martes, 30 de agosto de 2022

¿Cúal es la prevalencia de la psicopatía?. Datos y descubrimientos interesantes


VALENTÍN ELORZA       |       Psicología y Mente      |      13/06/2022
Artículo revisado por nuestro equipo editorial
¿Son comunes los psicópatas? Veamos varios datos interesantes sobre la prevalencia de la psicopatía. 
La prevalencia de la psicopatía en la población general parece ser mucho más alta de lo que se pensaba. 

En principio, a nivel mundial, la prevalencia de la psicopatía se estima en una de cada 100 personas. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por el Departamento de Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica de la Universidad Complutense de Madrid, donde se calculó la media de la prevalencia de la psicopatía basándose en varias investigaciones, estimó que esta era de 4,5% para la población general adulta. Eso sí, este porcentaje varía dependiendo de en qué segmentos de la población nos fijemos, como veremos más adelante. En algunos tipos de personas, la psicopatía es más frecuente. 

Pero... ¿Por qué existe esta diferencia? ¿Cuáles son las causas que hacen que la psicopatía no esté debidamente diagnosticada? En este artículo te explicamos el problema en el cálculo de la prevalencia de la psicopatía y presentamos las cifras encontradas para los diferentes grupos de población. 

¿Qué es la psicopatía? 

La psicopatía se clasifica dentro del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) dentro de los trastornos de la personalidad como trastorno de la personalidad antisocial. El psicópata posee un tipo de personalidad anormal, aunque esta no constituye en sí un trastorno psicológico. Como vemos, el término psicopatía tiene una definición poco precisa. Realmente, se utiliza para describir aquellos rasgos y conductas antisociales que otros trastornos no pueden describir. 

Pero dentro de la población general, aunque realmente no sepamos muy bien qué significa ser un psicópata, sí que hay un consenso claro en que un asesino en serie presenta un grado muy elevado de psicopatía. Pues esto realmente no tiene por qué ser así. 

Esta confusión viene dada desde la psicología, donde se han estudiado los rasgos psicópatas, sobre todo en delincuentes. Las personas que presentan comportamientos que entran en conflicto con las normas, sociales o legales, tienen evidentemente bastante riesgo de acabar en prisión. La psicopatía ha sido utilizada ampliamente en el ámbito de la psicología criminal y penitenciaria para describir las diferencias de comportamiento entre criminales. 

Todo esto ha provocado que se identifique psicópata con criminal. Pero no todos los criminales presentan signos de psicopatía, ni tampoco el trastorno psicopático es el origen de toda conducta delictiva. Y que, por otra parte, muchos psicópatas al no ser delincuentes, no se reconozcan como psicópatas. 

No es el comportamiento delictivo el que define a la psicopatía sino, como en los demás trastornos de la personalidad, una serie de rasgos (o ausencia de ellos) y patrones de conducta característicos. 

Además, existe la tendencia errónea a asociar psicopatía y sociopatía. La psicopatía se caracteriza por la falta de empatía y de culpa, así como por el egocentrismo, la impulsividad y la tendencia a mentir y manipular. La sociopatía también presenta la mayoría de estos rasgos. Pero existe una clara diferencia entre psicopatía y sociopatía. Un psicópata sabe lo que está haciendo y actúa en su propio beneficio. Mientras que la sociopatía se asocia a un comportamiento heredado e inevitable. El sociópata presenta poca o muy nula premeditación en sus acciones. 

El hecho de igualar psicopatía a sociopatía asume que la psicopatía es, al igual que la sociopatía, un problema más bien individual y de origen genético. Y olvida el componente de socialización que probablemente esté influyendo en la proliferación, en los últimos años, de esta. Algunos autores han mostrado los beneficios del comportamiento psicopático en la sociedad actual. 

Los rasgos y conceptos que describen la psicopatía actualmente se basan en gran medida en el trabajo de Hervey Cleckley y Robert Hare e incluyen: falta de empatía, egocentrismo y narcisismo, encanto superficial, pobreza emociona, conducta antisocial y delictiva, dificultad para aprender de la experiencia, impulsividad y falta de planificación, insinceridad y manipulación, predisposición al aburrimiento, estilo de vida parasitario, ausencia de remordimientos, promiscuidad sexual. 

Además, algunas personas con altos niveles de psicopatía, lejos de ser delincuentes o calificados como peligrosos para la sociedad, se adaptan perfectamente a ella; son los llamados "psicópatas integrados". A algunas personas la psicopatía les permite conseguir y disfrutar de éxito en sus vidas, los llamados "psicópatas exitosos", se benefician de algunos rasgos de típicos de la psicopatía como la valentía, la alta confianza en sí mismo o el carisma para llegar a lo más alto de la escala social. 

Medición de este rasgo psicológico 

La PCL-R (The Psychopathy Checklist) se ha convertido, a lo largo de los años, en el estándar para la evaluación de la psicopatía. Este test desarrollado por Robert Hare se compone de 20 ítems, es en realidad una escala de evaluación, donde se realizan una serie de preguntas y a cada una se le otorga una puntuación entre 0 y 2 puntos. Este test, sin embargo, se desarrolló sobre todo para evaluar la psicopatía en las poblaciones carcelarias. 

El uso de otras herramientas para medir la psicopatía afecta de forma muy notable al cálculo de la prevalencia, obteniendo resultados muy diferentes entre investigaciones. 

¿Qué sabemos sobre la prevalencia de la psicopatía? 

En los últimos años existe un fuerte interés por estudiar la presencia e influencia de la psicopatía en la población general y su prevalencia e influencia en todos los sectores y ámbitos de la vida cotidiana. Desde el mundo laboral y la predisposición de los psicópatas a ejercer ciertos empleos, hasta las relaciones de pareja: se asocia la psicopatía con promiscuidad. ¿Eligen algún rasgo de personalidad en concreto para emparejarse? Como vemos, las preguntas y objetos de estudio pueden ser infinitas y bastante interesantes de resolver.

El estudio "Prevalencia de la psicopatía en la población adulta general: Una revisión sistemática y un meta-análisis", mencionado en la introducción, resumió todas las investigaciones científicas, donde se había calculado la prevalencia de la psicopatía en diferentes grupos de población, incluyendo población carcelaria y población general. Este estudio permitió extraer una serie de conclusiones interesantes. 

La psicopatía está infradiagnosticada en la población general 

El estudio mencionado, basándose en varias investigaciones internacionales, calculó que la prevalencia de la psicopatía en la población general adulta era más alta de lo que se pensaba, situándose en el 4,5%. Además, se observa una diferencia significativa de la prevalencia de la psicopatía entre hombres (7,9%) y mujeres (2,9%). 

Los estudios presentan resultados muy variables 

La prevalencia de la psicopatía en la población general obtenida en los estudios revisados muestra una variación considerable, que va desde un mínimo de 0% a un máximo de 21%.

Estas diferencias dependen de muchos factores, como la herramienta utilizada para definir y medir la psicopatía, el género de los participantes, el tipo de muestra de la población general y los países de origen de los participantes. Los resultados del estudio sugieren que los tres primeros factores, pero no el país de origen, tienen un impacto significativo en la prevalencia de la psicopatía. 

Como podemos deducir este resultado pone en evidencia un problema de base en los estudios de prevalencia. Los estudios no pueden variar en función de la herramienta utilizada porque si no nunca serán confiables. Por ejemplo, si se utiliza la PCL-R , el resultado de prevalencia de la psicopatía en la población general adulta es sólo del 1,2%. Sin embargo, si se utilizan otros instrumentos, como autoinformes de rasgos de personalidad psicopática, la prevalencia de la psicopatía en la población general adulta alcanza el 5,4%. 

La prevalencia de la psicopatía es diferente entre grupos adultos 

Otro resultado interesante de este trabajo está relacionado con el descubrimiento de diferencias en la prevalencia de la psicopatía entre distintos grupos adultos. En particular, la prevalencia de psicopatía entre los trabajadores de algunas organizaciones y empresas (gerentes, ejecutivos, publicistas ) es significativamente mayor que entre los estudiantes universitarios o la población general (12,9% frente a 8,1% y 1,9%, respectivamente). 

Puede parecer sorprendente que los estudiantes presenten más rasgos de psicopatía que la población general. Sin embargo, esto es lógico, pues la mayoría de las profesiones que presentan más rasgos de psicopatía requieren titulación universitaria. 

Las profesiones con más psicópatas 

No todas las profesiones parecen contar con el mismo porcentaje de psicópatas. Es evidente que los rasgos psicópatas ayudan a alcanzar el éxito en algunos tipos de trayectorias profesionales: empresarios sin escrúpulos, directivos egocéntricos, políticos mentirosos, inversores sin escrúpulos, vendedores sin remordimientos, cirujanos sin empatía, abogados mentirosos, empleados de telemarketing embusteros, la lista es larga. De hecho, muchos autores han resaltado los beneficios y virtudes de la personalidad y los rasgos psicopáticos en el contexto laboral actual. 

Algunas de estas ocupaciones se asocian típicamente con profesiones de oficina, dando nacimiento al término “psicopatía de cuello blanco". Robert Hale los definió como "trabajadores informales y poco confiables, empresarios depredadores y poco éticos, políticos corruptos o profesionales sin escrúpulos que usan su prestigio y poder para dañar a sus clientes". Estas reflexiones nos hacen pensar en las personas al frente de los diferentes escándalos financieros, como la detención de Bernard Maddof en 2008. 

Un estudio realizado en el Reino Unido, del psicólogo Kevin Dutton, con una muestra de 5.400 personas, determinó las 10 profesiones con mayores rasgos de psicopatía:

·        Directores generales de empresas

·        Abogados

·        Presentadores de la radio o la televisión

·        Vendedores

·        Cirujanos

·        Periodistas

·        Sacerdotes

·        Policías

·        Cocineros

·        Funcionarios

Por otro lado, las 10 profesiones que presentaron los niveles más bajos de rasgos psicopáticos eran:

·        Asistentes sociosanitarios

·        Enfermeros

·        Terapeutas

·        Artesanos

·        Estilistas

·        Trabajadores de la caridad

·        Profesores

·        Artistas creativos

·        Médicos

·        Contables

También se mencionaba en dicho estudio que las personas que ocupaban puestos directivos en el trabajo presentaban índices más altos de rasgos psicopáticos. También los empleos con un alto componente de riesgo laboral, como policías, bomberos, militares, etc. contaban con más psicópatas en sus filas, en comparación con otras profesiones. 

Estos resultados parecen bastante lógicos puesto que en la primera lista aparecen profesiones donde el hecho de ser frío, calculador, poco empático, manipulador o presentar otros rasgos de la personalidad psicópata puede ser beneficioso en la carrera laboral. Sin embargo, el problema real es que el mundo y la sociedad en la que vivimos valora estos rasgos.


domingo, 28 de agosto de 2022

La verdad sobre la dopamina y cómo incrementarla

DARÍO PESCADOR        |      eldiario.es       |          08/08/2022

A pesar de su fama, la dopamina es un neurotransmisor que se comprende mal. Explicamos cómo puedes aumentar sus niveles de forma natural.

Si los neurotransmisores fueran estrellas de la música, la dopamina ahora mismo sería como Rosalía. En los últimos años esta sustancia se ha hecho tan popular que incluso ha entrado en el lenguaje coloquial, y no es extraño oír a la gente hablar de que experimentan un “chute de dopamina”, o incluso qué están haciendo un ayuno de dopamina.
 
Sin embargo, la dopamina también es uno de los neurotransmisores que han sido peor entendidos por el público en general. Cuando oímos hablar de la dopamina en medios de comunicación es siempre el contexto del placer. Habitualmente se hace referencia a la dopamina como el químico que dispara en nuestro cerebro la sensación de recompensa cuando nos comemos un cono de chocolate o recibimos un Like en Instagram. También es la culpable de que nos hagamos adictos a las drogas, a la comida o al juego.
 
Se suele hablar mucho del papel de la dopamina en una parte del cerebro llamada núcleo accumbens, donde se localiza la recompensa y aumenta la actividad de este neurotransmisor cuando, por ejemplo, ganamos un juego de azar. Drogas muy conocidas, como la cocaína o las anfetaminas, disparan los niveles de dopamina.
 
Por qué necesitas dopamina
 
Pero, aunque la dopamina tiene un cierto papel en la adicción, en realidad no es el neurotransmisor del placer. Se puede decir que es más bien el neurotransmisor de la motivación. Necesitamos dopamina para cosas tan mundanas como levantarnos de la silla y movernos, o abrir la nevera para coger comida, y también para la memoria, la atención y el funcionamiento del sistema inmunitario. Aunque está relacionada con la recompensa, la dopamina es necesaria antes de recibir una recompensa. 
 
Por ejemplo, el olor de la comida hace que se disparen nuestros niveles de dopamina, aunque no hayamos llegado a comer nada todavía. Estudios con jugadores de ruleta han encontrado que la dopamina en el núcleo accumbens aumenta tanto cuando ganan como cuando pierden pero se quedan muy cerca de que salga su número. En este caso la dopamina no es una señal de placer, sino un motivador para volver a jugar.
 
El placer inducido por la dopamina tampoco explica la adicción a las drogas. Muchos adictos a la cocaína declaran que no obtienen mucho placer cuando consumen una dosis, y aún así no son capaces de dejarla. De hecho, en los estudios en los que se bloquean los receptores de la dopamina no se consigue anular el efecto de la droga.
 
Por el contrario, los niveles bajos de dopamina hace que tengamos poca motivación, y están asociados a la depresión y a enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson. Más que un ayuno de dopamina, lo que mucha gente necesita es que la dopamina haga su trabajo para motivarles.
 
Aunque nuestro sistema nervioso es el encargado de regular la dopamina, hay cosas que podemos hacer para ayudar a mantener sus niveles y contar con energía y motivación en nuestro día a día:
 
  • Comer suficiente proteína: nuestro organismo fabrica la dopamina sobre todo a partir de un aminoácido esencial, que tenemos que conseguir de la comida, llamado tirosina, aunque también la puede derivar de la fenilalanina. Ambos se encuentran en abundancia en alimentos ricos en proteínas como los huevos, lácteos, carne, soja y legumbres. Sin proteínas suficientes en nuestra dieta, la dopamina se agota.
  • Cuidar la microbiota intestinal: en los últimos años se ha descubierto una importante conexión entre las bacterias que habitan en nuestro intestino y el cerebro. La mayor parte de la serotonina, otro neurotransmisor, se produce en el intestino. Asimismo, ciertos tipos de bacterias intestinales producen dopamina. Aunque todavía no se conoce con detalle el mecanismo, los estudios indican que ciertos tipos de probióticos (bacterias vivas) pueden reducir los síntomas de ansiedad y depresión.
  • Ejercicio físico: el ejercicio mejora los niveles de casi todos los neurotransmisores, si bien no se conoce el mecanismo concreto en el caso de la dopamina y podrían estar implicados otros neurotransmisores. En experimentos con ratas, correr en la rueda hace aumentar los niveles de dopamina y de sus receptores. En otro experimento con personas que hacían yoga se vio que este ejercicio también aumentaba sus niveles de dopamina.
  • Dormir lo suficiente: se ha comprobado que la falta de sueño agota la dopamina en el cerebro. Al forzar a personas sanas a mantenerse despiertas por la noche, sus niveles de dopamina resultaron ser mucho más bajos por la mañana. Esto afecta a la concentración y a la coordinación durante el día.
  • Escuchar música: distintos estudios han encontrado que escuchar música aumenta la actividad de las dopaminas en el cerebro, especialmente cuando nos emociona. También se ha visto que este efecto puede ayudar a las personas con Parkinson a controlar sus movimientos.
  • Mucuna pruriens: esta legumbre, originaria de África y Asia, contiene de forma natural niveles muy altos de L-Dopa, una molécula que es un precursor directo de la dopamina. Los estudios indican que el extracto de estas legumbres puede hacer aumentar los niveles de dopamina de forma natural, e incluso ser más potentes que los medicamentos para personas que sufren de la enfermedad de Parkinson, con menos efectos secundarios. Aunque los extractos de Mucuna pruriens se venden como suplemento en los herbolarios, es importante seguir las indicaciones porque pueden ser tóxicos en grandes cantidades.
 

jueves, 25 de agosto de 2022

Por qué tengo sueño pero no puedo dormir

BEATRIZ RUIZ       |       uncomo.com
 
Si estás leyendo estas líneas seguramente sea porque ya te ha ocurrido más de una vez que has llegado a casa cansado y con bastantes ganas de irte a dormir, pero una vez te has acostado en la cama no consigues descansar. "¿Por qué tengo sueño pero no puedo dormir?" te preguntarás.
 
El ritmo de vida tan acelerado de nuestra sociedad está provocando que cada vez sean más personas las que padecen insomnio. Este trastorno del sueño consiste principalmente en la dificultad para conseguir dormir de manera normal por las noches, lo cual provoca sueño durante el día, irritabilidad o cansancio, entre otros. Sin embargo, ¿por qué aparece esta dificultad para tener un descanso saludable? En el siguiente artículo de unCOMO te explicamos las posibles causas de por qué no puedo dormir si tengo sueño. ¡Toma nota!
 
Por qué no puedo dormir si tengo sueño - causas más comunes
 
Antes de que te llegues a preocupar pensando que puedes estar teniendo algún trastorno del sueño, es importante que sepas que la dificultad para dormir (aunque hace unos minutos que tenías ganas de acostarte) puede estar provocada por causas externas como no tener las condiciones adecuadas en tu habitación que te permitan tener un sueño reparador. Entre dichas condiciones poco favorables para dormir de manera adecuada pueden ser:

·        Ropa para de cama inadecuada: es importante escoger bien esta ropa según la estación del año en la que nos encontremos. Por ejemplo, si estás utilizando una sábanas demasiado gruesas o un nórdico para dormir en otoño o primavera, seguramente pasarás calor y no podrás conciliar bien el sueño.
·        Pijama de mala calidad: al igual que la ropa para nuestra cama, el pijama también puede ser un condicionante para conseguir descansar de manera saludable. Escoge siempre que puedas un conjunto interior de un tejido que sea cómodo como el algodón o el lino. Además también es preferible que sea holgado en lugar de ceñido ya que de ser así, seguramente no te dejará dormir de forma reparadora.
·        Habitación desordenada: una estancia donde no exista un poco de orden puede ser un inconveniente a la hora de acostarse ya que ese "caos" te tendrá inconscientemente más despierto/a.
·        Condiciones de luz y ruido pésimas: una habitación donde haya demasiada luz puede estar provocándote esa falta de sueño. Tampoco es conveniente que trates de dormir con la tele puesta o haciendo cosas con el móvil hasta el momento de acostarte.
 
Malos hábitos del sueño
 
Otra razón de por qué tengo sueño pero no puedo dormir puede ser que no estemos teniendo unos hábitos que nos ayuden a descansar de manera saludable por la noche. Entre dichos hábitos que deberíamos corregir encontramos:

·        Trasnochar: acostarse cada vez más tarde puede provocar que durante todo el día estemos cansados y con ganas de dormir pero que por la noche no podamos descansar ya que el cuerpo se está acostumbrando a descansar a unas determinadas horas.
·        Dormir la siesta: acostarse unos 15-20 minutos por la tarde puede ser beneficioso para mantenernos más activos durante el resto del día. Sin embargo, si dormimos durante mucho más tiempo del indicado o nos acostamos demasiado tarde (a partir de las 18 horas) seguramente nos levantaremos con sueño pero sin ganas de dormir por la noche.
·        Levantarse tarde por la mañana: una persona debe dormir al día al menos 8 horas y como máximo 10-11 horas. Si dormimos más de lo que nuestro cuerpo necesita estaremos creando un exceso de energía, por lo que por la noche no terminaremos de conciliar el sueño, aunque nos encontremos cansados.
·        Otros hábitos que influyen en el sueño pueden ser un trabajo con turnos variables, el síndrome del cambio rápido de zona horaria (Jet lag) o el consumo habitual de productos estimulantes como el café o las bebidas energéticas.

Pensar mucho por la noche

El motivo por el que no consigues dormir aunque tengas sueño puede ser también porque estás atravesando una época donde se te han acumulado varios problemas y no puedes evitar pensar en ellos justo cuando te acuestas. Este tipo de pensamientos no solo te quitarán las ganas de dormir, sino que también te provocarán síntomas como tensión, estrés y/o la sensación de estar abrumado o de tener demasiada presión encima.

Otra causa relacionada con la anterior es que hay personas que han adquirido la costumbre de planificar su agenda o de repasar algunos aspectos de su día a día justo al acostarse en la cama. Este es un hábito poco adecuado si queremos tener un descanso reparador, ya que no le estás permitiendo a tu mente desconectar de todo el día, afectando así a nuestro sueño.

Otras causas de por qué tengo sueño pero no puedo dormir

Además de las anteriores razones, también puede ser que no consigas dormir bien por las noches debido a las siguientes causas:

1.      Trastornos mentales: la ansiedad o la depresión son enfermedades que afectan directamente a nuestro sueño provocando que descansemos mucho peor por las noches.
2.     Mioclonía nocturna: son una serie de movimientos o contracciones que se dan en el músculo tibial anterior que pueden extenderse a otras partes como la cadera o la rodilla. Estos movimientos se dan en períodos largos de sueño haciendo que la persona se despierte varias veces durante la noche.
3.     Síndrome de las piernas inquietas: es la necesidad de mover las piernas de manera constante durante períodos de inactividad como por ejemplo, cuando nos acostamos a dormir.
4.     Estrés por el sueño en sí: cuando estamos atravesando una época en la que no conseguimos dormir bien, al final hay personas que adquieren el miedo precisamente de no lograr descansar por las noches.

martes, 23 de agosto de 2022

La adicción a la pornografía en niños de 10 a 15 años es preocupante


JOSÉ CALDERERO DE ALDECOA       |     Alfa y Omega     |     20/04/2021 

La diócesis de Vitoria ha organizado un curso destinado a alumnos de 5º y 6º de Primaria y de 1º, 2º, y 3º de la ESO con el fin de prevenir adicciones y formarles para ser capaces de afrontar estos retos

 

La pandemia de la COVID-19 ha desatado otra pandemia, la de las adiciones en los más jóvenes. «Por la disminución del contacto social, los jóvenes han experimentado frecuentes sentimientos negativos, como el aburrimiento o la tristeza, que es el sustrato psicológico habitual de las personas que buscan el consumo de sustancias y realizan conductas que producen placer y excitación que les saque temporalmente de su estado, pero que al repetir, una y otra vez, los lleva a la adicción», explica el psiquiatra y psicólogo Fernando Sarrais Oteo.

 

Y al problema añadido de las adicciones se suma otro, que cada vez afectan a jóvenes más jóvenes. «La gran mayoría de informaciones constata el rápido incremento del número de niños de 10 a 15 años que cumplen los criterios de una o varias adicciones. Siendo las más frecuentes el tabaco, alcohol, porros, videojuegos, series, uso de las redes sociales, apuestas deportivas y la pornografía», añade el experto.

 

Entre todas ellas, a Sarrais le parece «preocupante» el «rápido aumento de la adicción a la pornografía y a las conductas sexuales, que produce un fuerte desequilibrio psíquico y distorsión negativa de las relaciones afectivo-sentimentales». Además, «han aumentado mucho las adicciones a las apuestas deportivas, a las series y a los videojuegos, que ocupan mucho tiempo y es el principal determinante del fracaso académico».

 

El porqué de este inicio tan precoz del consumo de sustancias y actividades potencialmente adictivas se encuentra, subraya el también profesor de Psicopatología y Psicología de la Personalidad de la Universidad de Navarra, en el conocimiento de esa realidad a través de las tecnologías a una edad muy temprana. «El ser humano, y en especial los niños, sienten un fuerte impulso a la imitación y a la repetición de las conductas para perfeccionarlas. Es una tendencia natural que favorece al aprendizaje de la cultura y las costumbres sociales. Pero si los modelos que rodean al niño son modelos pro-adictivos, como ocurre en hoy en día, la consecuencia lógica es el aumento de las adicciones a temprana edad».

 

Por eso, «la sustitución de los juegos al aire libre», por juegos online o por las «nuevas tecnologías» es «el factor clave del aumento de las adicciones de los jóvenes». Algo que no es nuevo, «hace años ya apareció en prensa «la noticia de que algunos de los creadores de las aplicaciones y juegos para smartphones, ordenadores y tablets no dejaban a sus hijos que las utilizasen, pues eran conscientes de que la finalidad con la que las desarrollaron era la de enganchar al consumidor».

 

En cualquier caso, Sarrais cree que «es pronto aún para hacer una evaluación objetiva de las consecuencias de la pandemia y que «el toque de queda ha reducido mucho las conductas de abuso de alcohol y drogas y las conductas de riesgo sexual que se habían difundido de modo alarmante por las noches antes de la pandemia».

 

La mejor estrategia para prevenir la adicción en los jóvenes es vacunarles psicológicamente desde muy pequeños, pues «más vale prevenir que curar». Los principales artífices de esta vacunación son los padres, que, con su ejemplo de autocontrol, desprendimiento, sobriedad, y con sus mensajes verbales, han de favorecer en los hijos una actitud de amor a la libertad interior, el esfuerzo, a la lucha y el sacrificio para lograr objetivos valiosos que les hagan ser felices.

 

Curso de la diócesis de Vitoria

 

Otra forma de vacunarles es con la formación. En este sentido, desde la diócesis de Vitoria, y en concreto desde la delegación diocesana de Familias, el colegio Nclic y la Asociación Juvenil Indar, han organizado un curso destinado a alumnos de 5º y 6º de Primaria y de 1º, 2º, y 3º de la ESO con el fin de prevenir adicciones y formarles para ser capaces de afrontar estos retos.

 

En el mismo intervendrá el propio Fernando Sarrais y también la psicóloga Montserrat Tur –encargada de la primera sesión el 24 de abril–, el doctor Carlos del Pozo o el profesor y licenciado en Publicidad Miguel Trigo, quien «analizará el excesivo tiempo que los más pequeños pasan en las redes sociales y los peligros que existen además de las estrategias que usan empresas del sector para engancharlos en ese mundo virtual».

lunes, 22 de agosto de 2022

Cómo identificar el trastorno esquizoide de la personalidad


BORJA LÓPEZ          |       uncomo.com
 
El trastorno esquizoide de la personalidad se caracteriza por la indiferencia y el aislamiento social. Este trastorno es mas prevalente en personas que tienen antecedentes familiares de esquizofrenia o trastorno esquizotípico de la personalidad. Como todos los trastornos de personalidad, tiene su inicio en la edad adulta y suele darse en diversos contextos socioculturales. 

En el trastorno esquizoide de la personalidad, hay una predominancia por las actividades solitarias y la introspección. Suele darse con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, aunque no suele ser un trastorno común. A continuación te presentaremos, cómo identificar un trastorno esquizoide de la personalidad.
 
Pasos a seguir:

1
Indiferencia. La persona que padece trastorno esquizoide de la personalidad se caracteriza por ser indiferente ante las relaciones sociales. No demuestra tener deseos de intimidad y no se muestra afin con el hecho de formar parte de una familia o de un grupo social. Es una persona solitaria que prefiere actividades que no impliquen a otras personas.

2
Actividades solitarias. Sus actividades se limitan a juegos de ordenador o todos aquellos pasatiempos que impliquen el aislamiento social. Tiene especial atracción por las tareas mecánicas y abstractas, como por ejemplo, las matemáticas. Sin embargo, son limitadas las actividades que son de su agrado.

3
Restricción emocional. Se muestra indiferente ante las emociones, aunque estas impliquen estímulos directos, como por ejemplo provocación, coqueteos, etc. Tienen escaso interés ante las experiencias sexuales con otras personas. Dado sus características, no suele tener relaciones amorosas estables, ya que no disfruta las relaciones interpersonales.

4
Criticas. Se muestra indiferente ante las críticas o halagos de los demás. No le interesa lo que los demás pueden pensar de él. No tienen amigos de confianza, a excepción de los integrantes de su núcleo familiar básico. Muestra una frialdad emocional que dificulta el acercamiento de las personas.

5
Normas sociales. Suele tener comportamientos excéntricos que reflejan una inadecuación para el reconocimiento y cumplimiento de las normas sociales. Debido a estas conductas, muchas veces, es visto como socialmente inepto o superficial. Como consecuencia de estas características, también suele tener dificultades en el ámbito laboral.

6
Dificultades emocionales. Quien padece de trastorno esquizoide de la personalidad, suele tener dificultad para expresar sus emociones. Rara vez manifiesta ira o alegría, sino que se muestra frío y distante. Reacciona pasivamente ante los acontecimientos más significativos de su vida.

7
Trastornos asociados. En algunos casos, este trastorno viene acompañado de un trastorno depresivo mayor. También puede aparecer como el antecedente de un trastorno delirante o de esquizofrenia.