MARIANA
ALVEZ | Psicología
Positiva | 08/08/2017
“Los guerreros de la
antigüedad luchaban para conquistar y defender tierras. Los guerreros de la
actualidad son los que luchan para cambiar sus circunstancias”.
Los héroes de la vida real se llaman Juan, María,
Carlos, José…Eres tú, soy yo. Somos verdaderos guerreros que debemos
atravesar un maremoto de circunstancias, algunas buenas, otras no tanto,
debemos vivir en esta montaña rusa de emociones llamada vida.
La realidad es que nadie puede escapar a la
adversidad. Tarde o temprano nuestro mundo se puede tambalear por una pérdida,
un despido, una ruptura, un accidente, una enfermedad. Y así es nuestro camino,
con todo lo bueno y con todo lo malo que se irá delineando en nuestro
transitar.
Tal vez nadie se detiene a pensar en lo
afortunados que somos cuando tenemos la oportunidad de enfrentarnos a un
temblor emocional. Incluso en inglés hay una frase que reza “a blessing
in disguise” (una bendición disfrazada) haciendo alusión a que eso
terrible que estás viviendo en realidad puede ser algo bueno si lo dejamos
madurar.
Tú querido lector a esta altura ya sabes que me
dedico a la Psicología Positiva, el estudio científico de la felicidad y
el bienestar, e incluso en nuestra corriente damos un espacio importante al
crecimiento que conlleva el dolor, llamado resiliencia en algunas oportunidades
y crecimiento postraumático en otras.
La resiliencia es la habilidad
que tenemos de sobreponernos a las adversidades que nos tocaron en suerte
atravesar. Es una capacidad inherente al ser humano, dinámica y universal. La
misma no siempre se muestra de la misma manera, es un proceso que se construye
en constante interacción entre las personas y su entorno.
Las personas resilientes buscan activamente tener
desafíos que los lleven al límite, quieren expandir su horizonte. Seres
hambrientos de experiencias y aventureros. Logran encontrar significado en sus
fracasos, para ellos son aprendizajes.
Ser resiliente te ayudará a mantener la cabeza
fría y tomar decisiones acertadas en los momentos de crisis, es una capacidad
que resulta esencial para ser exitoso, ya que incide directamente en tu nivel
de perseverancia, siempre necesaria para alcanzar nuestras metas más preciadas.
Si eres resiliente verás que sabes manejar tus
emociones de una manera saludable, no te enojas con frecuencia y además piensas
antes de actuar. Eres una persona empática, capaz de comprender el dolor de los
demás y ponerte en su lugar. Eres una persona optimista, que confía en sí misma
y en su capacidad de salir adelante. También eres una persona humilde que si
está en aprietos no teme pedir ayuda, todos necesitamos aliados y no es de
cobardes pedir una mano cuando lo necesitamos.
Tú
puedes desarrollar la Resiliencia mediante:
·
Disfrutar
de tus vínculos afectivos
·
Potenciar
una visión favorable de ti mismo
·
Confiar
en tus capacidades y fortalezas
·
Planificar
proyectos y metas de manera realista
·
Manejar
los impulsos
·
Evaluarte
a ti mismo con más justicia, no seas tu juez más severo
Tú puedes aprender a ser más resiliente, a aceptar
tus circunstancias y a cambiar aquello que está en su control. Un verdadero
guerrero conoce cuando debe luchar y cuando debe aceptar y desapegarse.
“Un buen guerrero no se queja de sus cicatrices, ni
de sus fracasos, ni de sus errores; es consciente de que han sido necesarios
para crecer y aprender”.
El crecimiento postraumático está
asociado al crecimiento que sobreviene luego de haber transitado un hecho donde
tu vida estuvo en riesgo o sufriste un ataque físico. La palabra crecimiento
implica que la persona creció más allá de su nivel de funcionamiento previo,
dicho de otra manera, la persona evolucionó emocionalmente.
Superar una adversidad, querido guerrero, es
también permitirte sentir la fuerte convicción de que eres mejor de lo que eras
antes de ella. “Lo que no te mata, te fortalece”. Podrás perder
batallas, pero no la guerra. El dolor puede golpearte, marearte, tragarte, pero
no vencerte, no si no se lo permites.
“Todo hombre debería perder una batalla en su
juventud, para no perder la guerra cuando sea viejo “George R.R. Martin.
Las investigaciones han demostrado que quienes han
sufrido alguna adversidad muestran fortalezas más intensas comparados con
aquellos que no han experimentado nada. Así que cada vez que algo no sale
como quieres, cuando no logras alcanzar lo que te has propuesto, cuando sabes
que por más que ames a alguien no puedes cambiarlo, cuando debes transitar una
enfermedad, cuando debes aceptar la muerte y soltar, cuando una etapa culmina,
cada vez que te enfrentes a los demonios saldrás más fuerte.
Aquella persona que jamás ha sufrido no es
afortunada, será débil. Porque aprender de la adversidad implica que eres un
guerrero de la vida, que posees una sabiduría que los demás no tienen, que
sabes desdramatizar las tonterías de la cotidianeidad, que te permites
asombrarte y divertirte como niño, que eres capaz de salir airoso de complejas
batallas. Cada día, simplemente, eres más fuerte.
El dolor te hace crecer como ser humano, te
desarrolla emocional y psicológicamente. Las personas más sabias no son las que
tienen más años, sino quienes han vivido más experiencias fuertes y han salido
victoriosos. Y ser victorioso no necesariamente es vencer, a veces es
simplemente aprender.
Quienes han vivido una experiencia traumática y
son lo suficientemente humildes para aprender de ella, sienten un mayor aprecio
por la vida. Se sienten enérgicas y con ganas de hacer muchas cosas, son más
fuertes espiritual y emocionalmente, se vinculan con los demás de una manera
más profunda. Son personas compasivas y comprensivas. Saben qué es lo que es
realmente importante en el mundo, prima más el desarrollo espiritual y
psicológico que el material.
“A veces no te das cuenta de tus propias
fortalezas hasta que te encaras con tu mayor debilidad”-Susan Gale.
Quiero que te des el permiso para convertirte en
guerrero a partir de hoy mismo. No insultes a la vida por los dolores con los
cuales te golpea, quiero que agradezcas y te permitas potenciarte en la
adversidad. Nadie escapa a los caprichos del destino, todos tenemos nuestras
batallas con la cuales lidiar.
Las crisis son necesarias para tu crecimiento, no
son obstáculos necesariamente, no si reinterpretas estos acontecimientos a tu
favor.
La esperanza es lo que te sostiene durante los
peores momentos, debes tener esa fe inamovible de que podrás salir adelante o
al menos hacer que esa situación tenga un sentido para ti.
Respétate, cuida tus necesidades. No temas
enfrentarte a emociones fuertes, son necesarias para construir tu carácter.
Decide dedicar tu fuerza en lo mucho o poco que puedes controlar, recuerda que
la actitud es algo que conscientemente elegimos.
No temas forjarte en la adversidad, porque
aquellos que pasamos por lo peor, somos como el ave fénix. Renace de las
cenizas, aprende de tu dolor, hazte poderoso en el proceso, aprecia la vida con
todo lo maravilloso y desafiante que implica. Esparce tu sabiduría y tu amor.
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