CELIA PÉREZ LEÓN |
cuerpomente.com |
20/10/2025
¿Tienes problemas para
demostrar empatía a los demás? El psiquiatra Enrique Rojas nos recomienda 10
hábitos sencillos con los que podemos cultivar esta habilidad esencial para
mantener a salvo nuestros vínculos y relaciones.
Cuando hablamos de empatía siempre
esperamos que sea el otro quien la ejerza. Todos vemos valor en estar junto a
alguien que es empático, pero a menudo despreciamos lo que nos
puede aportar cultivar esta capacidad en nosotros mismos. “La
empatía es uno de los pilares de la madurez emocional”, explica el psiquiatra
Enrique Rojas, “es la capacidad de salir de uno mismo y entrar en el mundo
interior de la otra persona, entender cómo se siente, qué piensa y que le
duele”.
Entrenarla,
sugiere el psiquiatra, es esencial para tener grandes relaciones sociales, e
incluso puede mejorar nuestro futuro profesional. Porque sí, la empatía se
entrena. Y es que, tal como señala el experto desde sus redes, “aunque
hay personas naturalmente empáticas, esta habilidad se puede educar”. Y
para hacerlo, el experto recomienda incluir diez hábitos en nuestra vida.
ESCUCHAR SIN
PANTALLAS MENTALES
“Si ponemos entre nosotros y nuestro
interlocutor opiniones, prejuicios o expectativas, no lograremos una verdadera
comunicación”, comienza sus recomendaciones el Dr. Rojas. Tal
como nos explica, la verdadera comprensión del otro solo puede alcanzarse
cuando se dejan de lado los prejuicios personales. En caso contrario,
entenderemos solo aquello que se ajuste a nuestra versión de los hechos, algo
que los psicólogos explican con lo que se conoce como “sesgo de confirmación”,
la tendencia de nuestro cerebro de quedarse únicamente con los datos que
confirman sus ideas preconcebidas.
No dar consejos que no se nos piden
Es fácil caer
en la tentación de dar consejos a las personas que nos rodean cuando nos
cuentan que están pasando por un mal momento, sin darnos cuenta de que al
hacerlo no estamos adoptando una postura realmente empática. “Cuando
alguien se esté sincerando, no debemos juzgarlo o decirle lo que debe hacer, a
menos que nos lo haya pedido”, explica el Dr. Rojas.
Preguntar con delicadeza
En lugar de
ofrecer consejos, como se exponía en el punto anterior, el Dr. Rojas nos
recomienda preguntar con delicadeza. “Interesarnos por el mundo del
otro sin que por ello se sienta invadido”, señala desde sus
redes. Y es que solo por medio de la curiosidad genuina podemos acercarnos al
mundo emocional del otro. De lo contrario, es fácil acabar asumiendo que
algunas percepciones personales son ciertas. Es mejor verificar todo siempre
con una pregunta amable.
Expresar los propios sentimientos
Si queremos que
una persona confíe en nosotros, debemos mostrar confianza. “La
comunicación de calidad es siempre bidireccional. Para que se dé un
clima de complicidad, ambos deben poner las cartas sobre la mesa”, señala el
experto. Así que para poder ingresar en el mundo emocional de los demás, lo
primero que debemos hacer es acostumbrarnos a abrir el nuestro de par en par.
Al menos, para aquellas personas con las que queremos establecer una relación
significativa.
Demostrar afecto
Si
mostrarnos abiertos emocionalmente era esencial, demostrar afecto es algo
obligatorio. “Mostrar una actitud cálida y cariñosa que facilita
el intercambio de opiniones y sentimientos”, nos explica el
psiquiatra. Solo en una relación en la que existe auténtico afecto hay cabida
para la auténtica comprensión y empatía, cualidades
de las personas con inteligencia emocional. Cuanto más conectemos a
nivel emocional con el otro, más sencillo nos será comprender sus
preocupaciones y motivaciones.
Cultivar la paciencia
La
empatía requiere de otra habilidad en desuso, como es la paciencia. Según
Enrique Rojas, “paciencia es saber esperar y continuar”,
porque “el amor necesita tanto pasión como paciencia”. Algunas emociones cuesta
expresarlas en voz alta, y con prisas no se llega a ninguna parte. Darle tiempo
a la otra persona es esencial para que pueda comunicarse con nosotros con
claridad.
Practicar la indulgencia con los
demás
No
podemos exigir a los demás aquello que no estamos dispuestos a exigirnos a
nosotros mismos, es una de las leyes básicas de las relaciones saludables. Pero
es que, además, señala Enrique Rojas, sabemos gracias a la psicología que “sacar
a relucir los fallos ajenos dinamita la comunicación”, por lo que
no es muy efectivo para la empatía.
Ser conscientes del lenguaje no verbal
A veces
las personas que nos rodean nos parecen indescifrables, porque solo prestamos
atención a lo que nos dicen con las palabras. Pero hay otra forma, mucho más
sutil, en la que las personas comunicamos lo que sentimos. Y es por medio del
lenguaje no verbal. “Hay pequeños gestos corporales que nos
aportan una informaciónmuy valiosa sobre el humor y el ánimo del
otro”, señala el psiquiatra.
Educar la mirada para ver el lado positivo
Parece
un consejo para ser feliz, y podría serlo, pero es también esencial para
practicar la empatía. “Poner énfasis en los aspectos que nos unen al
otro en lugar de insistir en las posibles diferencias”, explica
Enrique Rojas, es esencial para mantenernos conectados. Es una de las formas
más eficaces de multiplicar la empatía.
Asumir la culpa
Para acabar,
el psiquiatra nos recuerda que “aceptar que somos imperfectos
humaniza la relación y rompe la rigidez que puede generar
tensión”. Así que asumir nuestra responsabilidad en los conflictos o
circunstancias del día a día es esencial para que pueda construirse un
verdadero vínculo basado en la empatía.