viernes, 11 de julio de 2025

Realizan un descubrimiento clave para tratar y revertir la ansiedad y la depresión

 IRENE ROMA      |      levante-emv.com      |      04/07/2025

 Un novedoso estudio ha descubierto una de las claves para prevenir dos de los grandes males de nuestro tiempo: la ansiedad y la depresión, además de los cambios en la conducta social.

El trabajo, de marca española y publicado ya en la revista 'iScience', ha encontrado que un grupo concreto de neuronas situadas en la amígdala, una región del cerebro que regula las emociones, desempeña un papel "clave" en la aparición de estos problemas de salud mental.

Y que, "ajustando" estas neuronas, se frena y controla la ansiedad y se revierten comportamientos relacionados con este trastorno y con otros déficits sociales, algo que los investigadores califican de "asombroso", puesto que abre la puerta a nuevas terapias más específicas y eficaces para tratar la ansiedad y otras alteraciones de la salud mental.

La importancia de un grupo de neuronas

El profesor Juan Lerma, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), participante en el estudio, asegura que el equipo que ha llevado a cabo el trabajo sabía que la amígdala participa en las emociones de la ansiedad y el miedo, pero que ha sido ahora cuando "se ha identificado un grupo concreto de neuronas cuya actividad descompensada es suficiente para generar comportamientos patológicos".

En el estudio, los investigadores han trabajado con ratones modificados genéticamente para que expresaran "en exceso" un receptor cerebral llamado GluK4 que se activa con el glutamato, un mensajero químico "clave" en el cerebro. Esta modificación "provoca que aumente la fuerza con la que las neuronas se comunican y reproduce la duplicación génica observada en casos de autismo".

A través de técnicas de ingeniería genética y gracias al uso de un virus modificado, los investigadores "normalizaron" la expresión del gen exclusivamente en las neuronas de la amígdala implicadas en la ansiedad y las emociones, lo que "restauró la comunicación con otro grupo de neuronas inhibidoras en otra zona diferente de la amígdala".

Estas últimas neuronas actúan como "frenos que ayudan a controlar la ansiedady "ese simple ajuste ha sido suficiente para revertir comportamientos relacionados con la ansiedad y los cambios en la conducta social", explica Álvaro García, primer autor del estudio, algo que deja entrever una forma eficaz para tratar y mejorar la ansiedad.

Los resultados, además, no sólo han sido favorables en ratones modificados genéticamente, sino que también se ha aplicado el mismo procedimiento en roedores no modificados y "también en ellos fue efectivo".

Esto ha llevado al profesor Juan Lerma a asegurar que "el mecanismo identificado puede representar un principio general sobre cómo se regulan estas emociones en el cerebro y no ser algo exclusivo de un modelo genético concreto". En caso de que esta premisa se confirme, el descubrimiento sería aún mayor al ser de aplicación para el grueso de la población en general.

 No obstante, el CSIC ha admitido que, tras los experimentos, hubo "algunos déficits conductuales que no se resolvieron", como es el caso de la memoria de reconocimiento de objetos, lo que "sugiere que hay otras áreas del cerebro que no se corrigieron", como el hipocampo, una zona involucrada en este tipo de trastornos.

El estudio, que ya ha sido ya publicado en la revista 'iScience', está liderado por el Instituto de Neurociencias (IN), el centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández de Elx (UMH)

Este trabajo ha contado con la financiación de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Programa Severo Ochoa para Centros de Excelencia del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (ERDF), y la Generalitat Valenciana a través de los programas Prometeo y Ciprom.