GUILLERMO LAHERA | El País | 01/07/2022
En el trastorno bipolar
(antiguamente denominado enfermedad maníaco-depresiva), los episodios de
depresión alternan con episodios de manía o con una forma menos grave de manía
llamada hipomanía. La manía se caracteriza por una excesiva actividad física y
sentimientos de euforia muy desproporcionados en relación con la situación.
·
La herencia desempeña probablemente un papel en el
trastorno bipolar.
·
Los episodios de depresión y manía pueden ocurrir por
separado o a la vez.
·
Las personas afectadas sufren uno o más periodos de
tristeza excesiva y de pérdida de interés por la vida y uno o más periodos de
euforia, energía extrema y, a menudo, irritabilidad; entre ambos, se dan
periodos de estado de ánimo relativamente normal.
·
Los médicos basan el diagnóstico en el patrón de los
síntomas.
·
Los medicamentos que estabilizan el estado de ánimo,
como el litio y ciertos medicamentos anticonvulsivos y, a veces, la
psicoterapia pueden ayudar.
El trastorno bipolar hace
referencia a los dos extremos o polos que se presentan en los trastornos del estado de ánimo: depresión y manía. En Estados
Unidos, afecta aproximadamente al 4% de la población en algún grado. El
trastorno bipolar afecta a hombres y mujeres por igual. El trastorno bipolar
suele comenzar en la adolescencia, o entre los 20 y los 30 años. El trastorno bipolar en niños es poco frecuente.
La mayoría de los trastornos
bipolares pueden clasificarse en
·
Trastorno bipolar I: la persona ha sufrido al menos un episodio
maníaco en toda regla (uno que le impide funcionar normalmente o que incluye
delirios) y por lo general episodios depresivos.
·
Trastorno bipolar II: caracterizado por la
presencia de episodios depresivos mayores y por lo menos un episodio más leve de
manía (hipomanía), pero sin episodios graves de manía.
Sin embargo, algunas personas
presentan episodios que se asemejan a un trastorno bipolar, pero son más leves
y no cumplen con los criterios específicos para el trastorno bipolar I o II.
Estos episodios se pueden clasificar como trastorno bipolar no especificado
o trastorno ciclotímico.
Causas del trastorno bipolar
No se conoce la
causa exacta del trastorno bipolar. Se cree que la herencia participa en la
aparición del trastorno bipolar. Por otra parte, ciertas sustancias producidas
por el organismo, como los neurotransmisores norepinefrina y
serotonina, pueden no estar bien regulados. (Los neurotransmisores son las
sustancias que utilizan las neuronas para comunicarse).
El trastorno bipolar a veces
se inicia después de un acontecimiento estresante, o bien un acontecimiento de
este tipo desencadena un nuevo episodio. Sin embargo, no se ha comprobado
ninguna relación de causa y efecto.
Los síntomas
maníacos del trastorno bipolar pueden ocurrir en otros trastornos, como cuando
se tienen concentraciones elevadas de hormona tiroidea ( hipertiroidismo). Además, los episodios
maníacos pueden estar causados o desencadenados por fármacos y sustancias, como
la cocaína y las anfetaminas.
Síntomas del trastorno bipolar
En el trastorno bipolar, los episodios con síntomas alternan con episodios prácticamente asintomáticos (remisiones). Los episodios duran desde unas pocas semanas hasta periodos entre 3 y 6 meses. Los ciclos (periodo de tiempo comprendido entre el comienzo de un episodio y el comienzo del siguiente) varían en longitud. Algunas personas tienen episodios infrecuentes, pocos a lo largo de toda la vida, mientras que en otras los episodios se producen 4 o más veces al año (ciclación rápida). A pesar de esta gran variedad, la duración de un ciclo es relativamente constante en una misma persona.
Los episodios consisten en la presencia de depresión,
manía o una variedad de manía menos grave (hipomanía). Solo una minoría de las
personas alternan entre manía y depresión en un mismo ciclo. En la mayoría,
predomina en cierta medida o lo primero o lo segundo.
Las personas
que sufren trastorno bipolar pueden llevar a cabo tentativas o consumaciones
de suicidio. A lo largo de su
vida, son al menos 15 veces más propensas a suicidarse que la población
general.
Depresión
La depresión en
el trastorno bipolar es similar al trastorno depresivo. Las personas que la padecen
sienten una profunda tristeza y pierden interés en sus actividades. Piensan y
se mueven lentamente y duermen más de lo habitual. Por otra parte, su apetito
puede estar aumentado o disminuido, y pueden ganar o perder peso. También se
sienten abrumadas por sentimientos de desesperanza y culpabilidad, y pueden ser
incapaces de concentrarse o tomar decisiones.
Los síntomas psicóticos (como
alucinaciones y delirios) son más frecuentes en la depresión que se produce en
el trastorno bipolar que en la depresión que se produce sola.
Manía
Los episodios de manía acaban de manera más brusca que
los de depresión y suelen ser más breves, con una duración de una semana o algo
más.
Las personas se sienten pletóricas, notablemente más
vigorosas y eufóricas o bien irritables. También pueden sentirse demasiado
confiadas, actuar o vestir de modo extravagante, dormir poco y ser más locuaces
de lo habitual. El curso de su pensamiento se encuentra acelerado. Se distraen
fácilmente y cambian constantemente de tema o de actividad. Se lanzan a una
actividad (como, por ejemplo, una iniciativa empresarial arriesgada, juegos de
azar o conducta sexual peligrosa) después de otra, sin pensar en las
consecuencias (como pérdidas económicas o sufrir algún daño). Sin embargo, los
afectados suelen creer que están en un estado mental inmejorable.
Las personas afectadas no tienen conciencia de su
estado. Este hecho, junto a su enorme capacidad para la actividad, las vuelve
impacientes, impertinentes, entrometidas y agresivamente irritables cuando se
sienten contrariadas. Como resultado, tienen fácilmente problemas en sus relaciones
sociales y sienten que se las trata injustamente o que están siendo
perseguidas.
Algunas personas sufren alucinaciones, y ven y oyen
cosas inexistentes.
La psicosis
maníaca es una forma extrema de manía. Los afectados presentan
síntomas psicóticos que se asemejan a los de la esquizofrenia.
Presentan en algunos casos delirios extremos de grandeza, como creer que son
Jesucristo. En otros, se sienten acosadas, como si fueran perseguidas por el
FBI. El nivel de actividad aumenta de forma significativa. Las personas
afectadas pueden correr de aquí para allá y gritar, insultar o cantar. La
actividad mental y física puede ser tan frenética que se produce una pérdida
completa de coherencia en el pensamiento y el comportamiento (manía delirante),
causando un agotamiento extremo. Las personas en este estado requieren
tratamiento inmediato.
Hipomanía
La hipomanía no es tan grave como la manía. Las
personas con hipomanía se sienten alegres, con poca necesidad de sueño, y son
mental y físicamente activas.
Para algunas personas, la hipomanía representa un
tiempo productivo. Tienen mucha energía, se sienten creativas y seguras de sí
mismas, y con frecuencia se desenvuelven bien socialmente. Es posible que no
deseen dejar este estado placentero. No obstante, otras personas con hipomanía
se distraen fácilmente y se irritan con facilidad, y a veces estallan en explosiones
de ira. Suelen asumir compromisos que no pueden mantener o iniciar proyectos
que no pueden acabar. Cambian de humor rápidamente. Es posible que ellos mismos
se den cuenta de tales efectos y estén tan preocupados por su situación como lo
están las personas de su entorno.
Episodios
mixtos
Cuando la depresión y la manía o la hipomanía
concurren en un mismo episodio, la persona puede estallar en llanto en medio de
un estado de euforia, o experimentar aceleración de su pensamiento durante un
episodio depresivo. A menudo, la persona se va a la cama deprimida y se
despierta por la mañana temprano, eufórica y llena de energía.
El riesgo de suicidio durante los episodios mixtos es
particularmente elevado.
Diagnóstico
del trastorno bipolar
·
Evaluación médica
·
En ocasiones, análisis de sangre y de orina para
descartar otros trastornos
El
diagnóstico del trastorno bipolar se basa en listas específicas de síntomas
(criterios). Sin embargo, la persona con manía puede que no explique sus
síntomas con precisión, ya que no piensa que le suceda algo anómalo. Por eso
los médicos suelen recurrir a los familiares para obtener información. La
persona y sus familiares pueden responder un breve cuestionario que les ayudará
a evaluar el riesgo de trastorno bipolar.
Los médicos también interrogan a la persona acerca de
la existencia de pensamientos suicidas.
Los
médicos revisan la pauta de tratamiento farmacológico para descartar que algún
fármaco pueda estar relacionado con la aparición de los síntomas. También
comprueban si existen signos de otras enfermedades que puedan tener relación
con los síntomas. Por ejemplo, pueden realizar análisis de sangre para detectar
un posible cuadro de hipertiroidismo y
análisis de sangre o de orina para determinar un posible abuso de sustancias.
También determinan si las personas afectadas están
experimentando un episodio de manía o bien de depresión con el fin de
prescribir el tratamiento adecuado.
Tratamiento
del trastorno bipolar
·
Fármacos o sustancias
·
Psicoterapia
·
Educación y apoyo
En
los casos graves de manía o depresión, suele ser necesaria la hospitalización.
Incluso si la manía es menos grave, es posible que las personas afectadas deban
ser hospitalizadas si son suicidas, intentan hacerse daño a sí mismas o a otras
personas, no pueden cuidar de sí mismas o tienen otros problemas graves (como
por ejemplo, el consumo de
alcohol u otros
trastornos por el consumo de sustancias). La
mayoría de las personas con hipomanía pueden ser tratadas como pacientes
ambulatorios. Las personas con repeticiones rápidas de los ciclos son más
difíciles de tratar. Sin tratamiento, el trastorno bipolar reaparece en casi
todos los casos.
El tratamiento puede incluir
·
Medicamentos para estabilizar el estado de ánimo
(estabilizadores del estado de ánimo), como el litio y
algunos medicamentos anticonvulsivos
·
Antipsicóticos
·
Algunos antidepresivos
·
Psicoterapia
·
Educación y apoyo
·
Terapia
electroconvulsiva, que se emplea en algunas ocasiones
cuando los estabilizadores del estado de ánimo no logran aliviar la depresión.
·
Fototerapia, que
puede ser útil en el tratamiento del trastorno bipolar estacional (que presenta
algunas características en común con el trastorno
afectivo estacional)
(sigue en II )
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