ALICIA CRUZ ACAL | cuidateplus.marca.com | 14/11/2025
El miedo a envejecer, enfermar o morir es un sufrimiento inherente al
ser humano y para el que la aceptación es fundamental. Sin embargo, otros
muchos sufrimientos sí que se pueden evitar. El psiquiatra Javier García
Campayo da las claves en su nuevo libro para saber manejarlos.
Los usuarios las suelen lanzar y Google las plasma: ¿la vida es
sufrimiento?, ¿por qué tenemos que sufrir?, ¿estamos destinados a sufrir? Son
preguntas para las que ni siquiera Internet tiene respuesta. Para dar razón de
existir y justificar esta angustia, nacieron las religiones. Sin embargo, el
menor peso que estas tienen en la actualidad respecto al pasado añaden un sinsentido al sufrimiento, lo que lo hace aún
más doloroso, pues antes al menos era el tributo que había que pagar
por el hecho de estar vivo.
Esta es una de las reflexiones que
el psiquiatra Javier García Campayo hace en su libro “El sufrimiento inútil”. CuídatePlus ha hablado con él para profundizar en este dolor físico o angustia emocional y
aprender a gestionarlo bien. “Hay algunos sufrimientos que son
inevitables y que vamos a tener que experimentar todos los seres humanos. El
miedo a la vejez, la enfermedad o la muerte de nosotros o de nuestros seres
queridos son algunos ejemplos”, explica.
Sin embargo, el especialista añade
que, por otra parte, hay un
sufrimiento “que nos producimos nosotros mismos por la forma en que
interpretamos la realidad, lo que nos ocurre”. En este sentido,
continúa, “se trata de un sufrimiento inútil, pues es evitable”. De acuerdo con
García Campayo, este tipo de sufrimiento constituiría alrededor del 80% de todo el que se siente a lo
largo de la vida.
En el libro se afirma que es una idea errónea pensar que el dolor siempre
constituye un motivo de aprendizaje. Entonces, ¿hasta qué punto es necesario? “Desde
luego, las situaciones de mayor crecimiento personal ocurren cuando una persona
experimenta circunstancias adversas, cuando tiene algún tipo de sufrimiento. No
obstante, esto no quiere decir que siempre que suframos seamos capaces de
crecer. Muchas personas pueden verse más aisladas, enfadadas con el mundo,
sintiendo que todo es injusto”, responde el psiquiatra, quien, recalca que, por
tanto, en lugar de crecer, se produce un empeoramiento psicológico.
La aceptación, clave para el sufrimiento evitable
Como se ha mencionado, el miedo a envejecer, enfermar o morir son
sufrimientos humanos que no se pueden evitar. En este punto,
aceptarlos es la única manera de lidiar con ellos. “Son cosas que no se pueden
cambiar, por lo que la aceptación
es especialmente útil, pues muchas veces negamos lo que es
inevitable”, resalta Campayo, quien añade que es algo
similar a lo que ocurre con las fobias: “Si tengo fobia a los perros,
lo que hago es evitarlos y eso refuerza la fobia. De igual modo, cuando algo no
lo acepto, no lo miro y eso refuerza la no aceptación, el rechazo que tengo a
ello”, insiste.
Por tanto, prosigue el psiquiatra, “ya
que no puedo cambiar el mundo, lo que tengo que cambiar es mi mente”.
Y es aquí donde entran en juego técnicas de exposiciones parecidas a las que
tratan las fobias. En muchas de ellas, la respiración es la protagonista. “Van
permitiendo que una persona no se resista, no rechace y no niegue lo que no se
puede cambiar, sino que pueda ir fluyendo con ello”.
¿Cómo evitar el sufrimiento por el pasado y el futuro?
El sufrimiento por el pasado y por
el futuro es una constante en el ser humano. El
del pasado está muy ligado a los sentimientos de culpa y de vergüenza,
¿por qué? “Cuando miramos al pasado desde la perspectiva del presente, podemos ser mucho más duros con nosotros
mismos y nos sentimos culpables. Hay que trabajar en este
sentimiento porque no tiene sentido. Lo que hicimos antes fue probablemente lo mejor
que pudimos hacer teniendo en cuenta las circunstancias y herramientas
psicológicas con las que contábamos entonces”, precisa el psicólogo. García
Campayo indica que la autocompasión en
estos casos es lo que permite entender que, en general, “hacemos lo que podemos
en cada momento”.
En cuanto al sufrimiento sobre el
futuro, se tiende a tratar de adaptar el mundo a nuestras expectativas, en
lugar de ser nosotros los que nos adaptemos al mundo. De acuerdo con el
experto, “las expectativas serían lo contrario
a la aceptación. Uno puede hacer planes, pero la base es tener claro
que la felicidad no está en la búsqueda externa, es decir, no caer en la
mentira de que conseguir algo fuera, como dinero o una posición social, nos
hará felices”. Y es que, advierte, “lo que se puede observar es que cuando
conseguimos cualquier cosa, a los seis meses aproximadamente deja de
interesarnos, deja de tener tanta importancia para nosotros y buscamos otra
cosa”.