VALERIA SABATER | La Mente es Maravillosa |
01/02/2022
Hay usurpadores de palabras, personas que te interrumpen cuando hablas una y otra vez, que no te dejan argumentar y que no saben escuchar. ¿Qué podemos hacer ante estas situaciones tan frustrantes?
Qué hacer cuando te interrumpen mientras hablas
Si durante una conversación tu interlocutor te interrumpe tres veces seguidas, actúa. No dejes pasar más tiempo. Tras esa tercera rotura en el hilo comunicativo, se evidencia ya un claro patrón orientado a asaltar tus ideas y opiniones.
No importa que sea un compañero de trabajo, un vecino, un amigo de toda la vida o nuestra pareja. Es prioritario explicarle a la otra persona lo que supone para nosotros que nos interrumpan mientras hablamos. Quizás no se dé cuenta del impacto de la dinámica que está imponiendo en el intercambio, pero nosotros se lo podemos hacer saber.
El arte de la comunicación no verbal
A la hora de referirnos a las conversaciones y los procesos comunicativos, situamos toda la atención en el mensaje. Sin embargo, se nos olvidan las formas. La comunicación no verbal tiene la misma relevancia que nuestros argumentos, ideas y razonamientos. Por ello, a la hora de hablar con un ladrón de la palabra, tendremos que tener en cuenta lo siguiente:
· Imponte. Mantén una adecuada distancia, hombros rectos, cuello firme y no cruces los brazos… No seas esa figura siempre accesible dispuesta a ceder o a priorizar la amabilidad.
· Usa un tono de voz firme y seguro. Ideal si tus frases van al grano, sin rodeos y con gran claridad.
· Anticípate. Intenta comprender en qué momento la otra persona va a proceder a su asalto comunicativo (interrupción) para actuar. Levanta el dedo o la mano y pide no ser interrumpido.
¿Te interrumpen mientras hablas? Examina y afina tus habilidades de comunicación
Si te interrumpen mientras hablas en varios contextos (en especial el laboral y el personal), es momento de revisar tus habilidades de comunicación para evitar que esto suceda. Hablábamos al inicio de Margaret Thatcher y su habilidad en materia comunicativa durante sus sesiones en la Cámara de los Lores.
Más allá de adquirir o no las competencias en comunicación de un político, están sin duda una serie de claves muy básicas que todos podemos aprender. Son las siguientes:
A la hora de referirnos a las conversaciones y los procesos comunicativos, situamos toda la atención en el mensaje. Sin embargo, se nos olvidan las formas. La comunicación no verbal tiene la misma relevancia que nuestros argumentos, ideas y razonamientos. Por ello, a la hora de hablar con un ladrón de la palabra, tendremos que tener en cuenta lo siguiente:
· Imponte. Mantén una adecuada distancia, hombros rectos, cuello firme y no cruces los brazos… No seas esa figura siempre accesible dispuesta a ceder o a priorizar la amabilidad.
· Usa un tono de voz firme y seguro. Ideal si tus frases van al grano, sin rodeos y con gran claridad.
· Anticípate. Intenta comprender en qué momento la otra persona va a proceder a su asalto comunicativo (interrupción) para actuar. Levanta el dedo o la mano y pide no ser interrumpido.
¿Te interrumpen mientras hablas? Examina y afina tus habilidades de comunicación
Si te interrumpen mientras hablas en varios contextos (en especial el laboral y el personal), es momento de revisar tus habilidades de comunicación para evitar que esto suceda. Hablábamos al inicio de Margaret Thatcher y su habilidad en materia comunicativa durante sus sesiones en la Cámara de los Lores.
Más allá de adquirir o no las competencias en comunicación de un político, están sin duda una serie de claves muy básicas que todos podemos aprender. Son las siguientes:
· Entrena tu habilidad mental en materia argumentativa: ten claro de manera rápida qué quieres decir antes de expresarlo.
· Ve al grano, no des rodeos a la hora de comunicar.
· Deja que la pasión y la emoción impregnen tus palabras.
· Demuestra confianza en lo que expresas.
· Deja hablar al otro y escucha. Da ejemplo, sé mejor que los demás.
· Transmite positividad, pero exige ser escuchado.
· Si te interrumpen, deja hablar hasta que terminen. Después guarda silencio unos instantes y demanda a la otra persona que haga lo mismo contigo. Recuérdales qué les falta mucho por aprender en materia comunicativa.
Para concluir, decía un proverbio árabe que si lo que vamos a decir no es más bello que el silencio, es mejor no decirlo. A veces, nada es más sabio que saber callar para escuchar al otro. Mejoremos al máximo ese arte que une a las personas: la comunicación.
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