viernes, 19 de junio de 2015

Estimado señor Nash

OPINIÓN | Enfermedades mentales | Esquizofrenia
La figura del matemático será imprescindible por lo que simboliza para las personas que conocen su lucha contra la enfermedad.

VÍCTOR SÁNCHEZ ABENIA  | El País | 26/05/2015

[Víctor Sánchez Abenia, el firmante de este artículo, es un estudiante polifacético que asistió al último Taller de Entrevistas de la Escuela de Periodismo UAM/El País en la segunda semana de mayo. Uno de los ejercicios del citado taller era la realización de entrevistas entre alumnos; Víctor se ofreció a hacer de entrevistado y escogió personificar en el estrado al famoso matemático John Nash, cuya mente prodigiosa fue objeto de un libro que luego fue una muy conocida película. Demostró, ante las preguntas de la compañera que lo entrevistó, un conocimiento impresionante del matemático, su ídolo. Nash murió el domingo en Estados Unidos, víctima de un fatal accidente de circulación. Aquella entrevista en la que Víctor hizo de Nash es inolvidable para los que la escuchamos. Por eso le pedimos ayer al joven estudiante que escribiera un texto explicando por qué le parecía fascinante la personalidad de su admirado Nash, cuya enfermedad mental dijo compartir.
Víctor Sánchez estudia FP en Cocina y Gastronomía, ha realizado el servicio de voluntariado europeo en Francia, ha comenzado el grado en Filosofía, Política y Economía y tiene otros proyectos para su formación; tiene una discapacidad del 33%.- JUAN CRUZ]
Estimado señor John Forbes Nash:
Usted, que llegó hasta donde nadie antes había atisbado.
Suele decirse que en la vida hay personas que luchan a ratos y que estos son prescindibles pero importantes… Que aun siendo prescindibles, son aún más importantes si luchan mucho tiempo. Otros que luchan toda la vida, —los menos en número, pero grandes—, son los imprescindibles por su incalculable valor intangible. La figura de John Forbes Nash, a mi entender, había sido y será una imprescindible. Lo seguirá siendo por el legado que dejó, por lo que simboliza para las personas que conocen su lucha contra la enfermedad que padeció toda su vida, y que le estiman.
Entendámoslo como lo que es: la esquizofrenia es una de las enfermedades más devastadoras que existen para el hombre. Y eso si es que esta puede entenderse como tal. Cuando en una nueva ley se considera delictivo un hecho que en la antigua no se castigaba, no se puede aplicar teniendo efectos retroactivos. Es decir, un delincuente no puede ser castigado retroactivamente. Sin embargo, sí hay una enfermedad o síndrome, que se reproduce en la especie humana entre un 0,85% y un 1% sobre la población total. Y si entendemos que la naturaleza es sabia… ¿Cómo podría ser que, al igual que una ley no puede juzgar a posteriori de forma negativa, una enfermedad fuera contra la ley de Darwin? Es posible que la esquizofrenia o psicosis se pueda llegar a plantear como algo que la ciencia todavía no ha acertado a denominar, con datos científicos suficientes para comprenderla del todo.
Por lo que se sabe la esquizofrenia consiste en un fallo (¿?) químico en el cerebro por el cual la dopamina, — el líquido que transmite la información entre neurona y neurona—, se dispara a niveles muy por encima de lo normal. Las ramificaciones de las neuronas no llegan a tocarse para transmitir los impulsos eléctricos que llevan la información entre conglomeraciones o circuitos neuronales y necesitan de la dopamina para transmitir dicha información. Si el nivel de dopamina es muy alto, la información se produce incluso por encima de lo realmente cuantificable por los sentidos. Esto es especialmente interesante en el caso de John Nash. Suele darse la paradoja de que, cuanto mayor sea la inteligencia de una persona que padece psicosis (esquizofrenia, trastorno esquizo-afectivo, o trastorno bipolar), mayor es la elaboración y el nivel de perfección respecto a la realidad o irrealidad de la paranoia en cuestión. Es decir, a mayor inteligencia del sujeto en cuestión, existe una elaboración fantástica de la paranoia y su desarrollo, que es prisma de la realidad-irrealidad que nuestro cerebro vuelca sobre la máscara de nuestros sentidos. ¿Y si John Nash no descubrió su Teoría de juegos? ¿Qué quiere decir? ¿Qué la copio de otro? ¡No! ¿Qué se la inventó la paranoia de su cerebro? Tampoco…
Más bien pienso dos cosas. Siento que la agonía vital del gran John Nash podría partir del sufrimiento por su enfermedad, y que su teoría de juegos, la desarrolló íntimamente ligada a la solución de “su realidad” versus “irrealidad” o enfermedad, de su realidad como matemático. Una persona sana puede verse abocada a comprar por lo que le dicten sus sentidos, sus emociones, o sus anhelos. Todos tenemos en menor o mayor medida un grado de esquizofrenia, ya sea en la salud de nuestras mentes, o diagnosticada.
Fíjense, cómo se va enmarañando la cosa, pues esto también tiene que ver con la teoría de los juegos… No se puede maximizar el mejor resultado porque es posible perder, y también hay que maximizar el reparto de coste en caso de déficit… John Forbes Nash fue un genio. Toda persona que tiene esquizofrenia diagnosticada, y la suerte de entender que lo que le pasa es una enfermedad y que lo que verdaderamente le persigue o le acosa no existe, tomará a Nash como estandarte y abanderado de la lucha por la salud y la vida, y no se verá como algo negativo en la sociedad. John Nash reconoció abiertamente su enfermedad y fue un testigo positivo de ella, contrarrestando así el estigma. Toda persona que se encuentre en el principio de esta enfermedad puede proyectarse sobre el icono del Genio Nash, e incluso se convencerá de que él o ella también es un gran o una gran genio.
Las inversiones son varias: la primera, de optimización del resultado a lo que supone una rentabilidad posible y no perfecta. La segunda es invertir en ese luchador o luchadora. La tercera inversión es devolver a esa persona, apoyándose en la forma como lo hizo John Nash cuando había muchos menos medios para ello. Nash, como persona que lucha toda la vida, como imprescindible, es un testigo de vida para otros.
El profesor John Forbes Nash, ahora fallecido en estas trágicas circunstancias, descubrió en el afecto (como nos toca a todos en la vida) la ecuación con la que pudo encajar en su vida la enfermedad, la fórmula que pudo ayudarle a superar su situación cuando los medios existentes, y medicaciones distaban mucho de las actuales.
Por todo ello me fascinará siempre John Forbes Nash. Existen unas ciertas teorías pseudocientíficas, tanto en la civilización de los mayas, como en la antigua cultura egipcia sobre que a algunos recién nacidos se les practicaba una tara deformándoles el cráneo, de forma que crecían sin tener capacidad para hacer tareas básicas. Sin embargo, tenían una gran capacidad de abstracción (como Nash).
En estas culturas el neonato con la cabeza deformada desarrollaba la esquizofrenia y era capaz de ver el futuro cuando crecía si seguía la costumbre o tratamiento médico, la medicina de los mayas y egipcios, que se distingue de la occidental en connotaciones éticas. Estas personas con esquizofrenia eran incapaces de hacer tareas simples, pero podían ver el futuro. Pongamos que así le ocurrió en su Teoría matemática a John Nash. No desarrolló una Teoría de Juegos al uso, sino una salida existencial a su problema creado y resuelto con la misma capacidad de su mente, y que vislumbró al ver el futuro de las Matemáticas. John Nash destacó en su carrera debido a su hándicap, fue y es modelo de muchos. Pero, sin duda, fue su capacidad de dar afecto —como reconoció cuando recogió el Nobel—, la mayor incógnita que cada ser humano debe resolver sepa o no de matemáticas.

lunes, 15 de junio de 2015

La ONU se preocupa por la multiplicación de "nuevas drogas"


·        La fabricación masiva de nuevas sustancias va más rápido que su prohibición
AFP | El Mundo | 04/03/2015

El Organismo Internacional de Control de Estupefacientes (OICS), dependiente de la ONU, ha mostrado su preocupación por la multiplicación de nuevas drogas, fabricadas para soslayar las prohibiciones, y que suponen un "problema cada vez más grave" de salud pública en el mundo.
"La aparición cada vez más masiva, en los últimos años, de sustancias nuevas se ha convertido en un grave problema de salud pública y en un fenómeno verdaderamente mundial", ha señalado la OICS en su informe mundial, publicado este martes.
A fecha de 1 de octubre de 2014, se habían registrado en el mundo 388 nuevas sustancias, un 11% más que el año anterior y el doble de lo que se contabilizó en 2009, señala el documento.
Fabricadas a toda velocidad en laboratorios de todo el mundo, estos productos, entre los que se encuentran las drogas de síntesis, se adelantan a las legislaciones, cuya maquinaria de prohibición es mucho más lenta que la elaboración.
En el documento, la OICS cita la utilidad de poner en marcha leyes "de productos análogos", como la que ha implantado Estados Unidos, que permite frenar el comercio de estas nuevas sustancias incluso antes de que se ilegalicen.
Cocaína
Por otro lado, la organización ligada a la ONU también ha registrado una bajada importante de la oferta mundial de cocaína procedente de Sudamérica. En América del Norte y, en menor medida también en Europa, la oferta en 2014 ha descendido a niveles de 2006, subraya el informe.
El origen de este cambio, aclara, se debe a la reducción de las superficies destinadas al cultivo de cocaína en Colombia, Perú y Bolivia, los principales productores mundiales, entre 2007 y 2013.
En Estados Unidos, cerca del 1,8% de la población consume actualmente cocaína, frente al 2,5% que lo hacía en 2006.
En su informe, la OICS ha lamentado las legislaciones que han autorizado el cannabis en Uruguay y algunos estados de Estados Unidos, valorando que son contrarias al derecho internacional.

¡Que se busquen la vida!

PSICOLOGÍA
¿Evita cualquier sufrimiento y tropiezo a sus hijos? Si ha contestado sí, reflexione. Un exceso de protección puede crear adultos inseguros y dependientes

PATRICIA RAMÍREZ | El País | 14/06/2015                                                                                                                                  

Padres y madres tenemos la mala costumbre, y en España es muy común, de sobreproteger a nuestros hijos. Miedo a que sufran, a que no sean capaces o a que se sientan frustrados y hundidos por no alcanzar sus metas con autonomía son algunas de las causas que se esconden detrás de esta actitud. El sufrimiento de los hijos se convierte en el de los padres, que llegan a sentir angustia, malestar general, excesiva preocupación, anticipaciones catastróficas de las desgracias e infelicidad de su prole.
Muchos progenitores tratan de allanar el camino a sus hijos con tal de evitar su sufrimiento, lo que es una de las peores lacras desde el punto de vista de la psicología. Hacerlo evita el aprendizaje, impide que la persona explore nuevas emociones, que se encuentre ante dilemas interesantes para resolver o retos a los que buscar soluciones. Cada vez que evitamos a nuestros hijos una situación que pensamos que puede hacerles pasarlo mal, les estamos negando una oportunidad de crecimiento personal, una manera de explorar sus límites e impedimos que descubran lo capaces que son.
Ejemplos existen cientos, desde ayudarlos a hacer los deberes para que terminen antes o porque pensamos que no lo harán solos, a servirles la comida para que no la derramen… Sobreproteger es impedir que los hijos exploren las consecuencias de no ser responsables, y justamente son los resultados de lo que hacemos o no los que realmente motivan los cambios.
El arte de enseñar es el arte de ayudar a descubrir” - Mark Van Doren
Los límites de la sobreprotección están en cuidarlos “demasiado”, evitando así que se enfrenten de forma natural a los problemas que sí tienen que vivir, a las soluciones que ellos tienen que buscar y las consecuencias propias de cada acto. No se trata de promover una conducta temeraria por parte de los padres y dejar que se enfrenten a responsabilidades impropias de la edad, sino de no educar en una burbuja en la que se encuentren falsamente seguros y al margen de una realidad que educa para la vida, la presente y la futura.
Lo que nunca puede perder de vista su hijo es la sensación de seguridad. Si le agreden, alguien le pone en peligro, sus amigos le sugieren actividades peligrosas o fuera de lugar para su edad, tiene que sentir la tranquilidad de que sus mayores le van a aconsejar, poner límites y proteger física y moralmente.
Los niños que se han educado demasiado a resguardo tienen mayores problemas en el futuro para enfrentarse a emociones básicas como son la frustración, el miedo, la ansiedad o la tristeza, que deben aprender a gestionar. Nuestros hijos, en un futuro, tienen que llorar el desamor, sufrir una equivocación en su puesto de trabajo, la crítica de su jefe, la soledad del que empieza una vida independiente, la pérdida de un ser querido y el amigo que deja de serlo porque le falla. Gestionar de forma eficaz estos sentimientos forma parte del crecimiento personal de todos nosotros. Si se evitan estas situaciones a nuestros hijos con el fin de que no sufran, no estarán preparados para ser adultos maduros y emocionalmente responsables. Estos niños pueden mostrar más miedo, inseguridad, tiranía y exigencias dado que están acostumbrados a que les sirvan y les resuelvan todo, tienen menos capacidad de esfuerzo, son más apáticos y vagos. Analicemos cinco ventajas de “buscarse la vida”:
1 Educar en la responsabilidad. Deje que se quede sin ropa limpia y planchada que ponerse. Los chavales van acumulando en la silla de su dormitorio y usted repite cada día que la eche en el cesto de la ropa sucia. Hasta que un día usted comprueba que apenas le queda ropa en el armario y hace su trabajo. Tampoco escriba una nota disculpando las tareas que su hijo no ha hecho en casa por evitarle una regañina de un profesor. Hasta que los niños no se exponen a las consecuencias de ser irresponsables, no tienen la necesidad de cambiar.
2 Fomentar la autonomía. Que dependan de ellos mismos para resolver problemas y buscar soluciones en la vida en general. Si no les dejan hacerlo, deducen que el esfuerzo lo tienen que realizar los padres y que son ellos los que deben adivinar qué necesitan.
3 Fomentar el emprendimiento. Imagine que su hijo preadolescente o adolescente le pide dinero para hacerle un regalo a su madre o padre en su cumpleaños. Se lo da y, además, se siente afortunado de tener un hijo detallista. En lugar de facilitarle el dinero, propóngale un plan de negocio. ¿Quieres dinero? Dime cómo vas a ganarlo. No se trata de educar en el materialismo, sino de ser creativos, tener ideas y obtener un beneficio por ellas. Puede que si le incita a montar un negocio casero, empiece a cambiar su mentalidad. Igual le da un masaje y cobra un dinerito, o le propone llevar a su hermano pequeño a una actividad. Deje que discurra y le ofrezca ideas. De todas formas, al final le facilitará el dinero, pero habrá tenido que pensar y esforzarse para ganarlo.
4 Desarrollar su autoestima. La persona que se involucra en su desarrollo, que invierte esfuerzo en conseguir sus metas, que tropieza y se vuelve a levantar y al final lo consigue, se valora de forma positiva. La lectura que saca de sí misma es “yo puedo a pesar de la adversidad, puedo y lo consigo”.
5 Trabajar su seguridad y confianza. Quienes se han educado para resolver situaciones y lo han logrado saben que tienen recursos. Muchos hombres y mujeres se califican como “buscavidas”. Son aquellos que saben que, pase lo que pase, serán capaces de sobrevivir.
Si desea ir soltando la cuerda y permitiendo que se caiga, que se equivoque, que viva las emociones adecuadas, no olvide que dar mimos, mucho amor y seguridad no están reñidos con el concepto de sobreprotección. Pero deje que ellos encuentren la solución a un problema. Aprenderán a disfrutar y a sentirse orgullosos de sus logros si se sienten protagonistas de ellos.
Si tiene dudas sobre la tarea que tiene que realizar su hijo solo o sobre si está siendo sobreprotector, hágase estas preguntas: ¿esto lo debería saber hacer mi hijo?; ¿es algo que, con un poco de esfuerzo y perseverancia, podría conseguir si yo no intervengo?; ¿si le expongo a la posibilidad de no conseguirlo o que se quede sin hacer, las consecuencias son peligrosas para él o solo incómodas? (como que le llamen la atención en el colegio si no lleva la tarea); ¿ayudarle en esto se ha convertido ya en un hábito cómodo por parte de mi hijo?; ¿qué beneficios tiene para él o ella que yo le resuelva esta situación?; ¿son los beneficios más adecuados que las desventajas que conllevan?
Recuerde que cada vez que sobreprotege a su hijo le impide que entrene una nueva destreza. Uno de los aprendizajes más importantes es el que se basa en el ensayo y error. Casi todo lo que aprendemos y automatizamos en esta vida es fruto del ensayo y de la repetición, desde las jugadas que realizamos cuando practicamos fútbol a la capacidad de organización necesaria para que dé tiempo a hacer los deberes por la tarde. Tenga cuidado, en su afán por ser padres perfectos terminarán por educar hijos inútiles.

Su hijo es maravilloso y para usted como padre es el más guapo, el más hábil, el más ágil e inteligente. Pero si solo se acostumbra a que lo elogie cada día, sin hacer el esfuerzo necesario para ganarse el halago, necesitará constantemente su dosis de endiosamiento para sentirse bien y seguro. Necesita fracasar, aprender que es estupendo en muchos aspectos, pero saber también que tiene áreas de mejora que entrenar.

sábado, 13 de junio de 2015

Lecciones que da el fútbol

PSI COLOGÍA
Vivimos rodeados por este deporte. ¿Por qué no utilizarlo a nuestro favor?
No nos limitemos a ver cómo juegan los millonarios y usémoslo como metáfora de la vida

GABRIEL GARCÍA DE ORO | El País | 24/05/2015
                                                                                   
Asegura Alejandro Jodorowsky que el fútbol tal y como lo conocemos hoy “fue creado por una sociedad esotérica inglesa, aplicando en su esquema principios de la alta magia. Se juega sobre un rectángulo verde, siendo el verde el color que simboliza la eternidad. Los jugadores de un partido de fútbol son 22, tantos como los 22 arcanos mayores del tarot o los 22 polígonos regulares. En el centro de la cancha hay un círculo con un punto en el medio: símbolo del oro, en la alquimia, o del sol o del Dios esotérico…”.
Podemos ser más o menos escépticos ante la concepción mágica del fútbol que plantea el maestro chileno, pero tenemos que aceptar que es difícil considerarlo un juego más. Este deporte es capaz de lo mejor y de lo peor. Tanto puede conseguir treguas en medio de una guerra mundial como generar comportamientos criminales. Pero lo que sin duda provoca es un interés social y mediático muy por encima de cualquier otra actividad humana. Seamos o no aficionados, del fútbol se pueden extraer lecciones para aplicarlas a nuestra vida, del mismo modo que en el mundo de los negocios hace tiempo que se aplican sus técnicas de liderazgo y gestión de talento.
Ahora nos toca a nosotros saber leer los partidos en clave de crecimiento personal, darnos cuenta de que en muchas ocasiones lo que reprochamos o elogiamos a nuestro equipo no está lejos de lo que podemos alabarnos o criticarnos a nosotros mismos. Seguro que cada uno puede sacar sus conclusiones. Lo importante es dejar de ser espectadores pasivos y animarse a aplicar todas las lecciones que nos puede dar el fútbol. Empecemos por estas 11 y hagámoslas nuestro equipo titular de crecimiento personal:
1. Siempre se empieza cero a cero. Decía el mítico Vujadin Boškov, que “el fútbol es imprevisible porque todos los partidos empiezan cero a cero”. Una frase tan obvia como inspiradora. Y es que cada encuentro es un nuevo comienzo, un nuevo reto. Una nueva oportunidad que debemos afrontar concentrados, con humildad, pero sin complejos. Empecemos cada día desde cero. Saltemos de la cama sabiendo que hoy es una nueva oportunidad.
2. No siempre se gana, pero siempre se compite. Ni el mejor de los mejores equipos de la historia es capaz de vencer siempre. Así es la vida. La diferencia está en ser competitivos. En darlo todo. En intentarlo una y otra vez. En trabajar y trabajarse la victoria. Tenemos que darnos cuenta de que jugando muy bien es más fácil ganar, y que tarde o temprano llegarán los resultados.
3. El equilibrio es fundamental. ¿Se imagina un equipo con 11 delanteros? ¿O con 11 grandísimos porteros? Estaría abocado al fracaso. Nosotros, igual. Tenemos que procurar encontrar el equilibrio en todas las posiciones del campo de nuestra vida: pareja, familia, amigos, trabajo, ocio…
4. Por bueno que seas, hay que entrenar. Incluso, Ronaldinho, un jugador que lo ha ganado todo, dijo en la cresta de su carrera: “Tengo mucho que aprender”. Y para ello, practicar, prepararse y seguir creciendo es lo que hace que los buenos se conviertan en estrellas mundiales. Ellos, precisamente, son los que más horas dedican a perfeccionarse. No se conforman. Son los que se quedan un tiempo extra. Sea lo que sea lo que se nos da bien, la práctica repetida y diaria nos ayuda a seguir creciendo, a adaptarnos a los nuevos desafíos.
5. Cuando hay decisiones injustas que te perjudican. Uno de los árbitros más famosos de los últimos tiempos, el italiano Collina, decía que el fútbol no es un deporte perfecto y no podemos pretender que lo sean los colegiados. Y es que a veces, simplemente, hay errores. Penaltis en contra que nos perjudican y que en la repetición de la televisión se ve que no hay ni falta. Pero en la vida no hay repeticiones. ¿Qué haremos? Sobreponernos. Concentrarnos y seguir.
6. Sentirse arropado por tu público. Diego Pablo Simeone, en una reciente entrevista, aseguró: “La gente no sabe la fuerza que transmite a los jugadores”. Nosotros también debemos procurarnos un entorno que nos anime, nos aliente y dé alas a nuestros sueños cuando las fuerzas fallan. Y eso no es todo. También debemos comportarnos así con los demás. Ser fuente de ánimo, no de desaliento.
7. El arma secreta de lo inesperado. Intentar una y otra vez la misma jugada y chocar contra el muro del fracaso. ¿Qué hacer cuando nada de lo que hacemos funciona? Algo diferente. Eso es lo que hacen los grandes equipos, jugadores y entrenadores. Cambiar. Probar algo nuevo que sorprenda al adversario. Algo creativo que salga de la improvisación. Porque cuando nada parece ir bien, la creatividad inesperada es la diferencia.
8. Los cambios en el momento justo. Un entrenador, a lo largo de un partido, debe hacer cambios. No puede reemplazar a todos. Solo a tres. Y es por eso que hay que saber analizar, prever los problemas, dosificar el cansancio, el esfuerzo… Nosotros igual. Porque el secreto está en saber ajustarse, en modificar, en rectificar. Podemos conseguir darle la vuelta a un resultado adverso o mantener el buen marcador conseguido ajustando algunos puntos del esquema.
9. Resistir las críticas. Ronaldo Nazario, en unas declaraciones, aseguró que cuando marcas eres grande, y cuando no, estás gordo. Él, como todos, no se libró de las críticas. Porque por muy bueno que seas, llega un momento en el que te cuestionan. ¿Qué hacen los grandes futbolistas? Seguir trabajando. Aceptar los comentarios negativos con el mismo escepticismo que los halagos
10. Hasta que el árbitro pite el final. Pase lo que pase, mientras que el balón esté en juego pueden pasar muchas cosas. Podemos remontar. Nos pueden marcar. Fijémonos en lo que pasó en la temporada 2003-2004, en la final de la Liga de Campeones. El Milán iba ganando por 3 a 0 al Liverpool. Al final, el conjunto inglés remontó y se hizo con el título. Nunca pensaron que estaba perdido. Nunca desistieron. Por eso se alzaron con la victoria, porque fueron conscientes de que el partido dura hasta que el árbitro señala el final.

11. Se dice: jugar al fútbol. Nadie dice vamos a trabajar al fútbol. En un artículo de su columna en el AS, Alfredo Relaño aseguraba que no debíamos olvidar que al fútbol se juega. Este verbo implica diversión, entrega, pasión, entusiasmo… Hoy es habitual que psicólogos, pedagogos y otros especialistas pongan el foco en la importancia del juego como fuente de crecimiento personal. Es importante no olvidarlo. Porque jugar es re-crearse, y cuando lo hacemos es cuando aprendemos en serio. Y como dijo Johan Cruyff a sus jugadores antes de jugar una importante final: “Salgan y disfruten del partido”. Lógicamente, ganaron.


Autolesiones para perder el hambre.

SALUD | Trastornos alimentarios

LAURA TARDÓN | Madrid | El Mundo | 17/05/2015

No comen, se provocan los vómitos y a veces se autolesionan. Algunos afectados por anorexia, aparte de dañar su cuerpo con las restricciones alimentarias, también lo hacen con el automaltrato físico. Sobre todo, «cortes en las piernas y los brazos. En ocasiones llegan a morderse y se golpean la cabeza contra la pared», explica Esther Pérez Sánchez, del Colegio de Psicólogos de Andalucía. Es lo que ahora se conoce como sadorexia, «una conducta que aunque no es frecuente, se ve más que antes».
Su objetivo es provocarse dolor para así evitar las ganas de comer. A través del castigo físico, quienes sufren este trastorno buscan acabar con la ansiedad que les genera la comida. «Centran su atención en el corte y la sangre, y de esta manera esquivan el pensamiento obsesivo de comer», argumenta la psicóloga. Siempre «intentan ocultar las señales». Por eso conviene estar alerta.
La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (Acab), que trabaja con centros educativos para prevenir estos trastornos, ha detectado varios casos de adolescentes en seis institutos catalanes, dos más que en el curso pasado, según informa Europa Press. Al parecer, en una misma clase se han registrado hasta ocho chicas que se habían realizado cortes en las piernas y los brazos para no engordar. A través de las redes sociales, señala la directora de la asociación, Marta Voltas, se expanden mensajes que recomiendan hacerse heridas en las piernas para paliar el hambre, «una práctica frecuente que era aislada hace 15 años». Como expone Voltas, «es fácil que conductas de riesgo en adolescentes se expliquen y que otras chicas lo quieran probar si existe mucha preocupación por el cuerpo». Las redes sociales «son de lo más peligroso que hay en los trastornos alimentarios», puntualiza la psicóloga. «Difunden todo tipo de mensajes y consejos para adelgazar y, teniendo en cuenta que para las personas con anorexia o con bulimia su principal objetivo es perder peso, dichas recomendaciones resultan rápidamente contagiosas».

Intentar prevenir estas situaciones, recalcan los expertos, pasa por trabajar «la autoestima desde que nuestros hijos son pequeños», explica la psicóloga. Además, «hay que fomentar la comunicación efectiva entre padres e hijos. Que los menores puedan expresar sus emociones y los problemas que tienen».

Una clave para la directora de Acab es realizar una comida completa al día con los padres: «Previene en un 33% la aparición de un trastorno de conducta». Según esta experta, la jornada intensiva en los institutos podría favorecer las conductas de riesgo. «Hay muchos chicos y chicas que comen solos en casa y no están acompañados como en el comedor escolar».

Conviene, además, que los adolescentes entiendan la evolución del cuerpo en la adolescencia y sepan ser críticos ante los mensajes publicitarios. «Les ayuda mucho tener ejemplos de estilos de vida y hábitos alimentarios saludables», concluye Pérez Sánchez.


lunes, 8 de junio de 2015

El difícil reto de sacar a la luz el trastorno mental

Reclama un cambio social y cultural y admite que la meta todavía está lejana.
La asociación Obertament mantiene una lucha desigual contra el estigma.

TONI SUST / BARCELONA | El Periódico | 05/05/2015

Obertament, agrupación de agentes privados del sector de la salud mental, nació hace más de cuatro años con el objetivo de combatir el estigma que sufren las personas con un trastorno mental. La causa requerirá un lento caminar, dicen los que la defienden.

Obertament aposta por su propia salida del armario. La mayoría son reacios a dar detalles de su trastorno y consideran que quedarse solo con eso es etiquetar a una persona. Se trata de explicar a la gente que alguien con un trastorno puede trabajar, tener una vida normal y ser de confianza. En ocasiones más que gente que no ha sido diagnosticada y se considera «normal», esa palabra tan terrible.
REDUCCIONISTA
«No soy un diagnóstico con patas», afirma Pedro Antonio Cencerrero, 39 años. «Todos me ven como una persona, no como un diagnóstico», dice Anna Maria Esteve, de 52 años. Ambos son portavoces de Obertament, activistas que conocen el paño y que han tomado la decisión de luchar por propiciar salidas de ese armario menos conocido. Si hay algo que les parezca incómodo es tener que explicar cuál es su trastorno. Lo consideran reduccionista.

A nadie con problemas de estómago se le definiría por esa dolencia, argumenta Esteve, nacida en Molins de Rei (Baix Llobregat) y residente en Arenys de Mar (Maresme). Cuenta que una vez tuvo su primer contacto con el trastorno, en su caso esquizo-afectivo, «una mezcla de esquizofrenia y depresión», quiso saber más y se interesó por un curso organizado para familiares de personas con problemas de salud mental. «Pero yo no quería que fuera nadie de mi familia. Quería ir yo. Me dijeron que el curso era para familiares de personas con problemas de salud mental, no para personas con problemas de salud mental». Y Anna Maria vio que había que hacer algo. Creó la asociación Resorgir, que forma parte de Obertament.

Esteve, que antes llevaba una empresa, estudió posteriormente Trabajo Social y ahora cursa un posgrado especializado en salud mental colectiva, de la URV. Ella tuvo el primer contacto con un trastorno por el de un familiar: «Entonces vi claro que se tenía que tratar como algo normal, como cualquier otra dolencia, con algo más de sensibilidad».
A Cencerrero, nacido en Vilassar de Mar y residente en Mataró (Maresme), le marcó la muerte de un hermano que falleció a los nueve meses, con parálisis cerebral. Él, el mayor de seis hermanos,  consiguió eludir el veto de los mayores y estar unos minutos junto al cuerpo. Por eso y por el problema de salud mental que tuvo mucho después, dice, acabó estudiando Integración Social. Ahora estudia Administración de Empresas en la UB. Él sufre un trastorno bipolar: «Es la primera vez que lo digo en un medio de comunicación». Sufrió el primer brote al irse a la mili, en Ibiza, algo que parece lógico porque para él irse al servicio militar fue «una liberación» después de muchos años trabajando para ayudar a la familia. Flirteaba con la carrera militar, pero la mili se acabó en seguida: lo llevaron al hospital en Palma y de allí le acompañaron a Barcelona: «Me dijeron que me acompañaba un teniente, pero era un enfermero». Intentó volver a la vida militar. Se presentó en el Cuartel del Bruc ofreciéndose. No pudo ser.
Ahora eso es pasado: «Estoy aquí hablando gracias a mis hermanos, incluido el que falleció». Y de lo que Pedro Antonio quiere hablar es de su activismo y de cómo esta sociedad no debería clasificar tan rápido: «Todas las personas tienen oscilaciones emocionales. No son lineales. Y hay mucho rechazo, cuando una persona diagnosticada puede estar mejor que alguien sin diagnosticar».
LUCHA INDIVIDUAL
De eso él tiene pruebas reales: aquella gente que un día se reía de él por el barrio y que luego fue a pedirle consejo porque estaba en una situación similar. «Mi lucha ha sido individual. Cuando he encontrado el equilibrio personal es cuando la he hecho colectiva».
El director de Obertament, Miquel Juncosa, subraya que según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas experimentará un problema de salud mental en algún momento de su vida. Pensar que no le tocará a uno es, por lo tanto, estadísticamente temerario. Pero sigue siendo la constante.
«Hay que tener un poco de locura», dice Esteve con una sonrisa. «La locura no significa falta de sentido común; a veces supone un exceso de sentido común». ¿Qué le pide esta portavoz a los políticos?: «Una mayor implicación, que nos tengan presentes, porque somos los últimos de la fila». Dice que un paso se ha dado en las familias de los que sufren un trastorno, que años atrás a menudo acababan encerrados: «Ahora quieren que sus hijos ocupen su tiempo, salgan de casa».
Pedro Antonio prefiere no pedir nada a las autoridades, se le ve bastante convencido de que lo que logre el colectivo será mérito suyo.
«Todavía no hay condiciones para que la gente salga del armario», asegura Juncosa, que sabe que no podrán lograr sus objetivos sin despeinarse: «Queremos un cambio cultural. Sabemos que ahora estamos poniendo la semilla. La lucha será a largo plazo».

Nota.- Me parece recordar que el artículo era más largo. Como siempre, si os interesa leerlo completo podéis encontrarlo en el periódico y fecha que figura junto al autor del artículo. Saludos.

La risa verdadera es muy beneficiosa para nuestra salud mental y física.

El humor se relaciona con el desarrollo cognitivo, la época y la cultura, el carácter y la forma de procesar la 'chispa'
EUROPAPRESS / Madrid | El Periódico | 28/04/2015

Cuando la risa es verdadera, puede ser muy beneficiosa para la salud tanto desde el punto de vista mental porque reduce el estrés, eleva el estado de ánimo y, en general, fomenta el bienestar psicológico, y desde el punto de vista físico porque reír estimula el sistema inmune, incrementa el umbral del dolor y es muy saludable porque acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro.

RISA PATOLÓGICA
Según explican desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), algunos estudios han llegado a afirmar que las personas risueñas tienen un 40 por ciento menos de problemas vasculares y que viven 4 años y medio más de media. Por otra parte, diversos estudios han demostrado que el humor puede ayudar a ser más inteligentes, porque es una forma de ejercitar el cerebro. Habitualmente, la risa es considerada un fenómeno biológico normal y saludable. Sin embargo, la risa en casos excepcionales puede ser debida al síndrome de la risa patológica, en tal caso es debido al estrés, la ansiedad, la tensión o como consecuencia una lesión neurológica.

"La risa puede constituir un síntoma indicativo de patología cerebral, sobre todo si se presenta sin un estímulo específico, no se relaciona con un cambio afectivo o si su intensidad y duración están fueran de control. Es lo que se conoce como síndrome de la risa patológica, que también se puede trasformar en llanto o alternar ambos procesos", señala el doctor Manuel Arias Gómez, coordinador del Grupo de Estudio de Humanidades e Historia de la SEN. Enfermedades como el síndrome de Angelman, esquizofrenia, demencia, pero también epilepsia, ictus, esclerosis múltiple, ELA, Parkinson o tumores cerebrales, entre oros, pueden ser causas del síndrome de la risa patológica que puede manifestarse o bien como un inmotivado sentimiento de regocijo o como una disociación emocional voluntaria.

¿QUÉ OCURRE PARA QUE NOS RIAMOS?
Las nuevas técnicas de neuroimagen ha permitido conocer que el procesado del humor tiene lugar en tres etapas, que implican a varias regiones encefálicas: percepción de la incongruencia sorpresiva por parte de la región prefrontal dorsolateral y la unión temporoparietal del hemisferio dominante; activación del circuito de la recompensa y liberación de dopamina y cese de la desinhibición frontal no dominante que conduce a la risa.
"Cuando en lugar de la racionalidad cognitiva que nuestro cerebro espera percibir, lo realmente percibido es una incongruencia, se origina una controversia que, al ser detectada por el cerebro, éste se auto-recompensa. Y lo hace liberando dopamina, un neurotransmisor que nos produce sensación placentera. Es decir, el humor está íntimamente ligado al sistema de la recompensa que también se activa con la comida, el sexo, las relaciones sociales y en las adicciones", explica Arias Gómez.
Neurológicamente esto es posible porque los músculos de la cara pueden ser movidos por dos partes diferentes del cerebro. "Por un lado las áreas motoras del cerebro, que son capaces de producir gestos conscientes y por otro, las zonas cerebrales responsables de las emociones que, en esta ocasión de forma involuntaria, también conectan con los músculos de la cara para producir expresiones que reflejan una emoción", añade el coordinador del Grupo de Estudio de Neurogeriatría de la SEN, el doctor Marcos Llanero Luque.
EL HUMOR Y LOS FACTORES QUE LO AFECTAN
Por otra parte, el humor está íntimamente ligado al desarrollo cognitivo; por eso, las personas de edades distintas se ríen de cosas distintas. "También está relacionado con la época y la cultura en la que vivamos y, por supuesto, con el carácter de cada individuo en particular. Además, las técnicas de neuroimagen también han visto que hombre y mujeres tienen distintas formas de procesar el sentido del humor", afirma.
Como curiosidad, las mujeres se ríen más y disfrutan más del humor porque la risa activa más en ellas dos áreas concretas del cerebro: las del lenguaje y las de memoria a corto plazo que, a su vez, tiene que ver con la forma en la que se gestionan las emociones; la inteligencia fluida y la capacidad creativa son capacidades que nos ayudan a tener un mayor sentido del humor; y los bebés comienzan a esbozar sonrisas a las cinco semanas de vida.