sábado, 13 de diciembre de 2025

Qué es el ‘tercer lugar’ y cómo puede ayudarte a ser más feliz, según la psicología

 LORETO IRIARTE      |     deia.eus     |     14/11/2025                

 Descubrir cuál es ese espacio al que se refiere la psicología puede cambiarte la vida y hacer que te sientas una persona más plena

Cada persona puede encontrar la felicidad en un lugar distinto, pero principalmente la buscamos en dos escenarios: el hogar y el trabajo. Sin embargo, según la psicología y diversos estudios sobre bienestar emocional, hay un tercer escenario igual de importante y que muchas veces se nos pasa desapercibido: se trata del tercer lugar

Este concepto fue desarrollado en 1989 por el sociólogo estadounidense Ray Oldenburg en su libro The Great Good Place y puede ser clave para mejorar tanto tu salud mental como tu calidad de vida.

 

Qué es el 'tercer lugar'

 

               Oldenburg definió el tercer lugar como cualquier espacio que no sea tu casa (primer lugar) ni tu trabajo (segundo lugar) y que frecuentas con regularidad. Es un entorno accesible y acogedor donde puedes socializarrelajarte, ser tú mismo y desconectar de las presiones cotidianas.

 

               Cafeterías, parques, gimnasios, bibliotecas, librerías, clubes comunitarios, la casa de un amigo o cualquier otro lugar donde se forjen relaciones sociales pueden ser tu tercer lugar.

 

Este espacio no tiene que ser un sitio sofisticado ni costoso, sino que la mayoría son gratuitos de bajo coste; lo que los hace especiales es su papel social y emocional, puesto que en ellos nacen vínculos, se consolidan amistades y se refuerza el sentido de comunidad

 

Por qué es importante ese 'tercer lugar'

 

La importancia de ese tercer lugar va mucho más allá del ocio y es una poderosa herramienta para combatir muchos de los desafíos emocionales que enfrentamos hoy en día:

 

- Fomenta las relaciones sociales: nos permite interactuar con otras personas más allá de nuestro entorno familiar o laboral.

- Reduce la soledad: es especialmente relevante en una sociedad como la nuestra, en la que más del 60% de las personas viven solas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

- Mejora la salud mental: desconectar del trabajo y del hogar reduce el estrés, la ansiedad y promueve un equilibrio emocional.

- Refuerza el sentido de pertenencia: sentir que formas parte de una comunidad te aporta propósitos, motivación y bienestar.

- Estimula la creatividad y la identidad personal: estos espacios son entornos adecuados para descubrir nuevas ideas, pasatiempos o facetas propias desconocidas por uno mismo.

 

Cómo encontrar tu 'tercer lugar'

 

Para encontrar ese tercer lugar, lo principal es identificar qué es lo que buscamos y cómo adaptarlo a nuestra vida. Para ello hay unas claves:

 

1- Piensa en tus intereses

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? Leer, bailar, practicar deporte, charlar, jugar a cartas, cocinar… Cualquier cosa que te guste te puede ayudar a encontrar ese tercer lugar.

 

2- Adáptate a tu presupuesto

No necesitas gastar dinero para tener un tercer lugar. Un banco en una plaza, una biblioteca o un grupo de personas con intereses comunes pueden ser tu refugio social.

 

3- Que sea parte de tu rutina

Lo ideal es que tu tercer lugar esté cerca de ti, de tu casa o de tu trabajo, para que puedas integrarlo en tu día a día sin hacer grandes esfuerzos.

 

4- Construye conexiones reales

Establecer relaciones auténticas con otras personas es lo que convierte un lugar cualquiera en tu tercer lugar

 

5- Sé constante

No sirve de mucho visitar tu tercer lugar una vez al mes; intenta hacerlo parte de tu rutina semanal.


El 'tercer lugar', una forma de autocuidado


En la sociedad actual, el cuarto lugar (el mundo digital) nos aísla más de lo que nos une y las redes sociales, aunque conectan, nunca podrán sustituir el valor del contacto físico.


Por eso, el tercer lugar no es un lujo, sino una necesidad y, además de enseñarnos valores como la ayuda, el respeto, la tolerancia y el cuidado del otro, nos recuerda que la felicidad no está solo en lo que hacemos o tenemos, sino en dónde y con quién lo compartimos.


Párate un momento para hacer la prueba y preguntarte: ¿cuál es mi tercer lugar? ¿ya lo he encontrado? Si la respuesta es no, quizás es hora de empezar a buscarlo para conseguir una versión más feliz de ti mismo.