DIANA LLORENS | cuerpomente.com | 18/04/2024
Nuestro crítico interior nos sabotea
constantemente con frases que atacan nuestra autoestima y no nos dejan ser
felices. Saber reconocerlas es el primer paso para cambiar.
A menudo, nosotros somos nuestros peores enemigos.
Nos exigimos demasiado y nos “maltratamos” haciéndonos creer que no valemos lo
suficiente, que no estamos a la altura y que no merecemos ser felices.
“Nuestros cerebros están programados con un sesgo de negatividad, una
programación que hace que los acontecimientos negativos dominen nuestro mundo
interior por encima de los positivos”, asegura la psicoterapeuta
neoyorkina Katie Krimer. Además, tenemos tendencia hacia el egocentrismo, a
considerarnos el centro del universo y a no valorar otras perspectivas.
Así, nuestro crítico interno se vuelve incansable: nos
habla todo el rato y nos hace dudar de nuestras capacidades.
Afortunadamente, podemos acallarlo si aprendemos a reconocer sus
prácticas.
Krimer habla de ello en su último libro, 40 técnicas para superar
el autosabotaje mental y acallar a tu crítico interior, publicado por la
editorial Sirio. En él identifica aquellas frases que solemos
decirnos a nosotros mismos y con las que boicoteamos nuestra felicidad, y
explica cómo liberarnos de nuestra propia toxicidad con
ejercicios prácticos.
Estas son algunas de las frases que destaca, ¿te las has dicho alguna vez?
1. “LA VIDA ES UNA PUTADA”
Sin duda, la vida puede ser muy complicada y todos vivimos momentos duros.
La clave está en aceptar la realidad presente, ya sea una muerte, la
pérdida de una amistad, un desengaño amoroso, un fracaso profesional o
económico… Aceptar no significa que nos tenga que gustar la situación,
sino en reconocer la realidad tal como es (con todo lo desagradable que tiene)
y dejar de intentar cambiarla.
“Insistir
en lo mucho que nos disgusta cómo son las cosas en el momento presente nos
mantiene atrapados en el pasado o en una visión alternativa e incontrolable de
nuestro presente”, asegura Krimer.
2. “YO SOY ASÍ”
Las creencias centrales que tenemos sobre nosotros mismos son, según Krimer,
las más difíciles de cambiar, pues están fuertemente arraigadas. Solemos llevar
tantos años convencidos de ellas que descartamos todo aquello que
las contradiga.
Creencias centrales como “Soy un fracasado”, “soy mala
persona”, “soy débil”, “no valgo nada”… solo son ciertas
porque hemos elegido creerlas, asegura la psicoterapeuta. Si te atreves a
analizar estas creencias y cambiar de perspectiva, verás cómo
te han estado limitando.
3. “LO BUENO DURA POCO”
En lugar de disfrutar de lo bueno, muchas personas tienden al pesimismo, a
considerar que inevitablemente llegará una tragedia que
empañará la felicidad. “Elegimos el monólogo derrotista, y esto lo que
hace es garantizar el sufrimiento en el presente”,
señala Krimer.
No querer confiar demasiado en lo bueno y adoptar una postura derrotista
solo nos priva de disfrutar el presente y nos convierte en unos aguafiestas. En
cambio, podemos relajarnos y disfrutar de las cosas con plenitud mientras
duren, porque ya sabemos que nada es eterno.
Eso no quiere decir que no sucedan cosas buenas para celebrar. Se trata de
cambiar la actitud para pasar del “nada bueno dura” a “algunas
cosas buenas sí duran, y no tengo que vivir temiendo que acaben”,
señala la experta.
4. “NO QUIERO SENTIRME ASÍ”
Ya desde la infancia, hay ciertas emociones que se potencian y otras que aprendemos que
son “malas” y las empezamos a evitar o tapar. Cuando
experimentamos estas emociones “malas”, en lugar de considerarlas algo natural,
las vivimos con dolor, como una experiencia negativa.
Krimer sugiere que hay que aprender a ser un observador de las
experiencias interiores, sin juzgarlas, sin etiquetarlas como
“buenas” o “malas”.
5. “ME LO TOMO TODO MUY A
PECHO”
“Nuestros
cerebros están programados para que seamos el centro de nuestro propio universo
mental”, explica Krimer. Tendemos a personalizar todo lo
que nos ocurre y a darnos por aludidos con demasiada
frecuencia, aunque las cosas que sucedan a nuestro alrededor no tengan que ver
con nosotros.
En lugar de tomarte a mal las críticas o comentarios de los demás (siempre
que se hagan de forma constructiva y con respeto), intenta comprender el por qué
y valorar que, en la mayoría de los casos, los otros no quieren herirnos o
denigrarnos.
6. “LA VERDAD ES QUE NO
TENGO NINGÚN TALENTO NI NINGUNA HABILIDAD ESPECIAL”
Aunque no lleguemos a ser Einstein, todos tenemos talentos y
habilidades, aunque a veces nos cueste reconocerlas en
nosotros mismos. Además de habilidades más reconocibles como pueden ser pintar,
destacar en algún deporte o ser bueno en matemáticas, hay muchísimas otras que
pueden ser más difíciles de identificar, como las comunicativas o de resolución
de problemas, entre muchas otras.
Para encontrar tus talentos o habilidades, Krimer propone
diferentes estrategias, como preguntar a aquellas personas que mejor te
conocen, echar la vista atrás a la infancia o rememorar los logros que has
conseguido a lo largo de la vida.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenos días lectores del blog. Últimamente habréis observado que muchos artículos hablan de "la felicidad". Los transcribo porque todos queremos ser felices, pero yo emplearía otro término en lugar de felicidad, que es el "bienestar". Me gusta más y lo encuentro más adecuado, porque encaja más con la idea de estar bien con uno mismo y con los demás. La "felicidad" existe, pero buscarla en su sentido pleno, nos puede agobiar. Es solo una reflexión personal. Saludos cordiales.
ResponderEliminar