Mariana Alvez – Psicología Positiva | 04/09/2010
El stress se muestra como el gran enemigo de nuestra rutina, nos
cansa, nos agobia, nos quita productividad y peor aún, incluso puede tener
graves consecuencias para nuestra salud. Sin embargo, no nos olvidemos
que poseemos una capacidad asombrosa para adaptarnos, para buscarle el
sentido a las experiencias negativas, para aprender a crecer gracias a las
adversidades. Esta cualidad innata en nosotros está más desarrollada en algunos
sujetos, pero tú puedes escoger ser uno de los privilegiados.
Desde la Psicología
Positiva podemos lidiar con el stress
haciendo uso de herramientas sencillas que ya tenemos pero que solemos olvidar
de que existen en nosotros o sencillamente no le brindamos la importancia que
tienen.
El humor se nos presenta como un aliado para vivir una
vida más tranquila y placentera, busquemos cultivarlo ya sea en salidas con
amigos o dedicándonos al menos una vez por semana a mirar una buena película
cómica. ¿Sabían que al reír se mueve el diafragma y el abdomen se contrae? Esto
produce un efecto muy relajante en nuestros músculos del cuerpo así como los
del rostro. La risa también es la responsable de bajar los niveles de cortisol,
hormona vinculada con el estrés fisiológico producido por enfermedades o
cirugías.
El optimismo puede ser utilizado también para
disminuir nuestros niveles de stress, ya que nos permite ver la vida de una
manera más despreocupada y nos conduce a confiar en nosotros y en nuestras
capacidades. Es confiar en que si nos esforzamos y le impregnamos valor a las
cosas que hacemos el futuro será como lo planeamos. El optimismo nos permite
enfrentarnos a las adversidades con perseverancia y nos ayuda a entender que
dentro de todo lo malo siempre hay un aprendizaje. Debemos enfocarnos en
encontrar soluciones, no regodearnos en la miseria de nuestros problemas.
Cultiva el buen humor, aprecia el momento presente y
disfruta cada detalle del mismo, no te sobre exijas ni tampoco caigas en la
apatía, intenta vivir una vida equilibrada, no le des a las situaciones más
importancia de la que tienen, intenta agregar en tu rutina actividades que te
generen placer. Cambia tu perspectiva si la que tienes ahora no te está dando
resultados, a veces todo se reduce a una simple elección y si sientes que no
puedes solo, sabes que siempre puedes contar con la ayuda de un profesional. El
primer paso radica en utilizar lo que ya posees y sacar provecho de tus propias
fortalezas. Vive la vida…ama la vida…cero stress.
Me parece muy difícil en nuestros días llegar al "Cero stress", porque por más que nos entrenemos en las fortalezas, es muy difícil tener optimismo y sobretodo humor, cuando no tienes buena salud mental y estás en una crisis.
ResponderEliminarAdemás el entorno social, amistades, familia y trabajo si se tiene, no favorecen para conseguir estos objetivos, al contrario, por lo menos en mi caso, muchas veces tengo que evadirme mentalmente para que no me conviertan el día más aciago.
Entiendo que la psicología positiva ha de tratarlo así, pero yo me conformaría con "Cuatro stress" que es casi la mitad del que tenemos, y a partir de aquí marcar pautas pequeñas para ir avanzando y pasar del cuatro al tres, dos, uno y finalmente cero.