Mariana
Alvez |
Psicología Positiva | Uruguay
| 15/05/2020
¿Te has puesto a pensar
cuanto te estás perdiendo de la vida por atascarte a una manera de interpretar
la realidad nociva?.
El pesimismo te genera mal humor, pocos vínculos, menos satisfacción por tu vida y además entorpece tu recuperación cuando estás enfermo.
Todos esos pensamientos se traslucen en tu modo de vida, en tus comportamientos, en tus palabras, en tus sentimientos.
El pesimismo te genera mal humor, pocos vínculos, menos satisfacción por tu vida y además entorpece tu recuperación cuando estás enfermo.
Todos esos pensamientos se traslucen en tu modo de vida, en tus comportamientos, en tus palabras, en tus sentimientos.
El pesimismo hará que tus pensamientos giren en
torno a catástrofes, crearás en tu mente los peores escenarios posibles.
En el fondo estás absolutamente convencido de que nada de
lo que hagas servirá para tener una vida mejor, de que tus
acciones poco valen y que además no eres lo suficientemente competente.
Seguramente te preguntas a menudo, ¿para qué voy a intentarlo si de todas maneras
no funcionará?
Te preparas para lo peor y para el fracaso, estás tan convencido que tu
mente crea trampas para ti todo el tiempo, ¿sabes por qué? Porque tu mente se
prepara para hacerte caso. Si crees que no puedes, pues tendrás toda
la razón del mundo.
Inconscientemente te sabotearás, no hablarás en el momento preciso, dejarás
pasar oportunidades, tendrás un sabor amargo de sueños rotos porque has
entrenado a tu cabeza para perder.
También te afecta a nivel laboral. Tu actitud pesimista disminuye la
productividad y destruye tu motivación. ¿Sabías que puedes contagiar
tu pesimismo? Sé que no lo haces a propósito, pero piensa
en las veces en que tu amigo viene con una idea entusiasmado y tú lo traes
violentamente a tierra. O cuando un hijo quiere hacer algo diferente a lo que
crees correcto, o tal vez cuando sientes que ser feliz es tonto y que el mundo
es un lugar espantoso.
Esto no es tu culpa. De una parte de él es responsable la
genética, de otra tu entorno que te ha educado y también las experiencias
dolorosas por las cuales has atravesado.
El pesimismo no es tu mejor amigo, no te evita sufrir,
no te protege de la tragedia, no te prepara para lo peor, no te hace sentir
seguro. Puede ser una cruel sirena que te agobia con sus falsos cantos de
protección, pero en realidad es tu enemigo, tu visión distorsionada de la
realidad que hace que todo lo hermoso no sea suficiente.
Si no cambias tu manera de interpretar tu realidad te alejarás del
bienestar, del éxito, del disfrute, de una mejor calidad de vínculos
interpersonales, te alejarás de las emociones positivas y te costará encontrarle
un sentido a tu existencia. Además te enfermará, ya que te empuja a tener
conductas nocivas y afecta tu sistema inmunológico.
Afortunadamente se puede aprender a ser optimista y con paciencia, puedes
trasformar la perspectiva vital que has ido construyendo todos estos años.
¿Sabes que te convierte en un optimista inteligente? Te invito a
leer los artículos del blog, a ver los videos que comparto en youtube (usuario
@psicopositivauy), en las estrategias que comparto en Instagram
(@psicopositivauy).
Que nada te impida conectarte con la felicidad que mereces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario