martes, 29 de junio de 2021

En medio del caos, calma


VALERIA SABATER    |    La Mente es Maravillosa    |   28/05/2020

En medio del ruido, calma. En medio del miedo y el murmullo que trae la incertidumbre y el pánico, calma. Solo en un enfoque mental centrado y relajado podemos explotar nuestras fortalezas psicológicas. Es el momento de despertarlas y de hacer uso de ellas.

No es fácil vivir en medio del caos. No es sencillo mantener el equilibrio cuando llegan embestidas, cuando el viento se arremolina entre el cabello y nos susurra al oído mensajes de miedo con sabor a incertidumbre.

Estamos diseñados para anticiparnos, para responder emocional y cognitivamente de manera precipitada cuando el pánico nos asalta. Sin embargo, lo ideal en medio de estos escenarios es la calma.

La palabra “miedo” va mucho más allá de malestar del momento. En sí contiene todo ese caleidoscopio que integra desde el fantasma del comportamiento más irracional hasta esas reacciones más integradoras. Esas que asumen el temor, pero optan por afrontarlo mediante conductas proactivas para dar solución a un problema.

 

Señalaba el psiquiatra Karl Augustus Menninger que los miedos pueden educarse y que es entonces cuando damos los pasos más firmes. Es fácil decirlo, pero llevarlo a cabo es posiblemente el acto más complejo y traumático en el ser humano. Porque cuando el caos llama a la puerta y nos arrebata la calma, la mente se desboca y lo que es aún más peligroso, contagia a otros hasta hacer del miedo un enemigo de dimensiones extraordinarias.

 

En estos contextos, debe germinar la calma. Esta dimensión también puede entrenarse porque, al fin y al cabo, el propio miedo, la ansiedad y los comportamientos irracionales son un dragón más que podemos aprender a contener.

 

En medio del caos debemos aplicar un enfoque mental basado en la calma

Hay personas que a veces han enfermado (metafóricamente) por el aluvión de “malas noticias” que se transmiten a través la televisión, la radio y las redes sociales. En parte, porque pareciera que los datos inquietantes, los hechos preocupantes y los mensajes negativos opacan los positivos.

 

Es más, por término medio, las noticias negativas siempre se comparten antes que las esperanzadoras. Lo hacemos sin aplicar siquiera el filtro de la prudencia, sin valorar a veces si esos hechos son ciertos o no.

 

Bien, es verdad que tenemos derecho a saber que la información es poder y que hay que estar en contacto con la realidad inmediata. Pero hay momentos en que las circunstancias y determinados hechos los interpretamos como abrumadores y entonces, de pronto despierta en nosotros un sentimiento: el de la impotencia. No saber qué puede suceder mañana es sin duda lo que más nos asusta y limita.

 

Somos criaturas habituadas a tener el control sobre su realidad inmediata (o al menos, a pensar que es así). Experimentar de pronto que estamos en medio del caos, que lo que ayer dábamos por seguro hoy es incierto o ya no está, nos duele y nos perturba. ¿Qué podemos hacer ante estas circunstancias?

 

La calma es una actitud y llega cuando aceptas que no puedes controlarlo todo

En un contexto de incertidumbre aumenta la ansiedad. A ello se le suma otro factor: el entorno, la información que recibimos, las personas que nos rodean contagiándonos sus emociones, sus miedos… Nada eleva tanto la angustia como el no saber, como la propia incertidumbre.

Un ejemplo: es mucho peor no saber si vamos a perder el trabajo que tener ya la certeza de que lo hemos perdido. El cerebro actúa de forma diferente. Es necesario, por tanto, que aprendamos a tolerar la incertidumbre.

Debemos asumir que, aunque no tengamos el control sobre ciertas cosas, sí tenemos el control sobre cómo elegimos reaccionar ante ellas. Esa es la clave.

·        Actuar con calma es la mejor actitud. Es el enfoque mental mediante el que podemos responder de manera más acertada, razonable y ajustada dando lo mejor de nosotros mismos.

 

Limpia la mente: elimina pensamientos catastróficos 

En medio del caos, los pensamientos catastróficos no ayudan sino que nos hunden. En medio de las dificultades, de un escenario de dudas o problemas, la mente debe ser nuestra aliada y no esa adversaria que nos entorpece a cada paso.

Por tanto, es vital que seamos capaces de “limpiar” de nuestro enfoque cotidiano el pensamiento que entorpece, alimenta el miedo y que en lugar de ayudarnos a dar con una solución, añade un problema más.

Seamos conscientes de ellos y eliminemos el diálogo interno negativoLa calma debe ser ese faro capaz de guiarnos en la oscuridad.

 

En medio del caos… ¿quién eliges ser? 

Responder, en épocas difíciles, a la cuestión de quién deseamos ser puede ayudarnos en medio del caos. ¿El héroe o la víctima? ¿Quién sirvió de ayuda o empeoró aún más la situación? ¿Alguien de quien sentirte orgulloso o una figura que eligió el inmovilismo y el pánico?

Tú eliges, tú decides qué estela y qué impronta vas a dejar en esos días en los que estamos obligados a dar lo mejor de nosotros mismos.

En escenarios de crisis, la calma es esa compañera capaz de trazar caminos más serenos y acertados. Con ella de la mano, vemos las cosas con mayor nitidez para saber reaccionar, ser proactivos y responsables.

Es momento de activarla, es hora de que en un presente de cambios e incertidumbres, actuemos juntos con serenidad, inteligencia y aplomo.

  

lunes, 28 de junio de 2021

Cómo expresar sentimientos y emociones: ¿por qué es tan difícil?


ALEJANDRO VERA     |     grullapsicologiaynutricion.com     |      12/11/2020
 
Para muchas personas saber cómo expresar sentimientos es una tarea complicada y me atrevería a decir, que incluso antinatural.

1.¿Es fácil expresar sentimientos y emociones?
No hay una razón única que explique por sí sola porque nos cuesta tanto decir lo que sentimos. A lo largo del artículo iremos viendo varias posibles razones de porque ocurre esto.
Piensa que contrario a lo podría parecer, expresar sentimientos es una de las habilidades emocionales más complejas. Como vas a ver si sigues conmigo, antes debemos ser capaces de hacer otras cosas con las emociones.
 
¿Por qué hay personas a las que les cuesta tanto expresar sus sentimientos?
Cómo verás en adelante, hay dos principales fuentes de explicación sobre porque a algunas personales les cuesta tanto expresar sus sentimientos. Estas son: o bien por falta de recursos de gestión de las emociones o bien por miedo o vergüenza.
 
Piensa en tus sentimientos y emociones
No sé si lo sabes, pero en psicología hay una guerra histórica entre la emoción y el pensamiento. Lo que sería el equivalente entra la razón y el afecto.
Algunas personas les ocurre que no son capaces de entender bien lo que sienten porque lo racionalizan y se preguntan, ¿qué hago para entender mis emociones?
Yo les diría… piensa en tus sentimientos y emociones pero… sin tratar de interpretarlo. Sólo fíjate. Cierra los ojos y busca dentro de ti a ver qué aparece. Cuando conectes con el “sentir”, es el momento de ponerle un nombre y entonces sí, de recurrir al pensamiento.
Lo vamos a ver en este artículo, vente conmigo.
 
La capacidad de comunicar sentimientos y emociones
Es una de las capacidades más preciadas que existen a nivel relacional. Esto que podría parecer sencillo, en la práctica no lo es tanto.
Si bien es cierto que no existe una pócima mágica a la hora de aprender cómo expresar los sentimientos, a continuación vamos a 4 pasos o claves, que si no sabemos manejar bien es posible que no seamos capaces de expresar con eficacia, nuestros sentimientos y emociones.
Esto sólo es el comienzo
 
Inteligencia emocional 2.0
Siempre que trato algún tema de este tipo, me gusta dejar alguna lectura recomendada que me haya leído o con la que yo trabaje en consulta y me parezca buena.
 
Si quieres ampliar información y trabajar tus emociones y la capacidad para expresarlas, te recomiendo leer Inteligencia emocional 2.0 de Travis Badberr y Jean Greaves.
 
Este manual es de los pocos libros que he encontrado que propone estrategias y ejercicios concretos (nada menos que 66) para poder trabajar la inteligencia emocional.
 
Dificultad para identificar y comprender emociones 
Uno de los motivos por los que muchas personas no son capaces de expresar los sentimientos es porque no saben o no tiene claro lo que les sucede.
 
¿Qué es la inteligencia emocional? – Según la RAE:
Capacidad de percibir y controlar los propios sentimientos y saber interpretar los de los demás.
Solemos asociar el concepto de inteligencia emocional a la capacidad para comprender y leer a otras personas. Sin embargo, ¿Qué pasa con entendernos a nosotros mismos?
La mayoría de los modelos de inteligencia emocional, como el de Mayer y Salovey (1997), describen 4 ramas de la IE.  Estas son:
 
§  La capacidad para identificar emocioney sentimientos
§  La capacidad para comprender las emociones y los sentimientos
§  La capacidad para regular emociones y sentimientos
§  La capacidad para expresar emociones y sentimientos en las relaciones.
 
Estas cuatro habilidades o ramas van en cascada. Esto quiere decir qué, difícilmente podremos regularnos emocionalmente si no somos capaces de comprender lo que sentimos, por ejemplo.
 
Cómo identificar las emociones
Identificar nuestras emociones sobre el papel es la tarea más sencilla de las cuatro. En este primer escalón debemos ser capaces de en primer lugar darnos cuenta que nos pasa algo.
Quizás al leer esto muchos de vosotros penséis, ¿cómo no te vas a dar cuenta de que estás sintiendo una emoción?
 
Pues efectivamente muchas personas son capaces de activar el modo búnker. Esto es, ser capaces de ignorar y desatender lo que sienten. Esto no suele implicar calma y serenidad, sino amortiguación.
Para identificar nuestras emociones deberemos atendernos. En este primer ejercicio no tenemos que hacer un análisis profundo de lo que sentimos.
 
Solamente catalogar y etiquetar la emoción que estamos sintiendo. Dependiendo el autor que sigamos, son más o menos las llamadas emociones básicas. Hacer este ejercicio nos ayudará a poder desarrollar un lenguaje emocional.
Hace un tiempo escribí un artículo (que yo publiqué en este blog BONA SALUT MENTAL el 4-5-2021) en el que explicaba las emociones básicas. Aprender a identificar nuestras emociones resulta vital para saber cómo expresar los sentimientos que tenemos.
 
2. Cómo comprender las emociones
Aquí la cosa se complica. Comprender lo que sentimos es algo bastante más complejo. Al menos lograr hacerlo a nivel profundo. Saber cómo expresar sentimientos, dependerá en gran parte de los hábiles que seamos para darle un sentido y coherencia a las emociones que sentimos.
 
¿Por qué no sé expresar sentimientos?
La razón de esto es que en este punto las emociones se entremezclan y generar ambigüedades y disparidades dentro de nosotros.
 
Dicho de otra manera, es posible que sintamos muchas cosas a la vez. Además, los sentimientos son algo bastante más complejo que las emociones. En los sentimientos se ponen en juego nuestros esquemas emocionales y aprendizajes.
 
Por ejemplo:
Imagínate el caso de alguien que consigue un logro: como puede ser un ascenso, aprobar un examen o simplemente conseguir algo por lo que lleva mucho tiempo luchando, y que tras recibir la noticia se siente triste.
 
Aunque esta no sea seguramente una respuesta habitual, seguro que puedes imaginarte un caso así. Racionalmente no parece comprensible, de manera que tendremos que desarrollar una gran capacidad de introspección para poder entender esta situación.
 
Es difícil en un post dar claves o soluciones para comprender tus emociones, ya que esto requiere de un trabajo personal y en muchas ocasiones, es en lo que se fundamenta la psicoterapia.
 
Los psicólogos hacemos un trabajo de evaluación para tener un plano global de que le pasa a la persona y poder guiarla hacia su comprensión y solución.
Algo que a mí me gusta hacer con mis pacientes para trabajar esta asociación cuando les cuesta comprenderse, es trabajar con autorregistros en cadena.
 
3. Dificultad para expresarse
A veces la dificultad para expresar los sentimientos no tiene que ver con una dificultad evidente para saber que se siente, sino la rama 3 (regulación emocional) o puramente con el aspecto verbal.
Un ejemplo que se me viene la mente de personas que no tienen dificultad para saber lo que sienten pero sí para regularse, es el de las personas que dependen emocionalmente de su pareja o tienen lo que en psicología llamamos un apego ansioso.
 
Cómo expresar sentimientos y emociones
La incapacidad para gestionar la impotencia, los celos, el miedo o la inseguridad entre otras, ocasiona que las personas dependientes se expresen generalmente de forma pasivo-agresiva dentro de sus relaciones.
En estos casos quizás lo primero no sería trabajar la asertividad, ya que no es que la persona no sepa expresarse correctamente, sino que no sabe que hacer con todo lo que siente.
 
Problemas de asertividad que dificultan el expresar sentimiento
La falta de asertividad es también una de las causas que provoca que no acabemos sabiendo como expresar sentimientos.
 
Existen muchos dejes o manías a la hora de hablar, sobre todo cuando hay un conflicto, que son poco asertivos. Algunos de ellos son:
 
1.  Acusar en vez de decir cómo nos hemos sentido.
2. Dar por hecho que la otra persona sabe cómo nos sentimos.
3. Miedo a decir lo que realmente pensamos
4. No sentir el derecho a pedir lo que realmente se quiere
5. Expresar críticas generales pero no concretar sobre el cambio que se espera de la otra persona
6. Tender a usar adverbios con frecuencia como el siempre o nunca

4. El miedo a expresar los sentimientos 
Contar nuestras experiencias internas y reconocer lo que sentimos supone hacer un ejercicio de vulnerabilidad. El miedo a expresar los sentimientos tiene mucho ver con el miedo a ser vulnerables.
 
A diario me doy cuenta como para muchas personas (generalmente hombres) mostrarse vulnerables es un tema prohibitivo y que provoca un gran sentimiento de vergüenza. Por lo tanto, expresar los sentimientos es considerado como un acto de debilidadNo exteriorizar los sentimientos es una medida de autoprotección poco sana.
 
La educación recibida
Esto en gran parte se debe a la educación que hemos recibido, tanto en el microcontexto (familia), como en el mesocontexto (escuela) como en el macrocontexto (sociedad).
 
La interacción de estos tres ambientes sumado a nuestra carga genética (temperamento) van construyendo una personalidad.
 
Una personalidad que puede entender que mostrar señales de debilidad es indecoroso. O que es inapropiado mostrar dolor o fracaso. ¿Así como vamos a poder expresar sentimientos?
 
Esta tendencia a esconder la vulnerabilidad es más habitual en hombres que en mujeres, aunque no es exclusivo nuestro. También encuentro mujeres en consulta a las que les cuesta hacerlo.

No mostrar sentimientos por vergüenza 
Tratar de no mostrar sentimientos es una de las estrategias más habituales, ¿somos menos hombres acaso por ello?
 
Me encantaría hablar sobre porqué pienso que los hombres no podemos permitirnos expresar vulnerabilidad, sobre valores masculinos y nuevas masculinidades.
 
Sin embargo, lo dejaré para más adelante ya que me parece un tema apasionante que conviene desarrollar en profundidad.

sábado, 26 de junio de 2021

Las personas estamos hechas de valentía y esperanza


VALERIA SABATER       |      La Mente es Maravillosa     |     28/03/2020

Al final llega un momento en que lo descubres. No solo estás hecho de sueños e infinitas preguntas. En ti hay grandes dosis de valentía que te has visto obligado a demostrar en más de un momento, porque eres luz y eres esperanza. Te quedan grandes cosas por vivir.

Dicen los científicos que el 99 % del cuerpo humano está hecho de cuatro elementos químicos: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Señalan también que el 73 % de nuestros átomos provienen de la explosión de estrellas masivas. Asimismo, faltarían dos componentes más, porque si hay algo que nos enseña la vida es que las personas estamos hechas de valentía y esperanza.


Somos seres extraordinarios. Criaturas que, como bien decía Stephen Hawking, habitamos en un planeta menor en una estrella promedio. Sin embargo, aun así, podemos entender el universo y escribir nuestras propias historias con grandes dosis de coraje e ingenio. Aunque, a veces se nos olvida y descuidamos nuestras fortalezas psicológicas, perdiendo ese brillo original que las estrellas dejaron en nuestro ADN.

 

No obstante, que ocurra esto es normal y hasta permisible. Uno no puede ser héroe cada día, es imposible ser fuerte en cada circunstancia vital. Tenemos pleno derecho a caer, a acurrucarnos en las grietas de nuestros fracasos y a cobijarnos en los abismos de nuestras pérdidas durante un tiempo. Hay experiencias que requieren de un periodo de necesitada hibernación.

 

Los mejores héroes, al fin y al cabo, no son los que llevan armaduras brillantes o capas de relucientes de colores. Los verdaderos héroes son de carne y hueso y están hechos de cicatrices, de historias tristes y de una piel curtida en mil experiencias. Somos seres cabezotas que rara vez dejan de alimentar la esperanza. Y eso, nos hace únicos.

 

Las personas estamos hechas de valentía y esperanza, no lo olvides 

No dejes que este mensaje se diluya en el olvido: las personas estamos hechas de valentía y esperanza. Somos pedacitos de coraje entremezclado con rincones donde se contienen las ilusiones y los sueños.

 

A menudo, protestones porque el mundo no siempre se ajusta a nuestros deseos y expectativas. Persistentes a la hora de trabajar por nuestras metas y olvidadizos a veces, cuando nos descuidamos un poco entre tantas presiones, tareas y obligaciones.

 

Señala Howard Gardner, psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard, que uno de nuestros mayores defectos es nuestra dificultad para afrontar los cambios. Son esos momentos cuando más nos infravaloramos.

 

Somos seres inteligentes, pero nos cuesta renunciar a ciertos favores o circunstancias, a nuestra estabilidad, a esas rutinas donde determinadas actividades, ocupaciones y personas llenaban nuestros días.

Se nos olvida, quizá, que todo ciclo vital no es más que un proceso constante de transformación. Hay pérdidas y hay ganancias. Hay puertas que se cierran y ventanas que se abren.

Un cambio suscita miedo y nos decimos una y otra vez que no estamos preparados para algo así. Sin embargo, como bien señalaba Kakuzo Okakura, filósofo japonés del siglo XIX, el arte de la vida no es más que un constante reajuste a un entorno cambiante.

 

Ante el cambio que asusta: ¡coraje! 

Hace dos años, la Universidad de Alabama, Estados Unidos, llevó a cabo un interesante estudio para entender mejor qué era el coraje. Los responsables de este trabajo, el doctor Mark Howell y Elaine Coshgell analizaron a un amplio grupo de personas que habían hecho frente a situaciones complejas, a cambios traumáticos a lo largo de su ciclo vital.

De este modo, pudieron definir que la personalidad dotada de este tipo de valentía se define por los siguientes rasgos:

·        Las personas valientes aprenden a ser decididas y proactivas.

·        Tienen unos objetivos vitales y los recuerdan a diario.

·        Cuando tienen un problema, no se quedan estancadas. Buscan estrategias para resolverlas.

·        Son hombres y mujeres apasionados.

·        Saben pedir ayuda, saben comunicar sus miedos y preocupaciones con otras personas para hallar apoyo, para abrirse a otros puntos de vista.

·        El coraje es una cualidad internaSe relaciona con la resiliencia y es, al fin y al cabo, una respuesta de nuestro cerebro para favorecer la supervivencia.

Las personas estamos hechas de valentía y esperanza: un mecanismo que activar en días de tormenta

Algo que nos puede inspirar es descubrir que el coraje es un mecanismo interno que todos tenemos. Las personas estamos hechas de valentía y esperanza porque gracias a estos enfoques y engranajes, avanzamos. Con estas fuerzas psicológicas garantizamos nuestra supervivencia, sobreponiéndonos, alzando el rostro, activando mente, corazón y voluntades para dejar de temer el cambio.

 

No es fácil, es cierto. Y como bien señalábamos al inicio, quizás no todos los días contemos con la energía necesaria para vencer nuestros miedos. Sin embargo, nuestro cerebro está dotado de fascinantes habilidades que nos guían en ese necesario ejercicio de superación.

 

La inteligencia y la creatividad nos instan a resolver los problemas de la manera más original. La persistencia nos dota de un motor donde no quepan la rendición.

 

Tampoco podemos olvidarnos de nuestras emociones. Como bien señala Antonio Damasio, buscan favorecer nuestra homeostasis para permitirnos actuar, sobrevivir, adaptarnos y reaccionar. Las personas estamos hechas de valentía, esperanza y sueños. No lo olvidemos. Somos seres que tienen en su ADN la materia de esas estrellas que nos dio la vida. Estamos hechos para brillar en los días más oscuros.