ANA I. MARTÍNEZ | Madrid | ABC | 01/12/2019
Carmen Cabestany, secretaria de la asociación No Al
Acoso Escolar/NACE, desgrana los datos del I Estudio sobre la percepción de la
sociedad española sobre «bullying», desarrollado por Totto y Gestionando Hijos.
«El acoso escolar es, a mi juicio,
el presagio de lo que va a ocurrir en un futuro en la sociedad. Estamos
hablando de algo importante», ha asegurado este miércoles Leo Farache, director de Gestionando hijos, con
motivo de la presentación del I Estudio sobre la percepción
de la sociedad española sobre « bullying» en
colaboración con la firma Totto.
El acoso escolar es, en
la actualidad, una realidad silenciada. En España, 1 de cada 5 niños
escolarizados son víctimas del acoso. Un dato preocupante que
empeora con otro: solo el 15% de las víctimas se atreven a
contárselo a familiares, profesores… «Faltan datos,
sensibilidad y ganas de hacer cosas para afrontar y resolver este problema que
no solo atañe a la comunidad educativa. También a empresas, familias, ámbito
sanitario, etc.», ha alertado Carmen Cabestany,
profesora secretaria de la asociación No Al Acoso Escolar (NACE),
quien ha mostrado su satisfacción por este informe ya que ofrece datos muy
alarmantes pero vitales para empezar a actuar.
Una de las conclusiones del
estudio es que sólo 2 de cada 10 profesores se sienten preparados para
resolver situaciones de acoso. «No es que los docentes quieran mirar
para otro lado. Es que hay falta de formación»,
ha explicado Cabestany, quien ha recordado que en la carrera, nadie forma a los
futuros docentes en este asunto y sí en otros, como en nuevas tecnologías. De
ahí su falta de capacidad de actuación.
«Además, el acoso no se produce
delante del maestro. Así que si no lo sabe detectar a tiempo e intervenir, no
es porque no quiera sino porque el profesor no sabe», ha explicado.
Para los expertos, la formación es
vital para acabar con este problema social y más teniendo en cuenta que 1 de cada 2 españoles ha presenciado alguna vez una
situación de «bullying», una cifra que asciende a 8 de cada 10 en el
caso de los jóvenes (18-24 años). Además, según el estudio, 1 de cada 3 jóvenes
que ha presenciado un caso de acoso escolar se ha quedado al margen.
«A mí, muchas veces me comentan
que en mi época había más acoso y no pasaba nada», ha comentado Farache. «Nos
silenciaron», ha defendido con rotundidad. «Hoy tenemos un nombre: 'bullying'.
También información. Y, además, el 94% de los españoles
considera que el acoso escolar es un tema de gran importancia en
el que toda la población debe involucrarse». A este respecto, la secretaria de
la asociación NACE ha añadido: «Este último dato es muy significativo porque
antes no se hablaba del acoso escolar. A partir de aquí, ya podemos empezar a
caminar en la buena dirección».
Acoso psicológico
La encuesta, que se ha realizado
sobre un total de 2019 personas, de las cuales, 1369 son madres y padres, 370
son docentes y 218 jóvenes de entre 18 y 24 años, desvela que 1 de cada 4 españoles aseguran que sus hijos han sufrido
«bullying» en alguna ocasión. El 65% afirma que el acoso ha
sido de tipo psicológico. Y los progenitores percibieron
ciertos cambios en sus menores: el 60% declara que estaba más triste y el 43%
que no quería ir al colegio.
«El acoso verbal se ha
normalizado. El 'bullying' psicológico es muy alto porque todos los
acosos tienen componente psicológico», ha explicado Cabestany. «El acoso
de exclusión es, sin embargo, el más oculto -ha continuado-. Y cuesta más
que los profesores lo detecten. Es cuando el acosado se esconde, se aísla, se
automargina. Y no precisamente por su culpa».
En este sentido, los progenitores
y docentes tienen ciertas claves que pueden utilizar para saber si su hijo
o estudiante es víctima.
Tal y como ha explicado la experta, se basa en la regla CCC (cuerpo, carácter, campanas), para
progenitores, y CCCC (cuerpo, carácter, campanas, costumbres) para docentes.
La primera C hace referencia al cuerpo del niño (se
pone capuchas, se tapa más de la cuenta, miran al suelo, arrastran los
pies...); la segunda al carácter (el
niño que sufre acoso está más irritable, el brillo de la mirada lo pierden,
lloran, tienen alteraciones con el sueño o las comidas, etc.); la tercera a
las campanas o novillos (es decir, el absentismo
escolar) y la cuarta a la costumbre (es
decir, los docentes ven que el niño llega tarde a clase porque no quiere
coincidir con los acosadores en las escaleras o pasillos del colegio o piden ir
al lavabo a deshoras porque evitan ir en el recreo o se acercan mucho al
profesor).
Niños «tiranos»
En cuanto a las causas del acoso,
7 de cada 10 encuestados afirma que el problema radica en la familia. El 72% de los españoles piensan
que los niños que ejercen «bullying» provienen de familias cuyos padres les
dejan hacer lo que quieren. «No siempre pero es el perfil que puede
degenerar en un acosador porque está
acostumbrado incluso a maltratar a los padres (no violencia física pero sí
psicológica) para salirse con la suya», ha dicho la docente.
A su vez, el 89% de los españoles
piensa que cada vez se dedica menos tiempo a la educación de los hijos en casa.
El dato aumenta si se les pregunta a los profesores, que lo creen en un 95% de
los casos.
Precisamente, los docentes no lo
tienen nada fácil a pesar de ser uno de los máximos protagonistas del acoso
escolar porque es en el colegio dónde se produce. Su falta de formación provoca
que el 77% considere que su carencia le impide afrontar esta situación. Además,
el 76% de los profesores consideran que el «bullying» afecta mucho al desempeño
de su actividad en el centro escolar y el 67% consideran que son ellos los
responsables de gestionar estos conflictos.
Padres y profesores, juntos
Sin embargo, el 83% de los españoles cree que los profesores no tienen
suficiente autoridad y no se les respeta, y el 85% de los españoles creen que
los padres contribuyen
a que a los profesores no se les respete.
«Esto es muy grave», ha advertido
Carmen Cabestany, que ha insistido en la necesidad de que padres y docentes
caminen de la mano. «Los niños tiene dos pies y dos manos. Para dar
pasos firmes en la vida, deben caminar de una mano del profesor y, de la otra,
de los padres. Si no tenemos esa unión clara, estamos causando un
perjuicio al alumno e hijo», ha subrayado. La docente también ha señalado que
los primero que dicen los padres de un posible acosador es: «Mi hijo no, quien
ha dicho esto, donde está la prueba».
Llama especialmente la atención
que el estudio contemple que el 95% de los españoles cree que las instituciones
deberían incluir un protocolo de actuación frente
al «bullying». Algo que ya existe. Tal y como ha explicado la
secretaria de la asociación NACE, depende del director del centro activarlo.
«Si el centro no tiene interés en que salga ese caso de acoso escolar, están
sesgados los protocolos desde la base. Y si encima los profesores dicen que no
han visto nada porque carecen de formación, el acosador niega acosar, los
'chivatos' se callan... El protocolo se cierra porque sale negativo. Esto es lo
que sucede en la mayoría de los casos», ha alertado Cabestany, por lo que ha
insistido en la necesidad de ver el acoso escolar como un problema social
porque se da «en el ámbito de la administración».
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