanta preocupación por el tema? ¿Será acaso que nos hemos vuelto infelices? O, sencillamente, ¿no estamos valorando lo que nos rodea?
Andrés Ramírez Ordóñez, profesor de la Cátedra de la Felicidad en el Colegio de Estudios Superiores de Administración CESA y en la universidad El Rosario, y Sergio Arboleda, señala que la felicidad, como propone Aristóteles, es el fin de la vida, el propósito de la existencia humana. Lo que pasa es que no tenemos hábitos que nos ayuden a vivir una vida más feliz, lo que no necesariamente implica que no haya dificultades.

Al no hacer lo que debemos hacer para vivir bien y no tener buenos hábitos, poco disfrutamos y surge la infelicidad que, finalmente, nos lleva también a ser incapaces de expresar las emociones, malestar o dolor que haya generado el comportamiento de otro, quedándonos en lo negativo, en lo frustrante. Si te gritan en el trabajo, si hay burla en el colegio, si hay problemas familiares sin resolver, estas situaciones pueden ser causa de infelicidad, y si no las sabemos manejar nuestro entorno se hace cada vez más complicado.

Ponga su granito de arena en busca de la felicidad

Para mejorar, no basta con escapar al celular o al computador a leer frases reflexivas; hay que tener un cambio interno y ser conscientes de que es posible conectarnos con la felicidad.

Lo primordial, como señalan el profesor Andrés Ramírez, socio consultor en Plurum, y Charlene Martin Lillie, especialista en resiliencia y guía de pacientes en Mayo Clinic, es ser agradecidos con lo que tenemos y ser conscientes del tiempo presente.

Al ser conscientes del momento y lugar en donde estamos es más fácil tener una vida coherente, en donde las acciones manifiestan nuestros pensamientos y emociones, para que todo logre estar en armonía.
Un ejemplo es, si pienso en positivo y trato a las personas que me rodean con agrado, voy a recibir energía positiva y activar el nivel de pensamientos positivos, como señala William Walker, ensayista y autor del famoso libro ‘La ley de la atracción’.

Las emociones son válidas, ya que todos las sentimos; lo importante es poder expresarlas sin pasar por encima de nadie y que nadie pase por encima nuestro, porque en la felicidad son clave las relaciones humanas, explica el profesor Andrés Ramírez.

Identificar qué clase de relaciones humanas tenemos ayuda en el propósito de conectarnos con la felicidad; pero, la primera relación que hay que fortalecer es la que se tiene con uno mismo. Hay que dedicarnos tiempo, dice Charlene Martin, llevar un organizador donde pongamos hora y lugar para hacer alguna actividad preferida, ser por un momento de la agitada vida, la prioridad.

Entender que se está vivo, alimentarse bien, dormir bien y realizar alguna actividad física también fortalece la relación con uno mismo. Aprender ¿cuál es el infierno de cada uno? es otra buena apuesta, como lo explica el profesor en su Cátedra para la Felicidad, en donde destaca que hay que reconocer miedos, rencores, personas tóxicas, qué pensamientos tenemos y hasta qué alimentos ingerimos, si son malos o buenos para la salud. Todo ayuda en la búsqueda de la felicidad.

Debemos agradecer todo lo que tenemos, pero agradecer con acciones, de manera que, si yo agradezco mi pareja, la enamoro todos los días; si agradezco mi trabajo, lo hago de manera extraordinaria; si agradezco mis hijos, como con ellos en la mesa, les dedico tiempo, oigo sus historias: Andrés Ramírez Ordóñez, profesor de la Cátedra de la Felicidad.

Concentre su energía en lo realmente importante

La mejor manera de alejarse o resolver los problemas es concentrarse conscientemente en una actividad, aconseja la doctora Martin. Por ejemplo, si tiene un día estresante en el trabajo o problemas económicos, y ese día toma clase en la noche, concentre toda su eneregía en aprender algo útil y así olvidará, al menos por lo que dura la clase, los problemas o los verá luego de otra manera y podrá pensar en una solución.

De igual forma, puede vivir momentos únicos si vuelve a conectarse con lo que le gustaba y ahora no hace; este es un punto importante en la búsqueda de la felicidad. Puede practicar algún deporte, salir al parque o correr, ir a cine, leer un buen libro, escuchar música o tocar algún instrumento.

Acercarse a la naturaleza, según la especialista de Mayo Clinic, es una de las mayores fuentes de felicidad, ya que nos hace sentir que somos parte de algo más grande. ¡La decisión es suya!
Para conectarse con la felicidad también es sano tener un ambiente limpio y agradable, deshacerse de cosas que ya no le sirven e intoxican su ambiente. Busque algo nuevo que hacer o que aprender, ya que cuando el ser humano descubre cosas novedosas se siente feliz.

Otros consejos que dan los expertos son:

·        Poner orden en su vida. Haga una lista de cosas pendientes, teniendo en cuenta que usted es su propia prioridad.
·        Disfrutar del aire por lo menos 10 minutos al día. Aproveche cuando va camino a casa o a la hora del almuerzo, y descubra si ese trayecto está rodeado de naturaleza y la belleza que esta encierra o solo ve las nubes.
·        Reflexionar sobre las cosas buenas o que le han causado desdicha. Disfrutar de las primeras y pensar si puede cambiar las segundas o no darles tanta trascendencia.
·        Tratar a los demás con compasión y generosidad. Esto trae múltiples beneficios en su salud física y mental, y lo acerca a la felicidad.
·        Ser observador. A su alrededor hay demasiadas cosas bellas que quizás no ha descubierto.
·        Tomar la decisión. Si desea ser feliz, debe pensar, expresar y actuar en pro de lo que lo hace feliz; tener presente que está vivo, que a veces no todo sale bien, pero que puede ser resiliente, es decir anteponerse a las dificultades y verlas como aprendizaje, todo depende de qué tanto se conozca a sí mismo y cómo actúa para ser feliz.
·        Pedir ayuda. Alguien resiliente entiende que no necesariamente solos podemos y que en ocasiones hay que pedir ayuda. Eso lo explica claramente el proverbio africano que dice que ‘solo vas más rápido, pero juntos llegamos más lejos’.

jueves, 16 de julio de 2020

Coronavirus.- Los jóvenes son los principales afectados por el confinamiento, según un estudio psicológico

20 MINUTOS EP     |   11/05/2020

Las personas más vulnerables al confinamiento y a la situación generada por la pandemia del COVID-19 son los jóvenes, según los primeros resultados de la investigación internacional que lleva a cabo el Laboratorio de Emociones de la Universidad de Málaga (UMA) con el Grupo de Investigación Cognición, Emoción y Salud de la Universidad Complutense de Madrid, junto a varios centros más para conocer el impacto psicológico que la crisis sanitaria produce en la población.

Dichos resultados, obtenidos a partir de una encuesta, precisan que los jóvenes se sienten especialmente "castigados" por diferentes motivos: porque la pandemia rompe o amenaza sus proyectos vitales -Selectividad, exámenes, comenzar una carrera o buscar un empleo, por ejemplo- y porque su estilo de vida es más activo y se ve más alterado por el confinamiento.
El estudio también habla de una especial afectación de las mujeres, situación ésta que, según los expertos, coincide con los análisis psicológicos llevados a cabo tras otras situaciones traumáticas, en las que las féminas presentaron más ansiedad y episodios de depresión, han explicado desde la UMA a través de un comunicado.
Así lo manifiesta el catedrático de Psicología de la UMA Pablo Fernández Berrocal, director del Laboratorio de Emociones, para quien ahora, cuando iniciamos la desescalada gradual, "es fundamental poner en marcha estrategias de prevención psicológica para evitar que los síntomas negativos terminen convirtiéndose en psicopatológicos", en especial ante una posible recaída o rebrote del virus.
"El desconfinamiento debe ir ligado a la prevención. En la historia, se confinaba a la población ante las epidemias. Eso ya pasaba en el siglo XVI. Ahora, con los medios que disponemos en la actualidad, debemos ir más allá y prevenir consecuencias negativas para el bienestar de las personas", ha comentado el especialista, al tiempo que ha señalado que algunas medidas positivas en este sentido serían la disponibilidad de psicólogos tanto en Atención Primaria -que es donde primero acudirán los más vulnerables- y en los centros escolares.
El estudio que codirige la UMA y la Complutense -con el doctor Antonio Cano Vindel al frente- cuenta con la colaboración de grupos de investigación de varias universidades españolas: Zaragoza, Valencia, Granada, Islas Baleares y Autónoma de Barcelona, así como de la Universidad Siglo 21 de Argentina y la Universidad PUCMM de República Dominicana.
OBJETIVO DEL ESTUDIO
El objetivo del estudio no era otro que conocer las estrategias de pensamiento y de regulación emocional que pueden ayudar a prevenir la aparición de trastornos emocionales tras el impacto del confinamiento por la epidemia del COVID-19.
Para ello se distribuyó una encuesta cuya muestra es de 1.750 participantes de todo el Estado español. La media de edad ha sido de 40 años; un 37 por ciento casados y un 35 por ciento solteros, la gran mayoría con educación avanzada -40 por ciento estudios universitarios y 40 por ciento de post-grado-. Un 47,8 por ciento trabaja en jornada completa y un 23,2 por ciento está en paro.
RESULTADOS
Los resultados que se han extraído, además de los referidos a la vulnerabilidad de los más jóvenes y las mujeres, indican que un 15,3 por ciento de los encuestados presentaron un diagnóstico de Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), mientras que un 20,8 por ciento tuvieron síntomas de ansiedad de carácter moderado y severo y un 40,4 por ciento, síntomas leves.
Por otro lado, un 12,2 por ciento obtuvo un diagnóstico de Trastorno Depresivo Mayor y un 22,8 por ciento sufrió síntomas depresivos de carácter moderado y severo -en este caso, un 36,2 por ciento fueron síntomas leves-.
Asimismo, un 17,2 por ciento presentó un diagnóstico de Trastorno de Pánico y un 25,7 por ciento tuvo ataques de pánico. Todos estos trastornos afectaron en mayor medida a mujeres que a hombres y también fueron más vulnerables otros grupos como los solteros y las personas con situación socioeconómica baja o en desempleo. Por el contrario, algunos factores de protección fueron estar casados, un nivel educativo alto o estar jubilados.
De igual modo, Fernández Berrocal también ha destacado que otro factor clave resultaron ser las estrategias de regulación emocional, ya que quien utiliza estrategias desadaptativas -como la rumiación o la catastrofización- presentaba más síntomas y más trastornos, mientras que quien utiliza estrategias adaptativas como la reinterpretación y la focalización positiva tuvo menos síntomas y trastornos, lo cual sugiere que se puedan realizar estrategias preventivas en el entrenamiento del manejo de estas estrategias.
Estos resultados subrayan la necesidad de incentivar la investigación psicológica sobre lo que nos esta ocurriendo emocionalmente durante este confinamiento para poder desarrollar estrategias eficaces de prevención de la salud y el bienestar personal de la población, sobre todo en los grupos identificados como más vulnerables.
Los investigadores han enviado el estudio para su publicación en una revista científica y tienen previsto realizar un seguimiento de las personas que han dejado sus datos para ver en qué medida evolucionan.

sábado, 11 de julio de 2020

Ansiedad, fatiga mental y culpa: La realidad de las madres que teletrabajan

S.F.    |   ABC   |   Madrid   |   20/05/2020

Ansiedad, fatiga mental, culpa e insomnio son las consecuencias que sufren las madres que teletrabajan durante el confinamiento, que padecen «mayor impacto psicológico» que los hombres y soportan aún más el peso de las tareas del hogar y del cuidado de los niños con la sensación perpetua de «no hacer nada al 100 %».

Sonia Reverter, doctora en Filosofía de la Universitat Jaume I de Castellón y miembro del Grupo de Investigación de Estudios Feministas y de Género, ha explicado a EFE que «la división sexual del trabajo en el confinamiento es más dura» en estos momentos.

Para Reverter, «dentro de casa hay poca conciencia de participación por parte de los hombres -que generalmente realizan dos terceras partes de las labores del hogar- y ahora, ya trabajen en casa o fuera, estos patrones de dedicación se han hecho más duros».

El teletrabajo para las mujeres «no es la solución sin un cambio cultural grande» y en estos momentos, desde que se decretó el estado de alarma, «solo hemos ido hacia atrás» en materia de conciliación y reparto de las tareas.

Las madres se sienten incomprendidas, ven un abismo entre las expectativas que se «venden» del teletrabajo y la realidad. «Es un reto»; «la carga mental es insoportable»; «solo lo entendemos las que lo estamos pasando»; «querer estar a todo y tener la sensación de no llegar a nada»; «sentir que no das calidad ni en lo doméstico ni en lo laboral», todo con la sensación de culpa siempre detrás.

Por su parte, la terapeuta de gestión emocional Gracia Vinagre indica que el confinamiento se está alargando y «es la madre la que sigue teniendo la carga y la preocupación de que los hijos puedan seguir el hilo de las clases», y para ello «intenta hacer malabares» y tiene siempre su atención dividida.

Incluso aunque el padre trabaje en casa, señala la psicóloga, «ella está más alerta de lo que pasa a nivel familiar» y adapta su trabajo a los horarios de sueño de los niños y al del trabajo del padre.

Pese a todos los esfuerzos, añade Vinagre, «tiene un sentimiento de culpa por no cumplir los objetivos laborables que la hacen trabajar más horas y dormir menos», lo que está generando cuadros de ansiedad y problemas de sueño ya que «incluso sus ciclos biológicos se ven modificados».

A estas circunstancias se suma el agravante de que no hay posibilidad de contar con ayuda externa, ya que aquellas que tenían un pilar en los abuelos u otros familiares ahora no pueden contar con ellos, y tampoco con los servicios de ayuda en la limpieza de la casa, en un momento en el que a causa de la COVID-19 las exigencias higiénico-sanitarias se han incrementado.

«El exceso de responsabilidad que se les inculca a las mujeres tradicionalmente hace que el bienestar de su familia esté constantemente en la balanza y eso supone mucho estrés», añade la terapeuta, que nos lleva de nuevo «a esos cuadros de trastornos emocionales agudizados estos días».

Un estudio de la UNED sobre el estado de ánimo durante el confinamiento en España revela que uno de cada tres consultados está pasando por cuadros de ansiedad, depresión o problemas del sueño, y de estos, el 70 % corresponde a mujeres.

Vinagre ha indicado que a esta carga mental se suma el hecho de no saber hasta cuándo se permitirá el teletrabajo o qué se podrá hacer con los hijos en verano. Gracia Vinagre aboga por «bajar los niveles de autoexigencia» en este contexto, ya que «no podemos sentirnos mal porque vean la tablet o coman chocolate», porque «todos tenemos que adaptarnos a esta situación», de la que, apostilla, «saldremos y todo mejorará».


miércoles, 8 de julio de 2020

¿Efectos en la Salud Mental de pacientes COVID-19?

 TOP DOCTORS   |    09/06/2020

El brote por Coronavirus ha colapsado los sistemas de salud en el mundo. Los efectos han sido muy graves y uno de los más perjudicados a corto y largo plazo es la Salud Mental

La Salud Mental es un rubro que demanda mucha atención ante la pandemia que se vive actualmente. Sus consecuencias han perjudicado a todo el mundo en distintos niveles y una de las preocupaciones es la Salud Mental de los pacientes con COVID-19.

El aislamiento ha afectado a muchas personas, aumentando los casos de Depresión, Ansiedad y Estrés por diversas causas como la incertidumbre al futuro, preocupaciones económicas y miedo al contagio.

Por ello, la Academia de Ciencias Médicas del Reino Unido ha realizado un análisis de la situación actual desde la perspectiva de los efectos psicológicos, sociales y neurocientíficos. Aunque dichos estudios han sido realizados a nivel nacional, se pueden encontrar muchas constantes en otros países.

El análisis destaca la importancia de atender la Salud Mental y la necesidad de abordarla mediante investigaciones de alto nivel, formando redes internacionales a nivel científico.

Los especialistas, contemplan que: “Además, el Coronavirus podría infectar al Cerebro o desencadenar respuestas inmunes que tienen efectos adversos adicionales sobre la función cerebral y la Salud Mental en pacientes con COVID-19”.  Por otro lado, los efectos en la Salud Mental han sido muy fuertes durante la pandemia y es posible que las secuelas a nivel psicológico y social, tanto de forma directa como indirecta, permanezcan a largo plazo en las distintas poblaciones del mundo. Aún se desconocen muchas cosas sobre este virus, pero los expertos continúan trabajando en investigaciones que ayuden a esclarecer y manejar esta enfermedad a la que se enfrenta el mundo entero.

Como se sabe, la mayoría de los países se encuentran en confinamiento, por lo que es fundamental hacer uso de la tecnología para algunas actividades o necesidades sin salir de casa. Unos de los usos principales son hacer compras en línea de comida y medicamentos, así como la implementación de la Telemedicina para evitar asistir a una clínica.

e-Consultation permite hacer un diagnóstico y seguir un tratamiento con un Médico sin exponerse a salir de casa. 


lunes, 6 de julio de 2020

El limbo legal de la enfermedad mental en España

MACARENA BAENA   |   Madrid   |   La Vanguardia   |    12/10/2019

En España se administran tratamientos enmascarados en la comida a personas con enfermedades mentales, se les inyectan fármacos de larga duración sin informarles, e incluso con su reticencia, y no se solicita al juzgado la autorización necesaria para obligarlos a someterse a un tratamiento involuntario.
Lo denuncia el Comité de Bioética, un órgano colegiado adscrito al Ministerio de Sanidad que añade que "en lo que se refiere a los tratamientos ambulatorios involuntarios (TAI), el ordenamiento jurídico español presenta una laguna" y que la escasez de recursos puede incrementar esta práctica por parte de los profesionales dedicados a pacientes con discapacidad psicosocial.
Esta semana, el 10 de octubre, se ha conmemorado el día Mundial de la Salud Mental, una realidad para la que España no cuenta con una estrategia pese a ser un grave problema de salud pública -con más de 3.600 muertes al año- ni tiene una legislación adaptada a las recomendaciones de los expertos sobre la manera de tratar y administrar los tratamientos a estas personas.
No obstante, según el Comité de Bioética, las prácticas en contra de la voluntad del paciente son cada vez menos frecuentes por la mayor concienciación de la sociedad y de los profesionales sanitarios sobre la importancia del respeto a los derechos de los pacientes.
"Hacer algo en contra de la voluntad del paciente acaba siendo perjudicial porque, por muy buena intención que tengas, le estás infligiendo un daño", ha aseverado a Efe Vicente Bellver, miembro del Comité.
Bellver es, además, el ponente del informe encargado por el Gobierno al Comité para definir su postura sobre el borrador que el Consejo de Europa está elaborando respecto a ingresos y tratamientos involuntarios de las personas con enfermedad mental.
Un informe solicitado por el Ejecutivo ante la falta de consenso europeo sobre citado documento del Comité de Bioética del Consejo de Europa, que ha contado con la oposición de numerosos comités de expertos e incluso de órganos del propio Consejo de Europa como la Asamblea Parlamentaria o el Comisionado para los Derechos Humanos.
Según estos organismos, el texto del Comité de Bioética europeo "no solo no garantiza los derechos humanos sino que permite que se violen y se puedan seguir violando", ha considerado Bellver, quien opina que el citado informe no garantiza el derecho de las personas con enfermedad mental a no ser tratadas contra su voluntad.
En España, la Ley Básica de Autonomía del Paciente reconoce que toda actuación en el ámbito sanitario requiere del previo consentimiento del paciente y que todo enfermo tiene derecho a negarse al tratamiento. Un principio que no siempre se aplica.
El TAI es una medida que requiere autorización judicial y se adopta cuando la persona afectada por un problema de salud mental abandona el tratamiento y se teme que pueda tener efectos graves para su salud y/o la vida de otros.
No obstante, su aplicación, explica el Comité, no está exenta de polémica, con defensores que lo ven como la solución para que el afectado tome su medicación y mejore, y opositores que lo tildan de vulneración de los derechos fundamentales y que creen que conlleva un aumento de la coerción y el estigma del paciente psiquiátrico.
Entre los defensores se encuentran la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Enfermos Mentales (FEAFES), la Sociedad Española de Psiquiatría y la Sociedad Española de Psiquiatría Legal y entre los detractores está la Asociación Española de Neuropsiquiatría.
La falta de consenso entre expertos, organismos internacionales y afectados ha impedido que España cuente con una legislación específica en esta materia.
Advierte el Comité de Bioética de España de que en los últimos años varios juzgados de algunas ciudades españolas -en concreto Bellver se ha referido a Valencia- están autorizando TAI con el fin de que el paciente cumpla su tratamiento y evitar los extremos del ingreso hospitalario o la incapacidad civil.
Y considera que, si bien puede ser una alternativa beneficiosa para algunos pacientes, la comunidad científica alerta de que se requieren más estudios y de que muchas de estas personas podrían responder a programas de seguimiento intensivo sin necesidad de una intervención judicial.
El TAI no es un tratamiento, sino la forma en que se administra, y la pregunta que se hace el Comité es si da respuesta al estigma y a las dificultades que tienen las personas con problemas de salud mental para incorporarse al mercado laboral y acceder a los recursos sociosanitarios.
Según el Comité, la valoración del TAI debe hacerse teniendo en cuenta a todos los implicados en el tratamiento de los afectados: familiares, cuidadores y personas de confianza, "que son el primer apoyo para los enfermos".
En su informe también hace referencia a los internamientos involuntarios a los que en ocasiones se somete a estos pacientes en España.
Una práctica a la que se opone de manera tajante e insta al Ejecutivo a "derogar cualquier norma que autorice la adopción de medidas involuntarias en una persona por razón de su discapacidad psicosocial".
Asevera que esta medida es contraria a la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las personas con Discapacidad -aprobado en 2006- porque consagra una discriminación, priva indebidamente de la libertad personal, atenta contra su integridad física y moral y puede causar maltrato.
Por ello, le pide al Ejecutivo que impulse una reforma legislativa que derogue las normas que permiten esos internamientos, y que estos queden circunscritos a un régimen general, al margen de que el individuo tenga o no una discapacidad. Y que se dote a esa ley de rango orgánico.
En la decisión sobre el internamiento y el tratamiento involuntario, "la discapacidad no puede ser un criterio a atender" y "no puede justificar en ningún caso por sí solo una privación de libertad".
En concreto, el Comité pide derogar o modificar el artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil en el que se hace mención al trastorno psíquico como criterio para determinar el internamiento y que las decisiones se adopten según la Ley Básica de Autonomía del Paciente, que establece como regla general la exigencia del consentimiento del paciente para cualquier actuación en el ámbito de la salud.
Además, solicita que en la elaboración de todas las medidas participe el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y los colectivos afectados. Y que no dependan de las mayorías políticas del momento.
En 2011 el Comité de Derechos de las personas con Discapacidad ya mostró su preocupación por el abuso que en España se hacía de las medidas urgentes de internamiento y por los malos tratos sufridos por las personas con discapacidad psicosocial en los centros en los que son internados.
Los supuestos beneficios de los ingresos y tratamientos involuntarios son argumentos del pasado, dice el Comité, que alude a la evidencia creciente de que el uso de medidas coercitivas causa más daño psicosocial, exclusión y aislamiento del que la persona ya sufre por su trastorno mental.
Por el contrario, está demostrado el beneficio real de muchas otras prácticas sustentadas sobre el consentimiento de la persona.
Y añade que, de acuerdo con los principios éticos universalmente establecidos y con el reconocimiento de los derechos de los usuarios, "es preciso que la asistencia se dé con humanidad y con compasión, términos ya en desuso, pero que en el fondo nos invitan a humanizar el trato".
El Comité de Bioética fue creado en 2007 por la Ley de Investigación Biomédica. Es un órgano de carácter consultivo encargado de estudiar temas de gran controversia como puede ser la gestación subrogada o la eutanasia. EFE



domingo, 5 de julio de 2020

¿Problemas con el alcohol?. 29 variantes genéticas podrían explicar por qué.

EFE | ABC | 25/05/2020

Un análisis del genoma de más de 435.000 personas ha identificado 29 variantes genéticas que podrían estar relacionadas con una ingesta de alcohol problemática, según un estudio publicado este lunes en la revista Nature Neuroscience.

El trabajo está liderado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale (Estados Unidos) y los nuevos datos publicados triplican el número de variantes conocidas hasta ahora asociadas a un mayor riesgo de este consumo problemático.

«Los nuevos datos triplican el número de variantes de riesgo genético conocidas vinculadas con el consumo problemático de alcohol», apunta Joel Gelernter, autor principal del estudio.

Para llegar a sus conclusiones, los investigadores analizaron datos genéticos de individuos de ascendencia europea de cuatro biobancos y buscaron variantes genéticas compartidas entre aquellas personas con perfiles problemáticos con la ingesta de alcohol, incluyendo trastornos por consumo y por consecuencias médicas.

Estos trastornos contribuyen, en gran medida, a una amplia variedad de problemas médicos en todo el mundo, advierten los investigadores en una nota de prensa de la Universidad de Yale.

El análisis encontró 19 factores de riesgo genéticos independientes previamente desconocidos para la ingesta problemática del alcohol, y confirmó otros 10 factores previamente identificados.

El meta-análisis de los datos de los biobancos también incluyó información sobre los factores de riesgo genético de varios trastornos psiquiátricos, lo que permitió a los científicos examinar las asociaciones genéticas compartidas entre el consumo problemático de bebidas alcohólicas y trastornos como la depresión y la ansiedad.

Los investigadores también constataron la importancia de la herencia genética de esas variantes en la función biológica.

Este trabajo ofrece una forma de entender las relaciones causales de los rasgos problemáticos del consumo de alcohol, como los estados psiquiátricos, la conducta de riesgo y el rendimiento cognitivo, dijo Hang Zhou, investigador en psiquiatría y otro de los autores.
Además, según Gelernter, con estos resultados se está en mejor posición para evaluar el riesgo a nivel individual del uso problemático del alcohol.