miércoles, 28 de septiembre de 2022

La Fageda, la empresa de yogures de un psiquiatra para enfermos mentales


@Lucía Martín (colaborador de idealista news), @luis manzano    |    09/09/2022
 
Nacieron hace 40 años. El fundador, de nombre Cristóbal Colón y psiquiatra de formación, reunió a 15 discapacitados severos y con ellos arrancó el proyecto empresarial que hoy da trabajo a más de 400 personas y produce casi cien millones de yogures al año.
 
En cuanto el coche coge el camino que llega hasta la finca de Els Casals, dejamos de tener cobertura y no la volveremos a tener hasta que recuperemos la carretera principal: es lo que tiene estar rodeados de árboles, en un entorno natural mágico que todos los que nos cruzamos repiten que es más bello, si cabe, en otoño.

Nos podemos hacer una idea porque el Parque Natural de La Garrotxa es una joya. Una joya que esconde en su interior un proyecto social y empresarial (poner el adjetivo social antes del empresarial no es capricho) digno de admiración. Hay historias que da especial gusto contar, no solo por el objetivo que las puso en marcha en su día, también por el exitazo cosechado tras años de trabajo. Y ésta es una de ellas. Si decimos La Fageda y no eres de Cataluña quizás este nombre no te diga nada. Allí, sin embargo, son ampliamente conocidos, no solo porque tengan uno de los mejores yogures de la Comunidad sino porque han cosechado muchos premios a lo largo de sus 40 años de historia.
 
Una historia que no tuvo unos principios fáciles. Si bien no suelen serlo para nadie que emprende en este caso, menos aún porque contaban con una etiqueta que no suele vender: la de la enfermedad mental. Nos vamos a los años ochenta, en una España en la que, como en otros países, se estaban desmantelando los denominados entonces manicomios, poniendo en la calle a mucha población que se consideraba podía vivir por sus propios medios. Sin embargo, no era así: muchos de esos pacientes se veían ya sin familia o con familias que no querían hacerse cargo de ellos.
 
¿Qué hacer con ellos? Entra en juego ahí un personaje de nombre histórico, Cristóbal Colón, que comparte con el descubridor de América la capacidad de cambiar realidades y de convencer sobre aventuras poco convencionales. Él había trabajado como psicólogo en esos centros psiquiátricos y se había percatado de cuán beneficioso era el trabajo para los internos. ¿Por qué no montar entonces una iniciativa empresarial que les diese una ocupación? “El origen de La Fageda está en Olot, en 1982, cuando Cristóbal le expone el proyecto al alcalde y él le cede una sala de un emblemático convento de la ciudad para empezar la experiencia. Y es así como nace La Fageda, con unas 15 personas que sufrían trastornos mentales severos”, explica Esther Carreras, responsable de comunicación de la firma.
 
El yogur es el vehículo, no el fin
 
Empezaron desarrollando una actividad muy arraigada en la ciudad, la imaginería religiosa. Y poco después surgió la oportunidad de comprar la finca en la que se ubican, de unas 16 hectáreas, y donde ya había vacas. Así es como empiezan a producir leche que en sus inicios vendían a Nestlé y se dedican también a los viveros forestales, de hecho en su día fueron de las empresas más importantes de este sector en España.
 
Y entonces llegó la cuota láctea por parte de la UE: “Lo de los viveros fue cayendo en picado y coincidió con el excedente de leche en Europa del año 91. Es ahí cuando de un problema se hace una oportunidad: Cristóbal dice “Si dejamos de producir leche, vamos a reducir lugares de trabajo, con lo cual nuestra misión que es mejorar la vida de colectivos vulnerables, se va a pique. Vamos a reconvertir la leche en otro producto y ese producto fue el yogur”, explica Carreras. Así nació el que hoy es el yogur natural de fabricante más vendido en Cataluña.
 
Y no nos extraña, está exquisito, pero atentos al mensaje: el yogur no es el objetivo, es solo un vehículo. Su misión, que es algo que repetirán varias veces a lo largo de la entrevista, es otra: “Todas aquellas actividades empresariales que llevamos a término desde la producción de yogures, de postres, de helados, mermeladas, son un medio para generar puestos de trabajo. No son un fin. Son el medio que permite crear puestos de trabajo para todos los colectivos de personas vulnerables que atendemos, personas con discapacidad intelectual y trastorno mental severo y desde el año 2019, personas de otros colectivos en riesgo de exclusión”, añade. Como mujeres maltratadas, inmigrantes… Hoy trabajan más de 400 personas en La Fageda, y alrededor de 180 pertenecen a colectivos vulnerables.
 
Para entrar en su Centro Especial de Empleo hay que presentar un certificado de discapacidad intelectual y estar empadronado en la comarca. 40.000 visitantes al año Mariona Martí es la relaciones públicas de la empresa y se encarga de las visitas, sean escuelas, empresas, familias. Reciben unos 40.000 visitantes al año: “Cada vez ampliamos más los tipos de colectivos que vienen a visitarnos. Antes nos centrábamos mucho con escuelas y luego familias. Sí que es verdad que, sobre todo la parte más académica se está estirando como un chicle. Recibimos también bastantes personas de la empresa para hacer un día lúdico de empresa, venir a conocer el modelo, para inspirarse…”, explica.
 
Las visitas empezaron de forma muy espontánea: “Tenemos la suerte de estar dentro de un parque natural y dentro de una reserva natural. De manera esporádica había gente que estaba andando por la zona y de repente llegaba aquí y siempre había alguien de La Fageda que podía dedicarles tiempo a explicar el proyecto”, cuenta Martí.
 
¿Cómo impacta en el territorio su presencia? “Estamos intentado hacer un estudio de esto pero es difícil, no son datos cuantitativos. Lo que sí que sabemos es que hace ya años que la comarca de la Garrotxa es la única con un 0% de paro en las personas con discapacidad intelectual y trastorno mental grave. Todas las personas que vienen de este colectivo y quieren trabajar están trabajando. Para nosotros esto es un éxito brutal. De hecho, fue uno de los cambios que hicimos hace cuatro años, cuando vimos que no había personas de estos colectivos para trabajar y nosotros, de manera muy natural, cada vez vendíamos más. ¿Qué hicimos? Siempre de la mano de los servicios sociales de la comarca preguntamos quién más necesitaba ayuda”, aclara.
 
Y así fueron llegando los jóvenes con riesgo de exclusión social, las mujeres maltratadas…. Hemos tenido suerte en nuestra visita: una vaca ha parido en el campo y asistimos a los primeros pasos del ternero. Siempre es emocionante esto, nos explica el operario que trae al animalillo a las instalaciones. La Fageda produce casi 100 millones de yogures al año. “Aquí no hay propietarios, no hay socios, no hay accionistas. Todos los beneficios que se obtienen se reinvierten en el proyecto para continuar generando puestos de trabajo para personas de colectivos vulnerables. Por eso insistimos que nuestras actividades empresariales y productivas siempre, siempre son un medio y nunca un fin”, finaliza Carreras.
 
La Fageda acumula premios en su haber: emprendedor del año de la revista Emprendedores, Premio Turn the World Outward Award de The Arbinger Institute, de consultoras como EY… Colón suele decir que su motivación es no volver al manicomio y que ellos son en realidad unos raritos. Bendita rareza.

1 comentario:

  1. Hay otro artículo con fecha 24/02/2013 que trata el mismo tema y habla de la misma empresa. Entonces cumplían 30 años y fabricaban 45 millones de iogures al año. Ahora, una década después, fabrican 100 millones de iogures/año y han diversificado la producción cubriendo otras áreas de alimentación y otras actividades. Es encomiable el trabajo que hacen y la felicidad que generan en tantos hogares de la zona. Desde aquí les felicito y me gustaría alentar algún otro emprendedor o empresario a contar con personas que tienen dificultad para conseguir un puesto de trabajo por su enfermedad.

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