Ansiedad
patológica
"Ansiedad de
tenerte en mis brazos, musitando palabras de amor…". La ansiedad de la que
hablaba Nat King Cole, en una canción que hizo famosa, es una emoción que todo el mundo ha sentido en
alguna ocasión. Los motivos son varios: un amor, un examen, la espera del
nacimiento de un hijo, una competición atlética, una pérdida o una separación,
etc. El corazón se acelera y la tensión arterial aumenta, respiramos con más
frecuencia, tenemos náuseas, nuestros músculos se tensan y las pupilas se
dilatan. Este estado de activación resulta útil para
enfrentarnos a determinadas situaciones de nuestra vida diaria y reaccionar
ante los peligros.
Sin embargo, algo muy distinto es un trastorno
de ansiedad. Cuando estos síntomas se dan de tal forma que paralizan a la
persona y permanece en un estado de catástrofe continua, es cuando esa emoción
se convierte en enfermedad. El individuo se siente abandonado ante el
peligro, el temor puede aparecer en cualquier momento o está presente de
forma continua. Podría decirse que es una condena a cadena perpetua, algo con
lo que resulta muy complicado vivir o que incapacita a la
persona a realizar determinadas actividades cotidianas.
Existen varias formas de angustia patológica,
para cada una de ellas hay tratamientos médicos y terapias del comportamiento
que ofrecen una solución a estas personas que por sí mismas no pueden salir del
problema, que es una enfermedad.
Fuente: El
Mundo.es
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