El humor se relaciona con el desarrollo cognitivo,
la época y la cultura, el carácter y la forma de procesar la 'chispa'
EUROPAPRESS / Madrid | El Periódico |
28/04/2015
Cuando
la risa es verdadera, puede ser muy beneficiosa para la salud tanto
desde el punto de vista mental porque reduce el estrés, eleva el
estado de ánimo y, en general, fomenta el bienestar psicológico, y
desde el punto de vista físico porque reír estimula el sistema inmune,
incrementa el umbral del dolor y es muy saludable porque acelera el ritmo
cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro.
RISA
PATOLÓGICA
Según
explican desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), algunos estudios han
llegado a afirmar que las personas risueñas tienen un 40 por ciento menos de
problemas vasculares y que viven 4 años y medio más de media. Por otra parte,
diversos estudios han demostrado que el humor puede ayudar a ser más
inteligentes, porque es una forma de ejercitar el cerebro. Habitualmente,
la risa es considerada un fenómeno biológico normal y saludable. Sin embargo,
la risa en casos excepcionales puede ser debida al síndrome de la risa
patológica, en tal caso es debido al estrés, la ansiedad, la tensión o como
consecuencia una lesión neurológica.
"La
risa puede constituir un síntoma indicativo de patología cerebral, sobre todo
si se presenta sin un estímulo específico, no se relaciona con un cambio
afectivo o si su intensidad y duración están fueran de control.
Es lo que se conoce como síndrome de la risa patológica, que también se puede
trasformar en llanto o alternar ambos procesos", señala el doctor Manuel
Arias Gómez, coordinador del Grupo de Estudio de Humanidades e Historia de la
SEN. Enfermedades como el síndrome de Angelman, esquizofrenia, demencia, pero
también epilepsia, ictus, esclerosis múltiple, ELA, Parkinson o tumores
cerebrales, entre oros, pueden ser causas del síndrome de la risa patológica
que puede manifestarse o bien como un inmotivado sentimiento de regocijo o como
una disociación emocional voluntaria.
¿QUÉ
OCURRE PARA QUE NOS RIAMOS?
Las
nuevas técnicas de neuroimagen ha permitido conocer que el procesado del
humor tiene lugar en tres etapas, que implican a varias
regiones encefálicas: percepción de la incongruencia sorpresiva por parte de la
región prefrontal dorsolateral y la unión temporoparietal del hemisferio
dominante; activación del circuito de la recompensa y liberación de dopamina y
cese de la desinhibición frontal no dominante que conduce a la risa.
"Cuando
en lugar de la racionalidad cognitiva que nuestro cerebro espera percibir, lo
realmente percibido es una incongruencia, se origina una controversia que, al
ser detectada por el cerebro, éste se auto-recompensa. Y lo hace liberando
dopamina, un neurotransmisor que nos produce sensación placentera. Es decir, el
humor está íntimamente ligado al sistema de la recompensa que también se activa
con la comida, el sexo, las relaciones sociales y en las adicciones",
explica Arias Gómez.
Neurológicamente
esto es posible porque los músculos de la cara pueden ser movidos por dos
partes diferentes del cerebro. "Por un lado las áreas motoras del cerebro,
que son capaces de producir gestos conscientes y por otro, las zonas cerebrales
responsables de las emociones que, en esta ocasión de forma involuntaria,
también conectan con los músculos de la cara para producir expresiones que
reflejan una emoción", añade el coordinador del Grupo de Estudio de
Neurogeriatría de la SEN, el doctor Marcos Llanero Luque.
EL
HUMOR Y LOS FACTORES QUE LO AFECTAN
Por
otra parte, el humor está íntimamente ligado al desarrollo cognitivo;
por eso, las personas de edades distintas se ríen de cosas distintas.
"También está relacionado con la época y la cultura en la
que vivamos y, por supuesto, con el carácter de cada individuo
en particular. Además, las técnicas de neuroimagen también han
visto que hombre y mujeres tienen distintas formas de procesar el sentido del
humor", afirma.
Como
curiosidad, las mujeres se ríen más y disfrutan más del humor
porque la risa activa más en ellas dos áreas concretas del cerebro: las del
lenguaje y las de memoria a corto plazo que, a su vez, tiene que ver con la
forma en la que se gestionan las emociones; la inteligencia fluida y la capacidad
creativa son capacidades que nos ayudan a tener un mayor sentido del humor; y
los bebés comienzan a esbozar sonrisas a las cinco semanas de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario