lunes, 1 de julio de 2013

Usted puede ser un narciso


Neurólogos de Berlín asocian el trastorno egótico al déficit de neuronas en el cerebro emocional

Javier Sampedro | Madrid | El País | 28/06/2013

Usted puede ser un narciso. La frase acertará con uno de cada 100 lectores, porque esa es la proporción de la población que muestra ese fastidioso rasgo de carácter. O mejor, que sufre ese trastorno de la personalidad (NPD, por Narcissistic Personality Disorder). Y de ser así lo más probable es que tenga usted un marcador físico identificable por cualquier neurólogo: una reducción de la materia gris en una parte de su cerebro llamada ínsula y que es esencial para la empatía, o identificación con el otro. El único otro con el que sería usted capaz de identificarse sería usted mismo. Con su propio mecanismo.

Los narcisistas habrán existido desde que surgió la especie humana hace 100.000 años, pero solo llevan ese nombre desde que se lo puso el médico y activista británico Havelock Ellis (1859-1939), cuya obra mayor, “Estudios sobre la psicología del sexo”, se publicó en siete volúmenes a lo largo de 30 años y fue censurada con saña por la ortodoxia victoriana de la época. El nombre, naturalmente, remite al mito griego de Narciso, el tipo que acabó muriendo ahogado de tanto mirar su reflejo en el agua.

El narcisista se caracteriza por “muestras ubicuas de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía”, según la definición estándar de la Asociación Americana de Psiquiatría. Es una persona absorta en sí misma, convencida de su propia importancia más allá de toda duda razonable y con una necesidad patológica —literalmente— de recibir muestras de admiración y toda clase de atenciones de los demás. ¿Ya siente usted sudores fríos?

El psiquiatra Stefan Röpke y sus colegas de los departamentos de psicología clínica, neurociencia afectiva, neuroimagen y psiquiatría de la Universidad Libre de Berlín, presentan sólidas evidencias en el Journal of Psychiatric Research de que los narcisistas —o pacientes de trastorno de la personalidad narcisista (NPD), por emplear el término técnico— han estudiado a 17 pacientes (12 hombres y 5 mujeres) que habían sido previamente diagnosticados de trastorno de la personalidad narcisista, y también a 17 personas del montón con la misma distribución de sexos, edades y niveles socioculturales que les han servido como control. Su principal conclusión: “Aportamos aquí la primera evidencia empírica de anormalidades estructurales en los cerebros de los pacientes con trastorno de la personalidad narcisista”.

La ínsula es una región del córtex (o corteza) cerebral, la capa más exterior de nuestro cerebro, y la que se pliega en surcos y convoluciones para hacer sitio a nuestras grandes demandas cognitivas. Está precisamente enterrada en el puro fondo del surco más profundo del cerebro, la cisura de Silvio (o surco lateral). Es el límite posterior del lóbulo frontal, las redes neuronales que nos hacen humanos. Por estudios anteriores se sabe que la ínsula está implicada en la consciencia —y en la autoconsciencia, que viene a ser la capacidad de reconocerse en un espejo—, la percepción, la cognición y la experiencia interpersonal. Eso incluye la empatía, o facultad de identificarse con el otro, de ponerse en su pellejo.


El acaparador compulsivo, una vida entre toneladas de cosas inservibles

Se estima que el Trastorno por Acaparamiento afecta de un 3% a un 5% de la población en Estados Unidos



CAROLINA GARCÍA | Washington | El País | 04/06/2013                                

   No es difícil imaginar la vida que lleva una persona que sufre Trastorno por Acaparamiento, rodeada de montones de cosas que nunca usará; una vida entre toneladas de cosas inservibles. Acompañados por la soledad y la tristeza unas veces, y confundidos con otras enfermedades, como los trastornos de personalidad y la demencia, en otras, estas personas no son sólo un problema para ellos mismos, lo son también para los que viven en su entorno. En Estados Unidos se estima que más de un millón de personas lo padecen.



El Acaparamiento es un trastorno mental en el que la persona que lo sufre recoge de forma obsesiva muchos objetos y no desecha nada. Estos pueden ser libros, ropa, antigüedades, objetos de colección, incluso animales, entre otros. Sus domicilios suelen estar muy desordenados y faltos de higiene, lo que puede conducir a situaciones peligrosas, como incendios o infecciones. También puede ser una enfermedad muy costosa, debido al hecho de que los acaparadores compran artículos innecesariamente.



Desde la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) aseguran que el acaparamiento se “debe más al miedo a tirar algo, que al mero hecho de acumular cosas, o a una cuestión de ahorrar”. Deshacerse de algo provoca en el individuo ansiedad, “por lo que la persona se aferra a ello para evitar la angustia”, prosiguen.



Esta patología psiquiátrica ha sido considerada durante los últimos años un subtipo del trastorno obsesivo compulsivo (TOC) -comportamientos y rituales repetitivos que afectan de forma significativa la vida del individuo- y ahora, tras 13 años de investigación, la APA ha decidido incluirlo en su nuevo manual diagnóstico DSM-5 -puesto a la venta en Estados Unidos el pasado 22 de mayo- como trastorno independiente.
   Según un comunicado emitido por esta organización, su incorporación ayudará a diagnosticar e identificar a las personas con dificultades persistentes para deshacerse de sus posesiones, independientemente de su valor real.



Se estima que de un 3% a un 5% de los estadounidenses padece este trastorno mental en la actualidad, según informa The New York TimesA pesar de que la mayoría de las personas que sufren este trastorno son diagnosticadas en edades avanzadas, pasados los 65 años, estudios recientes muestran que la compulsión de acumular suele comenzar durante la adolescencia pero que, generalmente, no se intensifica hasta la edad adulta. Algunos expertos lo asocian a un problema en el lóbulo frontal del cerebro, a causas genéticas o por estresores ambientales.



Las mujeres y los hombres lo padecen en el mismo porcentaje, la mitad de los casos sufre, además, Trastorno Depresivo Mayor y el 20% presenta síntomas propios del TOC. Muchos Estados han comenzado a lidiar con esta enfermedad y lo asumen como un peligro grave de salud pública. En más de 85 comunidades del país, entre ellas algunas situadas los Estados de Virginia, Nueva Jersey y Massachussets, se han establecido grupos de trabajo con la esperanza de evitar las posibles catástrofes y ayudar a los acaparadores a cambiar sus vidas.



   Es una condición muy seria que, en alguno de los casos, puede conducir a enfermedades y situaciones peligrosas para el acaparador y sus vecinos. Es un comportamiento compulsivo y es una manifestación de la ansiedad cuya causa puede ser muy diferente en cada persona.

“El Síndrome de Diógenes, por su parte, no tiene un diagnóstico reconocido por el manual diagnóstico DSM-5, pero parece ser una categoría. Según la página del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), es una forma de acaparamiento que se da en individuos de edad avanzada y se cree que la causa es orgánica, exactamente neurológica, aunque no está confirmada. Existe descuido en la imagen personal y sufren problemas graves de interacción social”.

   El tratamiento del trastorno de acaparamiento suele ser de larga duración -algunos expertos aseguran que no hay curación-, aunque en algunos casos ha sido exitoso, describe la APA en su página web. Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual –serie de sesiones que inciden sobre la conducta y el pensamiento del individuo- es la más eficaz para tratar este trastorno, junto a la medicación, indica la experta. Aunque no siempre. “La naturaleza propia de la enfermedad exige muchas veces diferentes enfoques”, explicó Christiana Bratiotis, profesora asistente de trabajo social en la Universidad de Nebraska, a The New York Times. "Ninguna disciplina tiene toda la experiencia necesaria", añadió. 


"Ya hay voluntarios dispuestos a que les pongamos electrodos para mejorar su memoria"

ENTREVISTA | Andrés Lozano.

María Valerio | Madrid | El Mundo | 25/06/2013.

Andrés Lozano es uno de los pioneros mundiales en el uso de la estimulación cerebral profunda para tratar distintas patologías neurológicas y psiquiátricas. Aunque nació en Sevilla, cuando tenía tan sólo tres años se trasladó con su familia a Canadá. Ya son 50 años los que lleva viviendo allí y actualmente es responsable del departamento de Neurocirugía de la Universidad de Toronto. Después de tantos años dedicándose a la neurocirugía, a este científico le siguen fascinando los misterios del cerebro, muchos de los que va conociendo gracias a las nuevas técnicas de investigación.

¿En qué confía más para seguir ampliando el conocimiento del cerebro, en las pruebas de imagen, en la genética...?
Muchas veces los grandes descubrimientos han sido una cuestión de azar. Por ejemplo, una vez, tratando con electrodos a un paciente con obesidad, encontramos una región capaz de mejorar su memoria. Cuando vas a un sitio nuevo del cerebro, se revelan nuevos circuitos neuronales y puedes descubrir cosas que nunca imaginaste.

¿Dónde está el límite de la estimulación cerebral? ¿Podremos tratar cualquier cosa con electrodos?
Todas las enfermedades psiquiátricas y neuronales tienen una base de circuitos cerebrales alterados; pero también lo tienen la memoria, la alegría, la tristeza, la inteligencia... Por ejemplo, ya tenemos dos voluntarios dispuestos a que les pongamos electrodos para mejorar su memoria. Eso no es ético hoy por hoy, pero es algo que la sociedad se va a tener que plantear; esa especie de 'neurocirugía cosmética'. Los implantes de pecho, por ejemplo, estaban reservados hace unos años para casos de cáncer, mientras que ahora es una cirugía muy común. Las cosas cambian con el tiempo y en el caso del cerebro tendremos que afrontar ese debate en el futuro.

¿Ha avanzado mucho el conocimiento del cerebro? ¿Cuánto nos queda por conocer?
Aún no conocemos cómo funciona la memoria, cuál es la base anatómica de la conciencia, cómo se puede grabar información en el cerebro... Todavía hay cosas completamente misteriosas, muchas regiones del cerebro que no sabemos exactamente qué están haciendo, por qué se han desarrollado tanto en el ser humano en comparación con los animales, dónde residen las funciones más desarrolladas, como la empatía, la ambición, la justicia...

¿Cómo reaccionan los pacientes antes de que empiece a operar su cerebro?
Hay que tener en cuenta que hacemos cirugías para patologías ya bien establecidas, como el Parkinson [con 100.000 pacientes ya tratados en todo el mundo]. Cuando vamos a nuevas dianas, operamos a pacientes que han probado sin éxito todo tipo de tratamientos, que tienen enfermedades resistentes a las terapias convencionales, y están al borde de la muerte. Son muy valientes cuando aceptan ser los primeros en el mundo a quienes colocamos electrodos con una nueva finalidad.

Después de 50 años viviendo en Canadá, ¿qué relación mantiene con España?
Tenemos varias colaboraciones en España y hay médicos españoles que vienen a Toronto a formarse en la técnica de la estimulación cerebral profunda; y esta cirugía ya se usa de rutina en hospitales españoles para tratar el Parkinson. En cambio, su uso en patologías psiquiátricas, como la depresión, está menos extendido aquí.

¿Cómo se ve la crisis desde Toronto?
La crisis en España es bastante preocupante porque la investigación no está avanzanado al ritmo que uno quisiera por falta de recursos. Pero yo creo que hay que invertir en esto por varias razones, y una de ellas es económica. Por ejemplo, si usted tiene a un paciente de 30 años con depresión, metido en su casa sin salir, cobrando una pensión, le está costando dinero al gobierno. En cambio, si con los electrodos logras convertir a esta persona en alguien que está trabajando y pagando impuestos... yo creo que incluso desde el punto de vista económico, hay que invertir en ciencia.

¿Hubiese podido usted hacer en España lo que hace en Canadá?
No sé si todo lo que hago lo hubiese podido hacer, pero la curiosidad es algo intrínseco, y supongo que la hubiese tenido en cualquier sitio. En España hay científicos fantásticos.


martes, 11 de junio de 2013

Expertos denuncian falta de interés del Gobierno en enfermedades mentales.

LLAMAMIENTO | A políticos e industria.

      Médicos e investigadores piden más atención a este tipo de problemas
      Las enfermedades neurodegenerativas son crónicas y con terapias largas

Europa Press | Madrid | El Mundo | 05/06/2013

El director científico del CIBERSAM, Celso Arango, y su homólogo en el CIBERNED, Jesús Ávila de Grado, han denunciado la "falta de interés" del Gobierno y de las empresas farmacéuticas a la hora de investigar sobre las enfermedades mentales y neurodegenerativas.

Durante la presentación del 'I Encuentro de Investigación Traslacional en Enfermedades Mentales y Neurodegenerativas', que tendrá lugar el 14 y 15 de junio en Madrid, los expertos han lamentado que, aun tratándose de unas patologías que cada año afectan a más personas, los organismos privados y públicos no invierten en el conocimiento de ellas.

"Las enfermedades del cerebro son la causa principal de las discapacidades. De hecho, más de un 30% de la discapacidad de todas las patologías está relacionada con algún tipo de enfermedad cerebral. Un hecho importante que, desgraciadamente, no se relaciona con la inversión que realizan los sucesivos gobiernos", ha argumentado Arango.

Esta falta de interés por parte de los poderes políticos se debe a que estas enfermedades no son inmediatas, sino que necesitan un tratamiento sostenido en el tiempo y, además, no suelen matar a pesar de que los pacientes suelen vivir unos 20 años menos que el resto de la población.
"Los gobiernos son cada cuatro años y por eso tienden a mirar a corto plazo, dando más importancia a los índices de mortalidad que a las tasas de discapacidad", ha explicado el director científico del CIBERSAM, para analizar que la industria farmacéutica tampoco suele invertir en estas enfermedades por la falta de pruebas de validez objetiva que aportan, debido a que no existen apenas marcadores biológicos que la determinen.

Además, ha proseguido, las agencias reguladoras de medicamentos no tienen tantas presiones a la hora de autorizar un fármaco como las tienen en otras enfermedades. Y es que, mientras que un medicamento para el cáncer tarda unos seis años en ser autorizado, uno para tratar una enfermedad mental o neurodegenerativa tarda unos 10 años.

Estas declaraciones han sido corroboradas por el director científico del CIBERNED, quien ha recordado que uno de los actuales problemas de los tratamientos de estas patologías es su ineficacia ya que, como consecuencia de que los síntomas no son visibles, cuando se descubren ya es "demasiado tarde".

No obstante, el experto ha destacado la importancia que tiene invertir en las enfermedades del cerebro porque son crónicas y sus terapias son largas. Por ello, a su juicio, si se descubren cuáles son los marcadores más precoces que indican la presencia de estas patologías se conseguirá actuar de manera más temprana e, incluso, ahorrar costes al sistema sanitario.

Debido a todos estos problemas e inconvenientes que presenta el actual abordaje de las enfermedades mentales y neurodegenerativas, se va a llevar a cabo el I Encuentro de Investigación Traslacional en el que investigadores, miembros de la industria farmacéutica, clínicos y representes políticos van a debatir y estudiar las nuevas formas de abordar estas patologías.

Entre los temas que se van a tratar destaca el autismo, la depresión, el Parkinson, Alzheimer, esquizofrenia, así como las técnicas de neuroimagen y la neurodegeneración. "Va a ser un encuentro innovador tanto en formato como en contenido dado que va a ser la primera vez que se junten en un mismo espacio todos los actores implicados en el tratamiento y abordaje de estas patologías", ha zanjado Arango.


viernes, 7 de junio de 2013

Pocos psicólogos en los centros de salud españoles

CRISIS | Ahorro en fármacos

María Valerio | Madrid | El Mundo | 07/06/2013

Patologías como la depresión y la ansiedad están aumentando con motivo de la crisis; sin embargo, España tiene uno de los índices de psicólogos clínicos más baja de nuestro entorno. Con motivo de unas jornadas científicas, la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR) ha pedido a la administración que las terapias psicólogicas sean accesibles en Atención Primaria.

Igual que los médicos, los psicólogos que desean trabajar en el ámbito sanitario deben someterse a un examen nacional (PIR) y pasar cuatro años rotando por distintos servicios hospitalarios para alcanzar la especialidad de psicólogo clínico. Según datos de ANPIR, en nuestro país hay una media de 4,5 especialistas por cada 100.000 habitantes, mientras que la media europea alcanza los 18. Según datos de 2007, en ese año había unos 12.600 psicólogos ejerciendo en el sistema de salud público, aunque la falta de un registro nacional oficial dificulta la obtención de datos fiables.

En opinión de Cristian Ochoa, vicepresidente de ANPIR, mejorar el acceso de los españoles a los servicios de un psicólogo en su propio centro de salud podría traducirse en un importante descenso del uso de psicofármacos, así como una reducción de las bajas laborales causadas por enfermedades como la depresión. "Se sabe que el 30% de las consultas en Atención Primaria se debe a problemas psicólogicos, y la experiencia en países como Reino Unido, donde se trató a un millón de personas en tres años a través del programa 'Time to talk', demuestran los beneficios".

Aunque en la actualidad ya hay psicólogos clínicos en algunos centros de salud, Ochoa reconoce que su labor se centra más en un papel de apoyo a los médicos y enfermeras que a poder ejecutar intervenciones psicológicas propiamente dichas. De hecho, asegura, en esta reivindicación cuentan con el apoyo de los médicos de Primaria, "que también reclaman esta figura, para no tener que tratar con psicofármas problemas que podrían resolverse con intervenciones de psicoterapia".

Según un informe del Senado del año 2010, en el sistema sanitario español hay una carencia de unos 7.200 psicólogos clínicos. Para ANPIR, además de Primaria, las áreas donde más necesidad hay de estos servicios serían Oncología, las unidades del dolor y los programas de trastorno mental severo.

Para los psicólogos clínicos, que el Sistema Nacional de Salud contrate para estos servicios a psicólogos sin la especialidad supone una "irregularidad y un riesgo para la salud de los pacientes". Porque el tratamiento inadecuado de algunas de estas patologías conlleva "una pérdida de tiempo e incluso una cronificación del trastorno"

jueves, 6 de junio de 2013

L'atenció a les urgències, els trasllats i els ingressos involuntaris de persones amb malaltia mental.



L’ingrés involuntari del pacient -en nombroses ocasions- pot reconvertir-se en voluntari, sempre que se li pugui oferir un temps mínim d’escolta i d’informació, que per altra banda  tota persona amb malaltia mental requereix, i si és possible, amb el suport de la família o d’altres persones pròximes al seu entorn.

Davant d’una urgència psiquiàtrica, els serveis sanitaris han d’actuar sempre en primera instància. Només, excepcionalment, hi ha d’haver la presència dels cossos de seguretat. Sovint, la situació es pot resoldre amb la presència del personal sanitari. És important recordar que la persona amb trastorn mental ha de ser tractada amb igualtat de condicions i els mateixos drets que qualsevol ciutadà que presenta una urgència sanitària de qualsevol altra enfermetat.

En aquelles coses que els equips d’atenció urgent no especialitzats necessitin més informació, poden adreçar-se al centre de salut mental on el pacient segueixi el tractament, o demanar el suport d’un facultatiu del Servei d’Emergències Mèdiques o d’equips professionals especialitzats.
És molt convenient fer cursos de formació adreçats als tècnics de transport sanitari per al trasllat de pacients psiquiàtrics, i millorar la coordinació entre els serveis socials, la xarxa d’atenció psiquiàtrica i salut mental, i l’assistència primària de salut, per tal d’afavorir la vinculació dels pacients a la xarxa assistencial.

Supòsit d’intervenció excepcional dels cossos de seguretat.

1.- En l’auxili dels serveis sanitaris d’atenció primària (EAP, CUAP i CAC) i els serveis d’emergències mèdiques que assisteixen la persona amb malaltia mental, tant al seu domicili, a la via pública o als serveis socials, per prevenir incidents que impliquin risc per algun d’aquestes col.lectius. En tots els casos s’ha de valorar la necessitat, ja que la presència dels cossos de seguretat pot donar lloc a un efecte negatiu per part del pacient.

En el cas de l’ingrés involuntari d’una persona amb malaltia mental en un centre, els membres dels cossos de seguretat també hi podran intervenir a requeriment de l’autoritat judicial, per tal d’auxiliar el servei sanitari o el servei social corresponent.

2.- Auxili al personal sanitari.
Indistintament del servei que hagi iniciat la intervenció, el personal sanitari és responsable de determinar les accions que cal emprendre per a la correcta assistència al pacient.

En el supòsit d’una alteració conductual greu del pacient, els membres dels cossos de seguretat, a requeriment del personal sanitari, han de col·laborar en la seva contenció per possibilitar-ne l’atenció mèdica.

3.- Desordres i delictes
En el cas que l’estat d’alteració o resistència del pacient provoqui una alteració greu de l’ordre públic o un delicte, els membres dels cossos de seguretat han d’aplicar-hi les tècniques policials més adequades, així com les diligències corresponents.

Així mateix, el personal sanitari ha de donar suport als membres dels cossos de seguretat en el procés d’assegurament i atenuació de l’alteració conductual del pacient.

4.- Procediment
En el moment en què els cossos de seguretat tinguin coneixement d’un requeriment per urgència psiquiàtrica, han de derivar la demanda al servei sanitari de referència territorial. Si les dades obtingudes de la persona demandant d’assistència indiquen que s’ha produït una situació de resistència activa del pacient, els cossos de seguretat hi han de mobilitzar recursos propis i, alhora, també els sanitaris.

Els serveis sanitaris que requereixin auxili dels cossos de seguretat en un centre d’urgència psiquiàtrica o en qualsevol de les situacions de les descrites anteriorment, n’han de fer la demanda al cos de seguretat de referència territorial.

M. Carme Samaranch, experiències d'altres persones viscudes en els ingressos hospitalaris, i informació d'Internet.




martes, 4 de junio de 2013

"Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra"

Mario Alonso Puig | La Contra de La Vanguardia  | 18/10/2004

Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. 

"Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente. 

Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas.


-Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión? -Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria. 

-¿Psiconeuroinmunobiología?  -Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos. 

-¿De qué se trata?  -Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal. 

-¿Qué tipo de cambios? -Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas. 

-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?  -Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

-¿Cambiar la mente a través del cuerpo? -Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental. 

-¿Dice que no hay que ser razonable?  -Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando. 

-Exagera.  -Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad. 

-Más recursos...  -La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?  -Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro". 

-¿Seguro que no exagera?  -No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos. 

-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?  -Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%. 

-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?  -Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia. 

-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar? -El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona. 

-La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.  -Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente. 

-Deme alguna pista. -Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia. 

-Ver lo que hay y aceptarlo.  -Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.  Sin fe en uno mismo hay temor, el temor produce violencia, la violencia produce destrucción, por eso, la fe interna supera la destrucción.