ALBERTO LÓPEZ | El País
| 15/02/2020
La doctora
brasileña desafío las violentas terapias establecidas y humanizó el trato a los
pacientes con enfermedades mentales a través del arte y el contacto con
animales.
Nise da Silveira se acostumbró
a ir a contracorriente durante toda su vida y a ser pionera en sus propuestas
de terapias: fue la única mujer de su promoción de Medicina, con 157 hombres, y
una de las primeras en ejercer la profesión en Brasil. Su constante lucha contra lo
establecido por querer poner al paciente siempre en el centro le trajo
numerosos disgustos e incluso estuvo a punto del despido, pero su audacia y
paciencia lograron imponer unos métodos terapéuticos revolucionarios que han
dotado de humanidad a los pacientes de enfermedades mentales y los ha
conectado con su realidad y su expresividad.
Diminuta y frágil
de aspecto, Nise da Silveira tenía una personalidad
arrolladora y fue capaz de conseguir aquello que se propuso. Defendió siempre
con gran vehemencia sus ideas en el contexto de la psiquiatría institucional y se convirtió en
una pionera de la terapia ocupacional, considerada residual en aquellos años.
Luchó y se opuso a los tratamientos violentos a los pacientes mentales y logró
transformar tanto este apartado de la medicina que hasta logró el
reconocimiento unánime de denominar clientes a los pacientes y coterapeutas a
los animales que empleó en los tratamientos.
Su legado, más allá de sus artículos y
libros, de la introducción del arte en las clínicas y del trabajo con mandalas
y animales con sus pacientes, sigue vivo en Brasil a través del Museo de
Imágenes del Inconsciente, que alberga más de 350.000 piezas creadas por ellos
a lo largo de los años y que, en algunos casos, han sido catalogadas por los
críticos como auténticas obras de arte.
Nise da Silveira nació en Maceió,
capital del estado brasileño de Alagoas, el 15 de febrero de 1905. Su padre era
periodista, director de uno de los diarios de la ciudad, y eso le permitió
estudiar en un buen colegio religioso
solo de niñas. Aunque su madre siempre quiso que fuera pianista, su vocación,
sin embargo, la llevó por el terreno científico y con 21 años logró el título
de Medicina en una
promoción en la que era la única mujer en una clase con 157 hombres.
La joven doctora
obtuvo su título en 1926 con su tesis ‘Ensayo sobre la criminalidad de la mujer en Brasil’, y
cuando estaba comenzando su carrera profesional, la muerte prematura de su
padre un año después la llevó a Río de Janeiro, donde estableció sus raíces
intelectuales y profesionales. Nise se casó con un compañero de carrera, Mario
Magalhaes, con quien compartió su vida hasta su fallecimiento en 1986. Ambos
formaron parte de los círculos artísticos y literarios de la capital, empezaron
a participar en los ambientes marxistas y Nise colaboraba con artículos médicos
en prensa.
En 1932, con 27 años, la doctora Da
Silveira ganó una plaza por concurso para un puesto de psiquiatra y comenzó a
trabajar en el Servicio de Asistencia a Psicópatas y Profilaxis Mental en Praia
Vermelha y lo compaginó con sus estudios en la clínica neurológica de Antônio
Austregésilo.
Una enfermera que trabajaba con ella la
denunció en 1936 por tener libros marxistas en su taquilla, y estuvo en prisión
18 meses. A su salida, y durante casi ocho años, Nise y su marido permanecieron
casi en la clandestinidad y alejados de las actividades públicas por la
persecución política. Este retiro lo aprovechó Nise para leer mucho y seguir
formándose.
El 17 de abril de
1944 Nise da Silveira regresó a la administración
pública en el Hospital Pedro II, antiguo Centro Nacional de Psiquiatría ubicado
en un suburbio de Río de Janeiro. Allí se opuso con todas sus fuerzas a los
tratamientos que se realizaban por electrochoques, así como a las camisas de
fuerza, al aislamiento, a la psicocirugía y a otros métodos que ella
consideraba extremadamente brutales y torturas.
Ese mismo año sintió la satisfacción de
colaborar con el psiquiatra Fábio Sodre en la introducción de la terapia
ocupacional en el hospital, con tanto éxito que dos años después el director
del centro le pidió que creara la Sección de Terapia Ocupacional y
Rehabilitación (STOR) en el hospital. Nise dirigió la STOR desde su fundación
en 1946 hasta su jubilación forzosa en 1975 al cumplir los 70 años.
Antes de llegar Nise la terapia
ocupacional de los pacientes consistía en tareas de limpieza y mantenimiento.
Con ella se crearon talleres de pintura y modelado con el propósito de permitir
a los pacientes restablecer sus lazos con la realidad a través de la expresión
simbólica y la creatividad.
La Sección de
Terapia Ocupacional y Rehabilitación tenía algunas secciones especializadas,
pero fue la creación del taller de pintura la que la hizo famosa. En poco
tiempo el taller de la STOR ganó notoriedad a nivel local y nacional y la
producción de los pacientes se convirtió en un material impresionante sobre las
imágenes de la psicosis, dando lugar a exposiciones de las obras de los
pacientes incluso en el Museo de Sao Paulo de Arte Moderno. Para preservar e
investigar la colección de obras que se iban produciendo, y que en la
actualidad reúne cerca de 350.000, Nise creó el internacionalmente famoso Museo
de Imágenes del Inconsciente en 1952.
Para Nise la terapia ocupacional era
una psicoterapia no verbal, única y apropiada para la rehabilitación del
psicótico. Para ella, el psicótico no era una mera lista de síntomas positivos
y negativos; era preciso dar al paciente un ambiente en el que pudiera
encontrar el apoyo emocional que le ayudara a volver al mundo exterior.
Más adelante, Nise también introdujo
animales (gatos y perros) en su servicio como una forma de atraer el afecto de
establecer un puente psicótico con el mundo real. El hecho de cuidar de los
animales tuvo un efecto positivo en estos pacientes, y esta relación con los
animales la acompañó durante toda la vida.
En 1956, Nise da Silveira desarrolló
otro proyecto revolucionario: la Casa das Palmeiras, una clínica para antiguos
pacientes de instituciones psiquiátricas en la que podrían expresar libremente
su arte y ser tratados como pacientes externos a diario.
Nise estudió la terapia ocupacional
desde todos los puntos de vista de su época y encontró en la psicología
profunda de Carl Gustav Jung la base para
explicar la producción artística en el taller de pintura que ella creó. Tras
intercambiarse muchas cartas, logró entender el posible lenguaje del proceso de
la psicosis, al descubrir que había una profusión de figuras circulares o
mandalas, la recurrencia de temas mitológicos y religiosos en las pinturas de
sus pacientes, y darse cuenta de que se trataba de una producción en vivo del
inconsciente de estos.
El primer encuentro entre Nise y Jung
se produjo en 1957 en el II Congreso Internacional de Psiquiatría en Zúrich.
Después, Jung inauguró la Exposición ‘Esquizofrenia en Imágenes’ del Museo de Imágenes del
Inconsciente de Nise. Esta muestra causó tal impresión que supuso el
reconocimiento internacional definitivo de las ideas y el trabajo de Nise da
Silveira. Después, en Brasil, fundó el Grupo de Estudio de Carl Jung, que
presidió hasta 1968.
El trabajo de Nise da Silveira sobre
terapia ocupacional y la comprensión del proceso psicótico a través de imágenes
del inconsciente dio origen, a exposiciones, películas, documentales,
audiovisuales, cursos, simposios, publicaciones y conferencias. A lo largo de
su vida recibió condecoraciones, títulos y premios en diferentes áreas del
conocimiento.
Nise da Silveira falleció en Río de
Janeiro el 30 de octubre de 1999, a los 94 años de edad. Su obra e ideas
inspiraron la creación de museos, centros culturales e instituciones
terapéuticas similares a las creadas en diversos estados del Brasil, se
sucedieron por todo el mundo como reconocimiento a su gran contribución a la psiquiatría
y la humanización de los pacientes.
La película de 2015 ‘Nise: el corazón de la locura’,
dirigida por Roberto Berliner y protagonizada por Glória Pires, realiza un
recorrido por la vida profesional de Nise y sus logros médicos.
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