sábado, 22 de abril de 2017

Aprende a manejar tus emociones antes que te venzan.


Mariana Alvez – Psicología Positiva | 17-04-2017

La inteligencia emocional alude al conjunto de capacidades y habilidades psicológicas que implican la comprensión, control y modificación de las emociones tanto propias como ajenas. Quienes tienen desarrollada este tipo de inteligencia, logran manejar de una manera satisfactoria las emociones, pudiendo de esta manera alcanzar resultados positivos que repercuten en los vínculos con los demás. Vamos a conocerla en profundidad.
En cada ser humano yacen dos clases de mentes, la que piensa y la que siente. Ambas representan facultades relativamente independientes y corresponden al funcionamiento de circuitos cerebrales distintos pero interrelacionados.  
El intelecto no puede funcionar adecuadamente sin la participación de la inteligencia emocional, su fino equilibrio es relevante para poder vivir una vida de éxito y plenitud en todos los ámbitos.
Usualmente entre ambas existe una coordinación adecuada, sin embargo, muchas veces la intensidad de una carga emocional ante un estímulo aloca tus pasiones, activando en tu nivel neuronal un sistema de reacción que lleva a despojarte por entero de lo racional, empujándote a cometer errores de los cuales te arrepentirás profundamente después.
La riqueza de la vida emocional es un arte que a algunas personas les cuesta dominar. Quienes logran conocer sus emociones e interpretar adecuadamente la de los demás, logran tener una ventaja. Este poder de comprensión los ayuda a tener relaciones significativas y a mejorar profesionalmente.
Las habilidades emocionales aportan al despliegue de otras habilidades que suelen asociarse al intelecto, como la toma de decisiones racionales. La presencia de una sensación visceral es la que te brinda seguridad para renunciar o proseguir con un determinado curso de acción.
Por su inmensa influencia sobre todos los aspectos de tu vida, las emociones se encuentran en el centro de tu existencia, ser capaz de aprender a manejar las emociones eficientemente aporta a tu felicidad y desarrollo. Las capacidades cognitivas de planificación, pensamiento, concentración, resolución de problemas, toma de decisiones, etc, pueden verse entorpecidas o potenciadas positivamente gracias a la influencia de las emociones.
¿Cuáles son las habilidades de la inteligencia emocional?
Autocontrol:
El poder controlarse a uno mismo y a nuestros impulsos funciona hasta a nivel de evolución, ya que vivir emociones de manera exagerada pone en riesgo la estabilidad de una comunidad.
Lograr domar tus arrebatos emocionales y ser capaz de calmarte a ti mismo es considerado como el más preciado de los recursos psicológicos. Estas habilidades se aprenden y desarrollan especialmente en los primeros años de la infancia en los que el cerebro se encuentra en pleno aprendizaje.
Entusiasmo:
El entusiasmo, el optimismo, la esperanza y el amor por las cosas que haces, simbolizan posibilidades de éxito en tus emprendimientos.
Por otra parte, la ansiedad y la preocupación, cuando están desbocadas, te empujan hacia el fracaso repetitivo.
Tus esfuerzos se verán potenciados y seguramente recompensados si logras tener una visión más fresca y esperanzandora de tu vida y tus proyectos. Ya que el optimismo te hará creer en tus capacidades y la esperanza te brindará el empuje para concretar lo que deseas.
Empatía:
Palabra que nace del griego empatheia, “sentir dentro”, denota la capacidad de percibir la experiencia subjetiva de otra persona.
Una habilidad presente desde edades muy tempranas, como en niños de nueve meses de edad que rompen a llorar cuando ven a otro niño caerse. Se ha demostrado que desde los primeros días de existencia, los bebés reaccionan ante el llanto de otro niño.
A lo largo de la vida, esta capacidad para comprender lo que sienten los demás tiene su impronta en varias actividades como las ventas, dirección de empresas, política, educación, vínculos.
La ausencia de empatía suele ser algo patológico que conduce a las personas a cometer crueldades.
Son los padres los grandes responsables de potenciar o limitar esta habilidad emocional. Cuando como padres no logramos en varias ocasiones mostrar empatía hacia las emociones de nuestros hijos, ellos dejarán de expresar ese tipo de emociones y hasta pueden dejar de sentirlas.
Las primeras relaciones que mantienes tienen un impacto enorme en tu configuración emocional, pero también es cierto que más allá de tus figuras parentales podrás encontrarte con otras como tus amigos, otros familiares o incluso un psicólogo que puede ayudarte a mejorar tus patrones de comportamiento.
Como aproximadamente un 90% de nuestras interacciones sociales están sujetas también al lenguaje no verbal, poder comprender los mismos nos ayudara a acceder a las emociones de los demás.
Inteligencia emocional en el trabajo
El estrés es capaz de dejarte emocionalmente inepto, ya que las emociones negativas fueran de control afectarán tu capacidad de concentración, de aprender, de tomar decisiones con rapidez e incluso de recordar cosas importantes.
Los trabajadores que se destacan en una organización suelen ser aquellos que han establecido sólidas conexiones en las redes sociales informales y cuentan con un gran potencial para resolver problemas.
En los entornos profesionales actuales, la diversidad constituye una ventaja competitiva, ya que potencia la creatividad. Es necesaria que se despierten aquellas habilidades emocionales que favorezcan la tolerancia y rechacen los prejuicios.
Para crear una cultura laboral más tolerante es necesario rechazar toda forma de discriminación o acoso, sin importar qué tan pequeña sea. Por lo que implicará un trabajo continúo dentro de la empresa por cuidar estos aspectos que la harán más saludable y productiva.

A modo de conclusión, recuerda que los primeros años en la vida de un niño son cruciales para despertar su inteligencia emocional. Si no has sido afortunado de cultivar estas habilidades de pequeño, el momento es ahora para aprender y disfrutar de todos los beneficios que esta conlleva.

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