- Un
congreso reúne a 400 expertos que disertarán sobre el uso de las innovaciones
Las
aplicaciones para teléfonos móviles inteligentes, tabletas y ordenadores
personales son ya un instrumento experimental en el tratamiento de algunas
enfermedades psiquiátricas, como las depresiones.
Las
populares "apps", la telepsiquiatría y la psicoterapia "on
line", como complemento del tratamiento tradicional, son algunas de las
cuestiones que se están analizando en el XXII
Curso de Actualización de la Psiquiatría que se celebra esta
semana en Vitoria y que reúne a más de cuatrocientos expertos.
El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Miguel
Gutiérrez, y la jefa del servicio de investigación de salud mental del
Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, Ana González-Pinto, han hablado
este jueves de las nuevas tecnologías y su aplicación en la atención de los
enfermos mentales.
Los expertos
han destacado que estas innovaciones facilitan información a los pacientes
sobre hábitos saludables, sobre medicamentos y diagnóstico, y permiten una
atención continuada e inmediata, más allá de la consulta tradicional.
González
Pinto ha explicado que en España y en otros países se están desarrollando ya
herramientas informáticas para el tratamiento de enfermedades psiquiátricas,
especialmente de depresiones leves y moderadas. En concreto, Osakidetza y otros servicios de salud
tratan de conseguir "psicoterapias 'on line'", que permiten mejorar
la eficacia de los tratamientos y el control constante de los pacientes.
Proyectos
como el "Fistar" o "Master Mind" están elaborando
"paquetes" informáticos que proponen tratamientos en casos de
depresión que posibilitarán llegar a más pacientes y más veces que solo con la
visita presencial, a la que no sustituye.
La profesora
de Psiquiatría, que ha dicho que se están desarrollando varios proyectos piloto
en Cataluña y Zaragoza, entre otros lugares, ha adelantado que en tres o cuatro
años este tipo de aplicaciones podrán ser utilizadas por los servicios de salud
mental de manera generalizada. También se prevé que estas aplicaciones puedan
ser empleadas más adelante para el tratamiento de enfermedades más severas,
como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
En el
congreso también se han presentado las experiencias de los programas
"iFightDepression" y "Smiling is fun", y de la
"telerrehabilitación cognitiva para pacientes con esquizofrenia".
El primer
programa es una herramienta basada en Internet de autogestión para pacientes
con depresión que se centra principalmente en las relaciones entre
pensamientos, sentimientos y comportamientos, que trata de mejorar la
competencia de los usuarios para modificar los pensamientos negativos y
conductas desadaptadas. "Smiling is fun" es una aplicación
interactiva que facilita un programa de autoayuda para tratar la depresión en
los servicios de Atención Primaria.
He puesto hoy mismo esta noticia, porque me he quedado boquiabierta al leerla.
ResponderEliminarSoy enferma mental desde hace unos 37 años, con temporadas o días buenos y otros pasándolo mal, y lo que más alivio me da cuando voy a la consulta de la psiquiatra, que casi siempre ha tenido que ser privada, es que me mire a la cara y pueda expresarme con mis palabras, y hacerle repetir lo que no he entendido bien o preguntarle dudas..
En mi caso, la dolencia se puede solucionar sólo con bioquímica, porque tengo una depresión endógena, pero el hecho de conversar y dedicarme el tiempo que dura la consulta, me hace tanto o más bien que la medicación. ¿Y ahora vienen y quieren servirse de " tecnologías"?. En mi opinión es un craso error, pues aunque hablen de depresiones leves o moderadas, los síntomas que al principio son desconocidos asustan, y además más adelante en el mismo artículo ya meten en el saco la esquizofrenia y el trastorno bipolar, casi nada.
Hablan de que no sustituirá la visita presencial, que será como una autoayuda... A mí que me lo expliquen claro y lo prueben con otras enfermedades, pues por un lado dan importancia al cerebro como centro neurálgico del funcionamiento de la salud en muchos ámbitos, y por otro quieren que los enfermos mentales pasemos la visita con un aparato.
Dicen que servirá de autoayuda, pues para ésto ya tenemos manuales...
En fin, no quiero ser negativa ni ave de mal agüero, pero de entrada como paciente me niego a utilizar la "tecnología". Además, ¿los móviles, tabletas y ordenadores nos las proporcionaría la Seguridad Social?, porqué si me he visto obligada a ir a la privada es porque en el CSM tuve una experiencia tan nefasta que me propuse no concederme ni viajes ni según que gastos, para procurar tener siempre el dinero suficiente para que me traten como Dios manda.
Me gustaría recibir opiniones al respecto, pero yo después de releer el artículo varias veces lo encuentro disparatado.
Mª del Carmen, miro el blog de vez en cuando, pues tengo una hija con problemas de salud mental serios, y opino exactamente igual que tú, es más, nosotros tenemos que ir a la Seguridad Social porque somos familia numerosa y no dispoemos de recursos económicos, y en una ocasión en que mi hija estuve internada tres meses en un centro psiquiátrico, lo pasó tan mal, que pasados seis años, aún me comenta a veces las vejaciones y risotadas de buena parte del personal auxiliar. No tenemos ninguna queja del equipo terapéutico, pero sí de la mala organización del hospital y del trato a veces inhumano de las susodichas auxiliares.
EliminarNo sería justa si hablara de todas en general, había alguna muy trabajadora y cariñosa, pero eran la excepción, las otras siempre atemorizaban con la contención y no darles comida o no dejarles tener visitas durante un tiempo. En fin un mal sueño.
Por eso cuando tú dices si la Seguridad Social nos proporcionará los ordenadores, móviles y tabletas, yo les diría que este dinero lo empleen en atender mejor en los centros hospitalarios y en las consultas de la Seguridad Social. Muchas gracias por el artículo.
Hola, hasta hoy no he visto tu comentario, pero es calcado a lo que me pasó a mí en 2008 en un Centro Público. Las que castigaban y se reían eran algunas auxiliares, no todas gracias a Dios, pero no tenían vocación para cuidar enfermos, y menos mentales. Es una pena que no tengan sensibilidad, porque pagan justos por pecadores y es que este trabajo no les gusta y se ceban con los pacientes. He leído que en breve harán pruebas a enfermeras y auxiliares que quieran dedicarse a esta rama de la medicina, incluso les harán hacer formación para atender mejor a los pacientes. Espero sea una realidad y dé sus frutos. Siempre adelante y con esperanza !!!
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