viernes, 8 de julio de 2022

Qué es y qué no es un trastorno bipolar, el problema mental grave más banalizado ( II )


GUILLERMO LAHERA     |    El País     |    01/07/202  

En el trastorno bipolar (antiguamente denominado enfermedad maníaco-depresiva), los episodios de depresión alternan con episodios de manía o con una forma menos grave de manía llamada hipomanía. La manía se caracteriza por una excesiva actividad física y sentimientos de euforia muy desproporcionados en relación con la situación

(sigue)

 

Litio

El litio puede reducir los síntomas de manía y depresión; además, ayuda en muchos casos a evitar los cambios de humor en muchas personas con trastorno bipolar. Dado que el litio tarda de 4 a 10 días en hacer efecto, a menudo se administra un fármaco de acción más rápida, como un anticonvulsivo o un antipsicótico nuevo (de segunda generación), con el fin de controlar la excitación mental y física. Las personas con antecedentes familiares de trastornos bipolares típicos son más propensas a responder al litio.

 

El litio puede tener efectos secundarios no deseados. Puede causar mareos, confusión, sacudidas involuntarias (temblores), contracciones musculares, náuseas, vómitos, diarrea, sed, micción excesiva y aumento de peso. También suele empeorar el acné o la psoriasis. Sin embargo, estos efectos secundarios suelen ser temporales y a menudo se reducen o alivian con un ajuste de la dosis. En algunos casos es necesario interrumpir el tratamiento con litio para que remitan los efectos secundarios.

 

Los médicos controlan el nivel de litio en la sangre mediante análisis de sangre periódicos, ya que si las concentraciones son demasiado altas, aumenta la probabilidad de que se produzcan efectos secundarios. El uso prolongado de litio puede provocar niveles bajos de hormona tiroidea ( hipotiroidismo) y afectar a la función renal. Por ello, la función tiroidea y la función renal deben ser controladas mediante análisis de sangre periódicos y el empleo de la menor dosis eficaz posible.

 

La intoxicación por litio se produce cuando la concentración de litio en la sangre es muy alta, y se manifiesta con dolores de cabeza persistentes, confusión mental, somnolencia, convulsiones y arritmias. La intoxicación es más probable en las circunstancias siguientes:

·        Personas de edad avanzada

·        Las personas con alteración de la función renal

·        Personas que han perdido mucho sodio por vómitos, diarrea o consumo de diuréticos (que hacen que los riñones excreten más sodio y agua en la orina)

Las mujeres que intentan quedarse embarazadas deben dejar de tomar litio, ya que, aunque en raras ocasiones, el litio puede ser causa de malformaciones cardíacas fetales.

Medicamentos anticonvulsivantes.

 

Los anticonvulsivantes valproato y carbamazepina actúan como estabilizadores del estado de ánimo. Pueden emplearse en el tratamiento del primer episodio de manía o de los episodios con síntomas depresivos y maníacos (episodios mixtos). A diferencia del litio, estos fármacos no dañan la función renal.

 

Sin embargo, la carbamazepina puede reducir considerablemente el número de glóbulos rojos (eritrocitos) y glóbulos blancos (leucocitos). El valproato puede dañar el hígado (principalmente en niños) o dañar de forma grave el páncreas, pero es muy poco frecuente. Un control médico adecuado ayuda a detectar a tiempo este tipo de problemas. El valproato no se suele prescribir a mujeres con trastorno bipolar si están embarazadas o en edad fértil, ya que este fármaco parece aumentar el riesgo de anomalías congénitas del encéfalo o de la médula espinal ( anomalías congénitas del tubo neural), de trastorno por déficit de atención/hiperactividad y de autismo en el feto. El valproato y la carbamazepina pueden ser eficaces, en especial cuando no se ha respondido a otros tratamientos.

 

La lamotrigina se utiliza en algunos casos para ayudar a controlar los cambios de ánimo y tratar la depresión. La lamotrigina puede causar una erupción cutánea grave. En muy escasas ocasiones, esta erupción cutánea evoluciona hacia el síndrome de Stevens-Johnson, que es potencialmente mortal. Las personas que toman lamotrigina deben estar atentas a la aparición de cualquier nueva erupción cutánea (especialmente en la zona alrededor del recto y los genitales), fiebre, ganglios inflamados, ampollas o úlceras en la boca o en los ojos e inflamación de los labios o la lengua. Deben informar rápidamente a su médico de que están sufriendo tales síntomas. Para reducir el riesgo de desarrollar estos síntomas, los médicos siguen cuidadosamente el calendario recomendado para aumentar la dosis. La administración del fármaco se inicia a una dosis relativamente baja, que se aumenta muy lentamente (durante un período de semanas) hasta la dosis de mantenimiento recomendada. Si la dosis se interrumpe durante 3 días o más, el calendario para aumentar gradualmente la dosis debe comenzar de nuevo.

 

Antipsicóticos

Los episodios maníacos de aparición repentina se tratan cada vez con más frecuencia con antipsicóticos de segunda generación, ya que actúan con rapidez y el riesgo de efectos secundarios graves es menor que el asociado a otros fármacos utilizados en el tratamiento del trastorno bipolar. Estos medicamentos incluyen el aripiprazol, la lurasidona, la olanzapina, la quetiapina, la risperidona, la ziprasidona y la cariprazina.

 

Para el tratamiento de la depresión bipolar, ciertos antipsicóticos pueden ser la mejor opción. En algunos casos, es necesario administrar un antidepresivo.

 

Los efectos secundarios a largo plazo de los antipsicóticos pueden consistir en aumento de peso y síndrome metabólico. El síndrome metabólico está caracterizado por la presencia de exceso de grasa abdominal con una disminución de la sensibilidad a los efectos de la insulina (resistencia a la insulina), una alta concentración de glucosa en sangre, niveles anómalos de colesterol e hipertensión arterial. El riesgo de aparición de este síndrome disminuye con el empleo de aripiprazol y ziprasidona.

 

Antidepresivos

Ciertos antidepresivos se utilizan a veces para tratar la depresión grave en personas con trastorno bipolar, pero su uso es controvertido. Por lo tanto, estos medicamentos solo se utilizan durante periodos breves y generalmente de forma conjunta con un fármaco estabilizador del estado de ánimo o un antipsicótico atípico.

Otros tratamientos

La terapia electroconvulsiva (a veces conocida como "terapia de choque") se utiliza a veces para la depresión y la manía resistentes a los tratamientos.

La fototerapia, en la que las personas observan luces brillantes que simulan la luz solar, puede ser útil para tratar el trastorno bipolar I o bipolar II estacional (con depresión otoño-invierno e hipomanía primavera-verano) o no estacional. Probablemente es más eficaz cuando se utiliza para complementar otros tratamientos.

La estimulación magnética transcraneal, en la que un dispositivo aplica un campo magnético inofensivo a la cabeza y que se utiliza en el tratamiento de la depresión grave y resistente, también ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la depresión bipolar.

Psicoterapia

La psicoterapia suele recomendarse en personas que toman estabilizadores del estado de ánimo, sobre todo para ayudarles a observar correctamente el tratamiento prescrito.

La terapia grupal a menudo constituye una ayuda para la comprensión del trastorno bipolar y sus efectos, tanto para la persona afectada como para su pareja o sus familiares.

 

La psicoterapia individual ayuda a las personas con trastorno bipolar a desenvolverse mejor en las

actividades cotidianas.

 

Educación y apoyo

El conocimiento de los efectos de los fármacos utilizados en el tratamiento de la enfermedad ayuda a los pacientes a tomarlos conforme a lo prescrito. A veces las personas se resisten a tomar la medicación porque creen que disminuye su estado de alerta y su creatividad. Sin embargo, la disminución de la creatividad es relativamente infrecuente ya que los estabilizadores del estado de ánimo, por lo general, permiten que las personas se desenvuelvan mejor en el trabajo, en la escuela, en sus relaciones y en las actividades artísticas.

Los pacientes han de aprender a reconocer los síntomas en cuanto aparecen, así como la forma de evitarlos en lo posible. Por ejemplo, puede ser beneficioso abstenerse de tomar estimulantes (como la cafeína y la nicotina) y alcohol, así como dormir lo suficiente.

Los médicos o los psicoterapeutas pueden hablar con las personas acerca de las consecuencias de sus actos. Por ejemplo, si tienen tendencia a los excesos sexuales, se les proporciona información acerca de los efectos que sus acciones podrían tener sobre su matrimonio y sobre los riesgos de la promiscuidad para la salud, sobre todo en relación con el sida. Cuando la persona tiende al derroche, se le aconseja a veces que ponga las decisiones financieras en manos de un familiar de confianza.

Es importante que los miembros de la familia comprendan el trastorno bipolar, participen en el tratamiento y brinden apoyo.

Los grupos de apoyo pueden ser beneficiosos, ya que proporcionan la oportunidad de compartir experiencias y sentimientos comunes. 

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