ANA GÁNDARA |
vogue.es | 01/03/2022
Por un lado, nos invaden el
miedo y la ansiedad por un futuro incierto. Por el otro, no podemos evitar que
la vida siga
¿Cuál es la
cantidad de acontecimientos históricos (negativos) que puede vivir el ser
humano sin que ello haga mella en su salud mental? Estamos
agotados, estresados, sobreinformados y con un pico altísimo de trastornos de
depresión y ansiedad diagnosticados (según un estudio publicado en la revista científica The Lancet, la cifra
aumentó en 129 millones de casos -un 25%- solo en 2020). Con la explosión del
conflicto en Ucrania, nos hemos encontrado con sentimientos de incertidumbre, impotencia o
incluso miedo, pero también sin saber cómo reaccionar, hasta
qué punto podemos seguir con nuestras vidas con (relativa) normalidad y cómo
gestionar un cierto equilibrio entre mantenernos informados sobre lo que está
ocurriendo -y qué podemos hacer al respecto-, y cuidar de ese bienestar mental
cada vez más frágil.
Gestionar la impotencia
“Es posible y
necesario encontrar un término medio -explica el equipo de TherapyChat-. Es importante informarnos y tomar conciencia
de lo que ocurre a nuestro alrededor; en este caso, las miradas de todo el
mundo se encuentran en lo que ocurre en el conflicto bélico, y todo ello tendrá
un efecto en todos los países, pero también en nuestras emociones. De nada servirá tener una sociedad
informada pero incapaz de gestionar sus propias emociones,
teniendo así un efecto negativo en la salud mental de todos”,
desarrollan.
Del mismo
modo, nos recuerdan que “la mayor parte de los aspectos que sucedan estos días
y las decisiones que se tomen no estarán en nuestra mano, por lo que debemos
intentar no sobrecargarnos con la responsabilidad y, por tanto, la culpa de
algo que no está en nuestro control y sí, por ejemplo, focalizarnos en qué manera podemos ayudar, ya que
nuestros actos sí permanecen bajo nuestro control y nos ayudan a resolver
nuestras emociones ante el conflicto, como buscar la opción de donar a una ONG
de ayuda humanitaria”. En la misma línea va la respuesta de María Magdalena Orosan, psicóloga sanitaria de Psicopartner, quien hace
hincapié en que “la forma de solidarizarse no es abandonándose o machacándose a
uno mismo, con esto no hacemos ningún favor a los demás. Hay formas más
constructivas y menos dañinas de ayudar a las personas. Si tenemos amigos o
conocidos ucranianos, es importante, trasladarles que estamos ahí, para escucharles o sostenerles
en momentos difíciles. La clave está en preguntar un simple
‘¿cómo estás?’ para que sea la propia persona la que pueda expresarnos cómo se
siente y si necesita algo de nosotros, sin forzarlo".
Encontrar el equilibrio
Como explica
Orosan, “hay que tener en cuenta que es una situación de miedo e incertidumbre
sobre la que prácticamente no tenemos control, y el ser humano necesita saber y
tener seguridad para estar tranquilo. Cuando no sabemos qué puede ocurrir,
nuestro organismo permanece en estado de alerta, en modo lucha o huida, como
mecanismo de defensa ante el peligro”. Y en este aspecto, mantenernos
informados puede ser de ayuda, en el sentido de que “no podemos prohibirnos sentir o pensar en
lo que está ocurriendo en la actualidad. La Teoría del proceso
irónico de Wegner nos dice que, cuanto más intentamos suprimir o luchar contra
nuestros pensamientos y emociones, más presentes e intensos se hacen”, señalan
desde TherapyChat. Pero al mismo tiempo, la vida continúa y tampoco tiene
sentido aislarse de la misma, hallando ese equilibrio entre estar al tanto de
la actualidad, aportar nuestro granito de arena y, a la vez, no descuidar
nuestra salud mental. Para ello, desde la plataforma de psicología recomiendan
tres pautas:
- Lo más
importante en estas situaciones es dar cabida a esta preocupación, es decir, permitirnos hablar
sobre este tema, expresar nuestros miedos,
pensamientos y sensaciones para poder liberarnos de la preocupación y la
incertidumbre.
- A
continuación, una vez expresado lo que sentimos, es importante mantener nuestras rutinas y actividades cotidianas, no parar nuestro reloj y ser
conscientes de que es probable que entretanto surgirán pensamientos
relacionados con el conflicto en Ucrania; pero si previamente hemos dado
cabida a expresarlos, no aparecerán de manera tan ansiosa o preocupante.
- Finalmente,
será importante saber parar y practicar el autocuidado. La información nos llega por muchas
vías y de manera descontrolada, en la televisión, las redes sociales,
periódicos e incluso en anuncios en plataformas de reproducción de música.
Si detectamos que recibir tanta información nos está afectando,
practiquemos la desconexión de la información y la
reconexión con nosotros mismos. Salgamos a dar un paseo,
practiquemos algún deporte o simplemente sentémonos a leer un libro. A
veces es importante desconectar para reconectar con aquello que nos hace
bien.
La cuestión es, por tanto, encontrar un balance dentro de una
situación que, por su propia naturaleza, nos resulta surrealista. Como resume
María Magdalena Orosan, se trata de una paradoja en la que “estamos sometidos a
información en masa, los avances tecnológicos nos permiten estar actualizados
sobre lo último cada segundo, todo esto mientras comenzamos el día tomando un
café o vamos en transporte público a nuestro trabajo. Es una mezcla entre la cotidianidad y lo
extraordinario, entre la aparente y relativa ‘calma’, porque no está ocurriendo
en nuestro entorno más cercano, y angustia por pensar que
pueda llegar a afectarnos. Vemos cómo personas como nosotros, con las que
podemos identificarnos, tienen que huir de sus casas, pierden a sus seres
queridos… El equilibrio, como su propio nombre indica, es estar entre ambas
vertientes, siendo consciente de lo que ocurre a nivel mundial, pero intentando
seguir permaneciendo dentro de nosotros mismos y en nuestro entorno más
cercano”.
Gestiona la información
Tal como recuerda la psicóloga sanitaria, “desgraciadamente, no
por tener más información vamos a poder cambiar el panorama mundial, con esto
quiero decir que, a pesar de la importancia de estar bien informado de lo que
sucede, un exceso de información podría dañarnos, porque alimentaría nuestra
frustración por no poder intervenir y nuestro miedo por la magnitud de la
situación”. Por ello, debemos tratar de evitar la sobreinformación, así como el
gesto de revisar de forma casi compulsiva la actualidad. Desde TherapyChat
recomiendan “aprender a
interpretar la información que recibimos, razonarla y analizarla como lo que
es: información proporcionada por distintas opiniones y conjeturas sobre lo que
puede o no ocurrir. La ansiedad, el miedo y la incertidumbre se
apoderan de nosotros cuando adoptamos la información que recibimos en estos
casos como totalmente cierta y no nos paramos a pensar en que muchas de las
previsiones negativas que algunos medios arrojan pueden no ser ciertas”.
Una forma de evitar sentirnos abrumados por la cantidad de
información que estamos recibiendo es limitar el acceso a la misma. Por
ejemplo, desde TherapyChat aconsejan decidir el formato en que vamos a
consumirla: “Si vemos que el impacto que están teniendo las imágenes de las
redes sociales, vídeos o noticias es muy negativo en nuestro bienestar y
tranquilidad, una opción
para el autocuidado sería informarnos a través de los periódicos o revistas
que, por norma general, ofrecerán menos imágenes que en
los medios interactivos”.
Cómo desbloquearnos
“Si te encuentras bloqueado, necesitas un respiro de toda la
información que estás recibiendo. Descansa, desconecta y, poco a poco, retoma
las conversaciones, debates e información a través de los medios”, aconsejan
desde TherapyChat. Recuerda que estar al borde de un ataque de nervios no
ayudará a nadie. Y si bien es verdad que estas reacciones no están solo en
nuestra mente, sí podemos hacer algo para controlar en la medida de lo posible
la forma en la que responde nuestro cuerpo: “Cuando sentimos miedo, se activa
nuestra amígdala. A partir de aquí, se pone en marcha el sistema nervioso
autónomo parasimpático, encargado del equilibrio, para resolver la situación
que nos genera el miedo. Cuando no es posible resolverla, se activa la rama
simpática para poner en marcha estrategias de afrontamiento más costosas. Si
aún así, el organismo percibe que es imposible la lucha o huida, se vuelve a
activar la rama parasimpática, generando una respuesta de paralización. Es importante intentar no anticiparse a los acontecimientos y procurar centrarse en resolver
situaciones que se nos planteen a corto plazo, para, de
esta manera, evitar una sobrecarga de estrés, que puede llevar al agotamiento
físico”, explica Orosan. Para aprender a gestionar o redirigir ese cúmulo de
emociones, desde TherapyChat comparten algunos consejos.
- Transforma
esas emociones y redirígelas a otras más adaptativas. Es común que las personas
intenten evitar sentir estas emociones, sinembargo vivirlas y aprender a
gestionarlas tiene como resultado el transformarlas en otras más
manejables, como por ejemplo el enfado o la aceptación. Para poder
gestionarlas bien es recomendable expresarlas y permitirnos vivirlas a
través de conductas como el llanto.
- Flexibilizar
y aceptar. Muchas
situaciones en nuestra vida van a ser inevitables y muchas otras no van a
poder solucionarse o cambiar en la dirección que nos gustaría.
Flexibilizar nuestros deseos y aprender a aceptar un resultado negativo o
no deseado es algo complejo, pero en muchos casos es necesario para
ayudarnos a gestionar el miedo y la incertidumbre.
- Apoyarnos
en nuestros seres queridos. Comunicarnos
y encontrar apoyo y compañía en familiares, compañeros o amigos es una
pieza clave a la hora de gestionar el miedo y la incertidumbre. Muchas
veces encontraremos que esos sentimientos son compartidos y nos sentiremos
reconfortados y comprendidos.
- Cuestionar
la información que recibimos y
recordar que una afirmación no siempre es una verdad tajante. Tomar como
ciertas todas las afirmaciones e información que recibimos puede
abrumarnos y agobiarnos más. Parémonos a pensar y cuestionar la
información que recibimos, ya que encontraremos que gran parte de ella es
parcialmente cierta o probable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario