sábado, 13 de febrero de 2021

Cómo enseñar a tus hijos a detectar información falsa en Internet


ROXANA IBÁÑEZ MACHADO     |     La Vanguardia     |     25/10/2020 

Historias o reels en Instagram, bailes o coreografías en Tik Tok, retos virales en YouTube, videojuegos u otra infinidad de páginas en la red. Muchos niños y adolescentes pasan horas y horas pegados a sus dispositivos móviles y son bombardeados con anuncios y mensajes durante todo el día que, en gran parte, pueden ser bulos o noticias falsas que consumen sin filtros. ¿Pueden aprender a diferenciar las fake news de la información contrastada? ¿Los padres pueden ayudarles? ¿Cómo fomentar en ellos el pensamiento crítico?

Una de las competencias clave para ayudar a los niños y jóvenes a identificar una noticia falsa, las fake news o los bulos, es el pensamiento crítico. Sin embargo, solo el 22,5% de los adolescentes entre 14 y 16 años afirma haber recibido formación sobre cómo formarse un criterio sobre la información que encuentran en internet. Al menos así lo reflejaba un estudio de la Fundación de Ayuda contra la drogadicción (FAD), Google y BBVA presentado a principios de 2019.

Noticias falsas, “fake news”, bulos ¿de qué estamos hablando?

Es importante ir fomentando poco a poco en nuestros hijos e hijas el pensamiento crítico para que cuando se enfrenten a una noticia puedan utilizarlo como herramienta para examinar lo que están viendo o leyendo, y aprendan a analizar las fuentes antes de darle más difusión. Es una de las competencias claves de este siglo, asegura Eulàlia Alemany, directora técnica de FAD, institución que junto a Google y el Gobierno de España llevan adelante el proyecto (In)fórmate, que tiene como objetivo fomentar el pensamiento crítico y la alfabetización mediática entre los adolescentes.

El pensamiento crítico es una de las claves para distinguir el contenido útil y veraz de los datos falsos. Pero ¿qué son exactamente las fake news o los bulos? Estamos hablando de contenidos falsos o potencialmente engañosos pero que tienen una apariencia de noticia verdadera.

Pero también hablamos de desinformación, contenidos que se generan con una información falsa, inexacta, engañosa, pensada o diseñada para ser difundida con el objetivo de provocar o causar algún daño, responde Pere Masip, experto en investigaciones sobre desinformación.

Uno de los rasgos de las noticias falsas, fake new, bulos o… como prefieras llamarlo, es que tienen un carácter emocional muy importante. “Antes la veracidad estaba fundamentada en los hechos. Ahora cada vez son más importantes las emociones y esto crea distorsión y permite jugar con ellas. Si yo pienso de una forma determinada, lo que yo pienso es más importante que la realidad”, subraya Masip.

Cuando esa fake news o bulo conecta con algo – la sorpresa, ideología o las inquietudes de alguien–, esa persona decide creérselo. La raíz de todo es que cada vez hay menos pensamiento crítico. Suele pasar a niños, adolescentes, pero también les pasa a los adultos hoy en día, afirma Joaquim Serrabona, presidente de la sección de educación del Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña (COPC).

Lo que esconden las “fake news”

No nos engañemos: los adultos también caen en la trampa de creerse las fake news. Un ejemplo. El pasado mes de abril, el 26,6% de españoles reconocía haber compartido contenido falso relacionado con el coronavirus. Pero lo más grave es que, según los expertos, los niños y adolescentes son más vulnerables frente a esas fake news.

¿A qué peligros se exponen nuestros hijos cuando le dan clic a ese bulo o fake news? Primero, se arriesgan a dejarse manipular por una información que no sea real, apunta Alemany. La experta pone el foco en la enseñanza y desarrollo de la autodisciplina para poder manejar esas informaciones. “Porque igual que uno no se informa de una enfermedad en una ferretería o en un establecimiento de alimentos, hay que ir mirando las fuentes adecuadas, pues esa información puede ser muy perjudicial si no la estamos contrastando”, dice.

Y aunque las fake news pueden ser las mismas que le llegan a los adultos, no hay que olvidar que los más jóvenes pueden caer más fácilmente en el engaño, porque tienen que desarrollar todavía sus mecanismos de protección, subraya Alemany.

En la misma línea, Masip destaca que la desinformación o los bulos también pueden favorecer cierta visión negativa de todo lo que es diferente, ya sean los inmigrantes, la orientación sexual, o las personas con discapacidad, entre otros.

Además, según el psicólogo Joaquin Serrabona, cuando recibimos estos contenidos engañosos puede haber dos tipos de situaciones: las noticias falsas que aumentan la sensación fóbica, es decir, que te hacen huir o ser enemigo de cosas; y, todo lo contrario, las que crean una filia. La reacción depende un poco de lo que tú estás deseando.

Otra tendencia actual en las redes sociales– y preocupante para los padres y madres de adolescentes–, es la propaganda política, difícil de filtrar y contrastar. Algunos partidos políticos han empezado a utilizar redes como Tik Tok para inculcar mensajes a jóvenes de entre 13 y 24 años. Es una táctica habitual de la ultraderecha en todo el mundo.

“Hay partidos políticos que lanzan contenidos que no necesariamente son noticias falsas pero sí que dan una imagen sesgada, incompleta, de la realidad con la idea de que los jóvenes las consuman y se creen un marco ideológico”, valora Pere Masip.

El primer antídoto ¡Pensamiento crítico!

 La clave está en comentar, es decir, hablar o poner ejemplo de qué noticias hay”, dice Alemany. “Aplicar el desarrollo del pensamiento crítico pasa por detectar y analizar la información que me llega, luego reflexionar sobre su pertinencia, su credibilidad, sus fuentes… para posteriormente posicionarse, decir ‘mira pues esto no me lo creo o no es cierto, porque las fuentes no están bien’; y finalmente, seleccionar y recomendar la información que sea contrastada”, agrega la experta de FAD.

Otra clave es poder estar con ellos para aportar ese pensamiento externo, dice Serrabona. Al niño corresponde acompañarlo, es decir estar ahí, vigilar, orientar o prohibir cuando hay una página que no conviene. Mientras que al adolescente hay que “supervisarlo” y, aunque nos parezca entrar mucho en su intimidad, esto también forma parte de su educación.

Todo esto es muy importante porque no hay que olvidar que el 84,5% del alumnado en 1º de la ESO ya tiene móvil propio, el 61% se lo lleva a dormir, y el 58% de los jóvenes entre 12 y 13 años reconoce que pierde la noción del tiempo cuando está navegando.

Cómo entrar en el mundo virtual de tus hijos

Para muchos padres resulta una misión imposible explicar, sobre todo a los adolescentes, que lo que están viendo no es verdad. Sin embargo, una buena comunicación y algunas pautas pueden facilitarte ese proceso.

Evita cuestionarlo todo

Uno de los grandes fallos de los padres y educadores es cuestionarlo todo y de forma tajante, afirma Joaquim Serrabona. Lo más conveniente es poder entrar y aceptar un poco lo que están viendo, para después dar tu opinión. Y si evidentemente es algo peligroso, a partir de ahí poner los límites que sean necesarios. Mejor si es una resolución compartida con el adolescente, que para ellos eso es importante.

Valora aspectos positivos

Intenta construir el pensamiento crítico no siempre desde la crítica, sino resaltando algunos aspectos positivos que pueda tener ese youtuber o esa persona que siguen tus hijos, dice el psicólogo del COPC.

Habla de las noticias y los bulos

Es muy importante que estemos pendientes de qué noticias nos llegan y hablar de ellas, de los bulos que corren, y estar siempre en ese proceso acompañando a los más pequeños en el uso de las informaciones accesibles a través de internet y, sobre todo, en ese análisis para poder posicionarse. También hay que hablar sobre los riesgos que puede tener el difundirlas, dice Alemany.

Sé un experto en atrapar bulos

Aunque no es lo mismo una fake news dirigida a los jóvenes que a los adultos, Masip aporta alguna pista para reconocer una noticia falsa y que a la vez podamos explicarles a los hijos. Por ejemplo, lo más básico, el tipo de información que se presenta en una captura de pantalla, y no aparece un enlace, ni fuente, el autor es desconocido y hay una apelación a las emociones, dice el especialista.

Comparte con tus hijos

Compartir con ellos información te ayudará a ver que están consumiendo. Pero además puedes aprovechar para comentar qué tipos de contenidos están consumiendo y, usando esas claves, intentar hacerles ver que un contenido igual no es 100% real y que no todo lo que se ve en las redes sociales o en internet es cierto.

Pautas para detectar las “fake news” ¡válidas también para padres!

Los chavales deben ser conscientes que no todo lo que está por escrito es veraz y que antes de reenviar algo se tiene que contrastar, afirma Eulalia Alemany. Hay muchas herramientas que pueden ayudarles como (In)fórmate, u otras iniciativas contra los bulos como Newtral o maldita.es, a las que se puede recurrir para detectar si una noticia es o no falsa.

En la web de FAD también se puede encontrar un decálogo para ayudar a los chicos y chicas a convertirse en verdaderos cazadores de fake news. Aquí algunas de esas pautas:

El test de la reacción inmediata

Si la noticia te ha provocado una intensidad emocional muy elevada, debes desconfiar. Uno de los objetivos de las noticias falsas es generar un alto rechazo o sorpresa.

La reafirmación de ideologías extremistas

Otro elemento que debe levantar sospechas son los argumentos radicales sin desarrollar. Las cosas son así porque son así. Incluso intentan disuadir de que investiguemos.

Sin fuentes ni enlaces

Por lo general, en las noticias falsas no se suele encontrar ni un solo sujeto de la información, ni documentos, informes o actos públicos que interpretemos como familiares. Tampoco algún enlace al que se pueda acudir para comprobar los antecedentes. Busca si la noticia está en Google News o en algún medido de comunicación.

El mejor cómplice de una noticia falsa

El gancho es el titular. Lo más aconsejable es entrar a la noticia y comprobar si realmente tiene alguna relación con el titular. También mira cómo está redactada la noticia: si ves faltas de ortografía o errores de estilo, es una fake news. Los medios de comunicación con cierto prestigio no suelen cometer esos errores.

No te dejes llevar por los números

Muchas veces, las fake news se disfrazan de datos y estadísticas para obtener una apariencia de rigor. Lo más normal es que en una noticia falsa esas cifras no tengan ningún sentido ni se puedan identificar con ninguna fuente fiable.

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