BEATRIZ BENÉITEZ BURGADA |
La Vanguardia | 22/03/2022
Diversos estudios demuestran que realizar actos de bondad, ser amable y ayudar a otros puede ser bueno para la salud y el bienestar de las personas.
Realizar actos de bondad, ser amable y ayudar a otros puede ser
bueno para la salud y el bienestar de las personas. Así lo recoge un estudio
publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología, publicado en Psychological
Bulletin que añade que “el comportamiento prosocial (altruismo,
cooperación, confianza y compasión) son ingredientes necesarios para una
sociedad armoniosa y que funcione bien”. Así lo explicó Bryant PH Huy, profesor
de investigación en la Universidad de Holg Kong, autor principal de este
metaanálisis.
Estudios anteriores han sugerido
que las personas que se involucran en un comportamiento más prosocial son más
felices y tienen una mejor salud física y mental que aquellas que no dedican
tanto tiempo a ayudar a los demás. Una nueva investigación realizada en la Universidad
de Missouri, encontró que las relaciones positivas entre maestros y estudiantes
también conducen a una mejor enseñanza. Los hallazgos muestran la importancia
de que los maestros sean amables, compasión y preocupación por los demás, en comparación
con enseñar a los estudiantes únicamente las habilidades tradicionales.
Más allá
de nuestro comportamiento hacia los demás, ser amable con uno mismo es
beneficioso para la salud. Así lo afirma un equipo de investigadores
de Psicología de la Salud de la Universidad de Pittsburg en un estudio reciente: las
mujeres que practican la autocompasión tenían un menor riesgo de desarrollar
enfermedades cardiovasculares, independientemente de otros factores de riesgo
tradicionales.
La ciencia ha demostrado que la amabilidad desencadena una serie de
neurotransmisores en el cerebro, que no son otra cosa sino mensajeros químicos
que ayudan a controlar nuestro estado de ánimo y a ayudan a que aumente la
sensación de que conectamos con otras personas, además de alejar de la mente y,
por lo tanto, del cuerpo, sensaciones desagradables como el estrés y la
ansiedad.
Una experiencia conmovedora, pero agotadora
Bernadette Rusell ha contado a la BBC la experiencia que decidió vivir:
ser especialmente amable con todo el mundo durante un año. Según ella misma
explica, fue muy inspirador, pero también agotador y añade que “estaba como
drogada todos los días”, ya que durante doce meses se dedicó a ayudar a todas
las personas que podía, algo que llegó a resultar conmovedor, ocasionalmente
caro e, incluso en alguna ocasión, físicamente peligroso (por ejemplo, cuando
llevó la bolsa de la compra a una señora durante más de seis kilómetros).
Esta historia comenzó, según cuenta a la BBC su protagonista, en el año
2011, cuando ella estaba sentada en un café disfrutando de su desayuno, cuando
vio en la televisión un autobús en llamas en Londres. Eran los disturbios
desatados por la muerte de Mark Duggan, un joven de 29 años que había sido
asesinado a tiros por la polícía en agosto de ese año en Tottenham.
La visión de las imágenes de los disturbios , así como la respuesta a
los mismos, impactaron a Bernadette y le parecieron aterradoras. Cuenta que
empezó a desesperarse “más y más, por lo que sentía como la enormidad de los
problemas del mundo” y quería hacer algo, pero no sabía exactamente el qué.
La respuesta le llegó tiempo más tarde, cuando se encontraba en una
oficina de correos. Fue entonces cuando vio que a otra persona le faltaban unos
peniques para comprar un sello. Ella se los dio y su sorpresa fue la enorme
muestra de gratitud que recibió por parte de aquel extraño. Pensó entonces lo
poco que le había costado dibujar una sonrisa en el rostro de la persona a la
que había ayudado.
Ese día, en el camino de vuelta a casa, se inventó el temerario plan de
tratar de ser bondadosa con los extraños durante un año algo que, asegura, le
cambió la vida. Bernadette cuenta que la mayor parte del tiempo sentía “una
especie de resplandor cálido que envolvía mi corazón”. Relata que se sentía muy
bien y añade que para ella “ser amable es parte del propósito de estar vivo”.
Parece claro que la
amabilidad y la bondad tienen el potencial de hacer del mundo un lugar más
feliz, de aumentar los sentimientos de confianza, optimismo y alegría. Y, en
estos tiempos de guerra y pandemia, parece más necesaria que nunca.
Diversos estudios demuestran que realizar actos de bondad, ser amable y ayudar a otros puede ser bueno para la salud y el bienestar de las personas.
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