miércoles, 24 de diciembre de 2025

Mario Alonso Puig, médico: "Cuidar tu cuerpo es cuidar tu mente. No son dos, son uno"

 ACyV     |     elconfidencial.com    |     14/11/2025

La relación entre lo que sentimos y lo que pensamos vuelve al primer plano gracias a una reflexión del médico y divulgador. En su último mensaje, el especialista recuerda que el cuerpo y la mente no son dos realidades separadas

La conversación entre cuerpo y mente lleva años en el centro del debate sanitario, pero pocas voces la explican con tanta claridad como la del médico y divulgador Mario Alonso Puig. Su mensaje vuelve a resonar gracias a una reflexión grabada en vídeo que está circulando con fuerza y que deja una idea clave: “Cuidar tu cuerpo es cuidar tu mente. No son dos, son uno”.

El especialista plantea una cuestión que, según él, todos deberíamos hacernos: “¿Te has planteado alguna vez cuál es la conexión profunda entre el cuerpo y lo que sucede en nuestro cerebro?”. Una pregunta sencilla que abre la puerta a un enfoque más integral sobre la salud, alejado de esa división clásica —y artificial— entre lo físico y lo emocional.

Puig sostiene que el organismo no es únicamente un soporte biológico, sino un sistema que participa activamente en nuestra estabilidad psicológica. De hecho, alerta de que “el cuerpo tiene muchas cosas que decirnos, lo que pasa es que con frecuencia no le prestamos atención”. Su propuesta pasa por recuperar esa escucha interna, por dedicar unos minutos al día a observar sensaciones, tensiones o necesidades que solemos ignorar por las prisas o el estrés.

Durante la grabación, el médico utiliza un ejercicio práctico para ilustrar su planteamiento: invita al espectador a cerrar los ojos y recorrer mentalmente cada parte del cuerpo. Según explica, al hacer este gesto “estás invitando a ese cuerpo a que te hable, a que te diga lo que muchas veces todos necesitamos oír”. Se trata de una técnica sencilla que, en su opinión, ayuda a conectar con señales fisiológicas que influyen directamente en el estado emocional.

Su visión encaja en una tendencia creciente dentro de la medicina y la psicologíala importancia de la interocepción, ese “sentido interno” que permite identificar lo que ocurre dentro del organismo. Diversos estudios recientes apuntan a que mejorar esta capacidad tiene efectos positivos sobre la ansiedad, la concentración y el bienestar general.

Cada vez más profesionales coinciden en que llevar una vida saludable no solo implica alimentación equilibrada o ejercicio regular; también supone prestar atención a cómo responde el cuerpo en cada momento. En palabras de Puig, escuchar esas señales es una forma de autocuidado profundo que puede marcar la diferencia en el día a día.

La reflexión del médico sigue ganando popularidad porque conecta con una preocupación cada vez más extendidaaprender a cuidarse de manera globalsin separar lo físico de lo emocional. Una invitación, en definitiva, a frenar unos minutos y a mirar hacia dentro para entender cómo la salud se construye desde la propia conciencia corporal.

Marta Jiménez, neuropsicóloga, sobre la paz mental: “No tengo que creerme todo lo que mi mente me dice”

MARTA SIERRA     |     infobae.com     |    04/12/2025

La experta señala que hay ciertos pensamientos que son simplemente “ruido”, por lo que hay que desmontarlos y no darles espacio

Uno de los máximos objetivos a los que aspira mucha gente es a la paz mental: ese estado de tranquilidad, de bienestar emocional y de conexión con el propio interior y con el entorno que aleja las preocupaciones infundadas o los miedos inexplicables. Sin embargo, alcanzarlo es muy complicado.

En las últimas décadas han surgido diversos discursos sobre las técnicas que deben seguirse para alcanzar la paz mental. Sin embargo, la neuropsicóloga Marta Jiménez (@martajimenezpsicologia) explica que a veces el trabajo pasa más por el entendimiento de la manera en la que funciona nuestra mente que por dedicar horas a algunas de estas estrategias. La experta destaca que la forma en la que ella consiguió vivir con paz mental “no fue meditando tres horas al día ni haciendo yoga en Bali”. Estas herramientas, aunque pueden ser útiles, no son imprescindibles ni constituyen un camino universal hacia el bienestar.

Para muchas personas, la paz mental se percibe como una meta difusa, casi idealizada, que parece reservada únicamente a quienes practican meditación avanzada o llevan un estilo de vida completamente equilibrado. Sin embargo, en realidad, cualquier individuo puede comenzar a construirla si entiende mejor su funcionamiento interno y las dinámicas que rigen la mente humana.

Su proceso “fue algo mucho más simple”, según señala. No simple en el sentido de que sea rápido y fácil, sino que no requiere de grandes estrategias para comenzar a trabajar internamente en el aumento del bienestar emocional. Marta Jiménez explica que la clave se encuentra en entender que los “pensamientos no son la realidad”. Esta distinción resulta esencial para dejar de vivir en piloto automático y empezar a diferenciar entre lo que ocurre fuera y lo que formula nuestra mente como interpretación, hipótesis o temor anticipado

Los pensamientos intrusivos

Según explica la médica neuróloga y epileptóloga Vanessa Benjumea en su libro Mente calma. Primeros auxilios para aliviar los bucles del pensamiento (Vergara, 2025), el ser humano tiene cada día alrededor de 60.000 pensamientos funcionales y disfuncionales. Es un diálogo interno que nunca cesa y que tiene un componente mayoritariamente negativo, puesto que estamos predispuestos a detectar errores y peligros.

En este sentido, nuestra rutina se enmarca en un conglomerado de pensamientos intrusivos que pueden desestabilizarnos: preocupaciones, recordatorios de las tareas que deben realizarse, escenarios catastróficos, sentimientos incapacitantes... Y una forma de comenzar a tener paz mental es comprender que muchos de estos mensajes no son reales.

“No tengo que creerme todo lo que mi mente me dice y mucho menos los pensamientos intrusos”, explica Jiménez, ya que estos son “palabras en el aire, simple lenguaje, ruido”. Aunque el diálogo interno es útil para avanzar en ciertos conflictos, buscando soluciones o entendiendo situaciones, cuando se convierte en un bucle mental, deja de ser productivo.

Así, la clave no se encuentra en intentar luchar contra la cabeza, sino en entender que no siempre lo que dice es real: “Es solo un pensamiento y yo decido qué hago con él”. La neuropsicóloga explica que “no necesitas callar la mente, solo aprender a escuchar sin obedecer y a dialogar de forma diferente con tus pensamientos”.