ALEJANDRO VERA | grulla.psicologiaynutricion.com | 01/12/2019
Seguramente la mayoría de vosotros sepa responder
a la cuestión qué son las habilidades sociales, en este artículo vamos a
ver diferentes tipos de ejemplos de habilidades sociales para
mejorar nuestro desempeño.
¿Habilidad social es lo mismo que
inteligencia social?
Habilidades sociales e inteligencia
social son dos constructos psicológicos que pueden en cierta manera usarte
indistintamente.
Sin embargo, a mí me gusta
diferenciarlos por la siguiente razón: puedes tener una alta inteligencia
social y malas habilidades sociales, pero no al revés.
Muchas personas son capaces de comprender
los entresijos de las relaciones (inteligencia social), pero fallan en la
ejecución. La mayoría de las veces por inseguridad, timidez y ansiedad social.
Por el contrario, me cuesta imaginar
una persona con buenas habilidades sociales que carezca de inteligencia social.
Si bien es cierto que, muchas personas
se muestran abiertas y receptivas, esto no es lo que yo entiendo por habilidad
social.
A mí forma de entender, el
entrenamiento en habilidades sociales implica desarrollarnos en un amplio
abanico de recursos.
Diferentes tipos de habilidades
sociales
Realmente cuando hablamos de habilidad
social, hablamos de un compendio de recursos y capacidades muy variado. Para
poder explicártelo de forma sencilla, he hecho dos grupos: las habilidades
sociales básicas y las avanzadas:
Tipos de habilidades sociales básicas
Las habilidades sociales incluyen desde
destrezas básicas a otras más avanzadas. Algunas básicas son:
-Autocontrol emocional
Aunque generalmente la persona que busca entrenarse en habilidades
sociales lo hace porque necesita aprender a perder la vergüenza, muchas
personas se encuentran en el polo opuesto. Saber cómo no extralimitarse es una cualidad que no
para todo el mundo es sencilla. Para ello, debemos ser capaces de desarrollar
un termómetro de activación, detectar nuestras emociones y aprender a parar.
-Respetar el espacio personal
En la línea del autocontrol, otra habilidad
básica consiste en ser capaces de leer cuando estamos resultando invasivos o no
estamos respetando los tiempos y necesidades de las personas con las que nos
relacionamos.
-Saber escuchar
Algo que a priori podríamos
pensar que fácil, en la práctica no lo es tanto. Estar frente
a un buen escuchador es una de las cosas más agradables que hay. Entre los
puntos fuertes de un buen escuchador están: no interrumpir y escuchar hasta el final, respetar las
pausas y silencios, y reforzar con la mirada, los gestos y la sonrisa.
-El lenguaje no verbal
Sobre esta cuestión escribiré un
artículo en profundidad más adelante. Aprender a manejar nuestro lenguaje no
verbal es uno de los aspectos fundamentales y quizás más difíciles. El 80 % de nuestra comunicación es lenguaje no verbal, entre lo que incluye:
La prosodia o modulación de nuestra voz
Los gestos y las muecas.
Contacto visual.
Posturas y actitud del cuerpo.
La sonrisa.
Aprender a comunicar es en gran parte
aprender a usar nuestro lenguaje corporal, ya que gracias a él podemos decir
cantidad de cosas sin hablar, reforzar, mostrar nuestras emociones, étc
-Comunicación verbal
Es decir, la conversación. Los
elementos principales de una conversación son el inicio, el mantenimiento y el cierre. Más adelante hablaré sobre estos.
-Tipos de habilidades sociales
avanzadas
Sin embargo, las HHSS tienen diferentes grados de
dificultad. Algunas habilidades
sociales avanzadas son:
§
Negociación.
§ Resolución
de conflictos.
§ Asertividad
§ Pedir
ayuda
§ Expresar
emociones
§ Persuasión
y Seducción.
§ Uso
del lenguaje subliminal.
§ Empleo
del lenguaje emocional o simbólico.
§ Uso
del lenguaje visual.
§ Expresión
corporal avanzada.
Sobre este tipo de habilidades
escribiré en futuros artículos, ya que su grado de complejidad es más alto y
existen numerosas técnicas y ejemplos que la psicología ha estudiado.
-¿Siempre es bueno entrenar nuestra
destreza social?
Me gustaría advertir de un riesgo que
vengo detectando cuando a consulta acuden personas solicitando entrenamiento en
habilidades sociales.
Existen casos claros donde la
intervención a través del entrenamiento en habilidades sociales es totalmente
necesario, por ejemplo:
§ Síndrome de Asperger
§ Trastorno esquizode de la personalidad
§ Gestión de conflictos en pareja,
familia y/o trabajo
§ Descontrol emocional
§ Ansiedad para hablar en público
§ Otros
Sin embargo, algunas personas pueden acabar usando el
entrenamiento en habilidades sociales como una forma de esconderse.
Me explico mejor:
Si aprendemos a ser simpáticos,
agradables y a saber cómo caer bien a la gente, es posible
que adquiramos una gran destreza en ello a cambio de dejar ser nosotros mismos.
En muchos casos, el objetivo que debe perseguir
la persona es recuperar la naturalidad. Decir lo que piensa, y
actuar como realmente le nace.
Esto conlleva un ejercicio de empoderamiento donde hemos de permitirnos
ser como somos y asumir la responsabilidad de no caer en gracia a todo el
mundo.
Como dice uno de mis personajes de ficción favoritos House: Si
le caes bien a todo el mundo, es que algo estás haciendo mal.
¿Para qué sirven las habilidades sociales en una conversación?
Las personas que sufren cierto grado
de ansiedad social pueden llegar a sufrir mucho con algo que para el resto de
personas es tan normal, como lo es una conversación.
Algo que para muchos otros es tan
natural como el comer, para otros es motivo de activación cognitiva. Dicho de otro modo, se activa la necesidad de pensar cómo ejecutar
la tarea.
Esta parte del artículo va
especialmente destinada para ti que sufres ansiedad social:
-Ejemplos de habilidades sociales
A continuación voy a compartir contigo
algunos ejemplos prácticos de habilidades
sociales. Para hacerlo de una manera lo más
sistemática posible, he dividido dichos ejemplos en los diferentes momentos que
tiene una conversación: inicio,
mantenimiento y cierre.
-Iniciar una conversación
Cuando queremos abrir una conversación
o integrarnos en un grupo, si es algo que nos suele costar, solemos fijarnos de
manera casi obsesiva en el qué tengo que decir. Esto ocurre fruto
del miedo a quedarnos en blanco y hacer el ridículo.
Lo que te aconsejaría en primer lugar
es calmarte. Es más importante que tus esfuerzos se destinen hacia regularte a
ti mismo, antes que a tratar de controlar la imagen que estás dando.
“Si le caes
bien a todo el mundo, es que algo estás haciendo mal.” -Doctor
House, serie House-
Piensa que realmente las personas nos guiamos por impresiones y
ofrece mucha mejor impresión una persona serena que una persona que “acierta”
con qué decir.
En realidad, la cosa es bastante
sencilla: puedes hacer una pregunta o añadir un comentario con alguna opinión
tuya.
Si estás en grupo, ten paciencia, nadie
se ha muerto por estar en silencio. Y si estas a solas con alguien, igual, no
tienes que hacerlo todo tú.
-Mantener una conversación
Como decía anteriormente, tan
importante como lo que aportamos es saber escuchar. Estar presentes y reforzar
la expresión del otro son elementos que harán que las personas se sientan
atendidas y comprendidas.
No basta con parecerlo, tenemos que
escuchar de verdad.
Un fallo que tienen muchas personas en
cuanto a esta habilidad se refiere, es que no escuchan para comprender, sino
para contestar.
Existen también varias “técnicas” o “estrategias” (me da un
poco de grima llamarlo así la verdad) para demostrar y expresar comprensión.
Algunas de ellas son:
§ Autorrevelaciones: consiste
en devolver a la persona un ejemplo donde algo que le pasó a el o ella también
nos ha ocurrido de alguna manera a nosotros.
§ Recapitulación: La
recapitulación consiste en hacer una breve sinopsis o resumen de lo que nos han
contado.
§ Reformulación. Esta
es sin duda la habilidad más complicada y que requiere de una gran inteligencia
emocional. Consiste en devolverle a la persona una interpretación o forma de
sentir que ha sido sugerida en su relato, pero no ha sido dicha de forma
explícita.
-Cerrar una conversación
Podríamos pensar que ya está todo el
trabajo hecho, pero aprender a cerrar conversaciones es otra habilidad muy
importante. Algunos tips para hacerlo con estilo son:
§ Reforzar
o agradecer lo que ha aportado la conversación.
§ Si
tenemos que irnos o despedirnos de forma precipitada, disculparnos e indicar que se
retomará la conversación en el punto donde se ha dejado.
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